Tanner
Mi padre sirvió para una familia poderosa hasta el fin de sus días, algo que aborrecía cuando no sabía a lo que se dedicaba realmente.
En el peor momento de mi vida, cuando mi madre murió por causa de una enfermedad que la atacó silenciosamente y sin escrúpulos, supe el esfuerzo que hacía para que no nos hiciera falta nada en casa, arriesgando su vida y, de paso, la nuestra. Mi padre fue un hombre que, aunque fuera un asesino a sangre fría, era muy recto. Fue leal a quien le tendió la mano cuando más desesperado y en el fondo del abismo se encontraba.
Gracias a los Walsh, mi madre pudo vivir sus últimos años de vida medianamente bien, en casa con nosotros y no recluida en una clínica. Aunque no se podía hacer nada por ella, hicieron lo que estuvo a su alcance para que el cáncer no se la llevara por completo, pero ni pagando los mejores médicos se pudo hacer algo.
Jamás me alcanzará la vida para agradecerles a esa familia todo lo que hicieron por nosotros. Nos brindaron techo, comida y un trabajo estable. Nos abrieron las puertas de su casa, pese a no confiar ni en su propia sombra. Pero es que mi padre les demostró día a día y con hechos que jamás les fallaría.
Crecí al compás de los hijos menores de los Walsh, como si me tratara de uno de ellos, recibiendo las mismas instrucciones y prácticas. Aunque tuvimos profesores, era más lo que teníamos que entrenar que lo que estudiábamos, pero Holden y a mí nos llamó la atención algunas materias. La física, la química, la ciencia y la informática nos unieron en amistad y hermandad.
Mi amistad con Holden se fue fortaleciendo con el paso de los años, después de todo, estábamos juntos la mayor parte del día. Leíamos mucho y debatíamos cada libro, así como también nos llevábamos la contraria cuando no estábamos de acuerdo. Nos volvimos inseparables hasta el punto de hacer una promesa que hoy en día pudimos cumplir.
En cambio, mi relación con Blair siempre fue complicada. A ella no le llamaba la atención lo mismo que a nosotros, desde pequeña la maldad corría por su ser. Era traviesa, maliciosa y demasiado intimidante, aunque lucía como un dulce ángel sin maldad alguna.
Aun así, me cautivó por completo desde la primera vez que la tuve frente a mí. Sus ojos son dos luceros que traspasan tu piel. Su boca es un dulce veneno que se impregna en tu paladar. Y toda su esencia es un néctar que deseas beber sin importar el riesgo que tengas que pasar.
Me enamoré de quien no debía, pero era imposible no admirarla. No solo se trataba de su belleza, sino de su inteligencia. Blair es fría y calculadora, jamás da un paso adelante sin estar segura de la distancia y los riesgos que esto acarrea. Es el diablo hecho mujer, el caos perfecto que alteraba mis días y mis momentos de paz cuando me perdía en la lectura.
De todo ese mundo bajo y del cual no quiero volver a ser parte, ella es lo único que necesito y me hace falta. Extraño ver sus ojos indescifrables, su boca roja cereza incitándome a pecar, sus perfectas curvas paseándose por cualquier parte de la isla. Extraño todo de ella, hasta lo molesta que se vuelve cuando las cosas no le salen como desea. Pero más que nada, extraño nuestras discusiones. Me encanta llevarle la contraria, hacerla enojar y picarle la lengua, porque es de la única manera en que siento que le despierto algún tipo de sentimiento.
Han pasado meses desde la última vez que la tuve de frente y fui capaz de hablarle sobre mis sentimientos, pero es que no me quería marchar sin que no supiera de ellos. Tenía la esperanza de que ella viniera con nosotros y me diera una oportunidad, pero nada salió como lo había soñado. Aunque no me dio una respuesta contundente ni habló de su sentir, sus labios me dijeron que ella era mía.
Aunque hemos hablado algunas veces por teléfono, no he sido capaz de preguntarle qué siente por mí. Quiero que, cuando me esté diciendo que me corresponde y que me ama, me esté viendo directamente a los ojos mientras la envuelvo entre mis brazos. Siento tantos deseos de hacerla mía, de ser el único dueño de su corazón, de su piel y de su alma.
—No me pediste que gimiera tu nombre como la otra vez, eh —la voz de Jana me sacó de mis pensamientos—. ¿Por qué si la amas tanto, no puedes decírselo y vivir plenamente feliz a su lado? No es bueno quedarse con las palabras atoradas en la garganta y los sentimientos guardados entre pecho y espalda.
Miré a la mujer que estaba frente a mí y me encogí de hombros como única respuesta. Expresar sentimientos tiernos en un mundo donde no puedes darte el lujo de ser sensible ni cariñoso, te hace esconder bajo llave todo lo bueno que tienes en el corazón. Pasaron años para que me atreviera a decirle que estaba enamorado de ella y que me diera una oportunidad, más Blair no me dio ni una sola respuesta, solo me besó como si el mundo se fuese a acabar.
—Es complicado —suspiré.
—Eso ya me lo dijiste, pero ¿por qué es tan complicado? Sé que tenemos muy poco de conocernos y hemos construido una amistad muy bonita, pero lo que tú me digas jamás saldrá de mi boca. Puedes confiar en mí, Tanner, así como yo he depositado mi entera confianza en ti.
¿Por qué no puedo fijarme en ella si, además de ser hermosa, tiene un corazón muy puro? Jana es amor, sensibilidad y pureza en su máximo esplendor. No pensé que en este mundo existieran personas tan buenas como ella y de buenos sentimientos.
En el intento de olvidar a Blair con Jana y otras mujeres con las que he salido, he fallado cruelmente. Los besos de esa diabla son imborrables. Mi boca, mis pensamientos, mi corazón y todo lo que queda de mí, pertenece a una mujer que está cientos de kilómetros de mí. Por más que quisiera arrancarla del pecho y del corazón, no puedo. Es como si mi alma se hubiese entregado a ella sin darme cuenta de ello.
—Ella no va a dejar su vida y yo no voy a regresar a mi país, así que... —sentí como esa sensación amarga me gobernaba el pecho—. Quizás no estamos hechos para estar juntos.
—¿Y si quizás sí? —sonrió de oreja a oreja, poniendo una expresión de niña soñadora—. Es cuestión de que sus caminos se vuelvan a encontrar. Si esa mujer es para ti y tú eres para ella, estoy segura de que sus sendas volverán a unirse en cualquier instante.
Desearía que eso sucediera, para poder amarla y hacerla feliz, pero conozco a Blair como la palma de mi mano y hasta no cumplir la promesa que les hizo a sus padres en sus tumbas, no tendrá paz alguna. Y aunque la amo y me encantaría tenerla aquí conmigo, toda una vida no podré esperarla...
BlairMeses después...—¿Alguna novedad importante? —inquirió Aedus, viendo al abogado de la familia hacernos una visita que ninguno se esperaba.Compartí una mirada confusa con Maxwell, antes de que el hombre canoso soltara un profundo suspiro y le entregara a nuestro hermano mayor un folder.—Holden presentó una solicitud de matrimonio.Abrí los ojos algo sorprendida, pues no esperaba una noticia de esas tan pronto. Sabía de antemano de su relación con la profesora de artes porque Tanner me lo había contado, mas no que las cosas entre ellos fuesen así de serias.—¿Y eso qué tiene que ver conmigo? —fue lo que mi hermano mayor respondió, saliendo de su sorpresa para volver a tornarse frío y distante—. Supongo que casarse estaba en sus planes de una vida común y corriente. Déjalo jugar a la vida perfecta, que mientras no haga nada estúpido o sea fichado por los putos italianos, puedo aceptar incluso que se case sin invitarnos.El abogado soltó otro suspiro lleno de cansancio. Se veía s
Aunque traté de persuadir a Aedus para que viniera con nosotros a la boda de Holden, él se negó rotundamente a intervenir en la vida que ahora lleva en otro país. Maxwell no tuvo más opción porque le exigí hacerme compañía, pero sabía que no me dejaría viajar sola, menos cuando puede existir la posibilidad de que nuestros enemigos decidan atacar a mi mellizo en el día más feliz de su vida. El viaje fue largo, y por más que traté de descansar un poco, no pude hacerlo. No he dejado de pensar en Tanner ni un solo segundo. Jamás me había sentido tan nerviosa y ansiosa como ahora.Le entregué la ubicación a uno de los guardaespaldas y nos llevó hasta un conjunto de edificios que no tenían buena pinta, pero tampoco se veía tan malo para vivir. Pasaban desapercibidos en medio de calles poco concurridas y un sector común y corriente, justo lo que él deseaba.—Vaya, teniendo tanto dinero bajo el colchón, no puedo creer que nuestro hermanito esté viviendo en una pocilga. —No se ve tan malo co
¿Cómo hubiera sido mi vida si hubiese aceptado venir con ellos?A veces me hago la misma pregunta, pero en busca de respuestas, no hay una que me diga a ciencia cierta lo que hubiese pasado si le hubiera tomado la palabra a Holden y a Tanner cuando me dijeron que fuera con ellos a vivir nuevos sueños lejos de casa y del mundo que nos vio nacer.No tengo ni la menor idea de lo que sería de mí, si fuese feliz como ellos, si mi relación con Tanner hubiese tenido forma o, por lo contrario, nos hubiésemos dado cuenta de que no existía nada entre nosotros. Nunca lo sabré, porque escogí un camino donde el amor y la felicidad no tiene ni la más mínima oportunidad de salir ganador.Elegí cumplir con mi venganza, hacerle pagar a aquellos que asesinaron a sangre fría a mis padres. En este mundo, la felicidad y el amor son sentimientos inservibles, que lo único que hacen es estorbar y entorpecer mis planes.Holden es mi hermano y él más que nadie merecía ser feliz y vivir esa vida que tanto soñó
Me encontré con Maxwell en la noche, en el momento que los novios se encontraban en un restaurante cenando en familia.Se encontraba Tanner, la madre de Greta y su amiga. No era que fuera la gran cosa, sino que me hacía sentir amargura el hecho de que no nos tomara en cuenta en lo absoluto. Me hubiera gustado saber por la propia boca de mi hermano que estaba enamorado y se casaría, así no nos invitara a compartir su día especial con él.—¿Dónde estuviste todo el día?—Investigando, buscando información y asegurándome de que la mierda italiana no esté pisando nuestros talones.—¿Qué encontraste? —indagué, viendo desde lejos lo feliz que se veía la nueva familia de Holden.—No hay nada de lo que debamos preocuparnos —lo oí suspirar y giré el rostro hacia él—. Hol es feliz.—Lo es —concordé—. Se lo merece, después de todo, era lo que tanto quería.—¿No lo vamos a felicitar? —dijo con un dejo de diversión y negué.—No, lo mejor que podemos hacer es cuidarlo desde las sombras.Bufó y reí,
No sé qué es peor, si ver de lejos a mi mellizo casarse o ver al hombre que más he amado de la mano de otra mujer. He querido mantenerme fuerte, pero entre más recuerdo la cercanía que tuve anoche con él y después verlo amoroso con su novia, más miserable me siento.Solté un suspiro al ver a Holden. Su sonrisa deja entrever su felicidad y lo nervioso que está. El hecho de que no nos haya invitado a su matrimonio lo puedo perdonar, pues entiendo que en su nueva vida quiere estar lo más lejos posible de nosotros y de todos los riesgos que ser un Walsh conlleva.—¿Te aseguraste de la seguridad, Harry? —pregunté.—Sí, señora. Todos los guardias están en sus lugares.—Mantente alerta, no sé por qué tengo el presentimiento de que los Barone están más cerca de lo que creemos.Asintió, observando cada persona que entraba a la iglesia con suspicacia.Vi a Tanner hablando con Holden en la entrada de la iglesia y Maxwell soltó uno de sus comentarios sátiros y poco graciosos sobre nuestro hermano
Nunca quise que nada de esto pasar, pero Holden sabía el riesgo que corría en el instante que se reveló en Irlanda. Sabía que nuestros enemigos estaban al acecho y que no perderían oportunidad alguna para atacarnos en nuestro punto de quiebre. Informé a Aedus en un escueto mensaje y me dijo que tan pronto se supiera algo de Holden y estuviera en condiciones, lo lleváramos de vuelta a casa. Tenía la cabeza hecha un desastre, pensando en mi hermano y en toda esta situación, y no ayudaba en lo absoluto el incesante llanto de su esposa y sus constantes preguntas.Debía mantenerme frívola y a raya, pero pensar que algo malo podía pasarle a uno de los míos, no me permitía tener calma alguna. Ni siquiera tuve noción cuando dejé escapar unas cuantas lágrimas y maldije sin cesar esta vida de mierda. En cuanto vi llegar a Tanner con la madre de Greta mi corazón sintió calma. Al parecer nadie más que Holden había salido herido.Mi hermano solo quería ser feliz y estar lo más lejos posible de e
Aunque Holden estaba reacio a ir a Irlanda, terminó por aceptar de mala gana. Sabía que no había lugar más seguro para ellos en el mundo que la isla, además de que así podría tener mejor recuperación luego del ataque. Mis hermanos y yo hemos hecho hasta lo indecible para encontrar a esos malditos italianos que se atrevieron a tocar a uno de los nuestros una vez más, pero son demasiado escurridizos. Siempre han sabido sortearnos de manera efectiva y audaz. Este juego del gato y el ratón ya me está fastidiando.Miré la pantalla de mi computador y maldije en voz alta en cuanto perdí la señal y en la pantalla salió "Error". Por más que intente infiltrarme en su red, no he podido. Su sistema de seguridad es demasiado bueno, y al segundo filtro, me expulsa de inmediato como si me tratara de un virus. —Cuando los encuentre no habrá nadie que los proteja, cabrones de mierda —murmuré de malhumor, cerrando de golpe la laptop. Me recosté en mi silla, tratando de pensar en una mejor opción
No abrí los ojos ni emití palabra alguna, pues su perfume se filtró en mi interior y aceleró aún más los latidos de mi corazón.—¿Qué sucede? —me giró hacia él y abrí los ojos, viéndolo con fijeza—. ¿Puedo saber por qué estás de malhumor?—Eso no te importa —me zafé de su agarre y puse el collar en su pecho—. Esto ya no debe estar bajo mi poder. Te lo entrego, para que cuando te vayas, no tengas el pensamiento de que seguiré tus pasos. No me importa dónde estés y lo que pase con tu vida.Recibió el collar sin apartar su mirada de la mía. Podía ver en sus ojos claros un millar de emociones y contradicciones.—¿Es así como te deshaces de lo que te molesta en la vida? Dime, ¿alguna vez significó algo para ti? —inquirió.—¿Acaso debía tener algún significado? —ataqué de vuelta, esbozando una sonrisa ladeada—. Me diste el collar por si algo sucedía, ¿no? Pues sucedió y no pude salvarle el culo a mi hermano, pero después de esto, cuando regrese a casa, me mantendré lejos de su vida. Holden