Caminar a casa se había convertido en una utopía para Abril.
Primero; porque le avergonzaba que alguno de sus vecinos la hubiera visto correr en pijama. No quería imaginar lo que pensarían de ella. Segundo; porque desde que salió de clases,imaginaba ver al director por todos los lugares por los que transitaba. Tercero y más importante; la ropa que llevaba se sentía ajena a su cuerpo. Debía agradecer por tenerla y no regresar en pijama,ni pasarse las horas en clase con ella,pero no le agradaba el olor a ropa guardada. El claxon de un auto tras ella le provocó un susto de muerte. Estaba en la acera pero no sabía con qué clase de locos se podría encontrar hoy en día. Suspiró al ver que se trataba de Mayo, en su auto descapotable. Un BMW, serie 5,de color rosa. El mismo automóvil con el que siempre había soñado. —¿Te asusté? —Preguntó bajando sus lentes de sol,estacionando el coche en la acera. Abril la observó por un momento. Mientras mantenía las manos en el volante,se podía ver las pulseras y el reloj de oro en su mano derecha. Su busto resaltaba por sobre aquella blusa naranja,y su melena castaña se dejaba caer sobre él,sus ojos zafiros eran como dos cataratas,llenas de emociones. Podías reflejarte o perderte en ellos. Al menos así fue siempre para Abril. Mayo era la chica con la que cualquier hombre soñaba. —Casi me matas de un susto —Susurró alarmada,mientras se disponía a entrar en el vehículo—. Sabes que no es necesario que me lleves,mi casa está cerca y no me molesta caminar. —Perdón por querer sorprenderte —Dramatizó la castaña. Abril sonrió ante el puchero tan infantil de su amiga. —No es eso,es solo que no hay necesidad —Aclaró poniéndose el cinturón de seguridad. Mayo se giró y tomó un bolso plástico del asiento trasero y se lo extendió. —Lo compré para ti. —Informó cambiando el tema por completo—. Úsalo esta noche. —¿Qué hay esta noche? —Preguntó ceñuda. —Noche de chicas. —Se limitó a decir. —Debiste decirme,seguro que ir de compras ayer me hubiera despistado un poco y no estaría en el problema en el que estoy ahora. —Se lamentó la rubia. —No solo llegaste un par de minutos tarde ¿Cierto? —Preguntó amable,sin presionarla,quería saberlo pero no quería hacer sentir incómoda a su amiga,sabía que para Abril abrirse requería de tiempo,aunque ya no lo necesitaba tanto con ella, necesitaría unos minutos para centrarse. Abril cerró los ojos y contó hasta diez, repitió el proceso en su cabeza una y otra vez hasta que logró estabilizarse, sabía que podía contarle cualquier cosa a Mayo pero le molestaba solamente pensar en lo que había pasado en la tarde,no solamente había ido en paños menores a la universidad, sino que también se había atrevido a gritarle al director. Cuando al fin pudo estabilizar sus emociones le contó lo sucedido a la otra chica. —Vaya,no sabía que el director fuera tan dócil,como siempre lo están comparando con Shrek. —Dijo la castaña para sus adentros sin darse cuenta de que hablaba en voz alta. No se tomó demasiado en cuenta el que Abril hubiera llegado en pijama, conocía lo distraída que podría llegar a ser y no le sorprendía—. ¡Seguro que es un príncipe azul! —No seas idiota —Susurró lo bastante audible. La castaña rio a carcajadas mientras encendía el auto y emprendía camino a casa. Abril encendió el reproductor de música del auto y se quedó absorta en sus pensamientos,mientras en la radio sonaba una canción de Aitana War. Mayo se estacionó frente a la casa de Abril, la rubia suspiró y bajó del auto, después de despedirse con dos besos en las mejillas de su mejor amiga. Cuando Mayo se había ido se giró para ver el lugar. La casa estaba ubicada en un complejo residencial, donde solo habían casas de ensueños con jardines hermosos y albercas en la parte trasera. La suya no era la excepción. Era una lujosa casa blanca de tres niveles con azotea. Suspiró. Este era su destino,el lugar que la mantenía prisionera. Su jaula de oro. Donde pronto empezaría su bucle infinito. Al entrar a casa,vio dos empleadas desempolvando la sala de estar la cual estaba pintada de color blanco y decorada en su mayoría con cuadros y jarrones antiguos. Más un sofá blanco. Subió las escaleras que estaban en medio de la sala y llegaban hasta el segundo piso donde se encontraba su habitación. Entró en la primera puerta a la derecha. El lugar era bastante amplio; una cama de dos plazas y un clóset. Frente a ello un gavetero de madera con un espejo sobre él. Si lo veías bien,el lugar era hermoso y estaba perfectamente organizado pero jamás pudo decorarlo a su gusto,no había ningún rastro de ella en ese lugar,más que la ropa y los cosméticos que Mayo le obsequiaba. Luego de quitarse el uniforme sonrió con desgana,sabiendo que en la noche saldría de fiesta. Entró a la ducha y luego de asearse,salió envuelta en una toalla, mientras con una pequeña secaba su cabello. Vio el vestido que Mayo le había dejado; era un top diez en moda de diseñador,no sabía mucho del tema pero sabía los gustos exquisitos de su mejor amiga. Se probó el vestido y quedó maravillada viendo cómo le quedaba frente al espejo. Era un juego de falda y blusa rosa que se hacía lucir casual,pero que por las lentejuelas y los laterales bordes, quedaba como vestido de noche. Le añadió unos tacones altos de color beige y un collar dorado con un pequeño rubí en el centro. Miró su cuerpo,una de las partes que más le gustaba de él eran sus piernas,sus largas piernas. Verlas le recordó a lo que había pasado antes,en la dirección. Justo ese día había elegido usar unos shorts para dormir. Bufó internamente recordando lo sucedido. El director le había dado una nota,y ella no la había leído. Se giró y buscó entre su uniforme escolar, encontró la nota en el bolsillo derecho. No voy a manipularte para estar conmigo,sería muy bajo de mi parte,pero sé cuánto lo deseas y no es algo que me niegue a hacer. Mantén el secreto y ven a la dirección que te envié por correo. Abril releyó la nota una y otra vez, estaba segura de que había sido la nota del director y de que en ella se le estaba insinuando. Pero, ¿Ella de verdad lo deseaba? Había veces en la que se lo había imaginado desnudo por inercia, pero era inconcientemente. Eso no significa que le gustara,simplemente era su mente jugándole una mala pasada. Pero ahora que había recibido una oferta cómo esa,lo único en lo que podía pensar era en el director y en el inexplicable hormigueo que comenzaba a escalar por sus piernas. Revisó G***l desde su celular. Efectivamente tenía un correo nuevo que anotaba una dirección. De: Javicarrasco0022@g***l.com Para: Abrilsforever@g***l.com Asunto: Te adjunto la dirección de mi casa. Debajo había un enlace de G****e maps con la ubicación exacta. Había imaginado cientos de veces cómo sería ser besada por él. No había recibido un beso en su vida, y no tenía ninguna experiencia sexual que no fuera con Mayo, cuando ambas intentaban entender sus cuerpos. No había pasado de algunas caricias y besos. Que,al final no se sintieron nada bien,eran niñas entonces y no tenían experiencia en ello. Ahora era más real,estaba recibiendo una invitación a lo que podría ser la mejor experiencia de su vida y esta vez no se sentía como cuando los chicos de la preparatoria o la UNI la invitaban a salir,se sentía más real. Era como estar viajando inmersa en el éxtasis. Se imaginó la respuesta de Mayo, indudablemente habría sido un rotundo sí,seguido de un abrazo de felicitación. Ella,siempre había sido su Pepito Grillo y esta era una decisión única en la vida. Agradeció haberse puesto el conjunto que le había obsequiado,ahora solo tenía que ir al lugar indicado. Miró el reloj de su móvil,rondaban las cinco de la tarde,no se reuniría con Mayo hasta las siete. Tenía tiempo para ir y venir, aunque él vivía al otro lado de la ciudad. Tomó su bolso,luego de entrar el celular y se apresuró a salir de la habitación. Tuvo que tomar un taxi. Las estaciones del tranvía estaban lejos de su vecindario y no tenía tiempo para caminar. Llegó al lugar en la nota,era una casa de ladrillos de dos niveles,en plena carretera. Tenía un jardín delantero muy lindo con rosas que resaltaban a simple vista. Suspiró buscando el valor para salir del auto,después de que lo hiciera,no habría marcha atrás. Al final lo hizo, salió después de pagar al taxista,quién le agradeció con una sonrisa,luego de dejarle su número por si algún día necesitaba un taxi de confianza. Suspiró internamente frente a la casa. Inhaló y exhaló una y otra vez. Se acercó a la puerta de entrada y dejó la mano empuñada haciendo amague para tocar pero se detuvo al ver el timbre de entrada. Se mentalizó lo que estaba a punto de hacer ¿Y si todo había sido una broma? Tal vez el director no estaba interesado en ella y solo la había invitado para probarla,saber qué tan indecente podría llegar a ser.—¿Qué haces ahí? —Preguntó el director abriendo la puerta,una vez que Abril había decidido marcharse. La chica se giró tímidamente—. Entra. Para Abril esas palabras fueron una orden. Sin decir nada se acercó a él. Javier se hizo a un lado dejándola pasar. Se quedó de pie,trás él,mientras el mayor cerraba la puerta. Observó el lugar; había un recibidor con muebles de caoba con algunos cojines color blanco y negro y una chimenea detrás. Sobre la encimera de granito habían varias fotos enmarcadas que no podía ver a simple vista. Y un jarrón debajo de ella. En la mano derecha de la sala estaba el mástil de una puerta de color caoba,con cortinas colgantes y unas escaleras del mismo color,del otro lado de la sala que no pasaban desapercibidas. —Toma asiento. —Pidió quitando el abrigo de la chica—. ¿Quieres algo de tomar? —Preguntó amablemente. No parecía tener el típico tono altanero de siempre. Por un momento, mientras quitaba el abrigo,su dedo tocó la piel de Abril. Pero se apartó u
Era lunes por la mañana, habían pasado cuatro días desde que vio al pelinegro,no fue a la escuela el viernes,día después de la "Fantasía" la había nombrado así porque no quería darle más importancia de la que él le había dado,agradeció que no hubiera tocado su pureza,tal vez lo pensaría mejor la próxima vez, antes de liarse con alguien. Al menos eso se repetía a sí misma,porque su cuerpo no lo entendía,haber sido tocada por él se aquella manera había tenido las mismas consecuencias que si hubieran hecho el amor. Desde aquel día, se sentía diferente sus pechos dolían,su parte íntima se sentía extraña,al igual que su cavidad trasera. Su cuerpo en general había cambiado. —No juegues con la comida. —Ordenó sereno,una voz masculina desde el otro lado del comedor. Abril asintió sin poder contradecir a su padre. Envolvió el espagueti con el tenedor que segundos antes usaba para golpear la mesa y se lo llevó a la boca. No le apetecía comer y aún menos si era junto a su padre. Lo amaba,era
Giró al ver el causante de sus latidos acelerados, definitivamente era él,el guapísimo director con el que había estado hace varias noches. —¿Quieres que te lleve a casa? Tu chófer ya se ha marchado. —Le susurró Javier en el oído izquierdo para que Mayo no lo oyera, había escuchado la conversación de ambas chicas. No había enojo ni burla en su voz,sino preocupación. Sabía que el hecho de que Abril estuviera tan distraída como para no recordar el día festivo,era su culpa en gran manera. La chica seguía estática,sin poder articular palabra. De pie,con las manos del mayor rodeando sus caderas y el teléfono en su oreja derecho. No sabía qué hacer con su mano izquierda,si golpear a Javier y salir corriendo de allí a toda velocidad o rodearlo y besarlo de nuevo. Porque de algo estaba segura, quería probar sus labios una vez más. Miró su atuendo,llevaba el mismo top que de costumbre;una camisa de seda, blanca,manga corta,desabrochada y unos pantalones negros de seda,junto con unos zapato
Ya había anochecido cuando Javier estacionó el automóvil en la entrada de su casa y se dispuso a bajar,no apagó el motor ni las luces, simplemente cerró la puerta. Caminó hasta estar cerca de la casa y tocando un botón que previamente había sacado de su bolsillo, levantó el techo trasero de madera,como si de una puerta corrediza se tratara,dejando notar una puerta de metal en el interior. Resultaba ser una puerta que guardaba una puerta levadiza de hierro en su interior. Abrió la segunda puerta luego de introducir la llave y elevarla,entonces se visualizó la marquesina donde guardaba su coche. Regresó a la entrada y abrió el automóvil,al estar dentro condujo nuevamente hasta ingresarlo en ella. Salió del auto y de la marquesina, repitió el proceso hasta dejar el lugar cerrado. Guardó las llaves en su bolsillo derecho y se encaminó a la casa. Debía mentalizarse lo que haría a partir de ahora,lo último que deseaba era herir a la chica pero ya lo había hecho,lo sabía perfectamente.
—¡Que me prestes atención! —Exclamó Mayo,molesta con su mejor amiga. Habían estado estudiando toda la tarde desde que Abril llegó a su casa. Ni siquiera la saludó antes de entrar a la ducha y ahora que habían hecho una pijamada para quedarse estudiando. Ni siquiera le prestaba atención. —¿Eh? —¡Joder Abril! —La rubia miró a su amiga,había olvidado por completo que estaban estudiando para la práctica de psicología jurídica de Abril y como siempre, Mayo prometió ayudarle a estudiar—. te he estado hablando durante dos horas sobre esta m****a. Ya sabes que yo soy la que ignora la tarea, tú eres la luchona que ve por su futuro desde ahorita y no se perdería una oportunidad de quemarse las pestañas estudiando. —Se quejó la castaña. La rubia estaba estática. Mayo suspiró. Trataba de descifrar a su amiga pero ni siquiera ella lo entendía,no era la versión distraída de Abril ordinaria, tenía un semblante de alegría—. ¡dime ya! ¿Qué te pasa? —No es nada,solo no he podido dormir bien desde aye
¡Hola,hola! no os preocupéis este es un comunicado breve. Primero que nada; gracias por darte una pasadita por acá y llegar hasta aquí,te invito a seguir leyendo,te aseguro que no te arrepentirás, pero primero hay ciertos puntos que deberías saber antes de continuar: Esta historia no está dirigida a todo público, especialmente por su contenido delicado. Las acciones y algunos de los pensamientos de mis personajes no deben ser tomados como forma de ‘expresión’ o ‘estilo’ ni mucho menos puestos en práctica porque muchas son incorrectas, aveces un tanto insensatas e incluso,me atrevería a decir, precipitadas. Cómo ya debieron notar toca temas sensibles, cómo el suicidio,la aceptación personal,la homosexualidad, las autolesiones y la discriminación social,además de cierto contenido erótico,por lo que es solo apta para mayores de edad. En algunos capítulos la historia tiene referencias a la cultura japonesa (ya que varios de los personajes son Otakus/fujoshis/fudanshi,etc…) Por lo que
Era lunes por la mañana y Abril debía ir a clases,no le apetecía después de todo lo que había pasado pero quería ver a Javier y según Mayo, él también lo querría. Pese a que su razón le indicaba que vistiera cómo normalmente lo haría, algo en ella la animaba a vestirse más femenina. Excepto por la mochila en su hombro,no parecía que fuera a estudiar. Sobre todo por la blusa corta que dejaba notar su abdomen. Tenía puesto sus audífonos, mientras se dirigía a la universidad. Se los quitó cuando vio un Mercedes Benz idéntico al de Mayo pero en lugar del color rosa pastel que solía llevar,este automóvil tenía un letrero bastante llamativo con distintos personajes de animes e historietas Yaoi,con la cara sonrojada y miradas sugerentes. Abril chilló emocionada al ver algo como eso,se apresuró a sacar su móvil y tomar todas las fotografías que pudiera antes de que el auto siguiera su camino. —Te dejaré tomar todas las fotos que quieras,no tienes que apresurarlo. —Chilló Mayo tras ell
—¡Venga ya! te ves hermosa. —Afirmó Mayo,tratando de aumentar un poco el autoestima de Abril. Abril suspiró,no es que se sintiera fea con aquel vestuario pero obviamente no podía competir con el atractivo natural de Mayo. Por eso,aunque no lo admitiera se veía a sí misma como una niña comparada con ella. Aún más ese día. Era domingo por la tarde,el día que saldrían de fiesta con Javier y Gabriel. Mayo en su afán de conquistar al rubio había elegido una ropa de vanguardia,con el pelo suelto y una blusa azul que resaltaba su gran busto,mientras que abajo llevaba unos shorts jeans y zapatillas azules que al igual que su maquillaje hacía juego con su blusa. La rubia miró a su amiga de arriba abajo y suspiró,no había manera de competir contra algo así. Junto a ella, se sentía sin brillo, pero Mayo era su mejor amiga y no podía decirle algo así, sobretodo porque sabía que ella no había elegido lucir como una modelo europea. Ambas estaban esperando la llamada de Javier en la habitación