Me recosté en la silla giratoria en el despacho de mi padre y solté un largo suspiro, acariciando con suavidad la cadenita que hace un tiempo Tanner me había dado. No sé hace cuánto se fue de casa, pues no me he dejado gobernar por la tristeza y he tratado de no pensarlo tanto, pero su presencia me hace muchísima falta. Extraño discutir con él por cualquier cosa, cuando entrenábamos cada atardecer o trazábamos alguna ruta en conjunto, pero más que todo, su compañía. Y, aunque hemos hablado un par de veces, no es lo mismo. Quiero verlo, tenerlo cerca y sentir el aroma de su perfume.
A pesar de todo lo malo, de ser conscientes de la vida que llevamos, su compañía me hacía bien. Mi amor por él estaba guardado en una cajita, pero bastó un beso y una confesión para que mis ilusiones despertaran con gran fuerza. Aunque he querido ir a buscarlo, la sed de venganza que corre por mis venas no me permite dejar solos a mis dos hermanos mayores en esta guerra. Ellos me necesitan tanto como yo, para derribar a nuestros enemigos, antes de que otro de los nuestros vuelva a caer.
Desvié la vista al retrato de mis padres y mis ojos se llenaron de lágrimas, pero rápidamente las sequé antes de que cayeran por mis mejillas. Mis padres nos hicieron fuertes, ni cuando éramos niños teníamos permitido llorar. En este mundo no podemos tener ni una sola debilidad, y si la teníamos, lo mejor era no demostrarla, eso era algo que mi padre nos repetía constantemente. Pero es que seguimos siendo seres humanos y sentimos, pese a demostrar todo lo contrario.
Extraño a mis padres, día a día pienso en ellos y en cómo hubiese sido nuestras vidas si no estuviéramos involucrados en este mundo tan cruel. Quiero creer que, si no fuéramos la familia que somos, ellos estuvieran aquí con nosotros, haciéndonos compañía y llevando una vida que muy en el fondo he soñado.
Holden, mi otra mitad, ha sido el único capaz de pensar en sí mismo y en sus sueños, pero a diferencia de nosotros, él tiene un buen corazón y jamás se ha dejado gobernar por la maldad. Mató, secuestró e hizo daño a las personas porque fue para lo que nacimos y nuestros padres nos criaron, pero nunca lo hizo por gusto o porque le generara satisfacción alguna. Aunque lo extraño en demasía y quisiera que estuviera aquí y no en otro país, me siento feliz por él, porque está viviendo sus sueños de ser libre y ser lo que siempre ha deseado.
Abrí el dije y saqué el pequeño chip de su interior, recordando las palabras que me dijo a la orilla de la playa. No sé nada de mi hermano más de lo que me ha dicho Tanner en las pocas ocasiones que hemos intentado hablar, pero quiero saber si están bien, cómo los está tratando la nueva vida que llevan y si no extrañan su hogar.
Aedus ha querido respetar su decisión, por eso no ha enviado a nadie para que lo vigile, pero se nota la angustia al saber que uno de sus hermanos está fuera de su alcance. Yo tengo la facilidad de buscarlos e ir por ellos, sin embargo, no quiero arruinar la vida que tanto han soñado.
Con las ganas latiendo fuerte en mi corazón, guardé el chip nuevamente en el dije y saqué mi teléfono para enviarle un corto mensaje a Tanner, pero no sabía qué decirle luego de nuestra última discusión, por lo que solo le envié un corto saludo. Los deseos de saber dónde están a veces se hacen muy fuertes y me dominan de una manera que no me permite tener paz, pero hice una promesa y solo podré descubrir su ubicación si llegaran a estar en peligro.
«¿Acaso no estabas enojada conmigo? Recuerdo que la última vez que hablamos me dijiste que no te volviera a llamar», respondió enseguida, sacándome una sonrisa amarga y acelerando los latidos de mi corazón.
Más que enojada, estaba celosa y con una sensación en el pecho que todavía no logro descubrir. Saber que el hombre que amas está lejos de ti y en compañía de otra mujer no es nada agradable. Tan solo de pensar que se enamore de alguien más, mi corazón se hunde en mi pecho. Aunque está en todo su derecho de conocer mujeres, enamorarse y tener una relación porque él y yo no somos nada, mi lado más posesivo se niega a pensar en que eso puede suceder.
«No estoy enojada contigo. ¿Por qué debería estarlo?».
«No lo sé, dímelo tú», rebatió y los latidos de mi corazón fueron en aumento.
«Ya ni recuerdo cuando fue la última vez que hablamos, menos voy a recordar la razón de nuestra discusión. Siempre discutimos por cualquier estupidez, ¿lo olvidas?»
«Te enojaste porque escuchaste la voz de una mujer, ¿lo olvidas?»
Lo recuerdo claramente, es imposible que olvide que estaba con una mujer en horas de la madrugada. Trato de no pensar para no hacerme ideas locas en la cabeza, pero recuerdo claramente esa dulce voz y acento americano susurrando su nombre.
«No lo recuerdo, porque no es importante para mí lo que hagas o dejes de hacer. Solo te escribo para saber cómo está Holden», respondí de mala gana.
Cuando pensé que no iba a responder a mis mensajes, mi teléfono empezó a sonar. Es un anhelo saber que voy a escuchar su voz.
—Te voy a creer por esta vez, pero solo porque no te tengo de frente —fue lo primero que dijo al instante en que tomé la llamada—. Tu clon hecho hombre está en perfectas condiciones, tratando de ligarse a la vecina del lado que te digo que está buenísima. Consiguió el trabajo que tanto soñó y día a día lo veo despertar con una sonrisa en el rostro. No creo que te extrañe, es más, ha de estar de maravilla porque no ve tu cara.
—¿Acaso amanecen en la misma cama para que des fe de ello? —bromeé, ignorando el resto de su verborrea—. Vaya, todo lo esperaba de ustedes, menos que se atrevieran a cruzarse de piernas.
Soltó una risita divertida, antes de que empezara a contarme todo lo que estaban haciendo y lo bien que les estaba yendo. Incluso Tanner me contó que consiguió trabajo en una importante empresa de comunicaciones. A diferencia de las otras veces que hemos hablado, no discutimos ni una sola vez.
No hablamos de nada referente al negocio, solo de Holden, de él y de trivialidades. Bromeamos e incluso sentí que me estaba coqueteando, pero no quería hacerme falsas ilusiones, después de todo, nada puede existir entre nosotros, solo llamadas a larga distancia y que no superen más de veinte minutos.
Me olvidé del mundo entero al estar hablando con él, porque con facilidad acapara toda mi atención, pero cuando nos dijimos un forzoso adiós, mi corazón se hizo pequeño. Pueden pasar semanas o meses que no podamos comunicarnos, por lo tanto, no sé hasta cuando pueda volver a escuchar su voz. No hablamos de nosotros ni de sentimientos que nos haga tener la conversación que se quedó pendiente antes de marcharse.
Es en este momento en el que deseo ser como Holden y no ser parte de este mundo, pero hasta no vengar la muerte de mis padres, no podré ser feliz. Solo que no sé si Tanner está dispuesto a esperarme.
TannerMi padre sirvió para una familia poderosa hasta el fin de sus días, algo que aborrecía cuando no sabía a lo que se dedicaba realmente.En el peor momento de mi vida, cuando mi madre murió por causa de una enfermedad que la atacó silenciosamente y sin escrúpulos, supe el esfuerzo que hacía para que no nos hiciera falta nada en casa, arriesgando su vida y, de paso, la nuestra. Mi padre fue un hombre que, aunque fuera un asesino a sangre fría, era muy recto. Fue leal a quien le tendió la mano cuando más desesperado y en el fondo del abismo se encontraba.Gracias a los Walsh, mi madre pudo vivir sus últimos años de vida medianamente bien, en casa con nosotros y no recluida en una clínica. Aunque no se podía hacer nada por ella, hicieron lo que estuvo a su alcance para que el cáncer no se la llevara por completo, pero ni pagando los mejores médicos se pudo hacer algo.Jamás me alcanzará la vida para agradecerles a esa familia todo lo que hicieron por nosotros. Nos brindaron techo, c
BlairMeses después...—¿Alguna novedad importante? —inquirió Aedus, viendo al abogado de la familia hacernos una visita que ninguno se esperaba.Compartí una mirada confusa con Maxwell, antes de que el hombre canoso soltara un profundo suspiro y le entregara a nuestro hermano mayor un folder.—Holden presentó una solicitud de matrimonio.Abrí los ojos algo sorprendida, pues no esperaba una noticia de esas tan pronto. Sabía de antemano de su relación con la profesora de artes porque Tanner me lo había contado, mas no que las cosas entre ellos fuesen así de serias.—¿Y eso qué tiene que ver conmigo? —fue lo que mi hermano mayor respondió, saliendo de su sorpresa para volver a tornarse frío y distante—. Supongo que casarse estaba en sus planes de una vida común y corriente. Déjalo jugar a la vida perfecta, que mientras no haga nada estúpido o sea fichado por los putos italianos, puedo aceptar incluso que se case sin invitarnos.El abogado soltó otro suspiro lleno de cansancio. Se veía s
Aunque traté de persuadir a Aedus para que viniera con nosotros a la boda de Holden, él se negó rotundamente a intervenir en la vida que ahora lleva en otro país. Maxwell no tuvo más opción porque le exigí hacerme compañía, pero sabía que no me dejaría viajar sola, menos cuando puede existir la posibilidad de que nuestros enemigos decidan atacar a mi mellizo en el día más feliz de su vida. El viaje fue largo, y por más que traté de descansar un poco, no pude hacerlo. No he dejado de pensar en Tanner ni un solo segundo. Jamás me había sentido tan nerviosa y ansiosa como ahora.Le entregué la ubicación a uno de los guardaespaldas y nos llevó hasta un conjunto de edificios que no tenían buena pinta, pero tampoco se veía tan malo para vivir. Pasaban desapercibidos en medio de calles poco concurridas y un sector común y corriente, justo lo que él deseaba.—Vaya, teniendo tanto dinero bajo el colchón, no puedo creer que nuestro hermanito esté viviendo en una pocilga. —No se ve tan malo co
¿Cómo hubiera sido mi vida si hubiese aceptado venir con ellos?A veces me hago la misma pregunta, pero en busca de respuestas, no hay una que me diga a ciencia cierta lo que hubiese pasado si le hubiera tomado la palabra a Holden y a Tanner cuando me dijeron que fuera con ellos a vivir nuevos sueños lejos de casa y del mundo que nos vio nacer.No tengo ni la menor idea de lo que sería de mí, si fuese feliz como ellos, si mi relación con Tanner hubiese tenido forma o, por lo contrario, nos hubiésemos dado cuenta de que no existía nada entre nosotros. Nunca lo sabré, porque escogí un camino donde el amor y la felicidad no tiene ni la más mínima oportunidad de salir ganador.Elegí cumplir con mi venganza, hacerle pagar a aquellos que asesinaron a sangre fría a mis padres. En este mundo, la felicidad y el amor son sentimientos inservibles, que lo único que hacen es estorbar y entorpecer mis planes.Holden es mi hermano y él más que nadie merecía ser feliz y vivir esa vida que tanto soñó
Me encontré con Maxwell en la noche, en el momento que los novios se encontraban en un restaurante cenando en familia.Se encontraba Tanner, la madre de Greta y su amiga. No era que fuera la gran cosa, sino que me hacía sentir amargura el hecho de que no nos tomara en cuenta en lo absoluto. Me hubiera gustado saber por la propia boca de mi hermano que estaba enamorado y se casaría, así no nos invitara a compartir su día especial con él.—¿Dónde estuviste todo el día?—Investigando, buscando información y asegurándome de que la mierda italiana no esté pisando nuestros talones.—¿Qué encontraste? —indagué, viendo desde lejos lo feliz que se veía la nueva familia de Holden.—No hay nada de lo que debamos preocuparnos —lo oí suspirar y giré el rostro hacia él—. Hol es feliz.—Lo es —concordé—. Se lo merece, después de todo, era lo que tanto quería.—¿No lo vamos a felicitar? —dijo con un dejo de diversión y negué.—No, lo mejor que podemos hacer es cuidarlo desde las sombras.Bufó y reí,
No sé qué es peor, si ver de lejos a mi mellizo casarse o ver al hombre que más he amado de la mano de otra mujer. He querido mantenerme fuerte, pero entre más recuerdo la cercanía que tuve anoche con él y después verlo amoroso con su novia, más miserable me siento.Solté un suspiro al ver a Holden. Su sonrisa deja entrever su felicidad y lo nervioso que está. El hecho de que no nos haya invitado a su matrimonio lo puedo perdonar, pues entiendo que en su nueva vida quiere estar lo más lejos posible de nosotros y de todos los riesgos que ser un Walsh conlleva.—¿Te aseguraste de la seguridad, Harry? —pregunté.—Sí, señora. Todos los guardias están en sus lugares.—Mantente alerta, no sé por qué tengo el presentimiento de que los Barone están más cerca de lo que creemos.Asintió, observando cada persona que entraba a la iglesia con suspicacia.Vi a Tanner hablando con Holden en la entrada de la iglesia y Maxwell soltó uno de sus comentarios sátiros y poco graciosos sobre nuestro hermano
Nunca quise que nada de esto pasar, pero Holden sabía el riesgo que corría en el instante que se reveló en Irlanda. Sabía que nuestros enemigos estaban al acecho y que no perderían oportunidad alguna para atacarnos en nuestro punto de quiebre. Informé a Aedus en un escueto mensaje y me dijo que tan pronto se supiera algo de Holden y estuviera en condiciones, lo lleváramos de vuelta a casa. Tenía la cabeza hecha un desastre, pensando en mi hermano y en toda esta situación, y no ayudaba en lo absoluto el incesante llanto de su esposa y sus constantes preguntas.Debía mantenerme frívola y a raya, pero pensar que algo malo podía pasarle a uno de los míos, no me permitía tener calma alguna. Ni siquiera tuve noción cuando dejé escapar unas cuantas lágrimas y maldije sin cesar esta vida de mierda. En cuanto vi llegar a Tanner con la madre de Greta mi corazón sintió calma. Al parecer nadie más que Holden había salido herido.Mi hermano solo quería ser feliz y estar lo más lejos posible de e
Aunque Holden estaba reacio a ir a Irlanda, terminó por aceptar de mala gana. Sabía que no había lugar más seguro para ellos en el mundo que la isla, además de que así podría tener mejor recuperación luego del ataque. Mis hermanos y yo hemos hecho hasta lo indecible para encontrar a esos malditos italianos que se atrevieron a tocar a uno de los nuestros una vez más, pero son demasiado escurridizos. Siempre han sabido sortearnos de manera efectiva y audaz. Este juego del gato y el ratón ya me está fastidiando.Miré la pantalla de mi computador y maldije en voz alta en cuanto perdí la señal y en la pantalla salió "Error". Por más que intente infiltrarme en su red, no he podido. Su sistema de seguridad es demasiado bueno, y al segundo filtro, me expulsa de inmediato como si me tratara de un virus. —Cuando los encuentre no habrá nadie que los proteja, cabrones de mierda —murmuré de malhumor, cerrando de golpe la laptop. Me recosté en mi silla, tratando de pensar en una mejor opción