Mila Korovin, 22 años, estudiante de Danza en Nueva York, es ese tipo de chicas que cualquier hombre quisiera tener, a excepción de su mal carácter. Alexander Coleman es el atractivo y varonil jefe del departamento de bomberos, que a sus 30 años tiene su vida completamente establecida. ¿Quién no querría al capitán Coleman a su lado? El destino está jugando sus cartas y esta vez le toco a Mila y Alexander. ¿Qué pasa cuando el fuego y hielo se unen? TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS OBRA REGISTRADA
Leer más—Mamá por favor —digo tratando de acomodar mi vestido. Han pasado 3 meses desde el incendio. Las secuelas físicas están completamente sanadas y he mejorado psicológicamente, mis hijos se han desarrollado sanamente y no han presentado ningún problema.—Mi amor te ves hermosa lo juro —La boda al fin ha llegado, estoy muy nerviosa porque en unos minutos saldré a ese hermoso salón y me encontraré con Alex.—Tienes que salir ya Mila —dice Kelly, mi madre me besa la frente y sale ocultando las lágrimas.Estoy frente al espejo mirándome, mi vestido es corte sirena, unas pequeñas mangas sobresalen por mis hombros y el color es precioso, como una perla, tiene detalles en la falda y un velo largo
—¡POR FAVOR DÉJEME VERLA!, ¡POR FAVOR! —escucho sus gritos—Alexander, quédate aquí.—¡SALVELOX POR FAVOR! —grita y no puedo escuchar más, no sé donde estoy, tengo un fuerte dolor en la barriga.—Su presión está aumentando, está en trabajo de parto —la dificultad para respirar se hace presente, no puedo dejar de toser.—Necesito un tanque de oxígeno, sus pulmones están a punto de colapsar… —mi mente queda en blanco.◈◈◈◈◈◈◈◈◈Mi cabeza va a estallar, el dolor es muy fuerte. Siento como si un tráiler me hubiera pasado por arriba
5 meses despuésCamino recorriendo la sala, mis pies están mucho mejor pero hinchados debido al embarazo. Mi barriga es muy notoria y más debido a mi gran apetito.Olivia no ha llegado a casa y me parece bastante raro. Son las 7 de la mañana y Alexander hace unos minutos acaba de salir rumbo a la estación.Me dispongo a servirme jugo de naranja e ir a ver un poco de televisión cuando mi móvil suena.—Hola—Hija, ¿Cómo estás? —pregunta mi madre—Bien mamá ¿y tú?, ¿Cómo está mi padre? —ha tenido constantes problemas con su pr
Una semana ha pasado desde que llegamos a NY me siento al fin en casa, no puedo negar que extraño profundamente los hermosos paisajes de Montana pero… creo que la ciudad es lo mío.La buena noticia es que puedo caminar lento y pocas distancias pero he vuelto a caminar y sin terapias, solo las propias y algunos ejercicios que he visto en internet.Tomo un sorbo de jugo de naranja mientras contesto a mi madre el ya habitual mensaje escrito por las mañanas. Escucho como Alexander sale del vestidor con su uniforme puesto.—Quiero una dona de chocolate —hago un puchero y este sonríe—Por supuesto hermosa —besa mis labios y me ayuda a ponerme de pie. Le informo a Olivia que volveré en un momento y ahora no
La fiesta continúa tranquilamente, contemplo a las personas bailar de un lado a otro. Alexander no ha parado de hablar con hombres, sinceramente me han aburrido sus pláticas así que solo me concentro en beber jugo de frutas.Miro mi móvil y me encuentro con un mensaje de Kelly:De: Kelly babe (4:32 p.m.)Amiga, me he enterado que te han realizado una súper fiesta en Montana, ¡es genial!, muero por tenerte aquí… y John me lo ha notificado, ¡SERE DOBLEMENTE TIA!, estoy un poco indignada porque no me lo has dicho tú… en fin, te extraño.Tecleo una disculpa, no recordaba que no había notificado a Kelly del hallazgo… en fin, yo también tengo muchas ganas de volverla a ver. Noto que en el buzón
El día de la fiesta ha llegado. Estoy terminando de acomodar la trenza que he hecho con mi cabello. Me maquille muy naturalmente y el vestido me queda bastante bien. Comienzo a moverme en la silla y Alexander sale del baño.—¿Me veo bien?— alzo una ceja ¿es una broma verdad?, se ve espectacular—Mhh mhhh— hace mala cara—Mi amor, por favor, no sigas molesta, si querías acabar conmigo lo hiciste ayer al no dejar que me acerque a ti mientras dormíamos— sonrío para mis adentros.Sabía que hacer la muralla de almohadas lo haría volverse loco. No contesto y alguien llama a la puerta.—Adelante— dic
Llaman a la puerta—Hija, te traigo la cena—es mi madre.—Déjala— contesto secamente. Se inclina a besarme la frente—¿Qué ha pasado?— niego y trato de apartarme—Estoy cansada, déjame dormir por favor— me mira triste y se resigna saliendo de la habitación.Necesito ir al baño, busco la silla de ruedas manual pero está hasta la otra esquina—Mierda— me siento lentamente y decido que tengo que hacer las cosas por mí.Puedo arrastrarme hasta el baño, probablemente mi vejiga se rinda antes pero
Siento un fuerte dolor en el abdomen, me quejo—¿Qué le duele señorita?—Siento un…— grito—Señorita no se mueva por favor— me ata con varias cintas en la camilla.—Su presión está subiendo— le indica a uno de los paramédicos que lo acompañan—Tranquila— no puedo parar de quejarme el dolor es intenso.Las puertas al fin se abren y de nuevo me ingresan al hospital, hace menos de una semana que había estado en una y aquí estoy de nuevo—Condición— el param&eacu
Han pasado dos días desde que Alexander me pidió que fuera su esposa, Eva está muy ansiosa en dar a conocer nuestro compromiso y la llegada de su primer nieto.Ha organizado todo un banquete que comienza desde las 4 de la tarde hasta muy entrada la noche. De verdad estoy sorprendida con los arreglos, hasta me ha dicho que invite a mis padres, es por eso que me encuentro en el aeropuerto en este momento.Alexander está sentado junto a mí hojeando un periódico local, doy otra mordida a mi chocolate cuando escucho el anuncio de que el vuelo de NY ha llegado.—¡Al fin!— digo frustrada y Alexander ríe.—¿Ya has comprado lo que usaras amor?— pregunta mi prometido