92. SENTIR QUE PASÓ LA CRISIS

Después de un rato de conversación amena entre las tres, la señora Enola decide que ya es muy tarde para seguir despierta. Así que toma a la pequeña y la lleva a su habitación, permitiendo que Sophia y yo podamos hablar a nuestras anchas, sin preocuparnos por el ruido que podríamos hacer y despertar a la bebé.

Realmente agradecemos ese gesto, porque aunque nos cae muy bien esta mujer, todavía no somos capaces de hablar con total libertad en su presencia.

—Ahora sí, habla —dice Sophia, cambiando el tono cordial que usa cuando hay terceros presentes—. Has pasado casi dos días sin tocar el celular ni mirar ninguna red social, y no te atrevas a decirme que no pasa nada, porque eso no es normal.

Ella es así, no muestra su verdadera personalidad a todo el mundo; solo unas pocas personas tenemos el privilegio de conocer su lado menos encantador. Cierro los ojos y cubro mi rostro con una mano, buscando reunir valor para contarle lo sucedido. Intenté por todos los medios que mi relato fuera lo
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo