Giró al ver el causante de sus latidos acelerados, definitivamente era él, el guapísimo director con el que había estado hace varias noches. —¿Quieres que te lleve a casa? Tu chófer ya se ha marchado. —Le susurró Javier en el oído izquierdo para que Mayo no lo oyera, había escuchado la conversación de ambas chicas. No había enojo ni burla en su voz,sino preocupación. Sabía que el hecho de que Abril estuviera tan distraída cómo para no recordar el día festivo,era su culpa en gran manera. La rubia seguía estática,sin poder articular palabra,de pie,con las manos del mayor rodeando sus caderas y el teléfono en su oreja derecha. No sabía qué hacer con su mano izquierda, si golpearlo y salir corriendo de allí a toda velocidad o rodearlo y besarlo de nuevo porque de algo estaba segura, quería probar sus labios una vez más. Miró su atuendo,llevaba un top casual; suéter de cuello alto gris oscuro debajo de una chaqueta deportiva de tweed del mismo color. Con pantalón de pana negro y zapatos
Ya había anochecido cuando Javier estacionó el automóvil en la entrada de su casa y se dispuso a bajar,no apagó el motor ni las luces, simplemente cerró la puerta. Caminó hasta estar cerca de la casa y tocando el botón de las llaves automáticas que previamente había sacado de su bolsillo, levantó el techo trasero de madera, cómo si de una puerta corrediza se tratara,dejando notar una puerta de metal en el interior. Resultaba ser una puerta que guardaba una puerta elevadiza de hierro en su interior.Abrió la segunda puerta luego de introducir la llave y elevarla,entonces se visualizó la marquesina donde guardaba su coche. Regresó a la entrada y abrió el automóvil,al estar dentro condujo nuevamente hasta ingresarlo en ella. Salió del auto y de la marquesina, repitió el proceso hasta dejar el lugar cerrado. Guardó las llaves en su bolsillo derecho y se encaminó a la casa. Debía mentalizarse lo que haría a partir de ahora,lo último que deseaba era herir a la chica pero ya lo había hecho
—¡Que me prestes atención! —Exclamó Mayo, molesta con Abril. Habían estado estudiando toda la tarde desde que la rubia llegó a su casa. Ni siquiera la saludó antes de entrar a la ducha y ahora que habían hecho una pijamada para quedarse estudiando. Ni siquiera le prestaba atención. —¿Eh? —¡Joder, Abril! —Dijo exasperada. La rubia miró a su amiga,había olvidado por completo que estaban estudiando para su práctica de psicología jurídica y que cómo siempre, Mayo se había ofrecido a ayudarle a estudiar—. Te he estado hablando durante dos horas sobre esta m****a. Ya sabes que yo soy la que ignora la tarea, tú eres la luchona que ve por su futuro desde ahorita y no se perdería una oportunidad de quemarse las pestañas estudiando. —Se quejó la castaña. Abril quedó estática. Mayo suspiró, tratando de descifrar a su amiga pero ni siquiera ella lo entendía. Esa no era la versión distraída de Abril ordinaria, tenía un semblante de alegría—. ¡dime ya! ¿Qué pasa? —No es nada,solo no he podido dor
Madrid,España. Año 2008. —Buenos días,niños. Hoy tenemos a una nueva compañera en la clase. —Anunció la maestra de preescolar a su clase, mirando a la niña de pelo púrpura que se encontraba a su lado,todos miraron a la niña que al darse cuenta se irguió con firmeza. —Mi nombre es Marjorie Lombardi. Tengo nueve años y soy nueva en la ciudad, mis padres y yo nos mudamos desde Italia hace poco. —Explicó con total serenidad. —¿Tienen alguna pregunta para Marjorie? —Preguntó la maestra y más de uno levantó la mano. —¿Has estado en el Fomanta do trene? —Preguntó una niña de cabello castaño. La pelipúrpura negó. —Quieres decir el “Fontana di’ Trevi”. Y sí,he estado allá. —Contestó tajante. —Sí,eso. Fui allá el año pasado con mi mamá y mi papá. —Afirmó la niña que había preguntado. —¿Cómo es? —Preguntó otro niño. —Es nevado,mucho. Siempre hay mucho frío pero hay muchísimas flores. Es un lugar muy bonito. —Respondió la niña con una sonrisa. La pelipúrpura negó con ceño fruncido. —Es i
Era lunes por la mañana y Abril debía ir a clases, no le apetecía después de todo lo que había sucedido, pero quería ver a Javier y según Mayo, él también lo querría. Pese a que su razón le indicaba que vistiera cómo normalmente lo haría, algo en ella la animaba a vestirse más femenina. Excepto por la mochila en su hombro,no parecía que fuera a estudiar. Sobre todo por la blusa corta que dejaba notar su abdomen.Tenía puesto sus audífonos, mientras se dirigía a la universidad. Se los quitó cuando vio el automóvil de Mayo pero en lugar de la placa ordinaria que solía llevar, ahora tenía una placa bastante llamativa “I love BL”. Abril chilló emocionada al leerlo, se apresuró a sacar su móvil y tomar todas las fotografías que pudiera antes de que el auto siguiera su curso. —Te dejaré tomar todas las fotos que quieras,no tienes que apresurarlo. —Dijo Mayo tras ella con la misma emoción. —Mayo,esta placa es genial... —Comentó asombrada. Mayo asintió emocionada. Ambas se abrazaron,era a
Abril recostó la cabeza contra la mesa regañandose a sí misma. Estaba demasiado avergonzada para reaccionar. —¿De verdad hice todo eso? —Preguntó en un suspiro lleno de frustración. Mayo asintió. —¡Venga,fue tu primera borrachera y ha sido de coña. Deberíais estar feliz, tia! —Trató de animarla Gabriel —Soy una zorra. —Se lamentó en un susurro. El pelinegro sonrió. —Para mí fue una noche divertida. —Aseguró Javier recordando la noche anterior. Abril sonrió un poco,ante la respuesta del director. No sabía qué tanto había hecho pero Javier parecía feliz con ello y eso la hacía sentir que alguno de los muros que los separaban habían colapsado.—Gracias. —Dijo con la misma sonrisa. El mayor le sonrió. —Muy bien,es hora de irnos. —Dijo Mayo poniéndose de pie—. Hoy es tu cumpleaños Abril, así que elige el lugar al que iremos ahora. —No lo sé,Mayo. No conozco este lado de la ciudad, no tengo ni idea de a dónde podríamos ir. —Respondió la rubia. El pelinegro sonrió al escuchar a Abril,l
Gabriel tomó asiento en su lugar y resopló, no tenía idea de porqué se había comportado cómo un cobarde pero el simple hecho de la cercanía de ese chico le ocasionaba un sinfín de emociones y la vergüenza era mayor al saber que sus amigos se encontraban tan cerca y posiblemente los observaban.—Olvidaste tu desayuno. —Dijo el pelirrojo apareciendo de la nada frente a él. Gabriel se estremeció cuando al colocar el plato en la mesa, su piel rozó con la suya. El otro chico no pareció notarlo y se limitó a colocar otro plato frente a Javier que continuaba absorto en su teléfono celular.Había ordenado pasta a la riojana para Javier y para él una vegana. Todo lucía en extremo apetecible pero bajo la atenta mirada del apuesto mesero que le servía ni siquiera se atrevía a probarlo.Luego de agradecer a quién para él solo era un simple mesero,Javier tomó un sorbo de la bebida que acompañaba el menú, sin apartar su mirada del móvil. Hizo una mueca,era una mezcla entre Kiwi y aguacate. Aarón son
—Continúo pensando que es contraproducente que os quedéis aquí,vuestros padres podrían enterarse. —Opinó Gabriel,abriendo el refrigerador en casa de Javier.—No lo sabrán. —Afirmó Mayo—. Basta con que estemos para cuando regresen a casa y listo. —Añadió segura arrojandose sobre el sofá de la sala mientras Gabriel caminaba hacia ella y Javier y Abril se abrazaban en uno de los muebles pequeños—. Además,ayer le dijimos a la servidumbre que nos quedaríamos hasta tarde en casa de una amiga.—Vale, que ya entendí. —Dijo Gabriel resignado,a la par que se sentaba al lado de Mayo con una docena de cervezas en manos.—Yo me apunto. —Informó Mayo acercándose más al castaño y tomando una lata de cerveza—. ¡Salud! —Exclamó juntando las latas con Gabriel. Javier se estiró hacia delante y también tomó una cerveza.—No,gracias. —Se negó la rubia cuando el pelinegro le ofreció la bebida—. no quiero hacer el ridículo nuevamente. —El pelinegro sonrió e insistió.—Sólo es para refrescarse. Bebe un poco.