De la suculenta cifra que Irum le había depositado a Libi en su cuenta bancaria, ella no había gastado ni un 2%, y cuando se fue de su casa con sus sueños rotos a cuesta, deseó devolverle todo lo que quedaba, pero había dejado su departamento por él y alguien más lo había rentado, necesitaba hospedaje y pagar un hotel era lo más rápido. "Considéralo una compensación por lo ocurrido", le decía su Lucy interior, la parte más sensata de su conciencia y a la que rara vez escuchaba. El inteligente y atractivo Irum, tan atento y cariñoso había resultado ser una est4fa. Ella merecía una compensación, aunque se sintiera como una interesada por conservar el dinero. Le haría falta para empezar de nuevo considerando que la mayoría de sus pertenencias se habían quedado en aquella casa. Esperaba que al menos él le permitiera ir a buscar sus pinturas, esas eran irremplazables. —¿Extrañas tu habitación? Canela la había despertado con sus chillidos. La cachorra caminaba hasta la puerta, la raspa
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