En la mansión de la familia Ferrandino.
Gino Ferrandino se encontraba, en su oficina buscando la forma de realizar una cena e invitar a la familia Viena, tal vez así su hijo Andrés pueda aceptar el compromiso.
Una amable y dulce voz interrumpió sus pensamientos.
-Querido, ven vamos a cenar-
Aurora, es la madre de Andrés y Sofía, era una madre muy cariñosa y comprensiva con sus hijos, aun su apariencia se veía joven, estaba a punto de cumplir 50 años, cuando se casó con Gino aún era Joven, pero supo ser una buena madre y esposa. Y se veía que había mucho amor entre ellos, aunque Gino muchas veces era terco con lo que pensaba que era correcto, aun así, había podido mantener muy unida a la familia, pero pensaba que la situación actual no era tan sencilla, sabía que su hijo quería casarse estando enamorados uno del otro, donde hubiera confianza y respeto.
-Gino, no te preocupes Andrés siempre ha sido un buen hijo. Cree en que Acepte o no, él no te va a defraudar, debes mantener la calma y confiar en él-
***
A la mañana siguiente, Irina aun dormía en un sofá en la habitación donde se encontraba Teresa, esta habitación era muy cómoda y espaciosa, incluso tenía un baño.
Cuando Teresa despertó pudo ver a su hija con un rostro cansado, y acariciando su cabeza con gentileza, pensó que le había traído preocupaciones a su hija.
-Mamá estas despierta, ¿cómo te sientes mamá? -Irina Pensó que debía estar lo más tranquila posible, y no mencionarle que había tenido un accidente el día anterior. Y no reclamarle el que no hubiera dicho nada del tumor.
-Hija... Lo siento, te he preocupado-
-No, mamá está bien, estamos juntas, no se preocupe más, lo importante es su salud-
Después de tranquilizar a su madre y ver que se quedara dormida, fue a que le indicaran sobre los pagos que debía hacer al hospital. Cuando le dijeron que estaba todo cancelado incluido todo el tratamiento de su madre se quedó sorprendida, y pensó que debe haber algún error, aún que no sabía cuánto serian la cuenta del hospital sabía que no sería tan sencillo pagar todo.
-No señorita no hay cuentas pendientes de la Paciente Teresa Castillo, ni a nombre de Irina Burgos.
-Puede darme una copia de la factura-
“Pago realizado por Andrés Ferrandino”
-Pero, ¿por qué pagaría todo este dinero? Y se fue así no más, sin despedirse. “Debo encontrarlo”
***
-Buenos días señor Andrés, aquí tiene la información que pidió de los inversionistas extranjeros.
-Gracias Thomas.
-Señor, El Joven Rodrigo está esperando afuera.
-Bien, déjale entrar, y envía dos tazas de café –
-Si Señor- respondió el asistente de Andrés.
-Andrés, mi amigo que has estado haciendo? ¿No me digas que ya sales con chicas? Ja ja ja
-Con todo este trabajo que tengo, no tengo ese tiempo que tú tienes Rodrigo. Y ¿Dime como te fue en la universidad con los aspirantes para los puestos que necesitamos contratar?
-Acabo de entregar la información al departamento de recursos humanos. Son chicos muy prometedores.
-Genial- Dijo Andrés.
-Por cierto, hablando de chicas, el otro día que fuimos a la universidad H a recoger a Sofía, conocí a una que me pareció tímida pero muy linda, su nombre es Irina- los dedos de Andrés que estaban moviéndose en el teclado de su computadora se detuvieron de golpe.
-Es amiga de prima- siguió hablando Rodrigo -Se veía muy interesada en encontrar una oportunidad de poder ser reclutada por alguna compañía. Me ofrecí a ayudarla a llenar solicitudes, para conocerla mejor-
-Y qué pasó? -Preguntó Andrés.
-Mmm… no sé, creo que debió pasarle algo, no apareció en la universidad, tenía la idea de invitarla a cenar ayer, tendré que pedirle su número a mi prima.
El rostro de Andrés se puso tenso, llevó su mano a sus sienes y frotó un poco como si le doliera la cabeza. y dijo, -Veo que estas muy libre, ¿quieres algo más de trabajo? -
- ¿Porque esa cara Andrés? -salir con chicas es mi estilo.
-No vayas a romper más corazones, compórtate- Dijo Andrés con un tono serio.
-Vale, Vele, esta vez me comportaré, además Irina parece ser una chica especial-
Andrés tomó un sorbo de café, y dijo -tengo que salir- Y se fue.
En el hospital
Tocaron a la puerta de la habitación, y un rostro guapo y joven se dejó ver.
- ¿Puedo pasar? Preguntó
-por supuesto, pasa-
-Irina cuanto tiempo hace mucho que no nos vemos-
-Hola Nico, ¿cómo has estado? – ambos se saludaron con un abrazo, después Nico se volvió para saludar a Teresa.
-Todo bien, Tía he venido a visitarla. Y saber cómo está-
-Hijo, gracias por tu amabilidad, también te has preocupado- Decía la madre de Irina, aun con un tono de culpa.
-Está bien Madre, no se preocupe, voy a llevar al hermano Nico a tomar un café. Usted Descanse-
Nicolás era un amigo de la infancia de Irina, él vivía con sus padres y siempre llevaba a Irina a Su casa después de la escuela para jugar y comer de lo que su madre les preparaba. La familia de Nicolás tenía un pequeño Restaurante, en el cual Teresa también trabajaba. Nicolás siempre estuvo ayudándoles a sus padres con el Restaurante. Cuando Irina se mudó de ciudad para ingresar a la universidad Nico quedó muy triste, siempre añoraba la compañía de Irina, y ansiaba volverla a ver.
Ahora que la volvía a ver no pudo evitar que su corazón palpitara más rápido de lo normal, ella se veía más madura había crecido un poco, su cabello de color castaño claro que hacían juego con sus ojos color miel, ahora lo tenía largo, lo llevaba suelto y caían sobre toda su espalda, sus labios color rosa hacían también juego con su vestido.
-Nico, ¿qué pasa, te sientes bien? Te veo nervioso- Nico estaba perdido en lo hermosa que estaba Irina.
-Es… Estoy bien, dime te escucho-
Sentados en el jardín conversaban, y Irina le contaba sobre la enfermedad de su madre, y que ahora tenía que encontrar un lugar para ella y su madre, porque solo ella podía cuidar de su madre, además debía encontrar un trabajo lo más pronto posible.
-Irina, sabes que puedes contar conmigo y mi familia, pueden venirse a nuestra casa mientras encuentras un trabajo y una casa para ustedes.
-Te agradezco la gentileza, y sé de tu buena intensión, pero no quiero incomodar a tus padres.
-No para nada, sé que ellos te acogerán con mucho gusto, pero si estas indecisa, puedo conseguir una casa para ustedes en esta ciudad y cuando puedas me pagas, aun que sabes que no es necesario.
Tomándola de la mano dijo. -Irina sabes, que te quiero mucho y me encantaría tenerte cerca nuevamente, todos estos años no he dejado de pensar en ti. Me gustaría pasar más tiempo contigo.
Las palabras y la actitud de Nico, la pusieron incomoda y dudar aún más si debía aceptar. Se sentía como si Nico esperar una respuesta a sus sentimientos a cambio de ayudarla.
-Lo voy a pensar… antes voy a ir a buscar trabajo.
-Si quieres te acompaño-
-No es necesario, conozco bien esta ciudad, pero si no te importa ¿puedes acompañar a mi madre?
-Está bien.
A poca distancia de ellos, Andrés sin querer pudo escuchar un poco de su conversación, tenía la intención de acercarse, pero dio la vuelta.
Cuando Irina Salió del hospital, subió a un taxi, y pensaba que tan difícil sería encontrar a Andrés, ella sentía que le debía mucho y quería agradecer y encontrar un empleo para poder retribuir lo que había pagado por ella y su madre.
De pronto pensó que esta persona no es alguien común por su apariencia, tenía el impulso de preguntarle a Roberta dónde podía encontrarlo, pero se detuvo, ¿con que pretexto voy a decirle que ocupo saber dónde puedo encontrarlo? Pensó que tal vez en internet hay algo sobre él.
Y buscó el nombre de “Andrés Ferrandino” ahora que lo decía así le sonó que lo había escuchado antes.
Cuando llegó a la universidad vio un auto estacionado frente al campus, le pareció un auto familiar. Había un hombre recostado en la puerta del auto.
- ¿Andrés? -A Irina se le iluminó la mirada cuando vio la figura masculina de pie recostado en su auto, se apresuró a llegar donde él estaba.
- ¿Cómo estás?, ¿cómo sigue tu mamá?
-Se siente mejor, un amigo está con ella ahora, yo vine por unas cosas que necesito-
Irina pensaba llevar su curriculum para dejarlo hoy mismo en algunas compañías y de paso intentar averiguar sobre Andrés, pero él ha aparecido frente a ella. “¿Por qué estará aquí? ¿Vendría a buscarme por el pago de las facturas?” Ese pensamiento la puso algo nerviosa.
-Señor Andrés, me entré que usted pagó los gastos del hospital, déjeme decirle que pensaba buscarlo para agradecerle y decirle que no se preocupe voy a hacerme responsable y pagaré todo lo que ha Pagado por nosotras.
-De hecho, lo que vengo a llevar son mis documentos para ir a algunas compañías para encontrar un empleo-
-De verdad vas a pagarme? -Preguntó Andrés.
-Por supuesto señor Andrés. No se preocupe no faltaré a mi palabra-
-Bien, entonces sube al auto-
- ¿Qué? ¿Por qué? -
-No dices que vas a pagarme?
-Pero, pero, yo no…. Tengo que encontrar un empleo antes-
-Bien entonces te daré un contrato ¿Qué pensaste? -
-yo… - la cara de Irina se puso roja, no dijo nada y subió al auto.
Cuando Andrés subió al auto, dijo. -Iremos a comer primero, tengo mucha hambre-
Irina se limitó a asentir. Andrés la llevó a un restaurante pequeño, para que ella no se sintiera incómoda, no quería impresionarla solo quería que ella se sintiera en confianza con él, por lo que estaba a punto de proponerle.
-Dime, ¿y tu Papá? ¿Tienes hermanos? – preguntó Andrés tratando de mantener una conversación con ella.
-Mi padre murió cuando yo tenía 6 años- dijo ella.
-Oh, lo siento-
-Está bien-
-Y no tengo hermanos-
Después de un largo silencio mientras comían, Irina preguntó sobre la compañía de Andrés, a que se dedicaba y esas cosas. A lo que Andrés le contestó todas sus preguntas.
El auto se detuvo en un estacionamiento subterráneo de un hermoso edificio parecían lujosos Apartamentos.
Mientras subían en el ascensor, Irina volvía a ponerse algo nerviosa. Se preguntaba que trabajo le pospondría un hombre como Andrés.
Dingg… el sonido del ascensor indicó que habían llegado al piso 23, con su huella Andrés abrió la puerta del Apartamento.
Andrés la guió por el pasillo, llegaron a la sala de estar, con una decoración sencilla pero muy linda con enormes ventas, luego se dirigieron hacia otro pasillo, Andrés abrió una puerta y entraron a un estudio.
-Toma Asiento- le indicó Andrés.
En ese momento entró una señora mayor, con una bandeja y dos tazas de café.
-Joven, bienvenido… en su escrito están los documentos que trajo el asistente Thomas hace apenas unos minutos.
-Señorita siéntase cómoda- dijo la anciana.
Cuando Irina vio a la señora se relajó un poco más. Después que la señora salió de la oficina, Andrés sacó un folder y se lo dio a Irina.
Irina lentamente abrió el folder, en la primera hoja decía, “Contrato de Matrimonio”
“¿Qué? ¿Pero que está tramando este hombre?” Pensó que estaba siendo intimidada.
-Señor, esto no tiene ningún sentido, ¿cómo puede tranquilamente hacer un contrato para casarse con alguien que no conoce? –Ya sé esto es una broma ¿verdad? -
-Me temo que yo no hago ese tipo de bromas Señorita-
-Léelo con cuidado, y mañana me das una repuesta, ahí tienes mi número de teléfono-
-Pero, señor esto no puede ser, no es tan simple como usted pretende-
-Bien, parece que no estas dispuesta a pagarme como dijiste hace un rato, y tampoco estas dispuesta a leerlo, pero, te lo resumiré.
-Lo que tienes en tus manos es un contrato por dos años para ser legalmente mi esposa, deberás vivir conmigo durante ese periodo, los demás deben creer totalmente que somos marido y mujer, y ya que debo cuidar mi reputación debes respetarme y no tener relaciones con ningún otro hombre, igualmente yo te respetaré. no pretendo que me vendas tu cuerpo, no voy a forzarte a ningún tipo de intimidad, por lo tanto, no tengo ninguna mala intensión contigo.
Así como yo te he ayudado, necesito que me ayudes, debo tener una esposa legal en menos de tres días. Si decides aceptar, tu cuenta quedará saldada y me aseguraré de que a tu madre ni a ti les falte nada durante ese periodo. Y podamos mantener una buena relación y terminar bien este contrato. Si tienes alguna condición en especial que quieras ponerla en el contrato puedes hacerla-
-¿Por qué dice que tiene que estar casado legalmente? ¿No veo cómo puedo yo ayudarlo?-
-No debes hacer nada, más que aparentar ser mi esposa. Es un asunto de negocios, estoy en una situación complicada entre mi familia y la compañía-
- ¿Puedes Ayudarme Irina? -
-Y si decido no aceptar? Preguntó Irina.
-Bueno… esta deuda también involucra a tu madre, si ella supiera de esta deuda ¿crees que pueda quedarse tranquila? -
-No, por favor no le diga nada a mi madre, no quiero que se preocupe… lo pensaré.
-Bien, afuera está el chofer él te llevará de regreso, recuerda la respuesta mañana por la mañana.
-Puedo ir en autobús. No se moleste…
-Yo te traje aquí así que es mi responsabilidad tu seguridad. –Ve
Aún sin poder creer, lo que acaba de pasarle, se encontraba un tanto confusa, y no sabía que pensar, mucho menos que decisión tomar, si pudiera encontrar otra opción justo en este momento. Con los pensamientos hechos un lío, Irina Entró en la habitación de su madre. -Hola Mamá cómo te has sentido? -Hija… ¿te pasó algo te vez pálida? -Ah! No madre, estoy bien, venga vamos a cenar. Después de cenar juntas, Irina, intentó mantener una media sonrisa, sabía que debía tomar una decisión, y no le quedaban muchas opciones. El viernes debía abandonar la habitación del campus. Aun no encontraba un lugar para vivir, mucho menos un empleo, no podía volver con su madre a la pequeña ciudad, porque ahora debía llevar un tratamiento. Y ella debe trabajar para darle a su madre lo que ella necesita. “Una vida tranquila”. Después de todo lo que han pasado desde que quedaron solas sin su padre, es lo menos que puedo hacer por ella. Darle tranquilidad. Con
Irina, se quedó sola en la habitación, viendo a su alrededor, notó que había dos balcones con puertas de vidrios cubiertas por enormes cortinas, la cama verdaderamente era enorme, podían caber unas 4 personas, se dirigió a su armario para guardar su ropa, pero al abrirlo vio que había muchos vestidos, zapatos, bolsos, lencería, ropa de dormir, casi no había espacio para la ropa que ella traía. Y pensó “será que esta ropa es de otra persona” pero recordó claramente que la señora Song señaló que este era su armario, decidió hacer un espacio y acomodar su ropa, luego se dirigió al baño y tomó una ducha. Un par de horas después de que había dormido un poco, se levantó y vio que la señora Song servía la cena, comió junto a la señora mientras conversaron un buen rato. Le dio un poco de curiosidad y decidió pasarse por la mansión para admirarla. Entró primeramente a la habitación que sería de su madre, no era tan grande como la de ella, pero muy cómoda y los colores m
En el Grupo AF (Empresa de Andrés) -Hola Hermano, porque no has llegado a verme, tengo que venir a buscarte te has vuelto muy distante ¿qué te pasa? ¿es por lo que te dijo papá el día de nuestra cena? - -Mi querida hermana, eres muy inteligente. A ti no puedo ocultarte nada- -Hermano, padre quiere que reconsideres la propuesta de compromiso del grupo Viena, ¿Irás a al banquete de Aniversario del grupo Viena? - -Sería muy descortés si no voy- -Mi padre intentará emparejarte con Amanda en la fiesta. Parece que no te has dado cuenta, de verdad has estado muy ocupado. Sofía sacó su móvil y le mostró a Andrés una noticia. La noticia decía: “El Joven y apuesto empresario del Grupo Ferrandino Podría comprometerse en matrimonio con la hija del grupo más grande del País el Grupo Viena” Andrés Frunció el ceño. Y dijo con su rostro tranquilo: -Eso no será posible, porque tú hermanita, ya tienes una cuñada y no es la Señorita Viena-<
El Lamborghini color gris plateado que conducía Andrés, llegó frente al hotel.Andrés vio a Irina y le preguntó. - ¿estás bien? -Ella asintió, -solo te pido que no me dejes sola--Te lo prometo-Andrés bajó del auto, y se dio cuenta de la cantidad de periodistas que había por la cantidad de flash que golpeaban su rostro. Corrió a abrirle la puerta a Irina y le tendió la mano para que bajara.En ese momento Irina sintió mareo, Andrés se dio cuenta de algo y rápidamente tomó su brazo y lo entrelazó con el suyo.Dentro del hotel donde se llevaba a cabo el banquete en una mesa especial se encontraba la familia Ferrandino. Un joven se acercó y anunció: -señor el Joven Andrés ha llegado--Vaya ya era hora, de verdad creí que sería tan irrespetuoso y no asistir--Gino, se paciente con nuestro hijo, dale un poco de espacio él siempre ha sido un buen hijo--Ya le he dado suficiente espacio, incluso levantó su propia compañía dejándome solo, ya
Durante el camino de regreso fue todo silencio. El auto entró a la villa, Andrés apagó el motor, vio a Irina. -Irina, ¿ahora en el baño alguien te molestó? - - ¡No! - ¿Porque te ves cómo preocupada? - -Andrés no es nada – Irina hizo abrir la puerta del coche, pero Andrés no la dejó, con sus fuertes brazos la atrajo hacia él e hizo que se sentara en sus regazos. - ¡Ah! ¿Andrés que haces? – La Joven sorprendida pegó un grito. - ¿Entonces, no me vas a decir que te molesta? -Andrés abrazó con fuerza el cuerpo de Irina enterró su cara en su cuello y le susurró al oído. –Dime, Confía en mí- Ante este acercamiento el cuerpo de Irina se estremeció y se quedó inmóvil. Luego de unos segundos en esa posición ella reaccionó, colocó sus manos en el pecho del él y empujó a Andrés, quiso bajar de sus regazos, pero fue imposible, este la sujetó aún más fuerte. –No te muevas- Le ordenó Andrés. -Vale, Vale… es solo que me preocupa que es
En la villa, Irina fue bombardeada con mensajes y llamadas de sus amigas. Cuando Irina vio las fotos en casi todas las redes sociales, revistas, y páginas de Internet. Se quedó un poco inquieta y sin ninguna idea de cómo responder a sus amigas con las que había compartido durante muchos años. Era seguro que iban a estar enojadas. Solo pudo responder. “Chicas perdón por no decirles todo pasó muy rápido. Primero cuando vuelvan de su viaje podrán castigarme” En ese momento Andrés entró a la habitación Irina tenía una mirada llena de vergüenza. Aunque en realidad no había comentarios atacando a Irina, solo se preguntaban, “¿Cómo era posible? ¿No era cierto que Amanda Viena era la prometida de Andrés Ferrandino? ¿Cómo una chica desconocida se lo pudo quitar?” y entre otros comentarios como “Hacen una linda pareja” “Ella de verdad es mucho más linda”. -Irina, ¿estás bien? Supongo que ya vistes las redes sociales. -Creo que mis amigas están Molestas
Pasaron varios días, Andrés e Irina casi no se miraban durante el día excepto por las mañanas y las noches, apenas un par de días habían podido almorzar juntos, porque casi siempre Andrés estaba en la compañía Ferrandino con su padre, organizando los proyectos y las propuestas que debía llevar a los accionistas e inversionistas. Pero cuando no podían verse, Andrés la llamaba o le enviaba mensajes durante la hora de almuerzo, también se aseguró que a ella le llegara la comida sin faltar ni un día. Sus noches y sus despertares eran como Irina se lo había imaginado, ya estaba completamente acostumbrada y fascinada por dormir en los brazos de Andrés, más cuando al despertar lo primero que miraba eran esos ojos verdes cautivadores que la observaban con ternura. Y él la trataba con mucho cariño y respeto, aunque de vez en cuando le robaba uno que otro beso. El proyecto de Irina debía estar listo en dos meses. En la villa Andrés preparó una Oficina para Irina, y dio acceso
Cuando Andrés Salió del baño, vio a Irina ya acostada en la cama con un pijama de seda de color blanco, y su cabello color castaño claro extendido en la almohada que le hacía ver un aura tierna, pero a la vez sensual, Andrés se mordió el labio inferior. Para intentar reprimir su deseo “Mi gatita me está esperando” Pensó para sí. Levantó el edredón y se metió a la cama, apagó la lámpara de la mesita de noche. Como todas las noches Irina, se acercó a él para acomodarse en sus brazos. Era increíble como sus cuerpos se amoldaban para quedar perfectamente unidos, era como si sus cuerpos habían sido hechos uno para el otro. Pero Andrés sentía que no podía más resistirse, peor sabiendo que no la vería por muchos días mucho menos tenerla así de cerca pegada a su cuerpo, era una tortura con solo imaginárselo. Ya que sus brazos rodeaban completamente el cuerpo de Irina, solo tuvo que bajar la cabeza y sus labios cayeron con determinación sobre los labios de Irina. Cuan