Muchas gracias doctora, no se preocupe me cuidaré lo mejor posible.
Salimos de la clínica y mi papá no dice nada, llegamos a un restaurante comemos muy rico y nos disponemos de regreso a casa, mi papá canceló todo en su empresa para pasar en resto de la tarde conmigo. —Hija sabes que tu eres lo más valiosa que tengo en la vida, cuando tu madre nos dejó para convertirse en un hermoso ángel, sentí que el mundo a mis pies se abría y me tragaba para soltarme en un inmenso abismo. Los primeros días me sentía muerto en vida, dolía, dolía demasiado y aun duele, porque me hace mucha falta—. Un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas y yo no dude en limpiarlas—. Pensar en que también te puedo perder me llena de angustia, de miedo, si pudiera darte mi corazón no lo dudaría, pero ya esta viejo y cansado, solo quiero que vivas, que vivas mucho y disfrutes al máximo en este vasto mundo, que te cases y que me des nietos tantos como quieras. Pero vivo temeroso qué mis deseos no se hagan realidad y me dejes solo. El y yo estamos en su estudio, me dijo que quería platicar conmigo, la preocupación por mi le estaba afectando. —Papá, no te dejaré solo, no va a pasar te lo prometo, te daré muchos, muchos nietos y los veremos crecer juntos, no temas y discúlpame por no decirte nada pero quería evitar precisamente esto, que te preocupes más de la cuenta, yo más que nadie en el mundo deseo vivir, quiero vivir y lo voy a lograr. Besa mi frente y yo lo abrazo fuertemente, el es todo para mi, como yo para él, somos lo único que nos tenemos. Mamá nos cuida desde el cielo y no permitirá que nada nos pase ni a él ni a mí. Salgo del estudio después de conversar con papá, busco a Marlene para contarle sobre Alexander pero no la encuentro. Quiero seguir buscándola pero después lo pienso, es extraño que ella no esté ni en la sala ni en la cocina, dicen que el que busca encuentra y yo no quiero encontrar otra escena como la de la otra vez. Reviso mi teléfono esperando encontrar algún mensaje o llamada pero no es así, así que solo me limito a prepararme para dormir, tomó un baño, lavo mis dientes, cepillo mi cabello, me acurruco en la cama observando el teléfono que esta sobre la mesa de noche, sonrío al recordar la estupidez que le dije. La luz de la pantalla se enciende y comienza a vibrar , me quedo observándolo por unos segundos y después estiro el brazo para alcanzarlo. —¡Hola! —, al otro lado de la línea no responden—. ¡Hola!—. Repito, estoy por colgar cuando su voz se hace presente. —Xiomara, soy Alexander. —Hola—, me siento en la cama y peino mis cabellos, arreglo mi blusa como si el pudiera verme y notar las fachas en las que ando. —Disculpa por la hora, tuve varias diligencias que se me dificultaron bastante ¿estabas dormida? —No, estaba por dormir. —Bien….¿Te gustaría que nos viéramos mañana? Podemos dar una vuelta o tomar un café nuevamente pero esta vez en una cafetería. Llevo la mano a mi boca para que no se me salga de los labios ningún ruido por la emoción que siento, golpeo la almohada para controlar en no gritar. —¿Xiomara estas ahí? —Si, aquí estoy , es decir ,si acepto tu invitación a tomar café —, respondo rápidamente . —Entonces nos vemos a las once te parece? —Si —¿Me das tu dirección? —No…. digo que mejor nos vemos donde nos conocimos. Me pareció escucharlo reír. —Como gustes, nos vemos mañana entonces Xiomara La manera en la que lo dijo me estremeció, fue muy provocador. (…) —No entiendo porque no le diste tu dirección. —Porque no, aún no, primero voy a conocerlo bien el día que le de mi dirección será para que le pida a mi papá mi mano. —¿y si no sucede? Debes pensar en que existe la posibilidad de que lo de ustedes no funcione—, expresa Marlene mientras saca mis vestidos de la habitación qué ocupo como armario, pues elegiré el que me pondré hoy en la noche para la cena que tendremos. —Ya lo se ,ya lo se, no es necesario que me lo repitas—. Observo el reloj de la pared y son las nueve de la mañana me levanté tarde, todo por no dormirme temprano y estar pensando otra vez en Alexander y su seductora voz —. Me voy a dar un baño de burbujas, porque a las once me veré con el amor de mi vida—. La emoción que siento me hace estar temblorosa—, parece que estoy soñando, hace un par de días solo lo veía en la televisión y ahora estoy por tener mi primera cita con él. —No cabe duda que los sueños se cumplen y el tuyo se cumplió por desearlo de corazón—, Marlene esta igual de emocionada que yo y no es para menos, era algo que ambas llevábamos anhelando —, te dije que sería imposible que a papi Alexander no le encantaras, ahora lárgate a lavarte bien esa vagina porque quien sabe y talvez hoy la estrenes . —¡Oye! —, le digo aventándole una pantufla, pero ella la esquiva y solo sonríe con picardía. Después de una hora estoy lista, opté por unos vaqueros de mezclilla hasta la cintura, una blusa manga larga en color verde oscuro con flores blancas, con una cinta en el cuello donde le hice un moño, la terminación de las mangas de la blusa es acampanada. Se me ajusta muy bien, lo complementé con unos tacones cerrados en color café y bolsa del mismo color, solté mi cabello y me hice unas hondas en él, el resultado me encanta. —¿Cómo me veo? —Era mejor que llevaras un vestido, por si las ganas les ganan y lo quieren hacer en el baño o el auto, con el vestido será difícil, pero haya tu—. La mira por el espejo con desaprobación. —No quiero perder mi virginidad en un baño o auto Marlene, dime como me veo. —Te ves hermosa, pero insisto en que …. Mi teléfono empieza a soñar y Marlene es la que responde, me hace de señas con las manos y se acerca apresurada a mi. —Enseguida te la paso —, me da el teléfono—. Es Alexander —, me dice en voz baja y yo solo doy pequeños brincos en mi lugar, respiro profundo antes de responder ,mientras a mi amiga le brillan los ojos emocionada. —Alexander —Xiomara, te pido que me disculpes pero tendremos que dejar el café para otro momento, me surgieron cosas que —, se toma el tiempo para terminar de hablar, mientras mi sonrisa se borra por completo de mis labios y un nudo se forma en mi garganta, Marlene me mira y hace ademanes con las manos para preguntarme que pasa y yo solo niego—. De verdad lo siento, te prometo que lo recompensaré no acostumbro hacer estos desplantes. Es algo que debo solucionar hoy mismo. —No… no te preocupes yo, yo aun no me había arreglado, estaba por hacerlo —, no lo puedo evitar y las lágrimas escurren y humedecen mis mejillas —, gracias por avisarme y adiós. Me siento la mujer más estúpida del universo entero, me a cancelado la cita media hora antes y yo siento como si me hubieran dejado plantada en el altar, nunca lo he experimentado pero me han contado como se siente y así me siento. Marlene intenta calmarme pero no puedo, me siento avergonzada , patética y estúpida. Mi amiga comprende que nada de lo que me diga hará que me sienta mejor y solo me hace compañía en silencio, no me doy cuenta en que momento me quedo dormida. Escucho una voz muy a lo lejos, pero no le tomo importancia, me aferro más a lo que sea que tenga abrazado y sigo durmiendo. Segundos después me sacuden con agresividad y yo abro los ojos y me cubro con la almohada que tenía abrazada pues ahora me doy cuenta que era a lo que me aferraba. La luz de la habitación me molesta. —Vamos Amy levántate, se te hará tarde, ya no tarda en que lleguen los invitados de tu papá. —No quiero—,gruño —, no tengo ánimos de nada. —Pues te aguantas y te cambias, tu papá ya esta en la casa—, eso basta para que me levante—. Toma aquí esta el vestido que elegiste y apresúrate porque se hace tarde . —¿Tú no te arreglaras? —¿Y convivir toda la noche con gente que se cree la divina garza? Hay no que flojera, me voy estamos afinando detalles de la cena. Me levanto a regañadientes y comienzo a cambiarme, no tengo ánimos de nada, solo quiero volver a dormir, no quiero pensar en Alexander y en nuestra cita fallida pero me es imposible, coloco el vestido en mi cuerpo, es ajustado, hombros descubiertos y fruncido en la parte del busto, su color es marrón y las mangas son largas, el corte es de sirena pero la falda me llega hasta los tobillos, tiene una transparencia desde las piernas hasta los tobillos, el forro de abajo no permite ver de más. Zapatos del mismo color del vestido y de peinado una media cola alta, dejando que las hondas sueltas le den realce y volumen a mi cabello. Me encargo de que el color de mis ojos resalten con el maquillaje y colocó gloss en mis labios. Bajo las escaleras sin ganas absolutas, Marlene me ve con una sonrisa y afirma que le ha gustado mi atuendo. —Te ves bellísima, pero cambia ese cara, tu papá se dará cuenta de que algo te pasa, vamos Amy, no lo hechos a perder el se mira muy feliz con esta cena, hasta mi mamá y yo nos hemos preocupado por él, tanta alegría no puede ser normal. Mi papá nos interrumpe y confirmo lo que Marlene me dijo, mi papá irradia felicidad y yo solo quiero saber el motivo de esta. —Mi vida estas hermosa, nuestros invitados ya no tardan en venir, no te desesperes—. Me dice y yo deseo que no vengan, “perdóname papá”. Sonrío a duras penas y nos dirigimos a la sala, el timbre suena, anunciando la llegada de los invitados. Me levanto de mi cómodo sillón junto a mi papá y esperamos a que hagan presencia en la sala, un señor como la edad de mi papá me atrevería a decir que un poco más entra acompañado de una señora muy hermosa de unos cincuenta años, me quedo de piedra cuando detrás de ellos aparece Alexander con el ceño fruncido, como si estar en este lugar no le fuera agradable, lo noto tenso, sus ojos negros como la noche se encuentran con los míos y lo hacen detenerse abruptamente, igual que yo él esta sorprendido.POVAlexander La mañana fresca me recibe como todos los días, apago la alarma que no deja de sonar desde hace diez minutos, solo dormí un par de horas, conciliar el sueño se me hizo imposible. Toda la culpa la tiene esa mujer que conocí hace días, se ha metido en mis pensamientos y no quiere abandonarlos. Un hombre exitoso y millonario como yo, esta rodeado de todo tipo de personas, unas buenas otras malas, unas sinceras otras falsas , que decir de las mujeres , se ofrecen como mujeres de lupanar, sin importar perder su dignidad y el respeto, solo por obtener una buena posición o atrapar a el mejor postor. Por un tiempo me perdí entre sus placeres no lo voy a negar, pero con el tiempo y con todo lo que he vivido puedo decir que hoy a mis treinta y dos años estoy cansado de eso y de no encontrar alguien que se muestre tal cual, que no aparente algo que está muy lejos de ser. Que ame, que ame intensamente como yo deseo hacerlo.Ahora estoy en un dilema, esos ojos azules maldita
En el auto voy pensando con frustración en lo que tendré que soportar en la cena con Teodoro y su hija, pero no me queda de otra, cuando mi madre se de cuenta que lo que decía era cierto no podrá obligarme a nada. Mis padres son los únicos que tienen cierta influencia en mis decisiones, se que sin importar la edad que tenga ellos seguirán metiéndose en mis asuntos, me causa estrés, pero al final soy yo el que tome la decisión respecto a mi vida. Y ellos terminan en aceptarla. —¿En que tanto piensas?—. Pregunta Arthur que es quien va de copiloto, me voltea a mirar con una sonrisa. —Complaceré a mi madre con su propuesta . —¿Aceptaste casarte con la hija de Teodoro Saenz?—, Inquiere con las cejas levantadas, sorprendido. —No , pero la conoceré hoy por la noche. —¿Y que te preocupa entonces?¿ que termines enamorado de ella?—. Expresó con burla, Armad comenzó a reírse el conducía el auto, pero eso no le impidió ir atento a nuestra conversación, mis ojos lo aniquilaron. —N
Vamos en el auto detrás de ella, me he desviado de mi rumbo y ahora voy detrás de una mujer de la que no se ni su nombre, pero algo en ella me atrae, es sencilla y su léxico es coloquial, se expresa diferente, me dice palabras que no entiendo, puedo deducir con seguridad que es una persona de bajos recursos. La observo entrar a una calle empedrada en mal estado, baches con agua y demás. Se detiene frente a una casa en mal estado, que no tiene puerta, solo una cortina vieja, Armad se estaciona detrás. —Este lugar no me gusta nada —, lo escucho decir y me observa por el retrovisor. —Igual a mi —, se le une Arthur—. Bajaremos contigo. —Ya les dije que no. —Nos pagan por tu seguridad Alexander así que no esta en discusión . —Quien les paga soy yo así que no, no quiero que vayan conmigo, llamaré mucho la atención—, Arthur sonríe y niega con la cabeza. —¿Ya te viste? ¿Ya viste el lugar?, obvio llamaras la atención. No quiero discutir más con ellos porque veo como la mujer esta parada
La observo acercarse a pasos lentos hacia Teodoro, él tiene una gran sonrisa en el rostro, la mira con orgullo y mucho amor. Noto como ella suspira con pesadez, desde que desvió su mirada no la ha vuelto a levantar hacia mi dirección. Nunca se me cruzó por la cabeza pensar en las posibilidades de que Xiomara fuera hija de Teodoro, ahora entiendo el porqué estaba en su empresa, no se me cruzó por la cabeza saber más de ella, me bastó con solo saber su nombre. —Ella es mi más preciado tesoro— su padre la presenta ante los míos y por la expresión en ellos se que han quedado encantados con ella, tanto como yo. Mi madre se presenta y la abraza besando ambas mejillas, Xiomara sonríe apenada, o mejor dicho Amy. Mi padre la abraza y la alaga por su belleza , mi madre rápidamente se gira en mi dirección y me pide que me acerque. —Mira te presento a Alexander, es hijo único como tu y de igual manera es mi mayor tesoro — nuestras miradas conectan por un momento, me aclaro la gargan
Las mejillas de Amy aun siguen con ese tono rosa, desde que entramos no me ha dirigido la mirada, su la nana nos encontró besándonos, le causó vergüenza y aunque la señora se disculpó y desapareció ella no dejaba de temblar y respirar con dificultad. Tomamos asiento hasta que se tranquilizó. Nos avisaron que la cena ya estaba servida y entramos. Ahora llevamos más media hora entra platicas y risas, pero en ninguna me ha siquiera mirado, me molesta. —Cuéntame Amy ¿tienes pensado quedar al frente de la empresa de Teodoro cuando el ya no pueda?—Le digo lo primero que se me viene a la cabeza para llamar su atención. Mis palabras han tomado por sorpresa a todos, se quedan callados esperando a que Amy responda. —Bueno, pues ese es el plan —Me dice tomándose su tiempo para responderme , pensando en cada palabra que dirán esos encantadores labios—pero uno nunca sabe, hoy puedo estar aquí mañana talvez no y tenga mi padre que buscar a otro sucesor. No tenemos la vida comprada ni aunque tenga
Me recargo en el respaldo de la silla, cruzo mis brazos y no dejo de mirar la puerta ni un segundo. Minutos después se abre y entra mi secretaria con una cara de espanto. Intenta decirme algo pero por la mirada que le lanzo solo asiente y abre más la puerta, dejando pasar a ella, Linda. Su cabello negro y lacio lo lleva suelto, esta vez esta maquillada ligeramente, sus labios están pintados de un color rosa. Lleva puesto un pantalón beige y una blusa amarilla de mangas cortas sencilla, sandalias del mismo color de su pantalón. Su bolsa es una mochila que cuelga de un brazo, intuyo qué no ha de traer nada en ella, se ve vacía. Sus ojos grandes y lindos como su nombre me miran con una mezcla de enfado, lleva las manos a sus caderas en forma de jarro y lo siguiente que me dice me deja con la boca abierta . —Alexander Santana Toto. Cómo es posible que no le hayas dicho a tus empleados que hoy te visitaría tu novia y peor aun que me quieran sacar casi arrastras como si fuera una delincue
Dejo a Linda en su casa y me dirijo hacia la mía, se que hoy tengo una cita con Amy y no puedo dejarla plantada, ya es tarde y si no me apresuro llegaré muy tarde a nuestra cita. —¿Se puede saber donde estabas Alexander? —Con una amiga madre. —¿Con que amiga? ¿Por qué no quisiste que Armad y Arthur te acompañaran? —No era necesario—Respondo impaciente y observo mi reloj—Hablaremos más tarde debo prepararme para pasar por Amy madre—Subo las escaleras apresurado, ya en mi habitación comienzo a desvestirme para meterme a la ducha. Una hora después estoy en camino hacia la casa de Amy, aún así maldigo en mis adentros porque ya es tarde. Observo que detrás de mi viene mi seguridad, no dudo en voltear los ojos porque de seguro mi madre los mandó. Ya en su casa me recibe una chica de complexión robusta muy linda, pero que me mira como si quisiera matarme. —Buenas noches, podrías avisarle a Amy que ya estoy aquí por favor. —La señorita Amy Xiomara ya esta acostada—Me dice en for
Para Teodoro Saenz, Amy es lo más valioso que tiene en la vida y por la que estaría dispuesto a dar la vida misma . Lamentablemente no puede donarle ese corazón que a su hija tanta falta la hace, el mismo piensa que ya vivió lo suficiente en este mundo y su único deseo es que su hija viva, viva mucho. Cuando se enteró del enamoramiento de Amy por Alexander, no dudó en ningún segundo ponerse en contacto con el padre de este y proponerle que sus hijos se conocieran y que con un poco de suerte contrajeran matrimonio, gracias a Amparo que siempre lo mantenía al tanto de todo le dio semejante sorpresa a su hija. Observar el rostro lleno de felicidad de Amy cuando estuvieron con viviendo en la cena con Alexander y sus padres para él no tuvo precio, desde los últimos días su hija estaba más animada y sonriente y ello le tranquilizaba, por eso mismo haría hasta lo imposible por que Amy terminara casada con Alexander y pudiera vivir lo que le quedaba de vida feliz.Alexander abrió los ojos