Hola, muchas gracias por leer esta historia,darle una oportunidad de lectura, las actualizaciones no dependen de mi si no de mi editora, publico el capítulo y primero tiene que pasa por revisión antes de ser publicada en la app, puede tardar incluso más de 24 horas. Acalarado ese punto, las invito a agregar la historia a su biblioteca y dejar sus comentarios. Muchas gracias
Dejo a Linda en su casa y me dirijo hacia la mía, se que hoy tengo una cita con Amy y no puedo dejarla plantada, ya es tarde y si no me apresuro llegaré muy tarde a nuestra cita. —¿Se puede saber donde estabas Alexander? —Con una amiga madre. —¿Con que amiga? ¿Por qué no quisiste que Armad y Arthur te acompañaran? —No era necesario—Respondo impaciente y observo mi reloj—Hablaremos más tarde debo prepararme para pasar por Amy madre—Subo las escaleras apresurado, ya en mi habitación comienzo a desvestirme para meterme a la ducha. Una hora después estoy en camino hacia la casa de Amy, aún así maldigo en mis adentros porque ya es tarde. Observo que detrás de mi viene mi seguridad, no dudo en voltear los ojos porque de seguro mi madre los mandó. Ya en su casa me recibe una chica de complexión robusta muy linda, pero que me mira como si quisiera matarme. —Buenas noches, podrías avisarle a Amy que ya estoy aquí por favor. —La señorita Amy Xiomara ya esta acostada—Me dice en for
Para Teodoro Saenz, Amy es lo más valioso que tiene en la vida y por la que estaría dispuesto a dar la vida misma . Lamentablemente no puede donarle ese corazón que a su hija tanta falta la hace, el mismo piensa que ya vivió lo suficiente en este mundo y su único deseo es que su hija viva, viva mucho. Cuando se enteró del enamoramiento de Amy por Alexander, no dudó en ningún segundo ponerse en contacto con el padre de este y proponerle que sus hijos se conocieran y que con un poco de suerte contrajeran matrimonio, gracias a Amparo que siempre lo mantenía al tanto de todo le dio semejante sorpresa a su hija. Observar el rostro lleno de felicidad de Amy cuando estuvieron con viviendo en la cena con Alexander y sus padres para él no tuvo precio, desde los últimos días su hija estaba más animada y sonriente y ello le tranquilizaba, por eso mismo haría hasta lo imposible por que Amy terminara casada con Alexander y pudiera vivir lo que le quedaba de vida feliz.Alexander abrió los ojos
—Ezequiel—, tragó saliva, mientras este se perdía en el escote de su blusa de tirantes, el calor comenzaba a recorrerle el cuerpo con fascinación—, escúchame solo un momento ¿ si?. —Dime—. Exclamó perdido entre sus senos. —Solo se cuidadoso ¿por favor? —. Eso lo hizo detenerse y levantar su mirada conectándola con la de ella —. Cariñoso El hombre su acercó a sus labios y la sujetó de la barbilla. —¿Solo dime si quieres hacerlo o no? Pero no me pidas que sea cuidadoso cuando he extraño tu cuerpo más que la misma cocaína en mi sistema. ¿ Te es incómodo aquí? Podemos ir a otro lugar, solo di si o no, sabré entender. No , por supuesto que no sabría entender lo conocía, tal vez no la obligaría a tener sexo con el, pero las consecuencias las terminaría pagando Alexander ahora que sabía de el. Si dejaba que su cuerpo decidiera la respuesta era si, si quería tener sexo con el, hacía mucho que no tenia, desde que el se fue de su vida, pero si su corazón y cabeza hablaba la re
POV AMY XIOMARA El amanecer que tuve el día de hoy fue totalmente el mejor que he tenido en años, despertar en los brazos de Alexander fue de lo más placentero, parecía un sueño. Lo primero que vi al despertar fue su atractivo rostro, sus facciones tan perfectas, su respiración pausada y los latidos de su corazón a un ritmo perfecto; me encantaba escucharlo. No lo podía creer, mi vida había dado un cambio total, hace poco estaba solo imaginándome con lo que podía ser entre el y yo. Y ahora lo tenía sentado frente a mí, en mi mesa , mirándome de una manera indescifrable, que me hace estremecer, provocándole mil emociones a mi corazón. Y lo mejor de todo esto son sus besos; Dios, sus besos saben tan bien, besa de una manera deliciosa, profunda, salvaje, voraz, que me enloquece. Cuando lo vi entrar a la sala, él aire abandonó mis pulmones y tuve que salir a la cocina en busca de mi inhalador. Gracias a Dios Marlene siempre esta para darme consejos y muchos ánimos, así pude salir y
Alexander fue avisado que los venían siguiendo, sus hombres Arthur y Armad iban adelante de ellos, solo harían un movimiento para que el auto de Alexander tomara la delantera y cualquier movimiento en su contra lo recibieran ellos y no el pelinegro . No contaban con que serian embestidos antes de, por una camioneta que los hizo girar, golpeándolos con fuerza junto a otros vehículos; el auto que los seguía solo había sido una distracción. De la camioneta se bajaron tres tipos que no dudaron en accionar sus armas en contra del auto donde viajaba Alexander y Amy. El pelinegro observó como impactaban las balas en los vidrios del auto; no corrían peligro el auto era blindado Buscaba reconocer a esos hombres que descargaban sus armas en su dirección, sin embargo, no podía pues estaban cubiertos con pasamontañas. El cuerpo de Amy temblaba junto a él mientras la tenia abrazada fuertemente, su respiración estaba descontrolada. Solo fueron unos segundos, un instante en el que todo
Dulces y tiernos; esa eran las palabras para describir los labios de Linda sobre los de Alexander, solo bastaron un par de segundos sintiendo sus labios para corresponderle, un beso lento, pausado, pero con mucho significado. Su alrededor desapareció y solo eran ellos dos conociéndose en la intimidad de un beso acalorado junto al compás de sus latidos. La mano del pelinegro se posó en su espalda y la otra en su cintura, perdiéndose entre la suavidad de aquel beso, que aunque no tardó demasiado si lo suficiente para que sus respiraciones se agitaran por falta de aire, se separaron lentamente y se miraron a los ojos. —Discúlpame, no se que me pasó—. Sentía su rostro arder de la vergüenza, se dejó llevar por su impulso ese que le entró cuando se enteró de lo que le había sucedido y sintió miedo, miedo de solo pensar que ya no volvería a verlo. El deseo de probar sus labios lo llevaba desde ese día en la oficina en la que había estado tan cerca de él, tanto que aun su aroma la seguía
Amy se había convertido en una persona muy importante para él, incluso le dijo que la quería y no mintió al decírselo era verdad. Le encantaba estar con ella tanto como le encantaba estar con Linda. Linda de igual forma era muy importante para el, ambas eran diferentes, cada una tenia una chispa especial y en el comenzaba a habitar ciertos sentimientos intensos por cada una de ellas ; no lo iba a negar. —No me imaginé que estuvieras abierto a vivir el poliamor, te aviso que para eso todos los involucrados deben de estar en acuerdo y aquí por lo que veo eres tu el único que lo sabe. —No hay ningún “una en el día y la otra en la noche”, “no hay un tus novias y no hay un poliamor”, para con eso por favor es solo que …..—. Alexander se frotó el rostro con sus manos frustrado —. No se en que momento comenzó a gustarme Linda, Amy me vuelve loco, me encanta—, sonrió al recordarla—. Con ella todo es muy intenso, es …. Me encanta. Linda me gusta, es hermosa, me gusta como se defiende, co
A las afueras de la ciudad un hombre era golpeado brutalmente, su cuerpo yacía en el suelo, mientras recibía una serie de patadas en el rostro y diferentes partes de su ya lastimado cuerpo, intentaba cubrirse pero le era imposible, aun así se mantuvo firme ante cada golpe que recibía . Frente a él en una enorme silla de cuero negro se mantenía divertido con la escena, Sakí el jefe de la Organización los Sakis. En su regazo una mujer en solo una diminuta ropa interior besaba su cuello. Afuera del cuarto donde se encontraban se podía escuchar la música con la diferentes mujeres desnudas movían sus cuerpos al ritmo de la música sobre una tarima. La mirada de aquel hombre era de total maldad, con una barba espeja y negra, robusto y de piel morena, ojos saltones e intimidante. En unos de sus dedos de su mano derecha adornaba un anillo con un gran diamante rojo y una enorme cadena de oro con el dije de la letra “ S” colgaba se su cuello. —¡Ya es suficiente!—. Hizo a un lado a la mujer