—Divorciémonos.—Te daré cuatro millones de dólares que con eso vivirás bien. —¡Ahora Firma y vete de aquí de inmediato!Luego de un matrimonio de dos años, Sabrina Suárez no podía creer que la primera vez que Francisco Herrera la buscara fuera para divorciarse.—Fran, ¿Cuál es la razón del divorcio? ¿Hice algo mal? Puedo ...—Encontré a Steffy —la cortó con frialdad.Sabrina quedó asombrada, ¿Steffy?—¿Pero Sofi había dicho que… ella ya había fallecido...—¡Ya basta! — El hombre, furioso, levantó la voz.¡Él no podía soportar que alguien hablara mal sobre ella!Sabrina apretó los labios, su corazón había sido apuñalado, le dolía tanto que le costaba respirar.Ella siempre sabía que él nunca la ha sacado de su corazón… Durante estos años, le dio la vuelta al mundo buscándola, y hasta se tatuó su nombre en el pecho. Francisco realmente la amaba… Al igual que ella lo amaba a él. —Fran, no quiero divorciarme. No nos divorciemos, ¿vale? Te amo ...Dos años antes, Francis
Francisco pego un puñetazo a la mesa, su expresión estaba llena de ira.Que mujer tan desagradable.¡Con razón que no quiso el dinero que le dio, se ve que ya está junto a otro hombre!Al enterarse que Sabrina andaba con otro hombre, estaba tan ardido que llamó a su amigo Hernán Moreno para tomarse unas copas....Madrid, una ciudad con vida nocturna.Sabrina miraba fijamente a los chicos guapos que estaban parados frente a ella y una sonrisa malvada apareció en su rostro.Rahman estaba en la habitación de arriba trabajando y para que no se aburriera esperando, ordenó a una docena de chicos guapos para que la acompañaran.—A ver hermanitos, ¿cuántos años tienen?— Preguntó la chica mientras movía la copa de vino.—Yo veintitrés años.—veintiún años.—Yo diecinueve.—...Sabrina estaba bien satisfecha al ver un grupo de chicos tiernos y guapos frente a ella.Claro, ella está en el lugar de diversión más caro de Madrid, indudablemente los chicos eran guapos, uno más que otro, ¡
—¡Caramba, en serio es Sabrina!Hernán terminó convenciéndose de que era Sabrina, no sin antes mirarla repetidas veces. —¡Que atrevida! Con tantos jóvenes atractivos.Francisco la veía fijamente. Serio, frío, pensando en las fotografías entrando y saliendo de un hotel con Rahman y ahora aquí con esos jóvenes tan guapos.¡Buena esa! ¡Tienes coraje, Sabrina!...Sabrina se estaba divirtiendo con los chicos cuando sintió una mirada sobre ella. Rodó sus ojos por el lugar buscando su procedencia, pero se encontró con la oscura y helada mirada de Francisco que iba caminando, entre toda la multitud, hacia ella. La chica soltó una carcajada sarcástica al tenerlo al frente.El hombre terminó de llenarse de ira y le espetó —Acabas de firmar el contrato de divorcio y ya estás coqueteando con otros hombres, ¿estabas tan insatisfecha? El hombre no podía apartar los ojos de ella, aún le parecía increíble que la mujer que él tuvo a su lado por dos años, tan simple y común, fuese esta muje
—¡Jefe!Al ver que su jefe estaba derribado, los guardaespaldas de este corrieron a cercar a la chica….Sabrina sonrió visiblemente excitada.—¡Ustedes lo buscaron! —dijo.Y se encaminó a por ellos, que ya se le iban encima, con un puñetazo certero tumbó a uno y con movimientos rápidos e impecables fue uno tras otro cayendo. La pelea fue breve, quedando tumbados unos cuantos en el piso, mientras la chica, con arrogancia, los observaba. Sus ágiles manos acomodaron sus largos cabellos y dio una espléndida y sensual sonrisa. —¡Caramba!Hernán señaló a Sabrina con asombro.—Sabri... ¡Nunca supe que eras tan buena peleando!Pero si antes era solo una debilucha, como puede ser que ahora sea tan impresionante.¿Será que antes siempre estuvo fingiendo ser tierna y débil?Francisco la observaba, pero fue achicando sus ojos para concentrarse en lo que realmente tenía que ver. Durante sus años de matrimonio, fue tranquila. Su comportamiento era el de una conejita enamorada y su
Dos años antes, Sabrina se había herido y perdió la memoria. Durante todo este tiempo, ella estuvo viviendo en su mansión privada y tampoco salía a trabajar. Entonces, es incapaz de conocer a Rahman de Inglaterra.Los ojos de Francisco brillaron, lo único posible es que se conocieran desde antes.—Hernán, investiga a Rahman. Sé cuidadoso. Busca sobre todo en la relación de él con Sabrina—pensó un poco y agregó—necesito que averigües todo sobre el pasado y la identidad de Sabrina.Hernán asintió y bromeando dijo —Fran, no sé por qué siento que fue a ti a quien abandonaron.Francisco guardó silencio —….......Sabrina apropósito había dicho que continuaría disfrutando en otro lugar para que lo escuchara Francisco.¡Simplemente para que se enfade!Luego de salir del club, regresó directamente al hotel.De vuelta al hotel, Rahman no paraba de preguntarle sobre Francisco.Sabrina no soportaba su insistencia y le contó —Él me salvó la vida dos años antes y yo le había prometido agr
A Francisco se le puso el ojo claro al ver a Sabrina. Estaba enfundada en un largo vestido negro ajustado a la cintura, con una abertura lateral dejando ver sus largas y esbeltas piernas al caminar. Su cabello rizado sueldo al natural y sublimemente maquillada resaltando sus ojos y labios. Lucía encantadora.—¿Sabrina? —se dijo Francisco al verla entrar. Hernán la tenía al frente y, de inmediato, recordó lo sucedido la noche anterior. Sintió temor y reculó, alejándose. Pero Sabrina ni lo determinó, se fue directo a donde estaba Francisco., se le puso al frente y sin más demandó.—Devuélveme mi collar de jade. El hombre, aún entre asombrado y embobado ante la bella chica que ahora era su ex, atinó a preguntar —¿Qué collar de jade?Ella soltó una risotada sarcástica, ya tenía en mente que él no recordaría ese momento, ya que esa noche, al dárselo, él ni siquiera lo vio, lo puso en la mesa y ahí lo dejó. —El día de nuestro matrimonio, te regalé un collar de jade, ¿dónde lo ti
Belén no se esperaba que la modosita y obediente Sabrina le hablara así. Se molestó y le soltó:—Sabrina, eres una descarada, ya Fran y tú están divorciados, ¿cuál es la razón de que lo sigas molestando? Esta puta vino así vestida y arreglada seguramente para provocar a Fran… Sabrina soltó una risa irónica—: Señorita Tiburcio, solo para que entienda le digo esto: él y yo aún no tenemos el certificado de divorcio, así seguimos legalmente casado. La mujercita aún carcomida se le acercó apresurada y señalándola le dijo:—¿Y eso qué? Aunque sean marido y mujer legalmente, la única que ama aquí eres tú, porque Fran no siente nada por ti.—No importa a quién ama. Lo único importante es que si yo no me divorcio, siempre seré la legítima esposa de Francisco, la Sra. Herrera.Belén quería arrancarle los ojos y del hermoso rostro —¡Conozco a muchas como tú… No quieres darle el divorcio porque solo quieres su dinero, ¿verdad? —La mujer ardida sacó un cheque de su bolso y se tiró en la c
Francisco desde que nació nunca nadie se atrevió a volcarle el café en la cara. Esta era la primera vez.—¿Ya no quieres vivir más? —Le espetó el hombre con el rostro enrojecido de la ira.—Jajaja—soltó una risa sarcástica.Ni ante Francisco con mirada de asesino, Sabrina se acobardó.—¡Solo inténtalo! ¡Te volaré los dientes!—No creas no me atreveré a darle una lección, solo porque Rahman está a tu lado.Sabrina levantó sus cejas, ¡Por Dios, si era ella la que siempre estaba ayudando a Rahman!—¿Estás celoso de que tenga a alguien que me cuida?!Francisco se quedó paralizado.Ni siquiera le gusta, ¿Cómo es que va a estar celoso?¡Solo estaba enojado! —Sabrina —le dijo con frialdad —¡Si estás tratando de llamar mi atención, te digo de una vez que lo deje!Sabrina blanqueó los ojos —¡Qué estupidez!!«¡Que creído!»¿En serio se cree oro y qué todos lo codician?Sabrina sintió que por cada minuto que lo tenía al frente más quería matarlo… Así que se dio la vuelta y salió