—El desayuno está listo, jovén. —Informó una voz masculina detrás de la puerta,luego de haber dado unos breves toques. —Lo sé. En un momento bajo. —Afirmó un chico rubio desde su habitación, mientras sostenía una mochila atada a una soga. En tanto escuchó los pasos aislados del mayordomo se encaminó a abrir la ventana cristalina que se vislumbraba al otro lado de las cortinas azules que pregonaban en lo blanco de su habitación. Al abrirla dejó caer la mochila por la ventana, amarrando la soga a la cortina. Se acicaló un poco el cabello y haciendo uso de la soga, salió por la ventana,cayendo sobre el césped del jardín trasero de la casa,dio un último vistazo atrás recordando su pasado; la fuente frente a la casa que se había acostumbrado a ver,el jardín en el que tantas veces jugó y la enorme casa en la que había nacido y crecido hasta sus diecinueve años actuales. Para algunos sería un privilegio vivir en una familia adinerada y no habría motivo alguno para escapar de una vida de l
¡Hola,hola! no os preocupéis este es un comunicado breve.Primero que nada; gracias por darte una pasadita por acá y llegar hasta aquí,te invito a seguir leyendo,te aseguro que no te arrepentirás, pero primero hay ciertos puntos que deberías saber antes de continuar: Esta historia no está dirigida a todo público, especialmente por su contenido delicado. Las acciones y algunos de los pensamientos de mis personajes no deben ser tomados como forma de ‘expresión’ o ‘estilo’ ni mucho menos puestos en práctica,porque muchas son incorrectas, aveces un tanto insensatas e incluso,me atrevería a decir, precipitadas. Cómo ya debisteis notar toca temas sensibles, cómo el suicidio,la aceptación personal,la homosexualidad,las autolesiones y la discriminación social,además de cierto contenido erótico,por lo que es solo apta para mayores de edad.En algunos capítulos la historia tiene referencias a la cultura japonesa (ya que varios de los personajes son Otakus/fujoshis/fudanshi,etc…) Por lo que uti
El ruido del claxon de los vehículos tras el autobús en el que viajaba,fue suficiente para despertar a un adormilado Gabriel que yacía sentado,con la mochila que horas antes había preparado en su regazo.Miró a través de los cristales del autobús; entre los transeúntes y el embotellamiento del tráfico podía ver las luces de los autos en la otra vía de la autopista, iluminando la noche. Había perdido la cuenta de cuántos autobuses tomó para poder llegar a Madrid. El viaje en sí no tardaría más de ocho horas pero había tomado el autobus incorrecto en la intersección y por ende perdió varias horas de viaje. Eran las 7:30 de la noche para cuando llegó a Madrid,la ciudad en la que vivía su primo y aunque aún faltaban varios minutos para llegar a su casa, los nervios comenzaron a invadir su cuerpo. Intentó calmarse observando las pequeñas gotas de lluvia que comenzaban a caer pero esto no hizo más que recordarle a sus padres. Barcelona,España. Año 2016. Las gotas de lluvia se deslizaban p
Era lunes por la mañana,habían pasado cuatro días desde que coincidió con Javier en aquel encuentro erótico y pasional que solo quedó entre las cortinas de la habitación y ellos mismos.No fue a la escuela al día siguiente de la «Fantasía» la había nombrado así porque no quería darle más importancia de la que él le había dado,agradeció que no hubiera tocado su virginidad, tal vez lo pensaría mejor la próxima vez, antes de liarse con alguien.Al menos eso se repetía a sí misma porque su cuerpo no lo entendía,haber sido tocada por él de aquella manera tan lasciva, había tenido las mismas consecuencias que sí hubieran hecho el amor. Desde aquel día, se sentía diferente sus pechos imploraban atención al igual que su parte íntima. Su cuerpo en general había cambiado. —No juegues con la comida. —Ordenó sereno,una voz masculina desde el otro lado del comedor. Abril asintió sin poder contradecir a su padre. Envolvió el espagueti con el tenedor que segundos antes usaba para golpear la mesa, y
Giró al ver el causante de sus latidos acelerados, definitivamente era él, el guapísimo director con el que había estado hace varias noches. —¿Quieres que te lleve a casa? Tu chófer ya se ha marchado. —Le susurró Javier en el oído izquierdo para que Mayo no lo oyera, había escuchado la conversación de ambas chicas. No había enojo ni burla en su voz,sino preocupación. Sabía que el hecho de que Abril estuviera tan distraída cómo para no recordar el día festivo,era su culpa en gran manera. La rubia seguía estática,sin poder articular palabra,de pie,con las manos del mayor rodeando sus caderas y el teléfono en su oreja derecha. No sabía qué hacer con su mano izquierda, si golpearlo y salir corriendo de allí a toda velocidad o rodearlo y besarlo de nuevo porque de algo estaba segura, quería probar sus labios una vez más. Miró su atuendo,llevaba un top casual; suéter de cuello alto gris oscuro debajo de una chaqueta deportiva de tweed del mismo color. Con pantalón de pana negro y zapatos
Ya había anochecido cuando Javier estacionó el automóvil en la entrada de su casa y se dispuso a bajar,no apagó el motor ni las luces, simplemente cerró la puerta. Caminó hasta estar cerca de la casa y tocando el botón de las llaves automáticas que previamente había sacado de su bolsillo, levantó el techo trasero de madera, cómo si de una puerta corrediza se tratara,dejando notar una puerta de metal en el interior. Resultaba ser una puerta que guardaba una puerta elevadiza de hierro en su interior.Abrió la segunda puerta luego de introducir la llave y elevarla,entonces se visualizó la marquesina donde guardaba su coche. Regresó a la entrada y abrió el automóvil,al estar dentro condujo nuevamente hasta ingresarlo en ella. Salió del auto y de la marquesina, repitió el proceso hasta dejar el lugar cerrado. Guardó las llaves en su bolsillo derecho y se encaminó a la casa. Debía mentalizarse lo que haría a partir de ahora,lo último que deseaba era herir a la chica pero ya lo había hecho
—¡Que me prestes atención! —Exclamó Mayo, molesta con Abril. Habían estado estudiando toda la tarde desde que la rubia llegó a su casa. Ni siquiera la saludó antes de entrar a la ducha y ahora que habían hecho una pijamada para quedarse estudiando. Ni siquiera le prestaba atención. —¿Eh? —¡Joder, Abril! —Dijo exasperada. La rubia miró a su amiga,había olvidado por completo que estaban estudiando para su práctica de psicología jurídica y que cómo siempre, Mayo se había ofrecido a ayudarle a estudiar—. Te he estado hablando durante dos horas sobre esta m****a. Ya sabes que yo soy la que ignora la tarea, tú eres la luchona que ve por su futuro desde ahorita y no se perdería una oportunidad de quemarse las pestañas estudiando. —Se quejó la castaña. Abril quedó estática. Mayo suspiró, tratando de descifrar a su amiga pero ni siquiera ella lo entendía. Esa no era la versión distraída de Abril ordinaria, tenía un semblante de alegría—. ¡dime ya! ¿Qué pasa? —No es nada,solo no he podido dor
Madrid,España. Año 2008. —Buenos días,niños. Hoy tenemos a una nueva compañera en la clase. —Anunció la maestra de preescolar a su clase, mirando a la niña de pelo púrpura que se encontraba a su lado,todos miraron a la niña que al darse cuenta se irguió con firmeza. —Mi nombre es Marjorie Lombardi. Tengo nueve años y soy nueva en la ciudad, mis padres y yo nos mudamos desde Italia hace poco. —Explicó con total serenidad. —¿Tienen alguna pregunta para Marjorie? —Preguntó la maestra y más de uno levantó la mano. —¿Has estado en el Fomanta do trene? —Preguntó una niña de cabello castaño. La pelipúrpura negó. —Quieres decir el “Fontana di’ Trevi”. Y sí,he estado allá. —Contestó tajante. —Sí,eso. Fui allá el año pasado con mi mamá y mi papá. —Afirmó la niña que había preguntado. —¿Cómo es? —Preguntó otro niño. —Es nevado,mucho. Siempre hay mucho frío pero hay muchísimas flores. Es un lugar muy bonito. —Respondió la niña con una sonrisa. La pelipúrpura negó con ceño fruncido. —Es i