Veo como varios criados traen baúles a casa, supongo que ese el precio que valgo.
— Señorita es hora de irnos— dice el cochero desde el carruaje.
Doy un beso a mis hermanas y me marcho sin mirar atrás, estoy enfadada con papá, me ha vendido por un puñado de monedas espero que al menos halla valido la pena y puedan vivir mejor.
Es la primera vez que viajo en carruaje, me siento un poco mareada me preguntó cuánto tiempo tardaremos en llegar, no se en que momento me quedo dormida. Me despertaron las voces de varias mujeres.
— Señorita despierte—
Abro los ojos y bajo del carruaje, olvidó que hay que bajar el escalón y caigo de bruces contra el suelo. El cochero se acerca para ayudarme, rechaza su ayuda y me incorpora.
El sabor de mi boca es metálico, saco mi pañuelo y limpio mi boca, el pañuelo se mancha con mi sangre, supongo que me he partido el labio.
Bien empezamos, digo para mis adentros.
— Y su equipaje señorita— dice una de las criadas.
— Solo traigo esta bolsa— digo amablemente.
Las criadas se miran entre ellas parecen sorprendidas, me acompañan hasta la casa, nunca en toda mi vida había visto una casa tan grande ni si quiere la iglesia de la aldea es tan grande...
Me llevan hasta una habitación para que pueda tomar un baño y descansar hasta la cena.
— Señora creo que se han equivocado está la habitación es muy grande—
— No señorita está es su habitación, ahora pase al baño para que la podamos ayudar—
Esto es demasiado para mí, me ayudan a quitarme la ropa y me bañan en una bañera llena de pétalos de rosa y aceites.
— Señorita ¿dónde está su ropa? — pregunta una chica.
— Mmm... Pues es todo lo que tengo me pondré el vestido que llevaba—
Ella me mira apesadumbrada pero para que mentir, solo tengo un vestido y algunos juegos de ropa interior.
Cómo no me pueden ayudar a vestir porque mi ropa es muy simple y sencilla,se dedican a peinarme. Estoy cansada yo puedo hacerlo sola pero no quiero que ninguna de ellas se ofenda.
— Señorita vendremos a buscarla cuando la cena este servida—
— Gracias—
Está habitación es más grande que mi casa entera, tengo una librería llena es una pena no saber leer.
Me asomo por el balcón desde aquí puedo ver un inmenso jardín, quizás mañana pueda pasear un rato. Igual esto no es tan malo despues de todo. El único problema es que me aburro como una ostra.
La hora de cenar ha llegado, bajo muy nervioso hasta el salón, he tropezado varias veces por las escaleras, he reconocido al señor de la carta creo que es el mayordomo o algo así.
Me siento en la mesa, pero estoy sola tengo todo tipo de cubiertos a mi lado no se cual utilizar...
— Señorita la comida no es de su agrado? — Pregunta el mayordomo.
— Si todo tiene muy buen aspecto, solo que no se que cubierto debo elegir...—
El me lo explica muy bien pero no presto atención al final me deja sola y comienzo a comer con las manos. Veo como pasa de nuevo, creo que me ha pillado porque me mira con disgusto.
— Señor y el Marqués no vendrá a cenar?—
— Puede llamarme Wilson señorita, respondiendo a su pregunta no el Marqués no regresará hasta mañana me ha pedido que firme esto— dice entregandome un montón de papeles.
— Wilson me puedes decir que esto es por favor—
— Es el certificado de matrimonio, en cuanto lo haya firmado usted pasará a ser la Marquesa de Orleans—
— Solo que hay un problema no se leer ni escribir, yo...—
— Mmm.. ya veo que usted puede hacer algo así—
Me he fijado bien cojo la pluma y hago dos rayas cruzadas.
— Espere antes de firmar debería leerlo para saber si está de acuerdo con las clausulas—
— No importa Wilson yo aquí nunca he tenido opinión así que lo este escrito estará bien—
— Está totalmente seguro...—
— Si Wilson lo estoy— le respondo y le dejo una sonrisa.
— Está bien si la señora ha terminado les pediré a las sirvientas que le preparen un baño—
— No es necesario Wilson me iré directa a dormir—
Me mira raro, creo que no le ha gustado que le dijera que no a lo del baño, pero aquí algunas veces se bañan si hace un rato que me han bañado...
Llego a la habitación hay dos chicas esperando para ayudarme, esto me está empezando a cansar no creo que sea necesario pero tampoco quiero mostrarme descortés.
— Solo tengo este camisón así que no las necesito. Gracias pueden marcharse—
— Al menos dejemos cepillar su cabello, si salimos ya nos van a regañar—
Accedo a qué me cepillen el cabello, me lo recogen en una trenza, se marchan y me meto en la cama, es cómoda demasiado cómoda me atrevería a decir.
Bueno al menos estoy bien y nadie me ha tratado mal, eso es más de lo que puedo desear supongo. Ya soy una mujer casada. Me hubiera gustado tener una boda aunque hubiera sido sencilla, no firmar en un papel con un desconocido bueno no es que mi marido no lo sea pero ni si quisiera era él.
Porque se ha querido casar conmigo, habiendo tantas nobles solteras, en fin eso es algo que no tardaré en descubrir al menos no tendre que pasar la noche con él.
No sé muy bien lo que va a pasar pero solo se que va a doler y el dolor es algo que no me gusta. Hubiera estado bien que alguien me explicará que significa consumar el matrimonio...
Mmm... Supongo que se lo puedo preguntar a alguna de las chicas del servicio quizás alguna esté casada y me pueda orientar de que es lo que debo esperar.
Mis párpados empiezan a pesar, siento que la cama me quiere comer, cierro mis ojos y me dejó llevar al mundo de los sueños.
Me despierta una luz cegadora, apenas puedo abrir los ojos...Me siento en la cama y de nuevo veo a las sirvientas, a ver es bueno tener gente que te cuide pero no es necesario que estén aquí a todas horas, puedo hacer las cosas sola.Bueno hoy intentaré no ponerles las cosas difíciles, así que voy a tratar de coperar, me dan un baño de rosas con aceites de azahar y peinan mi cabello en una trenza.— Señora y su ropa?— dice una de las chicas.— Solo tengo un vestido debe de estar en silla, allí lo deje anoche— Estoy pensando que ayer todos me llamaban señorita en cambio hoy es señora será qué ya saben que estoy casada?Veo moverse a la chica de un lado a otro, su cara está roja y sus ojos vidriosos.— Lo siento señora, yo no sabía... Tire su vestido por favor perdóneme.— — No importa señorita, usted no lo sabía bueno de momento no podré bajar a desayunar así que me pueden servir aquí. También necesito aguja, hilo y unas tijeras— Busco algo con lo que poder hacerme un vestido, abro
Me despiertan el trinar de los pájaros, me desperezo y me siento en la cama. Miro y no hay nadie doy un suspiro, quizás solo fue un sueño y anoche él no vino a mi habitación.Llegan las chicas de todas las mañanas, no me voy a bañar y ni siquiera voy a bajar a desayunar. Ayer dijo bien claro que no debía usar más mi vestido por lo tanto no tengo nada más para ponerme.— Podrían servirme el desayuno en la habitación— — Señora no se encuentra bien, desea que infórmenos al Duque?— — No, no hace falta me encuentro bien solo es que deseo descansar un poco mas— Veo como las chicas abandonan la habitación, como les iba a decir lo de la ropa ya es bastante vergonzoso no tener ropa para encima decir que me ha prohibido usar la que yo misma confeccione.He desayunado tranquila, la mañana pasa lentamente, no tengo nada que hacer por primera vez en toda mi vida me siento una inútil. Me acerco a la librería cojo uno de los libros lo abro y me fijo en las ilustraciones, me gustaría tanto saber q
Otro día y la misma rutina, está mañana cuando me desperté el Duque ya no estaba en la cama, no es que no lo agradeciera pero me hubiera gustado ver su lindo rostro por la mañana aunque he de decir que me aterra y me gusta partes iguales. Supongo que soy rara.La misma sirvienta que trajo ayer un camisón hoy me ha traído un vestido sencillo, he descubierto que se llama Rita estaré agradecida a Rita por mucho tiempo, aunque tengo ropa no tengo zapatos pero lo mismo me da si no puedo salir de la habitación hasta que el señor de la orden, me siento como un pájaro en una jaula, una jaula de oro pero al fin de al cabo una jaula. Un poco antes de la comida ha llegado la modista era una mujer un tanto extravagante y no solo en la forma de vestir sino que también poseía una personalidad arrolladora.De los vestidos que ha traído solo me he quedado con dos los demás necesitan arreglos, en una semana me traera todo un vestidor, yo no lo veía necesario pero el Duque le insistió en que no me podí
Despierto muy cansada, es como si me hubiera pasado un día entero en el huerto, intento levantarme pero en verdad me siento cansada, me incorporo y destapó mis piernas.— A dónde crees que vas?— dice una voz a mi espalda.— Yo, yo... me ha asustado solo quería ir al baño— digo en voz baja.— No te voy a regañar por ahora ya hablaremos cuando estés mejor, yo te llevaré al baño— dice cogiendome en brazos.— Pero que haces, por favor déjame sola necesito intimidad— digo avergonzada.— Si te preocupa que te vea desnuda ya lo he hecho, así que no debes sentir tanto reparo —Cómo? Cuándo me ha visto desnuda? Siento como mis mejillas arden por la vergüenza.— Eres un pervertido—— Bueno quizás un poco pero no veo que hay de malo en ello al fin de al cabo eres mi esposa así que tengo derecho a ver lo que es mío y a tomarlo cuando desee aunque para eso deberás recuperarte primero...—Tapo mi cara con mis manos avergonzada, el sale del baño un momento y yo hago mis necesidades cuando estoy li
Tengo sentimientos encontrados por una parte estoy feliz de que ya puedo levantarme y por otra parte siento un sentimiento de melancolía que poco a poco invade mi cuerpo. Se, que como ya estoy recuperada el dejar de estar a mi lado. Sabía que tarde o temprano llegaría ese momento solo que no estaba preparado, me han dado un baño, me han peinado y por fin ya tengo unas zapatillas que me sirven, los vestidos aún tardarán unos días más en llegar pero por algo se empieza. No puedo pedir nada más.Quiero hacer tantas cosas que creo que voy a colapsar.— Alessandra si no te lo tomas con más calma no te dejare salir al jardín y recuerda que nada de baños en el arroyo— — Está bien señor, comeré más despacio y no me bañare. — digo agachando mi cabeza. Es algo que no me importa si me pongo altiva me prohibirá salir así que un rato callada no me hará ningún mal.— Señor he terminado puedo salir al jardín ya?— pregunto nerviosa— Si pero no te alejes, no hagas que me arrepienta.He recorrido to
Está mujer es odiosa, sabía que tarde o temprano vendría a verme, no se puede negar que es bonita pero su personalidad y su carácter consiguen tapar esa belleza. Ha intentado que nos prometieranos en innumerables ocasiones, a que habrá venido hoy.Paso a mi despacho y ella me sigue, me siento tras mi mesa y ella se queda de pie poniendo cara de pena.— ¿Qué se le ofrece a la Condesa de Ségur?— digo con sarcasmo.— Flavio nos conocemos desde hace años porque insiste en llamarme por mi título estaría bien que me llamaras Sophie— — Está bien a qué debo tu presencia Sophie?— — Escuche que había regresado de la guerra, tenía ganas de verte, pensaste en mi propuesta?— — Ya te dije que no, Sophie te dije que no me casaría si no era por amor...— — Pero Flavio yo te amo y si me dejas estoy seguro de que me amaras también, además si unimos nuestros títulos seremos más poderosos que el rey.— — No sigas y no vuelvas a decir eso jamás, no quiero que me acusen de traición, ya deja de humillart
Abro los ojos, estoy en una cama, igual todo ha sido un sueño y estoy en mi casa! Trato de enfocar mi vista todo está oscuro, intento sentarme pero al apoyar mi brazo siento un dolor que me hace retroceder.— No trates de levantarte— dice una voz a mi lado.Definitivamente esto no a sido un sueño, suspiro y me recuesto en la cama.El Duque se levanta y enciende una lámpara de aceite, se acerca a mí y toca mi frente, el tacto de su mano sobre mi piel hace que mi cuerpo se estremezca.-— Señor podría darme un vaso de agua— digo a duras penas me escuece mucho la garganta y mi voz apenas es audible.El me sirve un vaso, me lo bebo casi de un trago, el me regaña y me pide que tome agua a sorbos no de golpe. Yo asiento con la cabeza y le obedezco.Miro mi brazo y lo veo vendado,a mí mente llegan las imágenes de mi hueso sobresaliendo de la carne, un escalofrío recorre mi cuerpo.— Señor puedo ir al baño yo necesito...— no puedo seguir me da vergüenza decirle que necesito hacer pis pero la
Me despierto al sentir el abrazo de alguien, en un principio me asusto, pero su aroma entra por mis fosas nasales ya se que es Flavio.— Qué tal tu viaje a la ciudad?— — Aburrido, siento haberte despertado— — No importa, hoy no me has leído lo he echado de menos...— — Mañana te leeré el doble— Me doy la vuelta emocionada, no me doy cuenta de que mi cuerpo está totalmente pegado al suyo, siento que mi corazón está desbocado. Mi respiración se acelera. Intento separarme de él, pero el pasa sus brazos por mi cintura.Agachó mi cabeza y la entierro en su pecho, creo que está decisión es todavía peor porque sentir su aroma tan cerca hace mi cuerpo se vuelva loco. Suelta una mano y levanta mi cabeza, mis ojos están clavados en los suyos, siento que voy a desfallecer, se acerca lentamente posa sus labios sobre los míos, la calidez y la suavidad de sus labios me hacen enloquecer, en mi estómago hay una lucha de cientos de mariposas intentando salir, comienza a mover sus labios, besa repet