Tengo sentimientos encontrados por una parte estoy feliz de que ya puedo levantarme y por otra parte siento un sentimiento de melancolía que poco a poco invade mi cuerpo. Se, que como ya estoy recuperada el dejar de estar a mi lado.
Sabía que tarde o temprano llegaría ese momento solo que no estaba preparado, me han dado un baño, me han peinado y por fin ya tengo unas zapatillas que me sirven, los vestidos aún tardarán unos días más en llegar pero por algo se empieza. No puedo pedir nada más.
Quiero hacer tantas cosas que creo que voy a colapsar.
— Alessandra si no te lo tomas con más calma no te dejare salir al jardín y recuerda que nada de baños en el arroyo—
— Está bien señor, comeré más despacio y no me bañare. — digo agachando mi cabeza. Es algo que no me importa si me pongo altiva me prohibirá salir así que un rato callada no me hará ningún mal.
— Señor he terminado puedo salir al jardín ya?— pregunto nerviosa
— Si pero no te alejes, no hagas que me arrepienta.
He recorrido todo el jardín, es enorme he visto que el arroyo recorre gran parte del terreno, también he visto que hay varias hectáreas de cultivos, no se pero creo que esto más grande de lo que un principio creía.
Recogió flores silvestres y me tejió una corona, me tumbado en la hierba y me dejó acariciar por la brisa, miro al cielo. El sol está en lo más alto, mi salida se ha acabado es medio día es hora de volver a casa.
Mientras voy caminando veo que un carruaje se acerca a la casa tiene un escudo en uno de los portones, es un águila comiéndose una serpiente, ¿quién se tratará? ¿Quién será?
Poco a poco llegó a la altura del carruaje, veo a una mujer bajar, lleva unas ropas muy bonitas y caras debe de ser alguien importante. Veo como camina hasta la casa, tiene el cabello negro como la noche y lo lleva recogido, lleva un pequeño sombrero y camina con un perrito muy raro es pequeño y blanco, eso no es lo que de verdad me extraña sino que lo lleva lleno de lazo ¡En fin serán estas las extrenticidades de la nobleza de las que tanto se hablaron en el mercado!
Camino despistada y sin querer piso una patita del perro, no se en que momento el perrito se ha alejado de su ama.
Ella se voltea y se dirige a mí como una fiera.
— Estúpida criada, pagarás con creces el daño que le has echo a Fufu, — dice y me pega un bofetón que no veo venir.
Las lágrimas empiezan a caer de mis ojos, se lo que me pasaría si le devolviera el golpe, no tengo tiempo a huir, ella coge mi pelo y me tira al suelo. Caigo en un charco de barro, ella pisa mi cabeza, intento moverme pero alguien me agarra para que no lo haga.
— Wilson, Wilson llama a Flavio está estúpida tiene que recibir un castigo por tocar a mi Fufu—
La persona que me tenía agarrada me levanta del suelo, no puedo dejar de toser casi me ahogo en el barro.
— Flavio amore, una de tus criadas se ha atrevido a tocar a Fufu, sabes que Fufu es muy importante para mí— dice haciendo un puchero.
— Creo que ya las has castigado bastante no crees, dice sin mirarme.—
El hombre me suelta, salgo corriendo sin un rumbo definido solo quiero huir de esta situación, ni si quiere me ha defendido me siento humillada, creo que no merecía esto.
Ojalá se quede con ella y se olvide de mi, pienso mientras las lágrimas no dejan de brotar de mis ojos, sumergiéndome en un llanto incontrolable.
Estoy cansada y tengo hambre he corrido mucho tiempo,veo una pequeña cabaña, bueno algún día lo fue, paso dentro y me quedo sentado cerca de una chimenea, recojo un poco de leña y la enciendo.
Salgo a fuera de nuevo, tengo hambre pero solo he encontrado algunas bayas, bueno menos es nada, me las como y me tumbo en el suelo cerca de la chimenea. Al menos no tendré frío. Escucho truenos en la lejanía, se avecina tormenta solo espero que no sea muy fuerte y la casa resista.
Me despierto al oír explosiones, me levanto rápido el cielo está oscuro me he debido de quedar dormida, el cielo se ilumina hay una gran tormenta y está justo encima de mi. Avivó un poco el fuego hasta que gasto toda la leña, espero que aguante unas horas sino pasaré frío.
Busco alguna lámpara de aceite o alguna vela para poder iluminar un poco la estancia, he encontrado una lamparita tiene algo de aceite la enciendo y miro mejor donde estoy, esto debe ser una cabaña de paso, quizás para la caza, veo un camastro tirado y una silla. Cojo el camastro y lo dejo de golpe dentro del colchón de lana hay un nido de ratas...
Si me quedo cerca del fuego las ratas no se acercarán, miro todo mi cuerpo para ver qué no tengo ninguna herida de ser así, las ratas olerían mi sangre y entonces no tendrían amparo me atacarían para comer mi carne.
El fuego está a punto de apagarse cojo la silla y la lanzo al fuego, ahora si que no queda nada más para quemar, los chillidos de las ratas me están empezando a desesperar.
Los primeros rayos de sol despuntan en el alba, salgo corriendo de la casa, no quiero pararme y que me ataquen esos animales, camino despacio pero lo hago estoy cansada, tengo frío, hambre y no he dormido nada, miro mis zapatillas. Y otra vez siento ganas de llorar, eran tan bonitos y cómodos y ahora en cambio están rotos y llenos de barro.
Escucho caballos y voces, no quiero que me encuentre seguro que esa mujer quiere azotarme o algo peor.
El Duque ni siquiera me miró, dejo que ella me humilló, quizás no sabía quién era? me miró y veo como estoy cubierta de barro pero aún así ya no quiero volver.
Me esconderé se que hay castigo por abandonar el hogar, pero eso no me importa correré el riesgo con suerte podré salir de sus tierras y empezar una nueva vida en otro sitio.
Camino de espaldas despacio y poco a poco doy un paso y no hay suelo intento recuperar el equilibrio pero no puedo caigo rodando por una ladera.
No puedo evitar soltar un grito de dolor al ver el hueso de mi brazo sobresaliendo de la carne, comienzo a marearme. Lo último que veo es un hombre que se acerca a mí a toda prisa, después de todo es oscuridad.
Está mujer es odiosa, sabía que tarde o temprano vendría a verme, no se puede negar que es bonita pero su personalidad y su carácter consiguen tapar esa belleza. Ha intentado que nos prometieranos en innumerables ocasiones, a que habrá venido hoy.Paso a mi despacho y ella me sigue, me siento tras mi mesa y ella se queda de pie poniendo cara de pena.— ¿Qué se le ofrece a la Condesa de Ségur?— digo con sarcasmo.— Flavio nos conocemos desde hace años porque insiste en llamarme por mi título estaría bien que me llamaras Sophie— — Está bien a qué debo tu presencia Sophie?— — Escuche que había regresado de la guerra, tenía ganas de verte, pensaste en mi propuesta?— — Ya te dije que no, Sophie te dije que no me casaría si no era por amor...— — Pero Flavio yo te amo y si me dejas estoy seguro de que me amaras también, además si unimos nuestros títulos seremos más poderosos que el rey.— — No sigas y no vuelvas a decir eso jamás, no quiero que me acusen de traición, ya deja de humillart
Abro los ojos, estoy en una cama, igual todo ha sido un sueño y estoy en mi casa! Trato de enfocar mi vista todo está oscuro, intento sentarme pero al apoyar mi brazo siento un dolor que me hace retroceder.— No trates de levantarte— dice una voz a mi lado.Definitivamente esto no a sido un sueño, suspiro y me recuesto en la cama.El Duque se levanta y enciende una lámpara de aceite, se acerca a mí y toca mi frente, el tacto de su mano sobre mi piel hace que mi cuerpo se estremezca.-— Señor podría darme un vaso de agua— digo a duras penas me escuece mucho la garganta y mi voz apenas es audible.El me sirve un vaso, me lo bebo casi de un trago, el me regaña y me pide que tome agua a sorbos no de golpe. Yo asiento con la cabeza y le obedezco.Miro mi brazo y lo veo vendado,a mí mente llegan las imágenes de mi hueso sobresaliendo de la carne, un escalofrío recorre mi cuerpo.— Señor puedo ir al baño yo necesito...— no puedo seguir me da vergüenza decirle que necesito hacer pis pero la
Me despierto al sentir el abrazo de alguien, en un principio me asusto, pero su aroma entra por mis fosas nasales ya se que es Flavio.— Qué tal tu viaje a la ciudad?— — Aburrido, siento haberte despertado— — No importa, hoy no me has leído lo he echado de menos...— — Mañana te leeré el doble— Me doy la vuelta emocionada, no me doy cuenta de que mi cuerpo está totalmente pegado al suyo, siento que mi corazón está desbocado. Mi respiración se acelera. Intento separarme de él, pero el pasa sus brazos por mi cintura.Agachó mi cabeza y la entierro en su pecho, creo que está decisión es todavía peor porque sentir su aroma tan cerca hace mi cuerpo se vuelva loco. Suelta una mano y levanta mi cabeza, mis ojos están clavados en los suyos, siento que voy a desfallecer, se acerca lentamente posa sus labios sobre los míos, la calidez y la suavidad de sus labios me hacen enloquecer, en mi estómago hay una lucha de cientos de mariposas intentando salir, comienza a mover sus labios, besa repet
Bajo a desayunar Flavio está sentado ya en la mesa, lo miro de reojo y no puedo evitar sonrojarme al recordar los besos de anoche.— Buenos días señor— el frunce el ceño y rectifico.— Buenos días Flavio— Ahora sí me sonríe, me siento y comienzo a desayunar, miro mi brazo vendado suelto un suspiro, al menos lo tengo! Ojalá y el dolor cese pronto y pueda volver a utilizarlo.Flavio termina su desayuno y sale hacia su despacho, supongo que tendrá mucho trabajo si ha estado durante una semana cuidándome tendrá mucho atrasado. Salgo al jardín con mi dama de compañía, — Marie tu sabes dónde tenemos la hombría?— A ella le da la tos y por nada se ahoga.— Señora que preguntas tiene! Las mujeres no tenemos hombría eso solo lo tienen los varones...— — Y donde está? Y qué es? Para que sirve?— lleno de preguntas a Marie.— Señora creo que eso será mejor que se lo explique su esposo...— Insisto un poco más pero ella no parece dispuesta a resolver mis dudas, es una pena que nadie me halla ex
Hemos salido temprano, el palacio está bastante lejos de aquí, me siento nerviosa y preocupada por hacer las cosas bien. Ahora se que el siente algo por mi, no le puedo decepcionar.Me portare bien y pasare desapercibida, seguro que así nada sale mal.Nunca había estado tanto tiempo sentada en un carruaje, bueno tampoco es que halla viajado mucho! Está es la segunda vez que monto en uno de estos.Flavio está muy callado, eso me está haciendo sentir incómoda, solo me mira y de una manera extraña desde que hemos montado al carruaje, ni siquiera se ha sentado a mi lado, no sé si alguna vez seré capaz de entender a este hombre.Después de varias horas de viaje, llegamos al palacio, los jardines son impresionantes, paramos cerca de la entrada, Flavio baja y me ayuda a bajar cogiendome en brazos eso hace que me sonroje.Me deposita en el suelo con cuidado y arregla mi vestido. Coge mi mano y promete no soltarla, no me dejara sola y promete que nadie me faltará el respeto. Una sensación de s
FlavioNunca pensé encontrarme a mi hermanita aquí, ni siquiera me avisó de que vendría al reino, cuando me cogieron de la mano y me arrastraron a la pista de baile estaba encendido por la cólera quién se atrevía a tocar mi mano y más a sacarme a bailar. Pero levante la cabeza y y pude ver esos ojos grises que me miraban con dulzura. A partir de ahí toda mi ira desapareció. He hablado tanto con ella que he perdido la noción del tiempo, también he estado hablando un rato con con mi cuñado, nos hemos estado poniendo al día sobre unos asuntos importantes, he prometido que pronto viajaré a sus tierras y resolveremos varios de sus problemas.Miro hacia mi derecha no veo a Alessandra, volteo mi cabeza y tampoco la logro encontrar, a la que si veo es a la víbora de Sophie, está sonriendo y hablando con otras damas. Pero dónde demonios se ha metido? Es que no puede obedecer una orden simple. Esta mujer es un verdadero dolor de cabeza!— Hermano qué pasa? Se te ve preocupado a quién buscas co
— Alessandra vamos no puedes dormir ahí métete en la cama— Me levanto del sofá y voy a la cama con los ojos medio cerrados, no replico nada, simplemente obedezco.Me despiertan los primeros rayos del día, me siento en la cama con cuidado, miro hacia la derecha y veo a Caterina, había olvidado que estaba en su habitación, me levanto y voy al baño, mi vestido esta súper arrugado y mi pelo es una maraña parece un nido de pájaros.— Que bien que ya estés despierta, cómo has dormido?— — Bien, muchas gracias señora por dejarme dormir con usted— — No seas tan formal y llámame Caterina, llamaré para que te ayuden a vestirte— — No hace falta, además no sé dónde puede estar mi baúl...— — Ya todo está solucionando ahora te contaré, me arreglo y pido todo lo que pueda hacerte falta.— Caterina sale de la habitación dejándome sola, me acerco al pequeño balcón. Desde ahí puedo ver a los sirvientes corriendo de un lado a otro, a algunos nobles abandonando el palacio sus carruajes, esto es un po
🌡️🔥Llevo toda la tarde nerviosa, Caterina me ha pedido que me relaje en varias ocasiones pero es que no es tan sencillo como ella se cree. Nunca he visto a un hombre desnudo quieto saber en qué nos diferenciamos.Caterina también me ha explicado que no debo de ser tan directa que eso no es propio de una dama pero que lo puedo hacer en la intimidad, dice que parezco una niña en muchos aspectos, no entiendo muy bien a qué se refiere pero ella es tan buena conmigo que no le he replicado.Hemos cenado Caterina y yo solas, Flavio ha cenado algo en su despacho Wilson nos ha dicho que tenía mucho trabajo. Es la hora de retirarnos no veía el momento de marcharme, aunque no se cuando vendrá Flavio a descansar.— Alessandra toma— dice Caterina entregándome un camisón. Lo miro y lo remiro, es casi transparente y no cubre apenas nada. Esto no es práctico para dormir...— Agradezco tu regalo pero no creo que sea cómodo para dormir.— digo levantando una ceja— Niña no es para dormir es para que