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Cómo inicia la noche...

—Mayo dice que les falta poco para llegar. —Informó Gabriel a Javier que, sentado frente a él solamente asintió intentando asimilar la situación—. Entiendo que no puedas darte el lujo de ser visto con ella pero yo podría ir a buscarlas.

—No seas estúpido. —Dijo Javier observando el reloj dorado en su mano derecha. Faltaba menos de media hora para su encuentro con Abril, ansiaba verla,imaginaba que esa noche en particular estaría más hermosa que nunca.

Él nunca había llegado tarde a una cita y no toleraba la impuntualidad pero si se trataba de ella podía perdonarlo.

Paseó su mano derecha por su cabello tratando de mantenerlo en perfecto estado,el vestuario que había elegido estaba diseñado para mezclarse con la multitud y no sobresalir demasiado, pero quería estar a la altura de las expectativas de Abril. Por lo que también le había agregado algunos toques sofisticados, cómo el reloj de oro.

—Si Abril no puede entender mis motivos entonces no me importarán los suyos. —Sentenció Javier luego de una breve pausa.

—Vaya,hombre. —Musitó Gabriel. Por la manera en la que Javier se comportaba esa noche estaba seguro de que para él también era difícil tener que encontrarse a escondidas con Abril pero el magnífico Javier Carrasco nunca se permitiría decirlo en voz alta.

—Regreso en un momento. —Dijo Javier tras levantarse de la mesa. Gabriel sólo asintió y se dedicó a observar su teléfono móvil.

Tan pronto como Abril,acompañada de la mano de Mayo cruzó la puerta,fue golpeada por el fuerte ruido y las luces brillantes del club, el cual tenía un ambiente muy clásico y masculino.

Los muebles eran todos de madera y en los anaqueles tras la barra había algunos adornos de latón. Habían muchos taburetes y mesas de bar de madera, así como algunas mesas de billar. El pub también tenía una gran barra con mucha cerveza de barril y algunas máquinas de discos alrededor.

Mientras Abril observaba el lugar su vista se cruzó con Gabriel que continuaba sumergido en su teléfono celular. Abril examinó un poco más en busca de su cita la cual no podía ver en el lugar.

Mayo se apresuró hacia él llevando a Abril a rastras,al estar cerca de Gabriel lo abrazó por detrás tomándolo por sorpresa, mientras Abril tomaba asiento frente a él. Tras darle un beso en la mejilla, Mayo se dejó ver por Gabriel que suspiró tras sonreír cortésmente pero algo disgustado con las muestras de afecto de Mayo hacia él.

—Abril, Javi salió por un momento, ya no debe tardar. —Informó Gabriel aprovechando la ocasión para ignorar a la castaña.

—Está bien. —Contestó Abril,sin dejar ver su desilusión. Gabriel dejó de mirar el celular para observar a Abril.

—Por cierto,sobre vernos aquí... ¿No lo odias, verdad? yo lo elegí porque está lejos de la ciudad y ya sabes,que vean al director con una universitaria podría meterlo en problemas. —Farfulló incómodo. No era mentira. Javier deseaba ir por ella,en otra ocasión lo habría hecho tal cual se lo imaginaba Abril pero su prudencia era mayor que su deseo. Se convencía de hacer lo correcto al menos en eso.

—No me molesta. —Contestó observando el ambiente. Por la música a penas y podían escucharse entre sí pero entendía más o menos lo que el rubio quiso decir—. Te confieso que al principio me sentía ansiosa cuando escuché que vendríamos a un lugar cómo éste pero entiendo porqué lo eligieron y las condiciones de mi relación con el director, así que estoy emocionada. —Confesó sonriendo. Mayo chasqueó la lengua,sin importar cuánto se esforzaba no era capaz de aceptar a Javier.

—Mmm ¿Les gusta la cerveza?

—Preguntó el chico cambiando el tema de conversación. Ellas se miraron entre sí.

—Obvio no. —Contestó la rubia—. La cerveza es la bebida más dañina entre las dañinas. —El rubio enarcó una ceja.

—¿Y eso de dónde lo sacas? Según sé, el vodka es el licor más dañino para la salud. —Obvió Gabriel con el ceño fruncido.

—Científicamente sí,pero hablamos por la estética,la cerveza infla el estómago. —Aclaró la castaña.

—Vale,vale. —Musitó Gabriel guardando el celular en el bolsillo de su chamarra—. Pero pongámonos de acuerdo entonces. Porque todavía no sabemos qué bebida vamos a tomar, decidí dejarlo a su elección pero la cerveza era mi opción número uno.

Las chicas negaron,de ninguna manera tomarían cerveza creyendo que eso podría dañar sus preciados cuerpos.

—La cerveza no es una opción. —Sentenció Abril.

—¿Por qué no? Eso de la estética debe ser un mito. —Dramatizó Gabriel.

—No lo es,todas las mujeres lo saben. —Aseguró Mayo tomando asiento junto a Gabriel—. Incluso,conozco una chica que engordó kilo y medio en poco tiempo por eso mismo.

—¡No me jodas! Te apuesto a que es mentira. —Dijo Gabriel soltando una pequeña risilla.

—Que no, que es verdad. —Defendió Mayo sonriendo al ver la sonrisa del rubio.

Abril meditó largo rato su respuesta, mientras escuchaba a sus acompañantes debatir el mismo tema. Ella no quería quedarse fuera de la conversación pero no tenía una opinión diferente a la de Mayo ni nada qué decir que ella no haya dicho ya.

—Si hablamos de ciencias,entonces es mejor tomar vino. La medicina ha demostrado que tomarlo puede evitar enfermedades como el Alzheimer. —Informó. De inmediato se arrepintió, eso había sonado cómo sacado de una enciclopedia.

—Esa es otra de sus teorías de la estética.

—Acusó Gabriel. Abril agradeció esa respuesta que implicaba que su comentario había sido tomado en serio y esta vez los tres comenzaron a debatir sobre las bebidas alcohólicas y cualquier otro tema que se les ocurría.

Javier colocó una botella de vino blanco en la mesa, sorprendiendo a los demás que no habían notado en qué momento regresó. Tomó asiento junto a Abril que se notaba rígida, al saberlo tan cerca de ella.

Observó a Abril y quedó maravillado,la chica mostraba el abdomen y su radiante figura con tanta gracia que tuvo que mirar hacia otro lado para no despertar sus sentidos. Su mirada se cruzó con la de Mayo que no dejaba de observar sus movimientos con recelo.

—Esta la pedí yo. —Informó Gabriel cuando otra canción comenzó a resonar en el PUB “Alone is no together” de la banda inglesa “The darling buds”.

—¿También te gustan? —Preguntó Mayo alzando la voz para ser escuchada sobre la música.

—Claro que sí ¿Y a ti? —Respondió Gabriel con una sonrisa,asombrado de que alguien los conociera. Mayo asintió con una sonrisa.

—¡Es mi banda favorita! —Chilló emocionada. Gabriel se giró sobre su asiento para ver a la chica con atención.

—No me lo creo ¡También la mía! —Ambos chicos comenzaron hablando sobre las canciones y cosas de la banda que los demás no entendían muy bien.

Mayo adoraba esa banda y Abril lo sabía bien, pero el Rock no era su género musical favorito,así que nunca le había prestado atención,hasta ahora que los veía conversando sobre las entradas a los conciertos y todas las comisiones que la banda lanzaría a la venta.

Javier sonrió, sabía que su primo debía estar dando saltitos de alegría por dentro,fue una pequeña interacción que lo haría bastante feliz.

—¿Estás bien con ésto? —Preguntó Javier a Abril que asintió sin siquiera mirarlo.

Javier pasó saliva, preparándose mentalmente para lo que estaba a punto de hacer. No había porqué temer,estaban fuera de la ciudad y nadie los conocía en ese lugar. Tras suspirar tomó su mano,temeroso de que la rubia lo rechazara,no se sorprendería si lo hiciera. Abril se estremeció al sentir el contacto piel con piel. Entrelazó sus manos, deseosa de que no la soltara.

Gabriel sonrió al ver la muestra de valor de su primo y se dignó a hacer lo mismo. Tomó aire y tras ponerse de pie le extendió la mano a Mayo que la tomó sin dudar. Ambos comenzaron a bailar al son de la música y Gabriel por un momento, encontró a Mayo adorable, al menos lo era las veces que no intentaba seducirlo.

En poco tiempo la atmósfera de la discoteca se tornó animada y enérgica. La música estaba alta y vibrante, y las luces parpadeaban. El lugar se había llenado de gente y energía en el aire.

Era un ambiente emocionante y divertido, y a Abril le encantaba. Atraída por la energía del lugar no pudo evitar quedar atrapada en la emoción y sin meditarlo demasiado apresó sus labios contra los de Javier. Tal vez era por los tragos que había tomado o por el ambiente pero en tanto la emoción pasó se alejó avergonzada.

Su mirada se cruzó con el rostro desconcertado de Javier. Pasó saliva al verlo. Los oscuros cabellos del director junto a las facciones masculinas de su rostro y sus encantos naturales, cómo sus atrayentes ojos negros la hacían perder la cordura. Siempre había sido así.

El pelinegro sonrió,ese había sido un beso torpe y unilateral que no pudo disfrutar, así que nuevamente unificó sus labios con los de ella, explorando cada centímetro de sí. El sabor a alcohol se enredaba entre sus lenguas y Abril no podía evitar estremecerse en sus brazos.

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