BlairCerré los ojos y solté un largo suspiro de satisfacción, llevando la cabeza hacía atrás para darle el mayor acceso posible de mi cuello a su boca cuando dejó la mía y descendió sus labios por mi barbilla, con tal suavidad haciéndome estremecer. No quería abrir los ojos y caer en la realidad, quizá porque estaba tan embriagada como excitada por esas caricias tan suaves y poderosas que Tanner dejaba con sus labios que no quería arruinar este momento con algunas de mis estupideces.No iba a permitirme arruinar nada, no cuando había pasado tanto tiempo deseando que llegara este momento.Si me dejaba gobernar por la razón, dejaría de sentir todo el fuego que me quemaba con fiereza y, a decir verdad, estaba disfrutando como jamás lo había hecho de una caricia dominante y suave. Siempre pensé cómo sería el sexo con Tanner. Me preguntaba si sería dulce y comprensivo o salvaje y dominante, pero teniendo en cuenta de que era un hombre completamente cazador y ególatra, la segunda opción
El silencio que se formó entre nosotros fue largo, pero de cierta manera se sentía cómodo y tranquilo.Luego de sacarnos las ganas de encima y tener sexo rudo en la cabina del yate, permanecimos sentados en el suelo —yo entre sus piernas usando su camisa y él detrás de mí, envolviendo mi cuerpo con el suyo—, viendo la calma del mar y el sol empezar su descenso.El cielo se teñía de colores hermosos y la calma que sentía al estar en una posición tan íntima luego de descargar las frustraciones, empezaba a desaparecer. Pronto tendríamos que ir a la casa y aquello que había sido tan perfecto quedaría donde estábamos; en medio del océano y siendo arrastrado por las olas.Cerré los ojos, dejándome envolver un minuto más por su calor. Las palabras entre nosotros no hacían falta, si sabíamos de antemano que, pasara lo que pasara, la realidad seguía siendo la misma.Nada cambiaría, ni siquiera nuestra unión de cuerpos que había sido como un eterno sello que nadie, siquiera nosotros mismos podí
No sé por qué pensé que, luego de lo que pasó entre nosotros, las cosas cambiarían. Pero Blair no ha hecho más que ignorarme, pasar de mí como si no fuese nadie en su vida.He tratado, por todos los medios de buscarle la lengua, pero sus reacciones ahora incluso son más frías y distantes que antes. Si bien seguimos discutiendo cada vez que tenemos oportunidad, ya no es lo mismo. Sus miradas ya no demuestran lo que sus labios no eran capaces de decir.—¿Cómo te sientes? —le pregunté a Holden, mientras Greta le cambiaba los vendajes.—Bien, pero estaría mejor si estuviera muy lejos de esta casa —siseó.—Ya falta poco para volver a nuestra casa, mi amor. Ten un poco más de paciencia, ¿sí?—Tu esposa tiene razón, Hol, ya falta poco. Te ves muy bien a comparación de cuando llegamos.—Me siento bien y listo para irnos. Cometí un error, pero ya no volveré a caer en el nunca más. Además, estar aquí es desesperante.Bueno, también me parecía asfixiante estar ahí ahora que nos habíamos acostumb
BlairNecesitaba olvidarme de algo que nunca debí permitir que sucediera, por tal razón me sumergí día y noche a buscar a dónde se encontraban los italianos. Por culpa de ese imbécil he descuidado mi trabajo y, por ende, no hemos podido localizar la guarida de nuestros enemigos. Después de innumerables intentos, logré ingresar a sus redes y copiar la información suficiente de rutas que los dos minutos me dieron antes de que me expulsara.En la información que logré sustraer estaban las localizaciones de dos bodegas activas en Italia. Era poco para lo que tenía pensado, pero mucho teniendo en cuenta en el mundo en que nos rodeamos. —Ustedes iniciaron el juego, y nosotros pensamos terminarlo —murmuré, enviando dicha información a mis hermanos.Fue cuestión de un minuto para que mis dos hermanos mayores entraran a mi oficina con una expresión impasible, pero no me pasó por alto la tensión en los rasgos de Maxwell.—Aunque las bodegas no nos dan la plena seguridad de que allí se puedan
Una parte de mí quería despedirse de Tanner, pero la otra prefería que todo fuese así, después de todo no me gustaba en absoluto despedirme de alguien a quien amaba tanto. Además de que él sería una distracción y ahora debía estar lo más centrada posible para que nada saliera mal. Me fui de Irlanda sabiendo que cuando regresara él ya no estaría en casa y, aunque dolía como un demonio porque ya me había vuelto a acostumbrar a su presencia, no pensaba detenerlo. Quizás cuando todo esto acabara podríamos tener una oportunidad... Pero ahora un "nosotros" era algo imposible. En cuanto llegamos a Italia, nos dirigimos a la primera bodega, la cual quedaba en un pasaje comercial y transitaba bastante gente. Maxwell me guio hasta una pequeña cafetería y nos sentamos en un rincón para poder observar todo a nuestro alrededor.—Lo mejor será lanzar nuestro ataque en la noche, hay demasiada gente en el día —le dije a mi hermano. —En la noche hay más seguridad que la que hay en el día. En cambio
TannerDesde que llegué a Estados Unidos nada ha sido como antes. Una parte de mí estaba insatisfecha y con deseos de regresar a Irlanda.Ver a Holden partir con su esposa a su nuevo hogar terminó de hacerme entender que era aquello lo que me molestaba, no el hecho de que se hubiese casado y era hora de que hiciera su vida aparte de mí, sino el hecho de que envidiaba su felicidad pese a lo que había sido.No quería quedarme solo en el apartamento y pensar en Blair, pero ni siquiera sabía dónde estaba para traerla conmigo.El recuerdo de esa mujer, apoderándose de cada espacio de mi ser con sus sinuosos besos y caricias iba a matarme en cualquier momento. No he tenido paz, día y noche pensaba en lo que hicimos en el yate y eso era una tortura que necesitaba arrancar de raíz de mi cabeza. Pero ¿cómo se olvida la forma en que el amor de mi vida me elevó al cielo y luego me dejó caer al infierno? Sabía que no podía ilusionarme demasiado con lo que sucediera porque su venganza estaba por
El timbre del apartamento resonó en mis oídos, sacándome por completo de mi trabajo y haciéndome fruncir el ceño. Me levanté de la silla y sentí dolor en la espalda, así como sentía las piernas entumidas. ¿Por cuánto tiempo estuve trabajando? No lo recordaba, pero debía ser mucho para empezar a sentir las consecuencias de estar bastante tiempo sentado e inmóvil. Me acerqué a la puerta y observé por la mirilla de quién se trataba. Una sonrisa apareció en mis labios en cuanto vi que se trataba de Jana y traía consigo varias bolsas. Le abrí de inmediato y su mirada me recorrió de pies a cabeza con el ceño fruncido y una ligera mueca en los labios. —Te ves fatal —farfulló. —También me alegra verte, belleza —sonreí, ayudándole con las bolsas—. Adelante. —No has respondido mis llamadas y tampoco mis mensajes —dijo, entrando al apartamento y cerré la puerta de una patada—. ¿Todo bien? —He estado ocupado con trabajo, así que no había mirado mi teléfono. —¿Por tantos días? Te he estado
Llegué a mi apartamento y reuní todo lo necesario para buscarla, pero sin saber siquiera dónde se encontraba no tuve más opción que llamar a Aedus. Él era el único que podía darme una información certera de lo que había sucedido.—Esperaba tu llamada —respondió tan pronto tomó la llamada—. Te enviaré la ubicación del lugar en el que nos estamos quedando.—De acuerdo —fue todo lo que dije y colgué.Me apresuré a guardar todo en una maleta y minutos después recibí la ubicación de Aedus. No me agradaba el hecho de regresar a esa vida, pero por Blair lo haría todo, incluso mancharme una vez más las manos. Con solo de pensar que algo pudiera sucederle, sentía como si estrujaran a mi corazón y lo desgarraran con una lentitud agonizante.Me sentía culpable por no quedarme con ella, por no insistirle más y obligarla a dejar esa vida, pero ¿qué más podía hacer si ella estaba ciega por su venganza?Si en el cielo realmente existía un Dios, solo podía pedirle que la protegiera y que no permitier