Lejos de la ciudad, en la villa Marvel.

Sofía estaba en el sofá, atadas las manos y pegada la boca con cinta. Dos hombres la vigilaban. El líder colgó el teléfono y ordenó:

—Suelten a la señorita Herrera.

Al soltarle, Sofía se quitó la cinta y se levantó rápidamente.

—Mateo Pérez ¿qué te pasa? ¿Cómo te atreves a secuestrarme?

Las familias más poderosas de la ciudad: Herrera, y Pérez y García.

Los Pérez, a pesar de no llevarse bien con los Herrera, aún se contactan.

—Señorita Herrera, no le haremos nada. Solo queremos que Sabrina venga.

El corazón de Sofia perdió un latido, recién se enteró de que su excuñada había lastimado la cara de Belén Tiburcio y también le torció una mano.

Sofía sintió que se moría, se acaba de enterar que su excuñada le lastimó la cara y le torció también la mano a Belén Tiburcio.

Mateo Pérez es el enamorado de ella, así que la uso para traer a Sabrina y vengarse de ella.

No podía permitir que Sabri venga.

Sofía intentó tomar el teléfono, pero fue detenida.

—Mateo, Sabri y mi hermano siguen casados, si la lastimas, Fran te hará pagar.

—¡Jajajaj!—Mateo se le rió —¿Pretendes asustarme? Yo ya me enteré de que al Sr. Herrera no le gustaba Sabrina. Durante los dos años de matrimonio, ¡él ni le dio bola!

¿Quién le dio la valentía de lastimar a su diosa?, hoy seguro deberá sufrir las consecuencias.

Sofia apretó los dientes de la furia que tenía, agarró el vaso que estaba en la mesa y se la tiró en dirección a Mateo —¡Cállate, mi hermano y mi cuñada se llevan re bien!

—Aunque no se lleven bien, ella sigue siendo su esposa. ¡Si la lastimas te matará!

Mateo esquivó el vaso que se le venía y se sentó bien tranquilo en el sofá —¡Señorita Herrera, no me asusta sus palabras!

Ya había escuchado rumores de que el Sr. Herrera abandono a Sabrina como si nada. Si es así, ¿Cómo se iba a enojar con él por una mujer que ni le importa?

Mateo tenía una mirada severa. Sabrina había torcido la mano de Belén, entonces él le cortara las dos manos.

Mateo ordenó a los guardaespaldas —¡A Sabrina la obligan a entrar de rodillas!

Sofía furiosa se arremangó y se lanzó sobre Mateo. —Hijueputa, te voy a matar —pero…

La detuvieron los guardaespaldas.

—Señorita no quiero lastimarla, pero si insiste, voy a actuar.

En ese momento un fuerte chirrido de motor resonó en la entrada de la villa.

Sofía recién secuestrada le envió un mensaje a Francisco.

Mateo, con prepotencia veía a la puerta.

A pocos segundos se oían gritos y quejidos de los hombres afuera.

Mateo, expectante se preguntaba

«¿No es Sabrina?»

Siguió un silencio sepulcral… Luego….

¡Tap, Tap, Tap, tap! ¿Tacones?

Una chica en traje negro y tacones de plata entró. Su largo cabello y su vestido eran ondeados por el viento. Sabrina llevaba un palo en la mano. Se veía elegante y bella.

—Ella… ¿Es Sabrina?

Una chica con tacos altos plateados entró en la sala acompañada de la luz lunar. Tenía su largo cabello ondulado y su vestido negro se movía al viento.

Sabrina estaba jugando con el palo que recién había arrebatado de la mano del guardaespaldas, se veía tranquila, elegante y noble.

Mateo miró fijamente con incredibilidad a la mujer bella de la puerta.

Ella... ¿es Sabrina?

Sofía al ver a su amiga, le gritó —¡Sabri, corre, vete!

Mateo reaccionó —¡Cállenla!

Mateo no pudo cerrar la frase, Un viento frío y una figura negra pasó delante.

Luego, gritos se oyeron.