Fuego ardiente

Pero nadie le responde y eso la inquieta aún más, sacando fuerzas, se coloca de pie y retrocede pero, sin darse cuenta se lástima su tobillo con una roca, provocando un dolor desesperante y que perdiera el equilibrio, en ese justo momento no le importo su dolor, solo le importa su hijo.

Cierra sus ojos fuertemente esperando el impacto del golpe, no le importa lastimarse ella, pero su hijo debe permanecer sano. Lo que no esperaba, es que unos fuertes brazos la sostuvieron evitando su caída, para así sentir un fuego interior, algo que jamás le había pasado y es que su loba interior despertó al estar en los brazos de aquel hombre desconocido.

Mía al verlo, sintió un fuego ardiente en su interior, eso que su pareja no le había hecho sentir, pero el llanto del bebé la hace salir de su mundo mágico.

Liam tiene grandes habilidades, desde una distancia puede escuchar pasos fuertes como si estuvieran buscando algo —¿Te están buscando?— su voz es tan macho Alfa que llama mucho la atención de Mía

—¡No dejes que me encuentren! ¡Ayúdame!— súplica susurrando porque no tiene alientos, por lo que Liam la carga entre sus brazos mientras ella sostiene a su cachorro. Él empieza a correr lo más velozmente posible.

Mia no sabe quién la está buscando, podría ser su padre o su ex pareja Alfa Domenik, no está segura.

Liam siente ese instinto de querer protegerla, mientras que Mía por primera vez en su vida se siente protegida y refugiada, y lo más sorprendente en un hombre desconocido, su olor la hacía perder la cordura, en su momento de debilidad.

Liam continúa su caminó, hacia una zona de la frontera que los del otro reino no pueden cruzar porque eso desataría una guerra sangrienta.

Al mirar atrás, se percata de la manada de lobos bien armados, dispuesto a matarlo para obtener a la princesa Mía, pero Liam mostró su rudeza al sacar a flote su rugido de alfa que hizo vibrar cada fibra del cuerpo de Mía, incluso los pequeños animales terrestres y las aves, se alertan huyendo.

Vuelve a gruñir, dónde su manada escucha a su Rey e inmediatamente corren a auxiliarlo, se desata el infierno. Los guerreros de Liam están muy bien entrenados así que batallan mientras que el Rey Liam, tuvo que dejar a Mía escondida tras un gran árbol.

—¡No me dejes!— súplica Mía con su voz débil.

—¡No sueltes a tu cachorro! Prometo no tardar— Alfa Liam se une a la batalla, para él, el eliminar al enemigo es cortarle la cabeza, es algo que lo hace diferente a los demás lobos, siente una pasión por hacerlo, sabiendo que no volverán a vivir

Cabeza tras cabeza salen a volar, hasta que sus fosas nasales sienten un fuerte olor que es despreciable para él, al utilizar su visión aguda que le permite ver movimientos desde una larga distancia como a sus presas.

Un extraño macho Alfa se acercaba, es el Alfa Domenik, pero Mía y el niño debían recibir tratamiento de inmediato, por lo que no tenía tiempo para perder en la feroz batalla.

—¡Vamos!— ordenó Liam a su manada y cruza la frontera, para ir en busca de Mía la cual está inconsciente y prendida en fiebre.

Siendo de noche, el Alfa Liam estuvo velando el sueño de Mía, la observaba fijamente porque luego de tantos años tiene a su loba predestinada.

Beta se acerca sin hacer tanto ruido. —Alfa, ¿Qué desea que haga por usted?

—haz una ronda lejos de mi presencia, quiero estar a solas con ella— ordena y Beta comprende las palabras de su Rey, por lo tanto hace una reverencia y se marcha.

La sangre de Mía se impregna en las fosas nasales de Liam, el cual siente que se le hace agua la boca porque su deseo por quererla aparear se le hace apetitoso a cada segundo.

Mía frunce el entrecejo —tengo sed— susurra con debilidad

Liam rápidamente lleva agua a los labios de Mía y ella toma con delicadeza, pero cuando su cachorro empieza a llorar, Mía abre sus ojos en totalidad, para encontrarse con la mirada más atractiva que ha visto en vida.

Su loba vuelve a despertar, pero Mía aparta su olor del Alfa a la defensiva, abrazando a su cachorro con más fuerza.

—no temas.

—¿Quién eres?— pregunta temerosa, piensa que quizás él, es un enviado de su ex esposo Domenik para llevarla con él nuevamente

—te hubiera hecho daño mientras dormías ¿No creés? Solo te cuido

—es suficiente, ya puedes marcharte— ordena, pero Liam se acerca lentamente a ella y la loba de Mía quiere apoderarse de ella porque sabe que es su lobo predestinado

—te salvé la vida, deberías ser un poco más amable— extiende su mano lentamente, quiere tocarla y Mía al percibir sus intenciones de que quiere aparearse con ella le dice

—te lo agradezco, pero ahora aléjate por favor— ella se aferra a su cachorro

Liam huele la sangre de Mía, y mira al cachorro, comprende que Mía está a un solo día de haber dado a luz.

—acuéstate— ordena, aunque su lobo está hambriento por hacerla suya, no quiere pensar solo en sus necesidades, si no en ella, que sera su loba para toda la vida.

—¡No! ¡No me pienso acostar contigo!— Mía se niega, pero Liam se acerca tanto que ella termina acostándose sobre el pasto y Liam la hace abrir de piernas por lo que ella se sonroja —¿Qué… haces?— pero él no le responde, si no que mete sus manos bajo el vestido y las posa sobre las caderas agarrando las bragas y deslizando lentamente, erizando la piel de Mía.

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