Otra vez me encuentro en la misma situación, de nuevo subo al carruaje pero esta vez papá lo tiene todo muy controlado. Ha contratado seguridad y hasta ha traído amigos del frente para que no pueda sucederme nada malo.

Desgraciada o afortunadamente no hay señales de Rodrigo, no sé si está bien o por el contrario ha muerto por el disparo de Carlos, lo único que pudieron encontrar fue el caballo a bastantes millas de allí pero de él no había ni rastro. Tampoco ha vuelto por casa aunque allí vive su madre dudo que lo haga. No es algo que le vayan a perdonar tan fácilmente, ojalá y allá embarcado en algún barco mercante y comience una nueva vida en otro lugar. Ojalá encuentre el amor y esta vez sea correspondido.

Llegamos a la Catedral, el carruaje para y mi padre baja primero para ayudarme a bajar. Cogida de su brazo comienzo a subir las escaleras el corazón me late demásiado fuerte. A partir de hoy mi vida dejará de ser la misma ganare muchas cosas pero perderé muchas más, sobre todo mi