— ¿Por qué dices que es un mamón?
—Esh de eshosh niñosh ricosh que están ahí por puro nepotishmo. Apueshto lo poco que tengo a que esh un mujeriego mimado, deshpreocupado de la vida y ashuntos como renta y deudash... Ademash, eshe mamón esshtoy segura que no she ha leído un libro mío en lo que lleva shiendo mi editor.
Touché.
No puedo decir nada ante eso porque hasta hace pocos meses apenas decidí leerme sus historias.
Nunca he sido alguien que se preocupa por los demás, el más débil es comido por el más fuerte así de simple. Sin embargo, aunque quiero irme y dejarla a su suerte ya que según anda una amiga que le paga sus bebidas, no puedo dejarla sola. Escuchar su lengua arrastrarse con cada letra S y C es algo que me hace sentir como si tuviera un gas atorado de esos que no quieren salir por más que lo trates de sacar o eructar.
Si dejo a esa chica aquí no podré siquiera dormir.
—Ush, que calor hashe
Se suelta el cabello y las ondas naturales por la liga que lo sostiene me hipnotizan.
Apuesto a que no soy el único, veo a mi alrededor, hay varios hombres relamiéndose esperando a que les deje el camino libre para atacar.
Los fulmino con la mirada y se voltean al otro lado.
Cuando volteo la mujer se está acomodando el sostén mostrando la parte de arriba del inicio de sus pechos. Aunque no son tan grandes se ven de buen tamaño.
Buenas piernas, con el cabello suelto se ve menos sombría y sus labios se ven jugosos...
Maldición, no puedo estar analizando a mi empleada como si fuera una selección de carnicería.
Le prometí a mi abuelo que no voy a acostarme con otra de las escritoras, la otra no cuenta porque ya lo había hecho antes así que no estaría faltando a mi palabra. Pero esta mujer nunca la he probado, y no, no tengo la necesidad de probarla cuando hay mucho mejores carnes en el mercado.
La mujer comienza a juntar sus pechos, parece que no acaba por acomodarse el sostén.
La jauría de hienas detrás de mi comienzan a desnudarla con sus sucias miradas.
Los fulmino nuevamente y saben que no les conviene desafiarme, se voltean de nuevo y golpeo la barra al colocar con fuerza el vaso de mi whisky en las rocas.
¡Esa mujer es demasiado problemática!
Su espalda descubierta es demasiado tentadora.
Nuevamente veo que su atuendo tiene forma de corsé cerrado hacia atrás con un listón negro como si fuera un misterioso regalo que quiere ser abierto, trago saliva y me golpeo en la pierna para no pensar en más cosas extrañas por esa niña menor que yo, ya tengo 29 años (casi 30) por amor de dios. Bien que puedo controlarme.
—No puedo creer que estés borracha y expuesta tan a la ligera. ¿Sabes que los hombres son lobos?
—Shi, mi jefe también esh un lobo, un lobo ferozh en el Averno de Lupus.
— ¿Averno de Lupus?
—Shu ofishina esh como el infierno y eshta llena de lobosh o lupinosh ¿Shierto? Como una enfermedad incurable.
Cuando escucho su definición al apodo que le ha dado a mi oficina no sé si reír por su ingenio o enojarme por su falta de respeto.
— ¿Ah sí? ¿Y yo que soy?
—El mishmo demonio en el eshcritorio del Averno de lupush.
—Tch, cuidado que un lobo y aparte demonio podría devorar de un bocado a su presa.
—La única forma en que va a devorarme alguien sherá por deudash.
— ¿Entonces no te preocupa que sea un lobo y te devore?
—Ushted shería el uuuultimo hombre en la tierra que pensharía que pueda devorarme en un shentido shecshual.
— ¿Por qué aseguras eso?
—Porque no shoy shu tipo ni shoy bonita.
— ¿Que te hace pensar eso?
—Rubiash, ojosh de color verdesh y ashulesh, caderash y chintura de avishpa... Ah y un graaan trashero y unos pechosh ashiii de grandotes.
Cuando dice "así de grandotes" se agarra los pechos y hace una cuchara con sus manos para simular que se le hacen más grandes.
Dios dame fuerzas.
—Todash ellash shon igualesh y del mishmo gushto fino del editor eshtrella.
Nunca imaginé que la escritora que solo mira el suelo pueda notar tantas cosas a su alrededor sin siquiera verlas directamente.
— ¿Cómo sabes que no eres mi tipo? Igual te llevaría a la cama si quisiera...
Creo que me he pasado de la raya con ese comentario obsceno.
—Ja, ja, ja, adulador.
—De verdad. Creo que eres... —trago saliva al pensar que estoy cruzando una línea prohibida— Bonita.
—Bonita esh algo que dishe cualquiera, incluso los ancianosh creen esho de shush nietash, un padre deudor y aposhtador empedernido podría deshir que shu hija esh bonita para entregarla al mejor poshtor y shegeuir apostando hashta el alma. Inclusho esh lo que un Shugar Daddy infiel le diría a shu conquishta másh joven.
—Creo que tienes un concepto bastante retorcido de los hombres y hasta de tu propio padre.
—Una vesh trató de venderme dichiendo: ”Candy Cad, shi quieresh proteger la casha de tu abuela mejor comienzha por vender tu cuerpo" ashi que le prometí que pediría un preshtamo para evitar shu deuda Shi deshishtía de esha idea. Cuando eshtaba shobrio me juró por todos losh shantos y cada diosh echishstente que sería la última vesh...
Toma un trago de su sexo en la playa y evita soltar una lágrima que se asomaba por su ojo.
— ¡Y lo hisho de nuevo! No bashtando que le perdoné cuando she robó el dinero que tenía eshcondido para pagar el shiguiente shemeshtre.
¡Eso no es un padre, es una bestia!
—Tuve que dejarlo todo... Y ahora shoy una eshcritora de cuarta con sholo un besh sheler y puros proyectos sin público... Bueno...eshepto por un tal 3328 o era 2238 ya ni me acuerdo Pero eshe no cuenta.
— ¿Y por qué no cuenta?
—Sholo escribió una vesh un comentario corto como un telegrama o quisha fueron tresh... Bah, el casho esh que nadie lee lo que eshta fracashada escribe.
No tienes idea, Beckham.
— ¿Y de cuánto es tu deuda?
—Shi te digo la cantidad y lo recuerdo me mueroooo ¡Aaaah, tal vezh debería hasher lo que padre dishe y darle utilidad a mi inútil cuerpo, dejaré que me lleve un Shugar Daddy!
Cadence Beckham llora con un lamento desgarrador que luego ignoro cuando menciona algo como venderse a alguien.
— ¡Oye, ni siquiera pienses en eso! ¿Y si es un viejo rabo verde que te dobla la edad? ¿Acaso te será agradable tener un tipo gordo y arrugado arriba de ti?
—Pero un Shugar esh alguien mayor que yo, ¿no? Podría encontrarme un Shugar no tan viejo que shea un poco menosh feo... Ahogado en dinero que me shaque de la oshcuridad
La lógica extraña que tienen los borrachos es desconcertante.
—Si tanto piensas en venderte a alguien entonces entrégate a mí, al menos no soy tan viejo, tengo 29 años aunque ya pronto serán 30.
Cuando proceso la estupidez que acabo de decir me tapo la boca deseando que la joven esté tan borracha como para no escucharme.
—Hmmm...
Me mira de arriba a abajo y sonríe como nunca le había visto.
—Eresh guapo, aprobado. Shi fuerash mi shugar no me importaría darte lo único valiosho que me queda.
Calla un momento, mira a los lados y con una mirada inocente me hace señas, se acerca a mi oído y me susurra.
—Mi vir-gi-ni-dad.
En el momento en que su aliento caliente y suave me llena los sentidos mi cuerpo entero cosquillea, además de ese exquisito aroma a frutos rojos, creo que no puedo sentirme más tentado por ella hasta que dice que me dará su virginidad y algo dentro de mi explota.
¡QUIERO SER TU SUGAR DADDY!
Me contengo de decir alguna estupidez y tapándome la cara le respondo que no es posible y que no es nada ético que como su editor tenga una relación más allá de lo profesional.
—Entonces a partir de ahora eras mía. No puedes hacerte para atrás.
¡¿Que acaso mi cerebro no coordina con la otra cabeza?! ¡Eso fue lo contrario de lo que pensé en decirle!
— ¿Entonchesh me protegerash, papi?
¡SERÉ LO QUE QUIERAS, TU PAPI, TU PROFESOR, TU GUARDAESPALDAS, CADA FANTASÍA QUE QUIERAS!
No, tengo que ser menos animal, menos lobo y más un hombre. Debo decirle que declinó su oferta.
—Siempre protejo lo que es mío, lobita.
—Entonshesh shoy tuya para shiempre.
Cielo santo, soy un degenerado.
Cuando ella me abraza envuelvo también mis brazos y siento su cuerpecito contra el mío impregnando su olor delicioso.
Su espalda semi desnuda llama la atención de otros tipos a los que fulmino con la mirada otra vez.
Solo yo puedo abrir ese regalo y ver su interior.
Pago la cuenta sin soltarla, llevo conmigo hasta la salida y acomodo a esa lobita encantadora en el asiento.
—Mía.
Digo imitando una línea de esas historias que he leído tantas veces que me sé cada palabra de memoria.
Esta noche no dejaré que se escape, si ella tiene deudas pagaré todas y cada una de ellas, me desharé de ese viejo irresponsable que se hace llamar su padre y le daré todo lo que necesite.
Ya que lo he decidido, solo me queda cruzar la delgada línea que nos separa. Me acerco a ella y sellando mi pacto con ella la beso, solo he rozado un poco sus labios cuando algo inesperado sucede.
-¡Bleeeeh!
-¡BEEEEEN!
Con mi propia camiseta limpio el asiento mientras la escritora que ha jurado ser mía cabecea y dormita como si no acabara de cometer un gran sacrilegio. ¡Esto de ser su Sugar Daddy me va a salir más caro de lo esperado!
Por dios, espero que no quede la mancha como aquella vez en mi oficina.
— ¡Me acabas de vomitar todo el asiento!
—Entonshesh hay que tirarlo como eshe tapete.
Sus palabras me caen como un baldazo de agua fría.
¿Qué ha dicho?
Murmura con una sonrisa sin embargo, siento como si hubiera un significado doloroso en esas palabras.
BRRRR BRRR
En la pantalla aparece la misma joven que me confunde, está abrazada de una chica y ambas sonríen juntas a la cámara.
Ambas se ven muy jóvenes, probablemente cuando estuvo en la secundaria, debe ser una foto vieja.
Uso su huella para desbloquear el teléfono y le regreso la llamada.
— ¿B...?
— ¡Cady Cad! ¿A dónde fuiste? Después de que el stripper nos iba a quitar el liguero con los dientes a cada una, dijiste que ibas al baño y no regresaste.
¿Stripper? ¿Liguero?
Cadence se reacomoda en el asiento y me deja ver accidentalmente que en su muslo lleva un liguero blanco y puro.
—Cady Cad esta indispuesta.
— ¿Eh? ¿Tú quién eres?
—Soy su Sugar Daddy.
***
—Muchas gracias por traer a Cady Cad, este...
Parece que le es difícil pronunciar la palabra pues se ruboriza completa y mira con picardía a mi chica.
—Este... Yo puedo ayudarla a subir no es necesario que...
—Es mi deber llevarla a salvo hasta la puerta de su casa.
Cargo a Cadence Beckham que está todavía inconsciente por el alcohol, no planeo reclamarla hasta que ella esté completamente sobria.
— ¿Cuál es el número de departamento?
—Departamento 66
Sonrío satisfecho, es el número perfecto de una Omega.
Aunque es un departamento compartido, el aroma de su champú de frutos rojos está impregnado por todas partes, su aroma se intensifica al llegar a su habitación. Es pequeña y acogedora como ella misma, no tiene muchas posesiones, recuerdo que mencionó cuando tuvo que vender todo para obtener algo de dinero para el alquiler.
Has pasado por tanto, no dejaré que vuelvas a llorar ni a embriagarte exponiéndote a toda esa jauría de lobos y hienas de baja categoría.
Veo en su muslo el liguero blanco y lo deslizo hasta sus tobillos. Así parece ropa interior, y mi imaginación salvaje comienza a soltar el lobo en mi interior.
Algún día, muy pronto voy a ser yo quien saque este liguero con los dientes.
Voy a ser su guía hacia el placer y tomaré lo más valioso para ella a cambio de mi protección.
Guardo el liguero en mi bolsillo y tapo su cuerpo con una manta.
—Si vas a entregarte a la boca del lobo que sea uno como yo, uno fino, experimentado, de alto rango con la capacidad de hacer tus sueños realidad y protegerte.
Beso su frente y me retiro.
Mañana cuando llegues a la oficina te llenaré de atenciones como nunca te han dado antes.
Eso sí, aunque sea tu sugar Daddy no puedes enamorarte de mí.
Solo puedo tener una mujer a la que pueda llamar mi compañera, mi luna de por vida. Espero que entiendas. Cuando esa pareja que espero llegue pronto, no te dejaré desamparada, prometo que nunca estarás sola ni volverá a faltarte nada.
Cuando salgo de la habitación su amiga me mira con una sonrisa pícara y entre risas me deja salir del departamento.
Había olvidado que no traigo camiseta y llevo el torso desnudo con solo el saco puesto.
Cuando llego y abro,a mi querido Ben, el hedor a vómito me hace recordar la locura que acabo de aceptar.
Saco de mi bolsillo la prenda que simboliza la promesa que he hecho y recuerdo sus piernas. Con esa misma perspectiva voy a bajarle las bragas cuando sea la primera vez.
Pongo la llave y enciendo el motor, mientras me río por mis propios actos extraños.
***
En mi escritorio espero ansioso a que la puerta se abra, tengo un gran ramo de flores con margaritas y girasoles listo para mi "Sugar Baby" investigué por internet que así llaman a sus jovencitas traviesas. Aunque ese término no me gusta mucho.
—Tal vez lo mejor sería "Sugar Wolfie" bueno, eso no importa, el como la llame cambiará después. “Cady Cad" suena bonito Pero no quiero que me tome por otro de sus amigos…
TOC TOC
—Pasa.
Cuando Cadence abre la puerta mi corazón late con intensidad.
—Señor Eardwulf, soy yo.
¿Por qué me llama tan formal?
—Pasa, Cad... —Toso para simular mi emoción—Digo, señorita Beckham.
Debe ser que tiene vergüenza de que en la oficina se enteren de lo nuestro, que linda es.
—Cad...
— ¡Señor Eardwulf, lo siento mucho!
Las flores se caen de mis manos detrás del escritorio.
— ¿Por qué te disculpas?
—Supe por mi amiga que usted me llevó a mi departamento y me arrastró personalmente por las escaleras hasta llegar a mi habitación.
Amanecí con mi ropa sucia y me explicó Sarah que vomité sobre el asiento de su automóvil, lo siento mucho.
Ah, las disculpas son por lo que pasó con el pobre Ben, por un momento pensé que me iba a rechazar.
—No hay pro...
— ¡Lo siento mucho, aunque no recuerdo absolutamente nada, mi comportamiento no tiene excusa!
— ¿Qué has dicho...? ¿Hasta dónde dices que recuerdas?
—En realidad no recuerdo nada de la noche anterior, creo que bebí demasiado y...
—Vaya, entonces si sabes que lo que hiciste estuvo muy mal. ¿Ves esto? Es la cuenta de mi Ben.
— ¿Su qué?
—Veo que de verdad no recuerdas, ¿eeeh? Ben es mi querido y preciado Bentley, con un valor mayor que todos los ingresos que podrás tener en toda tu vida. Y tú... Le vomitaste encima, en su asiento de piel cuyo valor es mayor que lo que tus ojos regulares podrán ver en dinero sobre una mesa. Por si fuera poco tuve que usar mi camiseta fina para intentar salvarlo en vano.
—Lo siento, prometo que pagaré una parte de los daños.
La escritora borracha de cuarta mira hacia el suelo como siempre evitando mi mirada, a diferencia de su actitud asertiva y atrevida de la noche anterior, solo queda la ilusión de mis recuerdos. Unos recuerdos que me ha escupido en la cara.
— ¿Oh, En serio?
Mis pisadas ya no son suaves como esperaba ni mis palabras son dulces como quería que fueran.
— ¿Con cuántos años de tu vida me piensas pagar?
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*Siete meses después- Presente
Acabé cobrándole los daños de Ben por la vomitada y juré por segunda vez no volver a involucrarme con ella. El ramo de flores se lo regalé en su cara a Martha, una de las autoras que casualmente pasaba por ahí.
En el suelo quedó una sola flor de margarita que se secó perfectamente y usé como separador en el libro. Para recordarme, de buena vez, que Beckham solo significa problemas y quee debo alejarme de ella.
Ella a los 19 años no me daba mucha importancia, le di un poco pero eso se esfumó en cuanto me dejó plantado en el parque. Desde aquel día dejé que hiciera lo suyo sin fastidiar en mi ocupado y maravilloso mundo. Nos llegamos a encontrar aquí y allá, pidió innumerables préstamos llamados “adelantos para material” llenos de fracasos en ventas, sin embargo nada me era relevante hasta aquella noche de Abril en que descubrí que Cadence Beckham ya era una mujer de 23 años y eso fue la ruina de mis días perfectos.
Miro en el cajón más basura que me recuerda que ese no fue más que el principio de una colección de elementos inútiles que se fueron acumulando mes con mes. Solo Dios o, como me gustaría que fuera, “La Diosa Luna” sabe los muchos secretos que guardo en este cajón.
Fue una atracción involuntaria, algo que nació antes y que no pudo ver porque la consideraba una niña de 19 años, Una historia escrita por "Cadence Dawson" nuevamente lo guía a conocer a la escritora "Cad-Ence" a quien creyó fuera de sus estándares sin embargo que logró cautivarlo entre las páginas de su corazón. Claro, hasta que nuevamente lo sacó de sus casillas olvidando todo como la vez de su cumpleaños. Eren Eardwulf continúa buscando entre el cajón los fragmentos de su propio interior aceptando poco a poco quién es Cadence Beckham para él.
Mientras debato con Shawn y mis propios pensamientos por lo absurdo que suena todo esto, negando, aceptando y volviendo a negar algo que creo imposible, una y otra vez. El alba me ilumina como si se burlara en mi cara.Shawn apenas puede responder a mis preguntas, es como si su voz sonara débil. No puede saciar mis dudas ni mi desconfianza que crece en mi interior.Solo ella puede responder a mis dudas y liberarme de esto que me carcome consumiéndome como brazas vivas.En cuanto entro al dormitorio el sofocante y delicioso aroma de frutos rojos es tan intenso que comienzo a salivar. Incluso me olvido de todo lo que quiero preguntar, si soy o no un personaje eso no importa. Deseo meterme entre sus piernas y beber de ella su miel, lamer y succionar mientras la interrogo… Maldición, mi deseo es más fuerte que antes. Demasiado.Definitivamente algo no está bien conmigo, he sabido controlarme y detenerme veces anteriores. Ni siquiera me ha pasado por la mente aventarme sobre ella mientras d
CLANK CLANK CLANK— ¡¿Quién no respeta mi puto cerrojo…?!— ¡Ery, lobo tonto, hijo de...!Cady tose y me mira molesta.A pesar de que he fumado mucho su olor a frutos rojos es tan intenso que me pone duro.Ya era hora, si tanto quiere que me la coja le haré el favor.— ¡Te has vuelto loco! ¡Cuatro!Sí, cuatro y si me entraran más, me fumaría más en una sola exhibición.Mi teléfono suena y me avisan que no han podido encontrarlo. Les grito que continúen buscando. Vamos a jugar al gato y al ratón pero yo seré quien encuentre a esa rata.— ¿Es un lobo peligroso que te provoca fumar como---?Sí, es un peligro mientras siga vivo buscándote. Le daré lo que quiere, dejaré que te vea y lo acabaré frente a ti. Los leones cuando matan al macho y a las crías reclamando a su hembra, esta automáticamente se ponen en celo para darle cachorros. Los lobos también podemos desplazar a un macho débil y probar que somos mejores.Es tu culpa, si tan solo hubieras desechado todo tu pasado y te hubieras some
— ¡CADENCE!Una voz me llama de manera lejana mientras mi conciencia se desvanece. Cuando despierto estoy de nuevo en la cabaña en el bosque.Me levanto de la cama, mis pies están descalzos. Mis ropas son harapos viejos y mi cabello está desmarañado.Salgo por la puerta, el dulce olor de las fresas se me hace agua a la boca y disfruto de su sabor y acidez. Creo que he olvidado algo importante…El olor de la naturaleza es muy leve, pero puedo escuchar el lago, ese con una Luna creciente reflejada en sus calmadas aguas. Veo mi propia imagen, es la de la protagonista y entonces recuerdo todo lo que ha pasado hasta ahora.En mi muñeca aún llevo mi pulsera sin embargo esta ha vuelto a ser de madera en su totalidad.—Entonces morí esta vez.Maldición, todo reinició. Entonces debo estar en el momento en que apenas conozco a Chiara. Sería más rápido si se hubiera hecho desde la promesa del Alfa.—Chiara ¿Estás ahí?Nadie me responde.Tal vez si me sumerjo en el agua ella salga para alertar el
La luna llena brilla intensa, como el misticismo mismo que conlleva el ritual más sagrado y más esperado entre los lobos de la manada de Silivia Crescent Lake. Se llama así la manada pues se ubica cerca de un lago que parece reflejar a la luna creciente brillante como la plata sin importar la fase lunar que se encuentre en el firmamento del oscuro cielo. No importa si es de día o de noche, una luna cresciente se asomará en el cuerpo de agua.Se dice que entre sus claras aguas se puede escuchar los aullidos de los lobos antepasados y los cantos armoniosos de sus almas gemelas que ha unido la Diosa de la Luna y creado perfectamente para cada uno. En su cumpleaños número 19, finalmente, una loba de cabellos largos y cálidos como el fuego se aproxima a la celebración anual de la cosecha vestida con sus mejores ropas.Preparada y anticipada con emoción para descubrir la identidad de su pareja destinada, aquel que fue hecho solo para ella y ella para él, su otra parte del alma que complem
—Voy a escribir esa novela de licántropos que quiere.Cada palabra me quema en la garganta por el orgullo, o tal vez sea la bendita cerveza, no lo sé… quizá sea una mezcla de ambas.—Vaya, creí que habías dicho que tu decisión es firme.— ¿Lo toma o lo deja?—Debería ser yo quien diga eso, señorita Beckham.—….—De acuerdo, lo tomo.Su voz suena tan confiada que siento como si me fuera a dar una úlcera gástrica.—Bien, pero tengo una condición.— ¿Cuál condición?—….Aunque tengo algo de alcohol en mis venas aún siento vergüenza por lo que voy a decir.—…Adelanto.— ¿Eh?— ¿Me pueden adelantar algo de la paga por este nuevo libro?—Los libros se pagan cuando el primer capítulo esté listo, no hay excepciones.—Por favor, en realidad necesito pagar unas cosas para… eh… material de investigación, ya sabe referencias y esas cosas.—Soy mayor que tú por lo menos cinco años, no me chupo el dedo.—….Entonces supongo que es un no.Cuando escucho su suspiro sordo por el teléfono cierro los oj
BRRR BRRRRAlargo mi mano y apago el despertador en la mesita al lado de mi cama y me acurruco de nuevo.BRRRR BRRRRQue extraño, no puse una alarma ahora que lo pienso.BRRR BRRRMe levanto de un solo movimiento y miro mi teléfono.[10 llamadas perdidas]¡En la torre!No tengo que revisar ni devolver la llamada, de inmediato al no responderle, aquel ser despreciable me vuelve a llamar con insistencia.— ¿Buen…?— ¿Por qué no respondes?¡Agh, qué altanero es!—Estaba…—Olvídalo. Tengo prisa así que te diré los detalles rápido.—….—Vamos a discutir los detalles de lo que has enviado hasta ahora.— ¿Y qué tal estuvo? ¿Lo hice bien?—Necesito discutir contigo algunos detalles de los personajes y también sobre el enfoque al público al que va dirigido.Me rasco debajo la axila y luego la cara, después siento comezón en la nariz y mis ojos semi cerrados tratan de mantenerse abiertos en armonía.—De acuerdo, entonces el martes puedo…—Ahora mismo.¡Aaaagh, si tan solo pudiera tener la form
DUUUUN DUUUN{El número que usted marcó no está disponible, se encuentra apagado o fuera de un área de servicio}—Sigue sin contestar.Acurrucada sobre el sofá, hecha bolita abrazada de mis piernas marco tres veces más sin obtener un resultado diferente. En la pantalla de mi teléfono veo a mi mejor amiga en una versión más joven de ella, es la fotografía que nos tomamos estando en secundaria.Por ese tiempo solíamos juntarnos sin preocupaciones por los temores del presente ni por el futuro de la vida adulta que pronto nos alcanzaría. Éramos simples adolescentes preocupadas sobre una sola cosa en la vida sobrevivir/sexo.Mi mejor amiga Sarah era bastante precoz para su edad y solía mirar a los chicos soñando con hacerse de un novio. Yo por mi lado tenía más la preocupación de llegar temprano a casa y no hacer enfadar a mi padre. Sarah solía decirme que fuera fuerte y me animaba a que recién cumplidos los 17 pidiera emanciparme de mi progenitor. Aunque no me parecía una mala opción dada
¿Edward….Eardwulf? Su nombre de algún lugar me parece familiar, nunca había conocido al hermano de mi Editor ni siquiera le había visto por la oficina.—Entonces ya que me he presentado ¿Aceptaría acompañarme por un café?Aunque algo en mi interior trata de resonar su nombre su sonrisa amable me da confianza como para aceptar seguirle.—Es un café muy popular dentro del centro comercial. Puede elegir lo que más le guste, yo invito.Vaya, hasta es más formal que su hermano mayor llamándome con propiedad.—Oh, puedes llamarme de manera informal. De todos modos tenemos casi la misma edad al parecer.—Oh, tengo 25 años.—Vaya, casi un año de diferencia.— ¿Tienes 24?—No, todavía falta un poco para el 19 de Noviembre.— ¿Cumples años el mismo día internacional del hombre?— ¿Puedes creer mi suerte?— ¡Ja, ja, ja! Entonces eres Escorpio.—Sí, muchos dicen que no lo parezco.En cuanto llegan nuestros respectivos cafés tomo un sorbo encantada con el sabor.— ¡Está muy bueno!— ¿Verdad?—Veo