Hola a todos ¿Que piensan respecto a la historia? pueden dejarme sus comentarios y seguirme en la app, besos 💋.
Dulces y tiernos; esa eran las palabras para describir los labios de Linda sobre los de Alexander, solo bastaron un par de segundos sintiendo sus labios para corresponderle, un beso lento, pausado, pero con mucho significado. Su alrededor desapareció y solo eran ellos dos conociéndose en la intimidad de un beso acalorado junto al compás de sus latidos. La mano del pelinegro se posó en su espalda y la otra en su cintura, perdiéndose entre la suavidad de aquel beso, que aunque no tardó demasiado si lo suficiente para que sus respiraciones se agitaran por falta de aire, se separaron lentamente y se miraron a los ojos. —Discúlpame, no se que me pasó—. Sentía su rostro arder de la vergüenza, se dejó llevar por su impulso ese que le entró cuando se enteró de lo que le había sucedido y sintió miedo, miedo de solo pensar que ya no volvería a verlo. El deseo de probar sus labios lo llevaba desde ese día en la oficina en la que había estado tan cerca de él, tanto que aun su aroma la seguía
Amy se había convertido en una persona muy importante para él, incluso le dijo que la quería y no mintió al decírselo era verdad. Le encantaba estar con ella tanto como le encantaba estar con Linda. Linda de igual forma era muy importante para el, ambas eran diferentes, cada una tenia una chispa especial y en el comenzaba a habitar ciertos sentimientos intensos por cada una de ellas ; no lo iba a negar. —No me imaginé que estuvieras abierto a vivir el poliamor, te aviso que para eso todos los involucrados deben de estar en acuerdo y aquí por lo que veo eres tu el único que lo sabe. —No hay ningún “una en el día y la otra en la noche”, “no hay un tus novias y no hay un poliamor”, para con eso por favor es solo que …..—. Alexander se frotó el rostro con sus manos frustrado —. No se en que momento comenzó a gustarme Linda, Amy me vuelve loco, me encanta—, sonrió al recordarla—. Con ella todo es muy intenso, es …. Me encanta. Linda me gusta, es hermosa, me gusta como se defiende, co
A las afueras de la ciudad un hombre era golpeado brutalmente, su cuerpo yacía en el suelo, mientras recibía una serie de patadas en el rostro y diferentes partes de su ya lastimado cuerpo, intentaba cubrirse pero le era imposible, aun así se mantuvo firme ante cada golpe que recibía . Frente a él en una enorme silla de cuero negro se mantenía divertido con la escena, Sakí el jefe de la Organización los Sakis. En su regazo una mujer en solo una diminuta ropa interior besaba su cuello. Afuera del cuarto donde se encontraban se podía escuchar la música con la diferentes mujeres desnudas movían sus cuerpos al ritmo de la música sobre una tarima. La mirada de aquel hombre era de total maldad, con una barba espeja y negra, robusto y de piel morena, ojos saltones e intimidante. En unos de sus dedos de su mano derecha adornaba un anillo con un gran diamante rojo y una enorme cadena de oro con el dije de la letra “ S” colgaba se su cuello. —¡Ya es suficiente!—. Hizo a un lado a la mujer
—¡Hey mujer reacciona!—. Marlene chasqueó los dedos para que yo saliera del candente recuerdo que llegó a mi, un calor se instaló en mi cuerpo y mi centro palpitó como ese día, rogaba en mi interior que nada malo me sucediera después de ese maravilloso orgasmo, tenía miedo aunque la doctora me dijera lo contrario en que puedo tener a pesar de mi enfermedad una vida sexual activa. Recuerdo que seguido de eso seguimos besándonos en el auto, con la misma intensidad de siempre, el era mi complemento. Fue magnífico sentirme así, dejarme llevar por todo lo que él causa en mi, espero y nuestra relación dure para toda la vida pues yo…. Yo lo amo con locura y creo que moriría si el se va de mi lado, si el deja de quererme.—Sabes que, tienes razón—Me levanto decidida—Iré a verlo y le daré la sorpresa no me importa esperar lo que tenga que esperar pero esta noche tiene que pasar algo más que solo caricias y besos.—¡Eso! Así se habla —Marlene celebra su triunfo—Ponte un conjunto de lencería
POVALEXANDER Esta maldita rabia siento que me asfixia, trato de sonreír, lucho por mantenerme sereno pero no puedo más, desde que Amy se fue con ese doctorcito la sangre me hierve y no hago otra cosa mas que pensar en la decepción con la que me miraban sus bellos ojos.¡Mierda!Jamás pensé encontrármela aquí, le mentí diciéndole que hoy tendría un día muy ocupado en la empresa, le mentí como el miserable qué soy, le mentí para poder traer a Linda a esta fundación que hacía varios días me había dicho que quería visitar. No pude negarme porque se que estas cosas la hacen realmente feliz y porque así podría tener una idea de como serán las instalaciones que darán refugio a niñas y niños de la calle, mujeres maltratadas y abusadas, es un proyecto muy grande, que requiere mucho dinero y del que estoy dispuesto a llevar en marcha y darle la sorpresa a Linda, solo quiero verla feliz. Con ella las cosas son tan diferentes, es tierna cariñosa, atenta y tímida en lo que ambos tenemos y a mi
En los últimos días la salud de Amy estaba en descenso, había sentido cansancio y ciertas punzadas en el pecho que le causaban preocupación.Nadie lo sabía, solo ella, si le decía a su padre la terminaría hospitalizando durante meses y no lo quería. Quizás el tiempo ya se le estaba agotando, aun así se mantenía serena, había días en los que no sentía ningún malestar los siguientes era todo lo contrario.Estaba molesta, era orgullosa, la indiferencia de Alexander frente aquella mujer le dolió, irse con Agustín el doctor Mondragón fue buena opción, pues su compañía le sirvió para distraerse, sin querer había hecho un amigo. Las llamadas de su papá no se hicieron esperar cuando su chófer llegó sin ella a casa.Todo volvió a ella de golpe y un poco peor cuando encontró a Alexander frente a su casa, luego ese beso que le dejó las piernas temblando y por el cual tuvo sueños eróticos con el.¡Dios Santo!Ahora estaba en su habitación recostada, se había despedido de su papá quien se fue d
Un hilo de sudor recorría la frente de aquel hombre, sus músculos estaban tensos viéndose más grandes y las venas en su cuello y brazos resaltadas. Su intensa mirada oscura estaba perdida en aquella mujer que bajaba y subía su cabeza de forma lenta y placentera.—¡Uuff!Amy había imitado su postura, con sensualidad se colocó de rodillas sobre la cama se hizo el cabello aun lado y besó su abdomen dejando un rastro de saliva en el. Después, quedando con su rostro junto a su miembro erecto se puso en cuatro, lo tomó en sus manos y lo llevó a su boca; chupó la punta y le gustó. Nunca lo había hecho pero si oído por boca de Marlene como hacerlo, así que era momento de ponerlo en práctica. Alexander de inmediato sufrió de forma placentera lo que la boca de Amy le hacía a su miembro. Más cuando tenia la fenomenal vista de su cuerpo completamente desnudo frente a él, en esa posición hacía que su lindo trasero quedara en el aire, haciendo esa perfecta y delgada curva desde su espald
Miedo es aquella emoción desagradable e intensa que se apodera de tu cuerpo; desconfianza , angustia ante alguna situación negativa.El miedo invadió a Alexander al ver el rostro pálido de Amy y su cuerpo desvanecido entre sus brazos, sin fuerza y frio. No dudó en reaccionar, no perdió la calma aunque por dentro sentía una terrible zozobra. ¿Qué habia pasado? Por más que llamó a Amy no reaccionó, la sacó del baño entre sus brazos la recostó en el piso mientras alcanzaba el teléfono y llamaba a una ambulancia, su desesperación fue peor cuando tomó sus signos vitales y ella …¡No respiraba!—¡Amy mi amor por Dios quédate conmigo!—. Con un nudo en la garganta habló, no sabía si lo que hacía era lo correcto pero colocó sus manos en el centro del pecho, entrelazó los dedos y comenzó con las compresiones, la llamada por fin fue atendida.—Habla Alexander Santana, necesito una ambulancia en el hotel Palé, único hotel! Mi novia se desmayó al parecer …le ha dado un paro cardíaco, por