-Hijo, deberías comer algo- Hace varias horas Aurora y Sofía intentaban persuadir a Andrés para que probara algo de comida, ya habían pasado casi 6 horas desde que Irina se quedó dormida y aun no despertaba, sabían que era imposible hacer que él fuera a darse un baño y cambiarse de ropa, mucho menos descansar, pero al menos intentaban que comiera algo, pero no había sido mucho lo que había probado desde hace horas, Andrés sentía que no podía comer ni un poco hasta ver a su reina, como él la llamaba, que abriera los ojos para estar seguro que ella estaba bien, aunque la doctora le había dicho un par de veces que ella pronto despertaría, él necesitaba ver sus hermosos ojos.
Mientras que desde la enorme ventana de vidrio Andrés contemplaba a sus pequeños una voz lo sacó de su burbuja de pensamientos.
-Señor, su esposa ya despertó-
Inmediatamente Andrés se reincorporó mientras su semblante cambiaba drásticamente. –Señor… su esposa puede ir…
Andrés no espe
Con los ojos aun cerrados Irina estaba despertando, pero sentía algo extraño, aunque su mente no estaba aún del todo despierta. “¿Qué es esto tan duro que estaba bajo la palma de su mano derecha y este calor que siento?” quería abrir los ojos, pero al mismo tiempo se sentía tan cómoda que se acurrucó a un más en aquellos brazos fuertes. “Espera… ¿dónde estoy?” se preguntó ella, sin aun abrir los ojos empezó a palpar aquella superficie que emanaba mucha calidez, cuando aún estaba tocando, una mano le sujetó la muñeca de forma fuerte y dominante… *** Una semana antes… En la universidad H, en el campus de informática se encontraba Irina concentrada en sus estudios para el último examen de su carrera no podía creer que después de tantos esfuerzos y pasar todos esos años trabajando medios tiempos para poder tener lo necesario y ayudarle al mismo tiempo a su madre, quien trabajaba en un pequeño restaurante desde hace muchos años, su mayor deseo era qu
En el Club de Rodrigo. El mejor ambiente ya había iniciado en la fiesta de despedida para los chicos de la universidad H, que se graduaban ese año, pero claro no para todos, solo para los invitados VIP. Cuatro Chicas estaban alrededor de una mesa junto a la pista de baile. Mientras que en el piso de arriba en la zona VIP, Rodrigo y otros amigos, se preguntaban donde estaba su mejor socio, Andrés. Cuando por fin llegó Andrés, pero este tenía una cara larga de pocos amigos. Todavía se preguntaba que carajos estaba haciendo ahí. Pero sin duda quería despejar la mente, y talvez con suerte podría volver a ver a… - ¿Hombre pero que tienes? -Preguntó Rodrigo, sacándolo de sus pensamientos. -No es nada- contesto Andrés. -Mmm bueno- - ¿Quieres que llame a alunas amigas, para que te animen? - -Como quieras- respondió Andrés. Las amigas de Irina estaban como locas bailando y divirtiéndose en la pista, mientra
En la mansión de la familia Ferrandino. Gino Ferrandino se encontraba, en su oficina buscando la forma de realizar una cena e invitar a la familia Viena, tal vez así su hijo Andrés pueda aceptar el compromiso. Una amable y dulce voz interrumpió sus pensamientos. -Querido, ven vamos a cenar- Aurora, es la madre de Andrés y Sofía, era una madre muy cariñosa y comprensiva con sus hijos, aun su apariencia se veía joven, estaba a punto de cumplir 50 años, cuando se casó con Gino aún era Joven, pero supo ser una buena madre y esposa. Y se veía que había mucho amor entre ellos, aunque Gino muchas veces era terco con lo que pensaba que era correcto, aun así, había podido mantener muy unida a la familia, pero pensaba que la situación actual no era tan sencilla, sabía que su hijo quería casarse estando enamorados uno del otro, donde hubiera confianza y respeto. -Gino, no te preocupes Andrés siempre ha sido un buen hijo. Cree en que Acepte o no, él no te
Aún sin poder creer, lo que acaba de pasarle, se encontraba un tanto confusa, y no sabía que pensar, mucho menos que decisión tomar, si pudiera encontrar otra opción justo en este momento. Con los pensamientos hechos un lío, Irina Entró en la habitación de su madre. -Hola Mamá cómo te has sentido? -Hija… ¿te pasó algo te vez pálida? -Ah! No madre, estoy bien, venga vamos a cenar. Después de cenar juntas, Irina, intentó mantener una media sonrisa, sabía que debía tomar una decisión, y no le quedaban muchas opciones. El viernes debía abandonar la habitación del campus. Aun no encontraba un lugar para vivir, mucho menos un empleo, no podía volver con su madre a la pequeña ciudad, porque ahora debía llevar un tratamiento. Y ella debe trabajar para darle a su madre lo que ella necesita. “Una vida tranquila”. Después de todo lo que han pasado desde que quedaron solas sin su padre, es lo menos que puedo hacer por ella. Darle tranquilidad. Con
Irina, se quedó sola en la habitación, viendo a su alrededor, notó que había dos balcones con puertas de vidrios cubiertas por enormes cortinas, la cama verdaderamente era enorme, podían caber unas 4 personas, se dirigió a su armario para guardar su ropa, pero al abrirlo vio que había muchos vestidos, zapatos, bolsos, lencería, ropa de dormir, casi no había espacio para la ropa que ella traía. Y pensó “será que esta ropa es de otra persona” pero recordó claramente que la señora Song señaló que este era su armario, decidió hacer un espacio y acomodar su ropa, luego se dirigió al baño y tomó una ducha. Un par de horas después de que había dormido un poco, se levantó y vio que la señora Song servía la cena, comió junto a la señora mientras conversaron un buen rato. Le dio un poco de curiosidad y decidió pasarse por la mansión para admirarla. Entró primeramente a la habitación que sería de su madre, no era tan grande como la de ella, pero muy cómoda y los colores m
En el Grupo AF (Empresa de Andrés) -Hola Hermano, porque no has llegado a verme, tengo que venir a buscarte te has vuelto muy distante ¿qué te pasa? ¿es por lo que te dijo papá el día de nuestra cena? - -Mi querida hermana, eres muy inteligente. A ti no puedo ocultarte nada- -Hermano, padre quiere que reconsideres la propuesta de compromiso del grupo Viena, ¿Irás a al banquete de Aniversario del grupo Viena? - -Sería muy descortés si no voy- -Mi padre intentará emparejarte con Amanda en la fiesta. Parece que no te has dado cuenta, de verdad has estado muy ocupado. Sofía sacó su móvil y le mostró a Andrés una noticia. La noticia decía: “El Joven y apuesto empresario del Grupo Ferrandino Podría comprometerse en matrimonio con la hija del grupo más grande del País el Grupo Viena” Andrés Frunció el ceño. Y dijo con su rostro tranquilo: -Eso no será posible, porque tú hermanita, ya tienes una cuñada y no es la Señorita Viena-<
El Lamborghini color gris plateado que conducía Andrés, llegó frente al hotel.Andrés vio a Irina y le preguntó. - ¿estás bien? -Ella asintió, -solo te pido que no me dejes sola--Te lo prometo-Andrés bajó del auto, y se dio cuenta de la cantidad de periodistas que había por la cantidad de flash que golpeaban su rostro. Corrió a abrirle la puerta a Irina y le tendió la mano para que bajara.En ese momento Irina sintió mareo, Andrés se dio cuenta de algo y rápidamente tomó su brazo y lo entrelazó con el suyo.Dentro del hotel donde se llevaba a cabo el banquete en una mesa especial se encontraba la familia Ferrandino. Un joven se acercó y anunció: -señor el Joven Andrés ha llegado--Vaya ya era hora, de verdad creí que sería tan irrespetuoso y no asistir--Gino, se paciente con nuestro hijo, dale un poco de espacio él siempre ha sido un buen hijo--Ya le he dado suficiente espacio, incluso levantó su propia compañía dejándome solo, ya
Durante el camino de regreso fue todo silencio. El auto entró a la villa, Andrés apagó el motor, vio a Irina. -Irina, ¿ahora en el baño alguien te molestó? - - ¡No! - ¿Porque te ves cómo preocupada? - -Andrés no es nada – Irina hizo abrir la puerta del coche, pero Andrés no la dejó, con sus fuertes brazos la atrajo hacia él e hizo que se sentara en sus regazos. - ¡Ah! ¿Andrés que haces? – La Joven sorprendida pegó un grito. - ¿Entonces, no me vas a decir que te molesta? -Andrés abrazó con fuerza el cuerpo de Irina enterró su cara en su cuello y le susurró al oído. –Dime, Confía en mí- Ante este acercamiento el cuerpo de Irina se estremeció y se quedó inmóvil. Luego de unos segundos en esa posición ella reaccionó, colocó sus manos en el pecho del él y empujó a Andrés, quiso bajar de sus regazos, pero fue imposible, este la sujetó aún más fuerte. –No te muevas- Le ordenó Andrés. -Vale, Vale… es solo que me preocupa que es