Capítulo 3

En la mansión de la familia Ferrandino.

Gino Ferrandino se encontraba, en su oficina buscando la forma de realizar una cena e invitar a la familia Viena, tal vez así su hijo Andrés pueda aceptar el compromiso.

Una amable y dulce voz interrumpió sus pensamientos.

-Querido, ven vamos a cenar-

Aurora, es la madre de Andrés y Sofía, era una madre muy cariñosa y comprensiva con sus hijos, aun su apariencia se veía joven, estaba a punto de cumplir 50 años, cuando se casó con Gino aún era Joven, pero supo ser una buena madre y esposa. Y se veía que había mucho amor entre ellos, aunque Gino muchas veces era terco con lo que pensaba que era correcto, aun así, había podido mantener muy unida a la familia, pero pensaba que la situación actual no era tan sencilla, sabía que su hijo quería casarse estando enamorados uno del otro, donde hubiera confianza y respeto.

-Gino, no te preocupes Andrés siempre ha sido un buen hijo. Cree en que Acepte o no, él no te va a defraudar, debes mantener la calma y confiar en él-

***

A la mañana siguiente, Irina aun dormía en un sofá en la habitación donde se encontraba Teresa, esta habitación era muy cómoda y espaciosa, incluso tenía un baño.

Cuando Teresa despertó pudo ver a su hija con un rostro cansado, y acariciando su cabeza con gentileza, pensó que le había traído preocupaciones a su hija.

-Mamá estas despierta, ¿cómo te sientes mamá? -Irina Pensó que debía estar lo más tranquila posible, y no mencionarle que había tenido un accidente el día anterior. Y no reclamarle el que no hubiera dicho nada del tumor.

-Hija... Lo siento, te he preocupado-

-No, mamá está bien, estamos juntas, no se preocupe más, lo importante es su salud-

Después de tranquilizar a su madre y ver que se quedara dormida, fue a que le indicaran sobre los pagos que debía hacer al hospital. Cuando le dijeron que estaba todo cancelado incluido todo el tratamiento de su madre se quedó sorprendida, y pensó que debe haber algún error, aún que no sabía cuánto serian la cuenta del hospital sabía que no sería tan sencillo pagar todo.

-No señorita no hay cuentas pendientes de la Paciente Teresa Castillo, ni a nombre de Irina Burgos.

-Puede darme una copia de la factura-

“Pago realizado por Andrés Ferrandino”

-Pero, ¿por qué pagaría todo este dinero? Y se fue así no más, sin despedirse. “Debo encontrarlo”

***

-Buenos días señor Andrés, aquí tiene la información que pidió de los inversionistas extranjeros.

-Gracias Thomas.

-Señor, El Joven Rodrigo está esperando afuera.

-Bien, déjale entrar, y envía dos tazas de café –

-Si Señor- respondió el asistente de Andrés.

-Andrés, mi amigo que has estado haciendo? ¿No me digas que ya sales con chicas? Ja ja ja

-Con todo este trabajo que tengo, no tengo ese tiempo que tú tienes Rodrigo.  Y ¿Dime como te fue en la universidad con los aspirantes para los puestos que necesitamos contratar?

-Acabo de entregar la información al departamento de recursos humanos. Son chicos muy prometedores.

-Genial- Dijo Andrés.

-Por cierto, hablando de chicas, el otro día que fuimos a la universidad H a recoger a Sofía, conocí a una que me pareció tímida pero muy linda, su nombre es Irina-  los dedos de Andrés que estaban moviéndose en el teclado de su computadora se detuvieron de golpe.

-Es amiga de prima- siguió hablando Rodrigo -Se veía muy interesada en encontrar una oportunidad de poder ser reclutada por alguna compañía. Me ofrecí a ayudarla a llenar solicitudes, para conocerla mejor-

-Y qué pasó? -Preguntó Andrés.

-Mmm… no sé, creo que debió pasarle algo, no apareció en la universidad, tenía la idea de invitarla a cenar ayer, tendré que pedirle su número a mi prima.

El rostro de Andrés se puso tenso, llevó su mano a sus sienes y frotó un poco como si le doliera la cabeza. y dijo, -Veo que estas muy libre, ¿quieres algo más de trabajo? -

- ¿Porque esa cara Andrés? -salir con chicas es mi estilo.

-No vayas a romper más corazones, compórtate- Dijo Andrés con un tono serio.

-Vale, Vele, esta vez me comportaré, además Irina parece ser una chica especial-

Andrés tomó un sorbo de café, y dijo -tengo que salir- Y se fue.

En el hospital

Tocaron a la puerta de la habitación, y un rostro guapo y joven se dejó ver.

- ¿Puedo pasar? Preguntó

-por supuesto, pasa-

 -Irina cuanto tiempo hace mucho que no nos vemos-

-Hola Nico, ¿cómo has estado? – ambos se saludaron con un abrazo, después Nico se volvió para saludar a Teresa.

-Todo bien, Tía he venido a visitarla. Y saber cómo está-

-Hijo, gracias por tu amabilidad, también te has preocupado- Decía la madre de Irina, aun con un tono de culpa.

-Está bien Madre, no se preocupe, voy a llevar al hermano Nico a tomar un café. Usted Descanse-

Nicolás era un amigo de la infancia de Irina, él vivía con sus padres y siempre llevaba a Irina a Su casa después de la escuela para jugar y comer de lo que su madre les preparaba. La familia de Nicolás tenía un pequeño Restaurante, en el cual Teresa también trabajaba. Nicolás siempre estuvo ayudándoles a sus padres con el Restaurante. Cuando Irina se mudó de ciudad para ingresar a la universidad Nico quedó muy triste, siempre añoraba la compañía de Irina, y ansiaba volverla a ver.

Ahora que la volvía a ver no pudo evitar que su corazón palpitara más rápido de lo normal, ella se veía más madura había crecido un poco, su cabello de color castaño claro que hacían juego con sus ojos color miel, ahora lo tenía largo, lo llevaba suelto y caían sobre toda su espalda, sus labios color rosa hacían también juego con su vestido.

-Nico, ¿qué pasa, te sientes bien? Te veo nervioso- Nico estaba perdido en lo hermosa que estaba Irina.

-Es… Estoy bien, dime te escucho-

Sentados en el jardín conversaban, y Irina le contaba sobre la enfermedad de su madre, y que ahora tenía que encontrar un lugar para ella y su madre, porque solo ella podía cuidar de su madre, además debía encontrar un trabajo lo más pronto posible.

-Irina, sabes que puedes contar conmigo y mi familia, pueden venirse a nuestra casa mientras encuentras un trabajo y una casa para ustedes.

-Te agradezco la gentileza, y sé de tu buena intensión, pero no quiero incomodar a tus padres.

-No para nada, sé que ellos te acogerán con mucho gusto, pero si estas indecisa, puedo conseguir una casa para ustedes en esta ciudad y cuando puedas me pagas, aun que sabes que no es necesario.

Tomándola de la mano dijo. -Irina sabes, que te quiero mucho y me encantaría tenerte cerca nuevamente, todos estos años no he dejado de pensar en ti. Me gustaría pasar más tiempo contigo.

Las palabras y la actitud de Nico, la pusieron incomoda y dudar aún más si debía aceptar. Se sentía como si Nico esperar una respuesta a sus sentimientos a cambio de ayudarla.

-Lo voy a pensar… antes voy a ir a buscar trabajo.

-Si quieres te acompaño-

-No es necesario, conozco bien esta ciudad, pero si no te importa ¿puedes acompañar a mi madre?

-Está bien.

A poca distancia de ellos, Andrés sin querer pudo escuchar un poco de su conversación, tenía la intención de acercarse, pero dio la vuelta.

Cuando Irina Salió del hospital, subió a un taxi, y pensaba que tan difícil sería encontrar a Andrés, ella sentía que le debía mucho y quería agradecer y encontrar un empleo para poder retribuir lo que había pagado por ella y su madre.

De pronto pensó que esta persona no es alguien común por su apariencia, tenía el impulso de preguntarle a Roberta dónde podía encontrarlo, pero se detuvo, ¿con que pretexto voy a decirle que ocupo saber dónde puedo encontrarlo? Pensó que tal vez en internet hay algo sobre él.

Y buscó el nombre de “Andrés Ferrandino” ahora que lo decía así le sonó que lo había escuchado antes.

Cuando llegó a la universidad vio un auto estacionado frente al campus, le pareció un auto familiar. Había un hombre recostado en la puerta del auto.

- ¿Andrés? -A Irina se le iluminó la mirada cuando vio la figura masculina de pie recostado en su auto, se apresuró a llegar donde él estaba.

- ¿Cómo estás?, ¿cómo sigue tu mamá?

-Se siente mejor, un amigo está con ella ahora, yo vine por unas cosas que necesito-

Irina pensaba llevar su curriculum para dejarlo hoy mismo en algunas compañías y de paso intentar averiguar sobre Andrés, pero él ha aparecido frente a ella. “¿Por qué estará aquí? ¿Vendría a buscarme por el pago de las facturas?” Ese pensamiento la puso algo nerviosa.

-Señor Andrés, me entré que usted pagó los gastos del hospital, déjeme decirle que pensaba buscarlo para agradecerle y decirle que no se preocupe voy a hacerme responsable y pagaré todo lo que ha Pagado por nosotras.

-De hecho, lo que vengo a llevar son mis documentos para ir a algunas compañías para encontrar un empleo-

-De verdad vas a pagarme? -Preguntó Andrés.

-Por supuesto señor Andrés. No se preocupe no faltaré a mi palabra-

-Bien, entonces sube al auto-

- ¿Qué? ¿Por qué? -

-No dices que vas a pagarme?

-Pero, pero, yo no…. Tengo que encontrar un empleo antes-

-Bien entonces te daré un contrato ¿Qué pensaste? -

-yo… - la cara de Irina se puso roja, no dijo nada y subió al auto.

Cuando Andrés subió al auto, dijo. -Iremos a comer primero, tengo mucha hambre-

Irina se limitó a asentir. Andrés la llevó a un restaurante pequeño, para que ella no se sintiera incómoda, no quería impresionarla solo quería que ella se sintiera en confianza con él, por lo que estaba a punto de proponerle.

-Dime, ¿y tu Papá? ¿Tienes hermanos? – preguntó Andrés tratando de mantener una conversación con ella.

-Mi padre murió cuando yo tenía 6 años- dijo ella.

-Oh, lo siento-

-Está bien-

-Y no tengo hermanos-

Después de un largo silencio mientras comían, Irina preguntó sobre la compañía de Andrés, a que se dedicaba y esas cosas. A lo que Andrés le contestó todas sus preguntas.

El auto se detuvo en un estacionamiento subterráneo de un hermoso edificio parecían lujosos Apartamentos.

Mientras subían en el ascensor, Irina volvía a ponerse algo nerviosa. Se preguntaba que trabajo le pospondría un hombre como Andrés.

Dingg… el sonido del ascensor indicó que habían llegado al piso 23, con su huella Andrés abrió la puerta del Apartamento.

Andrés la guió por el pasillo, llegaron a la sala de estar, con una decoración sencilla pero muy linda con enormes ventas, luego se dirigieron hacia otro pasillo, Andrés abrió una puerta y entraron a un estudio.

-Toma Asiento- le indicó Andrés.

En ese momento entró una señora mayor, con una bandeja y dos tazas de café.

-Joven, bienvenido… en su escrito están los documentos que trajo el asistente Thomas hace apenas unos minutos.

-Señorita siéntase cómoda- dijo la anciana.

Cuando Irina vio a la señora se relajó un poco más. Después que la señora salió de la oficina, Andrés sacó un folder y se lo dio a Irina.

Irina lentamente abrió el folder, en la primera hoja decía, “Contrato de Matrimonio”

“¿Qué? ¿Pero que está tramando este hombre?” Pensó que estaba siendo intimidada.

-Señor, esto no tiene ningún sentido, ¿cómo puede tranquilamente hacer un contrato para casarse con alguien que no conoce? –Ya sé esto es una broma ¿verdad? -

-Me temo que yo no hago ese tipo de bromas Señorita-

-Léelo con cuidado, y mañana me das una repuesta, ahí tienes mi número de teléfono-

-Pero, señor esto no puede ser, no es tan simple como usted pretende-

-Bien, parece que no estas dispuesta a pagarme como dijiste hace un rato, y tampoco estas dispuesta a leerlo, pero, te lo resumiré.

-Lo que tienes en tus manos es un contrato por dos años para ser legalmente mi esposa, deberás vivir conmigo durante ese periodo, los demás deben creer totalmente que somos marido y mujer, y ya que debo cuidar mi reputación debes respetarme y no tener relaciones con ningún otro hombre, igualmente yo te respetaré. no pretendo que me vendas tu cuerpo, no voy a forzarte a ningún tipo de intimidad, por lo tanto, no tengo ninguna mala intensión contigo.

Así como yo te he ayudado, necesito que me ayudes, debo tener una esposa legal en menos de tres días. Si decides aceptar, tu cuenta quedará saldada y me aseguraré de que a tu madre ni a ti les falte nada durante ese periodo. Y podamos mantener una buena relación y terminar bien este contrato. Si tienes alguna condición en especial que quieras ponerla en el contrato puedes hacerla-

-¿Por qué dice que tiene que estar casado legalmente? ¿No veo cómo puedo yo ayudarlo?-

-No debes hacer nada, más que aparentar ser mi esposa. Es un asunto de negocios, estoy en una situación complicada entre mi familia y la compañía-

- ¿Puedes Ayudarme Irina? -

-Y si decido no aceptar? Preguntó Irina.

-Bueno… esta deuda también involucra a tu madre, si ella supiera de esta deuda ¿crees que pueda quedarse tranquila? -

-No, por favor no le diga nada a mi madre, no quiero que se preocupe… lo pensaré.

-Bien, afuera está el chofer él te llevará de regreso, recuerda la respuesta mañana por la mañana.

-Puedo ir en autobús. No se moleste…

-Yo te traje aquí así que es mi responsabilidad tu seguridad. –Ve

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