Abril despertó por los rayos de sol que se filtraban por las ventanas de un lugar totalmente extraño para ella,sin embargo,en ese momento lo único en lo que podía pensar era en el incesante dolor en su espalda y los recuerdos vagos de la noche anterior que no dejaban de invadir su mente.
Se sentó sobre la cama tratando de recordar, pero nada,no recordaba lo que había sucedido.Al notar que estaba desnuda enrollada en aquellas sábanas blancas se encogió en la cama y se llevó la mano hacia su parte baja, estaba cubierta de algo pegajoso,al palparlo negó con la cabeza tratando de sacar la idea de lo que se le ocurría podría ser aquello.No podía ser posible que hubiera hecho algo cómo eso y ni siquiera fuera capaz de recordar lo sucedido. Su último recuerdo era estar en un bar con Mayo,su mejor amiga. Javier, el director de su universidad con el que recientemente había comenzado una relación indefinida y Gabriel,el primo de este último.Aún así, si se trataba de él,esa noche no había sido diferente de las demás y solamente se habrían besado hasta que sus labios se inflamaran y sus cuerpos rogaran por más y en ese momento ella lo detendría dejándolo con el deseo a flor de piel ya que era incapaz de hacer ese tipo de cosas y él respetaría su decisión.Aunque en este momento la situación era evidente; despertar en una habitación extraña y estar adolorida y magullada,sin tener recuerdos de lo que pasó la noche anterior, daba mucho qué pensar y eso la asustaba y la hacía sentir ansiosa e impotente. Sin saber qué hacer estaba empezando a entrar en pánico.Respiró profundo tratando de calmarse,lo primero era salir de ese lugar,se levantó de la cama ignorando el dolor al poner los pies al suelo.Se sorprendió al notar que el lugar era muy elegante y lujoso. Con muchos muebles hermosos; una cama elaborada, una gran chimenea y un gran espejo. Un anaquel repleto de libros que le daban un toque intelectual, pero también acogedor. Además de un gran armario con vestidor, la habitación tenía una cantidad de espacio exagerado.Está de más decir que era definitivamente un lugar donde cualquiera podría relajarse y disfrutar, sin dejar de ser sofisticado pero en este momento le resultaba aterrador. Los psicópatas en su mayoría suelen vivir de esta manera.Se apresuró a ir al armario y al abrirlo, como imaginó sólo había ropa de hombre, es por eso que tomó la primera camisa que encontró.Salió por la única puerta de la habitación que quedó hacia un pasillo bastante largo, que reconocía. ¡Era la casa de Javier! Había estado allí una vez y por eso no lo recordaba tal cual.Caminó hacia el centro y vio una escalera con barandillas cristalinas,miró hacia abajo y allí estaban desayunando de lo más tranquilos sus tres acompañantes de fiesta,entre ellos aquel al que se había entregado la noche anterior.En tanto lo vio el temor en su cuerpo desapareció,si había sido con él no debía haber ningún problema pero aún así le molestaba no poder recordarlo, además si estaba ebria ¿No se considera como unilateral? Porque si ella hubiera estado en sus sentidos no habría pasado.Bajó por las escaleras de madera que daban hacia ellos,el director le sonrió en cuanto la vio. Ella sólo sonrió levemente mientras miraba con recelo como todos llevaban la ropa de la fiesta. Ella era la única que se veía tan patética y eso realmente le incomodaba.—Buenos días, Abril. Hasta que al fin despiertas. —Masculló Mayo en un tono brusco. Abril se llevó la mano a la cabeza.—¡Ssss! Me duele la cabeza,no grites. —Ordenó malhumorada. De inmediato la sala se llenó de risas por parte de los presentes. Abril frunció el ceño—. ¿Qué?—Mayo,no ha gritado. Si acaso habló. —Opinó Javier burlón. Abril chasqueó la lengua.—Veo que fue una buena noche para ustedes ¿Mayo ya no es la señorita Lombardi? —Cuestionó un tanto disgustada,no le molestaba que se llevara bien con su amiga,de hecho le había pedido a ambos que intentaran hacer las pases pero que Mayo dejara que él hiciera con ella lo que quiso en la noche, la hacía sentir traicionada.—Son sólo formalidades de trabajo pero en estos momentos son mis invitadas. —Contestó Javier. Abril pasó saliva, acercándose hasta tomar asiento al lado de Mayo que comenzó a examinarla con la mirada al verla actuar rígida—. aquí no son mis alumnas. —Añadió.—¿Puede darse el lujo de separar las cosas? —Murmuró armándose de valor mientras sentía los latidos acelerados de su corazón. Javier no respondió,en su lugar se limitó a colocar un plato con dos tostadas frente a ella, junto a un vaso de jugo de naranja y café.—Disculpa el pésimo desayuno, usualmente no como en casa y estos dos no han querido ayudar en nada. —Refirió bromista,tal vez tratando de cambiar el aire tan denso que se había formado en tanto Abril llegó.—¡Yo no sé cocinar, pero de haber sabido que ibas a estar de latoso todo el día te ayudaba! —Se defendió Gabriel siguiéndole la corriente mientras miraba a Abril que estaba tomando del café.—A mí no me interesa la cocina. —Admitió Mayo alzándose de hombros mientras se limitaba a observar su móvil.—¿Usted ha preparado todo? —Preguntó Abril a Javier que asintió sonriendo al verla más calmada—. Ya veo, todo sabe muy bien...—Pero sólo has probado el café. —Observó atento—. Abril, ¿Estás bien? Pareces más distante de lo normal.—Estoy bien,es sólo que yo no sé cocinar pero imagino lo difícil que debe ser. —Musitó. Gabriel soltó una risilla.—¿De qué te ríes? —Intervino Mayo al rescate de su amiga que conociéndola no podría defenderse por sí sola—. Cocinar es muy difícil,si no ¿Por qué hay tan pocas personas que saben hacerlo? —Inquirió segura de sí misma. Gabriel asintió conteniendo la risa.—Si lo sabré yo que no sé cocinar... —Concordó el rubio cuando al fin pudo dejar de reír—. Es que Javi siempre ha querido una novia chef, supongo que se le fue el sueño. —Añadió volviendo a reír, recibiendo una mirada asesina de parte del pelinegro.—No le presten atención,en realidad no es tan desvergonzado cómo parece. —Instó Javier en broma.—No lo sé,tal vez es algo de familia. —Masculló Abril para sorpresa de los demás.—¿Qué? —Inquirió Javier sin poder creer lo que había escuchado.—Entonces ¿Yo tenía razón y solamente es un pervertido? —Preguntó Mayo entusiasmada con la idea. Javier chasqueó la lengua al ver cómo cambió su actitud repentinamente.—¿No habíamos hecho las paces? —Cuestionó disgustado.—Si le hiciste algo a Abril nuestro acuerdo se termina. —Sentenció. Javier suspiró, entendía que lo viera de esa manera pero esas nunca habían sido sus intenciones con Abril,tal vez en el fondo era un poco pervertido,pero ¿No se supone que todas las personas lo son?—Parece que todavía hay algo de alcohol en tu sangre. —Murmuró con una mirada gélida,tan fulminante que la rubia lo sintió cómo una estocada al corazón. Él suspiró y se resignó a leer las notificaciones en su teléfono móvil, cómo era fin de semana no tenía mucho qué hacer por eso pensó pasar el día en casa pero por lo visto su plan se había arruinado—. Toma el café,Abril. Te quitará la resaca. —Aconsejó el pelinegro.—¿Cómo es que puedes ser tan descarado? —Inquirió Abril obteniendo toda la atención de Javier que quedó de piedra al ver las lágrimas descendiendo de los ojos de la rubia.—Abril. —Musitó tratando de encontrar el motivo del sufrimiento de la chica pero evidentemente él era el problema,por lo que no supo qué decir o hacer más que escucharla.—Aun cuando te había dicho que no quería,yo te dije que lo primero para mí era la universidad y tú estuviste de acuerdo. Dijiste que estabas de acuerdo... —Sollozó tratando de secar sus propias lágrimas, inútilmente,ya que éstas no paraban de brotar—. Prometiste que yo era lo más importante para ti pero ahora,te aprovechas de que estaba ebria.—Abril,eso no es verdad,lo que estás pensando ahora,no es lo que sucedió. —Aseguró al entender la situación.—Entonces ¿Qué es lo que pasó? —Cuestionó en un tono alto. Javier se levantó de su asiento y se encaminó hacia ella con una mirada completamente diferente en su rostro. Una mirada única e irremplazable. Sin poder controlar sus impulsos no hizo más que aceptar sus caricias que buscaban eliminar el rastro de lágrimas en su rostro. Sabía que debía correr de allí,si él realmente era ese tipo de persona no debía dejar que la tocara pero cuando lo hacía él se sentía tan bien que no podía evitarlo—. Porque yo no lo entiendo...—Lo lamento,debí haberte explicado lo de anoche,es sólo que pensé que tendrías una idea de lo que sucedió. —Dijo deteniendo el suave toque de sus manos—. Nunca he obligado a ninguna mujer a estar conmigo y te aseguro que tú no serás la excepción. —Afirmó. Abril pasó saliva al sentir cómo nuevamente su mirada cambiaba a una de intimidación—. Te lo diré todo, así que escucha con atención.—Mayo dice que les falta poco para llegar. —Informó Gabriel a Javier que, sentado frente a él solamente asintió intentando asimilar la situación—. Entiendo que no puedas darte el lujo de ser visto con ella pero yo podría ir a buscarlas. —No seas estúpido. —Dijo Javier observando el reloj dorado en su mano derecha. Faltaba menos de media hora para su encuentro con Abril, ansiaba verla,imaginaba que esa noche en particular estaría más hermosa que nunca. Él nunca había llegado tarde a una cita y no toleraba la impuntualidad pero si se trataba de ella podía perdonarlo.Paseó su mano derecha por su cabello tratando de mantenerlo en perfecto estado,el vestuario que había elegido estaba diseñado para mezclarse con la multitud y no sobresalir demasiado, pero quería estar a la altura de las expectativas de Abril. Por lo que también le había agregado algunos toques sofisticados, cómo el reloj de oro.—Si Abril no puede entender mis motivos entonces no me importarán los suyos. —Sentenció Javier
—Será mejor que nos detengamos aquí,no es bueno hacer ésto en público. —Aconsejó Abril haciendo un esfuerzo sobrehumano por librarse de los besos de Javier antes de que el tono se elevara y terminaran cómo la última vez.—¿No debería ser yo quien lo diga? Es mi reputación la que está en juego. —Inquirió Javier sarcástico en el cuello ajeno mientras paseaba su mano por las piernas de la chica de una manera sugerente. Abril se estremeció y haciendo uso de todo su cuerpo logró apartarlo.—Yo también puedo decidirlo. —Jadeó la chica. Agradeció que la música siguiera a alto volumen y que ella no era la única en una situación similar, había más de una pareja que parecían dispuestos a llegar a última base en los asientos del lugar.Javier sonrió ladino al ver cómo sus mejillas se tornaron de un color rojo que incluso podía notar a pesar de las luces.Mientras tanto,a unos centímetros de distancia se encontraba Mayo observándolos con recelo. Le había prometido a Abril no intervenir en su rela
...Esto sucedió la noche anterior pero para que puedas entender es necesario retroceder dos semanas en el tiempo; en el incidente que inició todo.You are the music in me 🎶 El ritmo armónico de la canción,de la película; High school music,retumbó en la habitación. La canción en sí,no significaría un problema en el sueño de otra persona,pero para Abril,la dueña de aquel móvil que sonaba,sí que lo era. Desde pequeña había tenido el sueño bastante ligero por ello se obligaba a dormir con los ojos cubiertos, ya fuera por una almohada o por el peculiar antifaz rosa que ella misma había diseñado con piedras color carmín. Estiró su mano a regañadientes. Cualquiera que la conociera sabría de sobra que si detestaba algo en el mundo,era que interrumpieran su sueño. Al ver que sus intentos de tomar el teléfono sin necesidad de levantarse no funcionaban,tuvo que quitarse el antifaz. Bostezó. Aún tenía la pereza del sueño interrumpido. Extendió su mano una vez visualizó el móvil y se arrastró
Habían pasado varios minutos desde que entraron y el rector no parecía prestarles atención, al contrario,se miraba exhausto. Totalmente concentrado en los documentos que tenía en sus manos y firmaba con total elegancia. El escritorio era de caoba,se notaban los detalles, tras de él estaban las persianas que asomaban al patio de la universidad. Al lado del taburete tenía una pequeña plantita en una maceta, parecía bien cuidada pero no tenía ningún tipo de flor que pudiera identificarla. Junto a ellas, había un sofá de piel color negro. Abril,no le dio mucha importancia a lo que hacía, quería creer que era sólo papeleo absurdo. Lo que no podía evitar mirar era los labios y cada parte del pelinegro. Que a sus veintinueve años había logrado convertirse en director de una universidad privada. Según lo que sabía,el anterior director era su padre y este heredó la responsabilidad después de que falleciera. Abril suspiró,no podía dejar de pensar en ello. Heredar una responsabilidad tan gran
Caminar a casa se había convertido en una utopía para Abril. Primero; porque le avergonzaba pensar que alguno de sus vecinos la hubiera visto correr en pijama. No quería imaginar lo que pensarían de ella. Segundo; porque desde que salió de clases,imaginaba ver al director por todos los lugares por los que transitaba. Tercero y más importante; la ropa que llevaba se sentía ajena a su cuerpo. Debía agradecer por tenerla y no regresar en pijama,ni pasarse las horas en clase con ella, pero no le agradaba usar ropa ajena. El claxon de un auto tras ella le provocó un susto de muerte. Estaba en la acera pero no sabía con qué clase de locos se podría encontrar hoy en día. Suspiró al ver que se trataba de Mayo, en su auto descapotable. Un BMW, serie 5,de color rosa. El mismo automóvil con el que ella siempre había soñado. —¿Te asusté? —Preguntó bajando sus lentes de sol,estacionando el coche en la acera. Abril la observó por un momento. Mientras mantenía las manos en el volante,se podía ve
—¿Qué haces ahí? —Preguntó el director abriendo la puerta, una vez que Abril había decidido marcharse. La chica se giró tímidamente—. Entra. Para Abril esas palabras fueron una orden. Sin decir nada se acercó a él. Javier se hizo a un lado dejándola pasar.Ella se quedó de pie,trás él,mientras el mayor ponía cerradura a la puerta. Observó el lugar; había un recibidor con muebles de caoba con algunos cojines color blanco y negro y una chimenea detrás. Sobre la encimera de granito había varias fotos enmarcadas que no se podían ver a lo lejos. En la mano derecha de la sala estaba el marco de una puerta con cortinas de coral junto a unas escaleras color caoba que no pasaban desapercibida.—Toma asiento. —Pidió quitando el abrigo de la chica—. ¿Quieres algo de tomar? —Preguntó amablemente. No parecía tener el típico tono altanero de siempre. Por un momento, mientras quitaba el abrigo,su dedo tocó la piel de Abril. que se estremeció al acto. Él se apartó al sentir la incomodidad de la c
—El desayuno está listo, jovén. —Informó una voz masculina detrás de la puerta,luego de haber dado unos breves toques. —Lo sé. En un momento bajo. —Afirmó un chico rubio desde su habitación, mientras sostenía una mochila atada a una soga. En tanto escuchó los pasos aislados del mayordomo se encaminó a abrir la ventana cristalina que se vislumbraba al otro lado de las cortinas azules que pregonaban en lo blanco de su habitación. Al abrirla dejó caer la mochila por la ventana, amarrando la soga a la cortina. Se acicaló un poco el cabello y haciendo uso de la soga, salió por la ventana,cayendo sobre el césped del jardín trasero de la casa,dio un último vistazo atrás recordando su pasado; la fuente frente a la casa que se había acostumbrado a ver,el jardín en el que tantas veces jugó y la enorme casa en la que había nacido y crecido hasta sus diecinueve años actuales. Para algunos sería un privilegio vivir en una familia adinerada y no habría motivo alguno para escapar de una vida de l
¡Hola,hola! no os preocupéis este es un comunicado breve.Primero que nada; gracias por darte una pasadita por acá y llegar hasta aquí,te invito a seguir leyendo,te aseguro que no te arrepentirás, pero primero hay ciertos puntos que deberías saber antes de continuar: Esta historia no está dirigida a todo público, especialmente por su contenido delicado. Las acciones y algunos de los pensamientos de mis personajes no deben ser tomados como forma de ‘expresión’ o ‘estilo’ ni mucho menos puestos en práctica,porque muchas son incorrectas, aveces un tanto insensatas e incluso,me atrevería a decir, precipitadas. Cómo ya debisteis notar toca temas sensibles, cómo el suicidio,la aceptación personal,la homosexualidad,las autolesiones y la discriminación social,además de cierto contenido erótico,por lo que es solo apta para mayores de edad.En algunos capítulos la historia tiene referencias a la cultura japonesa (ya que varios de los personajes son Otakus/fujoshis/fudanshi,etc…) Por lo que uti