Nunca quise que nada de esto pasar, pero Holden sabía el riesgo que corría en el instante que se reveló en Irlanda. Sabía que nuestros enemigos estaban al acecho y que no perderían oportunidad alguna para atacarnos en nuestro punto de quiebre. Informé a Aedus en un escueto mensaje y me dijo que tan pronto se supiera algo de Holden y estuviera en condiciones, lo lleváramos de vuelta a casa. Tenía la cabeza hecha un desastre, pensando en mi hermano y en toda esta situación, y no ayudaba en lo absoluto el incesante llanto de su esposa y sus constantes preguntas.Debía mantenerme frívola y a raya, pero pensar que algo malo podía pasarle a uno de los míos, no me permitía tener calma alguna. Ni siquiera tuve noción cuando dejé escapar unas cuantas lágrimas y maldije sin cesar esta vida de mierda. En cuanto vi llegar a Tanner con la madre de Greta mi corazón sintió calma. Al parecer nadie más que Holden había salido herido.Mi hermano solo quería ser feliz y estar lo más lejos posible de e
Aunque Holden estaba reacio a ir a Irlanda, terminó por aceptar de mala gana. Sabía que no había lugar más seguro para ellos en el mundo que la isla, además de que así podría tener mejor recuperación luego del ataque. Mis hermanos y yo hemos hecho hasta lo indecible para encontrar a esos malditos italianos que se atrevieron a tocar a uno de los nuestros una vez más, pero son demasiado escurridizos. Siempre han sabido sortearnos de manera efectiva y audaz. Este juego del gato y el ratón ya me está fastidiando.Miré la pantalla de mi computador y maldije en voz alta en cuanto perdí la señal y en la pantalla salió "Error". Por más que intente infiltrarme en su red, no he podido. Su sistema de seguridad es demasiado bueno, y al segundo filtro, me expulsa de inmediato como si me tratara de un virus. —Cuando los encuentre no habrá nadie que los proteja, cabrones de mierda —murmuré de malhumor, cerrando de golpe la laptop. Me recosté en mi silla, tratando de pensar en una mejor opción
No abrí los ojos ni emití palabra alguna, pues su perfume se filtró en mi interior y aceleró aún más los latidos de mi corazón.—¿Qué sucede? —me giró hacia él y abrí los ojos, viéndolo con fijeza—. ¿Puedo saber por qué estás de malhumor?—Eso no te importa —me zafé de su agarre y puse el collar en su pecho—. Esto ya no debe estar bajo mi poder. Te lo entrego, para que cuando te vayas, no tengas el pensamiento de que seguiré tus pasos. No me importa dónde estés y lo que pase con tu vida.Recibió el collar sin apartar su mirada de la mía. Podía ver en sus ojos claros un millar de emociones y contradicciones.—¿Es así como te deshaces de lo que te molesta en la vida? Dime, ¿alguna vez significó algo para ti? —inquirió.—¿Acaso debía tener algún significado? —ataqué de vuelta, esbozando una sonrisa ladeada—. Me diste el collar por si algo sucedía, ¿no? Pues sucedió y no pude salvarle el culo a mi hermano, pero después de esto, cuando regrese a casa, me mantendré lejos de su vida. Holden
Tanner—¿Pudiste hablar con Blair? —inquirió Jana y resoplé, bebiéndome de golpe el trago que acababa de servir—. No quiero que piense que entre tú y yo existe algo, lo que menos quiero es causarles problemas. Reí, rellenando el vaso una vez más. —Antes ya teníamos problemas, así que no te sientas mal por nuestras constantes discusiones y malas miradas. —Es que siento que le caigo muy mal. Cada vez que me mira siento frpio por todo el cuerpo. Tiene una mirada muy intimidante. —Eso es pura pantalla —le resté importancia—. No le prestes atención, ella está loca. Soltó una risita, sentándose a mi lado. es curiosa la amistad que ha surgido entre nosotros. Aunque al principio intentamos tener algo, lo cierto es que no pudimos y lo dejamos por la paz. Ahora nos llevamos muy bien, nos aconsejamos cuando es necesario y estamos ahí para apoyar el otro. Con Jana me siento en calma, quizá porque trasmite ternura y bondad. —No me dijiste si hablaste con ella y limaron las asperezas —inqu
Enredó su mano en mi camisa y me empujó con la furia y el deseo latiendo en su mirada, por lo que mordí mis labios ocultando la sonrisa que patinaba en mi rostro.Me gusta y me enciende a más no poder cada vez que discutimos, pero debía confesar que dejarla sin palabras me generaba gran satisfacción y despertaba esos deseos locos de besarla hasta gastar sus labios.Subimos al yate en completo silencio y mi mente se llenó de recuerdos del pasado. Recordé cuando navegamos Blair, Holden y yo hasta que fuimos un punto diminuto y muerto en medio de la inmensidad del mar. Ese momento quizá fue el más natural y corriente que tuvimos antes de que la muerte del Sr. Walsh llegara y arrasara con todo a su paso.Allí me enamoré más de ella si era posible, tal vez se debía a la preciosidad que mostraba su mirada al perderse en el horizonte, luciendo tranquila y riendo por las bromas que salían sin parar de mis labios. Quizás fue la forma en que nuestras miradas hicieron una sublime conexión cuando
BlairCerré los ojos y solté un largo suspiro de satisfacción, llevando la cabeza hacía atrás para darle el mayor acceso posible de mi cuello a su boca cuando dejó la mía y descendió sus labios por mi barbilla, con tal suavidad haciéndome estremecer. No quería abrir los ojos y caer en la realidad, quizá porque estaba tan embriagada como excitada por esas caricias tan suaves y poderosas que Tanner dejaba con sus labios que no quería arruinar este momento con algunas de mis estupideces.No iba a permitirme arruinar nada, no cuando había pasado tanto tiempo deseando que llegara este momento.Si me dejaba gobernar por la razón, dejaría de sentir todo el fuego que me quemaba con fiereza y, a decir verdad, estaba disfrutando como jamás lo había hecho de una caricia dominante y suave. Siempre pensé cómo sería el sexo con Tanner. Me preguntaba si sería dulce y comprensivo o salvaje y dominante, pero teniendo en cuenta de que era un hombre completamente cazador y ególatra, la segunda opción
El silencio que se formó entre nosotros fue largo, pero de cierta manera se sentía cómodo y tranquilo.Luego de sacarnos las ganas de encima y tener sexo rudo en la cabina del yate, permanecimos sentados en el suelo —yo entre sus piernas usando su camisa y él detrás de mí, envolviendo mi cuerpo con el suyo—, viendo la calma del mar y el sol empezar su descenso.El cielo se teñía de colores hermosos y la calma que sentía al estar en una posición tan íntima luego de descargar las frustraciones, empezaba a desaparecer. Pronto tendríamos que ir a la casa y aquello que había sido tan perfecto quedaría donde estábamos; en medio del océano y siendo arrastrado por las olas.Cerré los ojos, dejándome envolver un minuto más por su calor. Las palabras entre nosotros no hacían falta, si sabíamos de antemano que, pasara lo que pasara, la realidad seguía siendo la misma.Nada cambiaría, ni siquiera nuestra unión de cuerpos que había sido como un eterno sello que nadie, siquiera nosotros mismos podí
No sé por qué pensé que, luego de lo que pasó entre nosotros, las cosas cambiarían. Pero Blair no ha hecho más que ignorarme, pasar de mí como si no fuese nadie en su vida.He tratado, por todos los medios de buscarle la lengua, pero sus reacciones ahora incluso son más frías y distantes que antes. Si bien seguimos discutiendo cada vez que tenemos oportunidad, ya no es lo mismo. Sus miradas ya no demuestran lo que sus labios no eran capaces de decir.—¿Cómo te sientes? —le pregunté a Holden, mientras Greta le cambiaba los vendajes.—Bien, pero estaría mejor si estuviera muy lejos de esta casa —siseó.—Ya falta poco para volver a nuestra casa, mi amor. Ten un poco más de paciencia, ¿sí?—Tu esposa tiene razón, Hol, ya falta poco. Te ves muy bien a comparación de cuando llegamos.—Me siento bien y listo para irnos. Cometí un error, pero ya no volveré a caer en el nunca más. Además, estar aquí es desesperante.Bueno, también me parecía asfixiante estar ahí ahora que nos habíamos acostumb