—¡Que me prestes atención! —Exclamó Mayo,molesta con su mejor amiga. Habían estado estudiando toda la tarde desde que Abril llegó a su casa. Ni siquiera la saludó antes de entrar a la ducha y ahora que habían hecho una pijamada para quedarse estudiando. Ni siquiera le prestaba atención. —¿Eh? —¡Joder Abril! —La rubia miró a su amiga,había olvidado por completo que estaban estudiando para la práctica de psicología jurídica de Abril y como siempre, Mayo prometió ayudarle a estudiar—. te he estado hablando durante dos horas sobre esta m****a. Ya sabes que yo soy la que ignora la tarea, tú eres la luchona que ve por su futuro desde ahorita y no se perdería una oportunidad de quemarse las pestañas estudiando. —Se quejó la castaña. La rubia estaba estática. Mayo suspiró. Trataba de descifrar a su amiga pero ni siquiera ella lo entendía,no era la versión distraída de Abril ordinaria, tenía un semblante de alegría—. ¡dime ya! ¿Qué te pasa? —No es nada,solo no he podido dormir bien desde aye
¡Hola,hola! no os preocupéis este es un comunicado breve. Primero que nada; gracias por darte una pasadita por acá y llegar hasta aquí,te invito a seguir leyendo,te aseguro que no te arrepentirás, pero primero hay ciertos puntos que deberías saber antes de continuar: Esta historia no está dirigida a todo público, especialmente por su contenido delicado. Las acciones y algunos de los pensamientos de mis personajes no deben ser tomados como forma de ‘expresión’ o ‘estilo’ ni mucho menos puestos en práctica porque muchas son incorrectas, aveces un tanto insensatas e incluso,me atrevería a decir, precipitadas. Cómo ya debieron notar toca temas sensibles, cómo el suicidio,la aceptación personal,la homosexualidad, las autolesiones y la discriminación social,además de cierto contenido erótico,por lo que es solo apta para mayores de edad. En algunos capítulos la historia tiene referencias a la cultura japonesa (ya que varios de los personajes son Otakus/fujoshis/fudanshi,etc…) Por lo que
Era lunes por la mañana y Abril debía ir a clases,no le apetecía después de todo lo que había pasado pero quería ver a Javier y según Mayo, él también lo querría. Pese a que su razón le indicaba que vistiera cómo normalmente lo haría, algo en ella la animaba a vestirse más femenina. Excepto por la mochila en su hombro,no parecía que fuera a estudiar. Sobre todo por la blusa corta que dejaba notar su abdomen. Tenía puesto sus audífonos, mientras se dirigía a la universidad. Se los quitó cuando vio un Mercedes Benz idéntico al de Mayo pero en lugar del color rosa pastel que solía llevar,este automóvil tenía un letrero bastante llamativo con distintos personajes de animes e historietas Yaoi,con la cara sonrojada y miradas sugerentes. Abril chilló emocionada al ver algo como eso,se apresuró a sacar su móvil y tomar todas las fotografías que pudiera antes de que el auto siguiera su camino. —Te dejaré tomar todas las fotos que quieras,no tienes que apresurarlo. —Chilló Mayo tras ell
—¡Venga ya! te ves hermosa. —Afirmó Mayo,tratando de aumentar un poco el autoestima de Abril. Abril suspiró,no es que se sintiera fea con aquel vestuario pero obviamente no podía competir con el atractivo natural de Mayo. Por eso,aunque no lo admitiera se veía a sí misma como una niña comparada con ella. Aún más ese día. Era domingo por la tarde,el día que saldrían de fiesta con Javier y Gabriel. Mayo en su afán de conquistar al rubio había elegido una ropa de vanguardia,con el pelo suelto y una blusa azul que resaltaba su gran busto,mientras que abajo llevaba unos shorts jeans y zapatillas azules que al igual que su maquillaje hacía juego con su blusa. La rubia miró a su amiga de arriba abajo y suspiró,no había manera de competir contra algo así. Junto a ella, se sentía sin brillo, pero Mayo era su mejor amiga y no podía decirle algo así, sobretodo porque sabía que ella no había elegido lucir como una modelo europea. Ambas estaban esperando la llamada de Javier en la habitación
Mayo y Abril estaban en el balcón de la terraza,de la enorme casa de la castaña. Sonó un pitido prominente del celular de Mayo. Era un texto de Gabriel. Días antes se había apuntado el número registrado en los datos que tenía Javier sobre Abril. Pensó en escribirle para ponerse de acuerdo en cuanto a la fiesta,pero disipó la idea imaginando un escenario en donde Mayo se enteraba, tomaba su número y le escribía,con el pretexto de que ella coordinaba todo con relación a eso. Aunque suponía que no era del todo incierto, él se molestaría pero no lo daría a entender. Se había decidido a no escribirles porque no le apetecía tener que dar explicaciones sobre sí mismo,ni ilusionar a Mayo. Pero ella no era alguien que tomara un no como respuesta. Mayo desbloqueó el móvil y entró a su chat. Encontró una notificación; era un nuevo mensaje de Gabriel. Hola, Mayo. Soy Gabriel. Me he agendado tu número del directorio de Javi. Estamos cerca de la casa pero el frío de mi primo no puede llegar m
Barcelona,España. Año 2018. —El desayuno está listo, joven. —Informó una voz masculina detrás de la puerta,luego de haber dado unos breves toques. —Lo sé. En un momento bajo. —Afirmó el chico desde su habitación, mientras sostenía una mochila atada a una soga. En tanto escuchó los pasos aislados del mayordomo se encaminó a abrir la ventana cristalina que se vislumbraba al otro lado de las cortinas azules que pregonaban en lo blanco de su habitación. Al abrirla dejó caer la mochila por la ventana, amarrando la soga a la cortina. Se acicaló un poco el cabello y haciendo uso de la soga,salió por la ventana. Cayó sobre el césped del jardín trasero de la casa. Y dio un último vistazo atrás recordando su pasado; la fuente frente a la casa que se había acostumbrado a ver,el jardín en el que tantas veces jugó y la enorme casa en la que había nacido y crecido hasta sus diecinueve años actuales. Para algunos sería un privilegio vivir en una familia adinerada y no habría motivo alguno para es
Abril despertó por los rayos de sol que se filtraban por las ventanas de un lugar totalmente extraño para ella, sentía un gran dolor en la cadera y todo le daba vueltas, se sentó sobre la cama tratando de recordar,pero nada. Se llevó la mano hacia su parte baja, estaba cubierta de algo pegajoso,lo que supuso,la dejó boquiabierta,se lamentó a sí misma por haber perdido su virginidad y no recordarlo. Caminó hacia la puerta cristalina que se vislumbraba del otro lado de la habitación. Al abrirla supo que era el baño, tenía una bañera blanca sobre la ducha y un inodoro del mismo color al frente. Era pequeño pero detallado incluso en el piso y los olores. Se duchó tan pronto como entró. Al salir buscó su ropa pero no la encontraba por ningún lado. Optó por usar un T-shirt que reconocía a la perfección ya que Javier lo había usado la noche de la fiesta. Lo olfateó, notando que conservaba el olor varonil del pelinegro. Buscó en las gavetas hasta dar con un bóxer de él. Encontró uno rojo
Madrid,España. Año 2008. —Buenos días,niños. Hoy tenemos a una nueva compañera en la clase. —Anunció la maestra de preescolar a su clase, mirando a la niña de pelo púrpura que se encontraba a su lado,todos miraron a la niña que al darse cuenta se irguió con firmeza. —Mi nombre es Marjorie Lombardi. Tengo nueve años y soy nueva en la ciudad, mis padres y yo nos mudamos desde Italia hace poco. —Explicó con total serenidad. —¿Tienen alguna pregunta para Marjorie? —Preguntó la maestra y más de uno levantó la mano. —¿Has estado en el Fomanta do trene? —Preguntó una niña de cabello castaño. La pelipúrpura negó. —Quieres decir el “Fontana di’ Trevi”. Y sí,he estado allá. —Contestó tajante. —Sí,eso. Fui allá el año pasado con mi mamá y mi papá. —Afirmó la niña que había preguntado. —¿Cómo es? —Preguntó otro niño. —Es nevado,mucho. Siempre hay mucho frío pero hay muchísimas flores. Es un lugar muy bonito. —Respondió la niña con una sonrisa. La pelipúrpura negó con ceño fruncido. —Es i