—¿Eres feliz?La pregunta, en un momento donde Tanner besaba mi espalda desnuda y sus manos se desplazaban de mis senos hasta mi vientre bajo, me sacó por completo del trance en que sus caricias suaves y ardientes me tenían.Escuché su risita ronca chocar contra mi piel y me estremecí, tomando una honda bocanada de aire.—¿No piensas responderme, amor? —susurró, guiando su mano derecha por mi vientre hacia el centro de mis palpitaciones y humedad—. Quiero saberlo.—Soy demasiado feliz…—¿Te encanta cada despertar que te doy? —volvió a preguntar, mucho más bajo y ronco al tiempo que sus dedos de perdían entre mis piernas y palpaba mi humedad.—Es lo que más me encanta, que cada amanecer me demuestres tu amor y lo mucho que me deseas.—Te amo —siseó en una lenta caricia que alborotó aún más los latidos de mi corazón—. Te amaré hoy, mañana, pasado mañana y todos los días de mi vida. Te amo con locura.Y aquellas palabras bastaron para que me diera la vuelta entre sus brazos y lo tomara d
—No quisiera interrumpir su charla de chicas, pero ya es hora de descubrir el sexo de ese bebé —indicó Tanner, rodeándome con sus brazos—. Tengo una apuesta que ganar, así que te agradezco que muevas tu trasero al jardín, Greta. Entre risas, salimos con él. Más que ganar una apuesta, me sentía muy emocionada de saber si Greta esperaba niña o niño, aunque me latía la pequeña duda si podrían ser dos bebés, después de todo, su panza se veía enorme. Todos parecían olvidar el hecho de que Holden y yo éramos mellizos, así que todo podía pasar y la incertidumbre por saber no solo los estaba carcomiendo a ellos, sino a mí también. Mientras Greta y Holden se plantaban en el medio del jardín con una enorme caja, miré a mi alrededor. Maxwell estaba recostado de un árbol, mirando con una fijeza abrumadora a Jana que parecía querer desaparecer sobre la faz de la tierra, haciendo el infructuoso intento de no caer en la mirada de mi hermano mayor. Vera, con quién todavía tenía mis reservas, habla
El tiempo se volvió mi mejor aliado con el paso de los días. Cuando menos pensé ya habían pasado meses y todo había sido un simple borrón que aún me costaba creer, pero que día a día me hacía mantener una gran sonrisa en el rostro.Hacía tres meses habían nacido mis sobrinas y todos estábamos tan flechados por su gran belleza y ternura. Erin y Dakota llegaron como un rayo de sol, iluminando todo a su paso y haciendo de sus padres aún más felices de lo que de por sí ya eran, y a nosotros sus tíos unos esclavos por completo ante sus hermosos ojos grises con motes verdes y sus pocos cabellos tan rubios como los de su madre. Sin duda las pequeñas serían todas unas rompecorazones.No solo eran ellas haciéndome feliz, también lo era el hombre que me acompañaba día y noche y me demostraba cada segundo de su vida lo mucho que me amaba, lo que habíamos construido juntos en estos meses y de por sí toda la vida que en este momento tenía y no deseaba cambiar por nada del mundo.Junto a Tanner con
Me sorprendí en cuanto llegamos al restaurante, puesto que no imaginé que vendríamos a un lugar que nos recordaría nuestras raíces.El restaurante irlandés era sin duda alguna enorme, elegante y reservado. Tenía todo lo que me recordaba mi hogar y aquello no sabía cómo interpretarlo. Pese a que vivimos la mayor parte del tiempo en la isla, aún recuerdo cuando íbamos a la ciudad y solíamos mezclarnos entre las personas. Era divertido, un plan que amaba hacer junto a Holden y Tanner. —¿Te gusta? —inquirió, parqueando el auto. —Sí, es un lugar muy bonito y silencioso.—Bien, porque el lugar está reservado únicamente para ti y para mí —confesó y lo miré de inmediato, ganándome una gran sonrisa de su parte. —Vaya, entonces lo que tienes preparado deber ser muy importante, ¿no? —Lo más importante de mi vida. Iba a preguntar qué era lo más importante de su vida, pero bajó del auto a gran velocidad y se acercó a mi puerta como todo un caballero para ayudarme a bajar y entrar al restauran
En algún momento de la noche me detuve a pensar en todo lo que estaba viviendo, en la felicidad y la paz que ahora llenaban mi corazón, en todo lo que tenía en mis manos y no sería capaz de soportar si un día lo llegaba a perder, en el amor que me brindaba el hombre que cada noche dormía aferrado a mí, en la dicha que podía ver en dos de mis hermanos e incluso pensaba en todo lo que nos deparaba el destino.Me sentía completa, dichosa, que todo había valido la pena y que no me arrepentía de nada en mi vida con tal de obtener este presente que tanto soñé y escondí bajo la furia, el dolor y el odio. Por fin era libre del pasado y de todos los años que viví encerrada en un mundo al cual no pertenecía. Ahora era una mujer llena de sueños y que amaba sin importar absolutamente nada. Por fin era lo que una vez quise ser y pensé que nunca sería.Seguía siendo Blair Walsh, la hija de una de las familias más peligrosas y poderosas de Irlanda, pero podía jurar que el crimen no determinaba quien
Nota: Hola, hola mis amores. Espero se encuentren muy bien.Aquí vengo con el segundo libro de la Serie Walsh. Espero les guste como el primero y me puedan dar todo su apoyo como siempre. Sé que quedaron muchas dudas e incógnitas en Holden, que aquí y en los siguientes libros se van a resolver. Advertencia de contenido violento, vocabulario soez, violaciones, torturas, una trama que se desenvuelve en el bajo mundo. Como les había dicho en la anterior, Holden era la más suave porque él ya no hacía parte del mundo de sus hermanos, pero aquí ya se verá más violencia. Y pues nada, espero que disfruten del libro y de su desarrollo.No tengo día establecido para publicar capítulos, así que les pido mucha paciencia. ¡Les deseo una lectura apoteósica! ¡Los adoro! ✪✪✪IntroducciónPor más que Holden me había advertido para su partida, no estaba para nada preparada para verlo marchar. Hoy no es un día común y corriente en esta maldita casa, es uno de los peores días que he podido vivir lueg
Me recosté en la silla giratoria en el despacho de mi padre y solté un largo suspiro, acariciando con suavidad la cadenita que hace un tiempo Tanner me había dado. No sé hace cuánto se fue de casa, pues no me he dejado gobernar por la tristeza y he tratado de no pensarlo tanto, pero su presencia me hace muchísima falta. Extraño discutir con él por cualquier cosa, cuando entrenábamos cada atardecer o trazábamos alguna ruta en conjunto, pero más que todo, su compañía. Y, aunque hemos hablado un par de veces, no es lo mismo. Quiero verlo, tenerlo cerca y sentir el aroma de su perfume.A pesar de todo lo malo, de ser conscientes de la vida que llevamos, su compañía me hacía bien. Mi amor por él estaba guardado en una cajita, pero bastó un beso y una confesión para que mis ilusiones despertaran con gran fuerza. Aunque he querido ir a buscarlo, la sed de venganza que corre por mis venas no me permite dejar solos a mis dos hermanos mayores en esta guerra. Ellos me necesitan tanto como yo, pa
TannerMi padre sirvió para una familia poderosa hasta el fin de sus días, algo que aborrecía cuando no sabía a lo que se dedicaba realmente.En el peor momento de mi vida, cuando mi madre murió por causa de una enfermedad que la atacó silenciosamente y sin escrúpulos, supe el esfuerzo que hacía para que no nos hiciera falta nada en casa, arriesgando su vida y, de paso, la nuestra. Mi padre fue un hombre que, aunque fuera un asesino a sangre fría, era muy recto. Fue leal a quien le tendió la mano cuando más desesperado y en el fondo del abismo se encontraba.Gracias a los Walsh, mi madre pudo vivir sus últimos años de vida medianamente bien, en casa con nosotros y no recluida en una clínica. Aunque no se podía hacer nada por ella, hicieron lo que estuvo a su alcance para que el cáncer no se la llevara por completo, pero ni pagando los mejores médicos se pudo hacer algo.Jamás me alcanzará la vida para agradecerles a esa familia todo lo que hicieron por nosotros. Nos brindaron techo, c