Capítulo treinta y cinco

—¿Qué te parece? —preguntó Tanner, abrazándome desde atrás y dejando un suave beso en mi cuello—. ¿Te gusta?

—Me encanta —dije, sonriendo—. Es perfecto.

El apartamento de Tanner era uno diferente al que vivía antes y, aunque nunca entré al lugar, podía imaginarme cómo lucia basándome en su fachada. Este, por supuesto, era demasiado espacioso para alguien que vivía solo. La sala es amplia y muy Tanner, con esos colores tan vivos que resaltan, una pantalla gigante que abarca toda la pared y un sofá igual de amplio. Aunque la cocina tiene una barra, a un lado hay un comedor de seis puestos. El pasillo que dirige a las habitaciones es amplio y me da la impresión de que hay más de dos habitaciones en el lugar. Hay tantas decoraciones que no puedo evitar reír, pero lo que más llamó mi atención es la fotografía de sus padres y una de nosotros con Holden cuando éramos tan solo unos adolescentes.

Sonreí, acercándome a la fotografía donde yo estaba en el medio de ellos, siendo abrazada por los
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo