Francisco desde que nació nunca nadie se atrevió a volcarle el café en la cara. Esta era la primera vez.—¿Ya no quieres vivir más? —Le espetó el hombre con el rostro enrojecido de la ira.—Jajaja—soltó una risa sarcástica.Ni ante Francisco con mirada de asesino, Sabrina se acobardó.—¡Solo inténtalo! ¡Te volaré los dientes!—No creas no me atreveré a darle una lección, solo porque Rahman está a tu lado.Sabrina levantó sus cejas, ¡Por Dios, si era ella la que siempre estaba ayudando a Rahman!—¿Estás celoso de que tenga a alguien que me cuida?!Francisco se quedó paralizado.Ni siquiera le gusta, ¿Cómo es que va a estar celoso?¡Solo estaba enojado! —Sabrina —le dijo con frialdad —¡Si estás tratando de llamar mi atención, te digo de una vez que lo deje!Sabrina blanqueó los ojos —¡Qué estupidez!!«¡Que creído!»¿En serio se cree oro y qué todos lo codician?Sabrina sintió que por cada minuto que lo tenía al frente más quería matarlo… Así que se dio la vuelta y salió
Lejos de la ciudad, en la villa Marvel.Sofía estaba en el sofá, atadas las manos y pegada la boca con cinta. Dos hombres la vigilaban. El líder colgó el teléfono y ordenó:—Suelten a la señorita Herrera.Al soltarle, Sofía se quitó la cinta y se levantó rápidamente.—Mateo Pérez ¿qué te pasa? ¿Cómo te atreves a secuestrarme? Las familias más poderosas de la ciudad: Herrera, y Pérez y García.Los Pérez, a pesar de no llevarse bien con los Herrera, aún se contactan. —Señorita Herrera, no le haremos nada. Solo queremos que Sabrina venga. El corazón de Sofia perdió un latido, recién se enteró de que su excuñada había lastimado la cara de Belén Tiburcio y también le torció una mano.Sofía sintió que se moría, se acaba de enterar que su excuñada le lastimó la cara y le torció también la mano a Belén Tiburcio. Mateo Pérez es el enamorado de ella, así que la uso para traer a Sabrina y vengarse de ella. No podía permitir que Sabri venga. Sofía intentó tomar el teléfono, pero
Sofía preocupada por Sabrina, pero la vio pateando a un guardaespaldas y darle un palazo a otro en la cabeza, dejándolos en el piso, ¡ni pudieron chillar!Mateo comenzó a gritar al ver a sus guardaespaldas caídos. —Seguridad, ¡Vengan aquí! Sabrina, se acomodó ágilmente el cabello y, con sarcasmo, le dijo a Mateó:—Si quieres que entre alguno, ¡olvídalo, están durmiendo!Mateo respiró profundo, incrédulo…Sus hombres eran profesionales…¿Cómo logró vencerlos?¡No aguantaron ni si quiera diez minutos!¡Es tan buena peleando!¿No era que era una debilucha?¡Está seguro es un tigre que finge ser un conejo!Sabrina, con frialdad le dijo a Mateo:—¿Cómo te atreves a tocar a mi protegida?¿No conoces el dolor?Mateo estaba tieso, la mirada de Sabrina y lo que ella transmitía lo dejó sin aire.«¡No, no me puedo acojona!»Si Mateo no toma venganza por Belén ¿Cómo podrá verle la cara después?«¡Mierda! ¡Es solo una mujercita! ¿Cómo le voy a temer?»Mateo levantó el mentón y
—¡Ahhhhh!Sofía corrió hasta Sabrina y le tomó la mano.—¿Estás bien? —Tranquila —dijo Sabrina—, no me paso nada. —Sabri, a Mateo lo...? —Sofía pasó su dedo por el cuello.—No, hoy no lo maté.No quiso ensuciar sus manos. Sofía siguió a Sabrina e iba viendo hombres tirados por doquier.《¡Oh, estos... ¡los derribó Sabri!》, pensó mientras llevaba una mano a la boca.—Sabrí, ¿cómo quieres que te agradezca? Haré lo que quieras para elogiarte. Cuando salieron a la calle y Sabrina iba a responder, inesperadamente vio un Maybach negro y un Bentley plateado que venían camino a ellas.—¡Es mi hermano!Sofía reconoció el auto de su hermano y llamó su atención para ser vista. —¡Fran, estoy aquí!Los autos pararon frente a ellas, Del Maybach bajó un hombre alto, elegante y peligrosamente atractivo que se dirigió a Sofía. Era su hermano.Francisco constató que su hermana ya no estaba en peligro, entonces se dirigió a Sabrina.—¿Y tú qué haces acá? —le preguntó mientras echaba un
Sofía, extrañada, miró a Francisco.«Él fue quien la obligó a divorciarse y ahora parece él, el abandonado. ¡Es realmente desconcertante!»Sabrina blanqueó los ojos, no quiso seguir en la discusión, así que dijo:—Sí el señor Pérez quiere vengarse por su hermano, lo estaré esperando— y sonriendo agregó—.. ¡Solo espero que qué para la próxima traiga más gente!«¡Que arrogante!» Pensó Martín mientras veía el auto rojo desaparecer de su vista.Martin frunció las cejas, ¡Esta mujer es demasiada arrogante!Al terminar sus palabras, Sabrina se subió a su auto deportivo rojo, pisó el acelerador, y el auto se fue casi volando. —Sabri...Sofía estaba que daba saltos.—Fran, no sabes… Sabri se portó demasiado linda. Ella sola pudo derribarlos a todos. Francisco solo seguía con el rostro cerrado y la mirada enigmática viendo en dirección a donde se fue la chica.Martin Pérez, recordó la mirada encantadora de Sabrina, también su arrogancia, y que ella le cortó el dedo a su hermano… Ad
Sabrina no podía aceptar la realidad.Cuando quiso hacerle una llamada telefónica a su abuelo, vio que en la pantalla saltó una noticia.Noticiero: [Melisa Suarez, la dama más famosa de Barcelona, fijó la fecha de matrimonio con Joaquín Díaz, el hijo mayor de la familia Diaz.]Debajo del titular estaba la imagen de los novios. Al verla, Sabrina se quedó tiesa. Era su novio con quien se iba a casar su prima Melisa, el mismo con quien ella se comprometió hace cinco años. Pero… ¿Cómo es qué se van a casar?¿Creen que ella está muerta?Sabrina de inmediato se puso a investigar lo sucedido durante sus dos años de ausencia y encontró dos cosas:Primero, La familia Suárez anunció públicamente su muerte y celebraron un funeral.Y segundo, que don Darío Suárez, el abuelo de Sabrina y quien controlaba las empresas y el dinero familiar, sufría de apoplejía, producto de tanta tristeza después de haberla perdido. y estaba en estado vegetal.El abuelo era el único que sabía de sus capacidade
—¡Mierda!Sabrina miró hacia los hombres encapuchados que llevaban una pistola en la mano y que entraron corriendo a la cabina de primera clase. Np pudo aguantar la ira.Ella ya estaba muy enojada cuando se encontró con Francisco, y ahora encima secuestran el avión.Se sentía demasiada enojada.¡Tenía ganas de darle una paliza a alguien!Sabrina sonrió y sacó su mano del agarre de Francisco.—Ellos deberían temer —le dijo.Los hombres armados llevaron a los pasajeros al centro de la cabina, las azafatas estaban agachadas con las manos en la cabeza.Sabrina contó 6 ladrones, todos con pistolas y uno llevaba en la cintura una bomba de humo. El líder con otro de los ladrones fue a la cabina de vuelo, mientras los otros vigilaban a los pasajeros. Sabrina captó las posiciones de los asaltadores y cuanto estaba planeando estrategias para atrapar a los cabrones, su muñeca fue atrapada nuevamente.—¡No hagas tonterías!Francisco la empujó detrás de él, conteniéndola.Sabrina sonri
Luego de tres horas, el avión aterrizó en el aeropuerto internacional de Barcelona.De los seis ladrones, cinco murieron y uno quedó herido. Del personal de vuelo, solo los dos pilotos y una azafata fueron lastimados, los demás llegaron totalmente bien. Una vez que Sabrina bajó del avión, se encargó de borrar todos los registros con su imagen. Cuando ya se iba del aeropuerto, Francisco le detuvo.—Sabrina, hablemos. El hombre la miró pensativamente. En los minutos que compartieron durante el vuelo, la Sabrina que tuvo al frente, le sorprendió mucho, por su coraje, agilidad y puntería. ¡Y encima pilotear el avión donde viajaban! Francisco, con todo esto en mente, terminó aceptando la realidad: él no sabía nada de ella.—¡No tengo tiempo! —respondió ella tomando su valija, pero cuando intentó irse…—¡Sabrina!El hombre la tiró de la mano y la empujó a la pared.—¿Me abofeteaste y te quieres ir como si nada?Sabrina miró con frialdad al idiota que tenía al frente y, desa