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Todos los capítulos de Lothar Weber : Capítulo 1 - Capítulo 4
4 chapters
1. Esposa cautiva
Venecia, Italia ~Monasterio de Santa Maria delle Vergini~—Señor Todopoderoso,Tú que ves más allá de la carne y del linaje,guarda mi alma, que no lleva culpa,aunque mi sangre cargue con sombras ajenas...Annika dejó que las palabras flotaran en el aire, desgastadas por la repetición. Ya no le parecían suyas, ni siquiera creía que atravesaran el techo de la capilla. Había recitado aquella oración tantas veces en secreto que su significado se había desvanecido. ¿Acaso alguien la escuchaba? Tal vez no lo merecía. Después de todo, no era una monja devota como las demás.—Sorella Annika.La voz, suave y afectuosa, la sobresaltó. Se puso de pie de inmediato, dejando su posición arrodillada.—¿Qué haces aquí a esta hora? —preguntó la Vicaria, mirándola con curiosidad.Annika bajó la mirada, sus manos unidas frente a ella.—Estaba... orando —respondió en voz baja, con cierto titubeo.La Vicaria se acercó y, con un gesto delicado, levantó su mentón hasta encontrar sus ojos castaños.—Eso e
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2. Esposa astuta
Después de presenciar aquella aberración con sus propios ojos, Annika se apresuró a regresar a su habitación, como si el mismo diablo le pisara los talones. Cerró la puerta con un golpe seco y echó el seguro antes de lanzarse hacia el baño, donde vació su estómago en el retrete. Varias arcadas más, hasta que su garganta quedó ardiendo y su cuerpo se tensó, dominado por la náusea. Se apoyó contra el lavabo, respirando con dificultad, mientras el pecho le hervía de angustia.—Maldito...—susurró, su voz temblorosa, llena de repulsión por lo que acababa de presenciar. —¡Maldito seas, Rainer!.Golpeó el lavabo con furia, la impotencia apoderándose de ella. No podía hacer nada. Ni siquiera huir parecía una opción viable. La sensación de estar atrapada la consumía, como un peso insoportable sobre su pecho.Salió del baño con el rostro demacrado por la rabia. Sin pensarlo, arrancó el vestido rojo que le habían impuesto y lo pisoteó, con furia, hasta que sus fuerzas se agotaron. Se desplomó en
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3. El gigante
Annika no sabía qué le revolvía más el estómago esa mañana: las fachas de mierda que llevaba encima o tener que desayunar frente a Rainer con su amante enredada sobre él como una maldita lapa.Se sentó, tragándose el asco y el fastidio, mientras esos dos se restregaban descaradamente en la mesa. Intentó enfocarse en el plato que tenía delante, pero el primer bocado casi la hizo vomitar. Era otra de las bromitas de Lavinia, la muy desgraciada.Respiró hondo, recordando que debía mantener su papel de víctima. Necesitaba mantener a Rainer bajo control, aunque eso implicara tragarse la humillación. Levantó la vista y los vio: Lavinia alimentaba a Rainer con una cuchara, riéndose como una idiota. Annika sintió un nudo en el estómago, pero se obligó a seguir con su plan.Dejó caer la mirada, dejando escapar un sollozo que acompañó con un gesto de falsa vulnerabilidad al secarse una lágrima imaginaria con el dorso de la mano.—Pobrecita —se burló la sirvienta desde la esquina—, llora como si
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4. Segunda amante
Durante lo que quedaba del día, no volvió a cruzarse con él. Miró varias veces hacia la cima de las escaleras mientras limpiaba, con la esperanza de al menos ver su sombra. Pero nada, aquel hombre misterioso no dio señales de vida.Annika terminó su jornada y, como le tocaba, volvió a casa. Subió al taxi con el estómago revuelto, una mezcla de nervios y rabia, porque sabía que la esperaba una pelea con su esposo. Todo por haber encontrado trabajo. Claro que, le costara lo que le costara, pensaba mantener su papel de víctima perfecta, la esposa mártir. Ya había planeado cómo actuar.El taxi la dejó frente a la mansión de Rainer. Bajó, mirando el enorme caserón con desconfianza. Pagó al conductor y respiró hondo antes de cruzar la puerta.Al entrar al salón, lo primero que vio fueron maletas y bolsas de compras desparramadas por todos lados. Las sirvientas iban y venían, cargándolas escaleras arriba, mientras Annika observaba todo con una expresión de incredulidad. ¿Rainer tendría visit
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