LILY BENSONCuando besaba a Bradley, mi corazón se aceleraba y las mariposas revoloteaban inquietas en mi corazón, pero el señor B tenía otro efecto, uno más potente, mi cuerpo ardía, estaba ansiosa y mi boca torpe no podía llevarle el ritmo a sus labios experimentados. Me aferré a él, respondiendo con una intensidad que parecía venir de lo más profundo de mi alma. Cuando el beso terminó, dejándome sin aliento y aún con los ojos cerrados, el señor B permaneció cerca, observándome mientras intentaba recuperar el aliento. Olvidé quién era él, y él olvidó que yo no era más que una herramienta en su juego.—Así que no me tienes miedo… interesante —murmuró sorprendido, más para sí mismo que para mí.De pronto y sin avisar me tomó en sus brazos, levantándome con demasiada facilidad y permitiéndome sentir el calor que irradiaba su cuerpo, pese al aura oscura y fría que parecía siempre rodearlo. No hice preguntas, ni siquiera cuando me di cuenta de que íbamos directo a la cama. ¿En verdad ib
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