Mía, no se apartaba de su cachorro ni un instante, por lo que las comadronas ingresaron para ayudarla a bañar y atenderla como toda una princesa, Mía no lo permite, no confía en nadie. Lo que hace es pedirles que se marchen para hacerse ella misma hacerse cargo de su bebé.—mi pequeño David, debemos ser fuertes para no alejarnos, tu hermanito el principito me tiene preocupada, tan solo espero poder reunirlos a ustedes dos, y que vivamos juntos y verlos crecer, darles mi amor y protección, si te apartan de mi lado, mi vida no tendrá sentido— Mía deja un casto beso en la frente de su pequeño hijotoma asiento en la orilla de cama y alimenta a su cachorro mientras le canta una hermosa canción, dejándose llevar por la melodía, cierra sus ojos divagando en sus pensamientos, dónde de repente, aparece él, Liam, aquel guapo hombre que ella no puede olvidar, lo tiene grabado perfectamente en su mente, y tiene pensamientos tan dulces, en que él la tomó entre sus brazos y la gira dónde ella extie
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