—¡Usted!— lo señala MíaLa cual inmediatamente agarra a Leticia de la mano para protegerla.—¡No eres bienvenido en mi reino! ¿Por qué lo dejaste entrar, Beta?— Mía se molesta —reina Mía, puedo explicar—¿Explicar que? No ves que ese vampiro— lo señala —nos trato mal y de paso se quedó con LeticiaBeta le iba a explicar pero Leticia lo interrumpe. —yo se lo pedí, por favor no te enojes —¿Tú? Pero… ¿Por qué, Leticia? ¿Acaso ese vampiro te hizo un hechizo?— la mira fijamente a los ojos a ver si hay algo diferente en ella, puedo lo único que puede contemplar son sus ojos radiantes de felicidad—Mía…— le acaricia el rostro —estoy bien, el príncipe no me lastimo, solo quiere hacerme feliz, nos vamos a casar y quiero invitarte, me harías muy feliz que puedas asistir— Mía está estupefacta, por poco y los ojos se le salen de las cuencas, no lo puede creer Así que aleja a Leticia un poco para hablar más en privado. —¿Leti, te está obligando? Tan solo dímelo, estamos con los Rogues y él está
Cuando Liam llega a dónde está su padre, el muy miserable alza su mirada para ver a Liam, el cual lo está mirando con desdén.—tiempo sin vernos liam— sonríe malicioso y logra colocarse de pie, al ver la herida que le hizo a Liam mas se amplió su sonrisa—¿Cómo te atreviste a asesinar a Rebeca?— la voz de Liam es ronca, es determinante, está muy furioso—¡No me importa! Esto puedes tomarlo como una parte de mi venganza, por poco y la insolente de Mía me manda al infierno pero, todo está a mi favor, estoy vivo, estoy dispuesto a acabar contigo hasta mi último aliento, porque nunca debiste existir en este mundo, eres una rata, un asco, eres lo peor que mis ojos hayan visto, te desprecio, jamás permitiría que fueras feliz, así esté muerto hago tu vida mierdaLiam empuña su mano derecha y le propina un puño bien fuerte a su padre en el rostro, haciéndolo caer inmediatamente al suelo.—¿Te duele?— pregunta Blackmoon, balbuceando—¡Jamás me dolería tus palabras! Sí tú me deseas la muerte, c
Mía se acerca a Liam, aunque sus piernas tiemblan, su corazón está acelerado y le arden las heridas que se hizo, quiere ser valiente por el amor que le tiene a Liam, por sus hijos, por esa familia que ella tanto desea.Cada paso que da, es como acercarse a la muerte. Liam no deja de luchar, su ceguera en esa maldición lo envuelve, y ahora, Mía contempla como su Alfa tiene a uno de los Rogues a punto de morderlo, no es buena señal, quiere la sangre de aquel pobre Rogue y como reina debe también sacrificarse por su reino.—¡No Liam!— ordena Mía y acelera sus pasos, ella quiere correr pero literal, el cuerpo no le da, quizás es por el miedo de todo lo que sus preciosos ojos están viendo —¡Déjalo!— ella se acerca y se sube encima de Liam, el cual se coloca de pie mientras ella se sostiene con fuerzaCuando el Rogue olfatea la sangre de Mía, ya que el brazo herido de ella queda prácticamente cerca de su rostro, lo hizo sentir deseo de esa sangre.Liam muy enfurecido porque ella no se suelt
—¡Suban al rey al carruaje!— ordena Beta y así lo hacen, solo que con algo de temor de que el rey recapacite y nuevamente los ataqueMía corre detrás de ellos y también sube al carruaje. La cabeza de Liam reposa sobre su regazo y ella posa sus manos en el rostro de él, acaricia y luego, su mirada, con una visión borrosa a causa de sus lágrimas, baja hasta ver el abdomen, se percata de que está sangrando mucho, de las heridas que tiene, esas que provocó Blackmoon.—¡Rápido!— súplica Mía y sus manos tiemblanLos Rogues encargados del carruaje se ponen en marcha.—¡Ayúdenme a ponerme de pie!— ordena Beta y dos Rogues se acercan —mi señor ¿Crees que nuestro rey ha sido curado?— pregunta uno de los Rogues—debemos esperar que despierte, tan solo pedir a diosa luna que así sea— responde con dificultad y lo colocan de pie—presiento que sí ha sido curado, lo que sucedió no es normal— habla el otro Rogue—sin embargo, debemos estar en alerta, no podemos confiarnos— sugiere Beta, y lo ayudan
—¡Rey!— exclaman asustadas —¡Mía! ¿Dónde está Mía? ¿Por qué estoy aquí?— Liam está desconcertado, y al sentir sus manos amarradas se desesperó aún más—se está recuperando. La reina muy valiente hizo un sacrificio de amor por usted, para que fuera salvó de la maldición— responde una de las enfermeras con su voz temerosa —¿Sacrificio de amor? ¿Dónde está?— pregunta con arrogancia y sí, realmente no siente la ansiedad de sangre —recuperándose, aunque los futuros herederos están bien. Solo esperar que las heridas sanen —¿Heridas?— Liam se desespera—Rey, tenga calma, no fue esforzarse, tiene heridas saturadas, por favor Liam baja su mirada a su abdomen y recuerdos no muy ciertos vienen a su mente y lo que más golpeó su pecho fue recordar cuando mordió a Mía.Literalmente a Liam le vale que está mierda está en recuperación, porque empieza hacer fuerza para soltarse las manos y logra hacerlo.—¡El rey sigue maldito!— dicen las enfermeras con gran preocupación y salen corriendo, huyen
Desde que Mía y Liam pudieron ser feliz realmente, todo se volvió armonía, incluso el alfa está tan encantado con el cachorro David, que juega mucho con él y le expresa su cariño, además, de educarlo y eso llena el corazón de Mía porque queda claro que él será un gran padre.En este momento, Mía está junto a Liam en toda la entrada del reino Redmoon, ya que el tema de ir a ver a su padre enfermo rondó su cabeza.Mientras que a David lo cuida la abuela Debora.—cariño, sigo pensando que es mala idea, no soporto que te miren mal, o te digan una mínima palabra de desprecio— Liam la sostiene de la mano, y su mirada hacia los demás es demasiado fulminante—mi vida, no mires así a la gente, por favor, sé un poco más amable—solo con mi familia, eso no está en disputa, lo hago para protegerteMía suspira, es inul convencer a Liam de que sea un poco más amableAl ingresar al castillo, Beta es quien los acompaña y mira a su alrededor vigilando.—gracias por venir— dijo la esposa de su padre, r
En la manada Bluemoon, la sala de parto está llena de tensión por los gritos detonantes de una mujer.—¡Duele! ¡Duele! ¡Ahhh!— exclama la loba mientras grandes gotas de sudor mezcladas con lágrimas, empapan la almohada de la cama de partos, y hay un charco de sangre roja brillante bajo las piernas de Luna Mia.Ella se aferra a las sábanas al sentir las fuertes contracciones, su deseo era que el padre de su hijo estuviera dándole apoyo.—¡Luna Mia... por favor! aguanta un poco más. Ya he visto la cabeza del principito.Como la luna de la manada Bluemoon, está dando a luz, han despejado el pasillo de la sala de partos, dónde está el Beta, del Alfa Bluemoon en toda la puerta de la habitación esperando los chillidos del heredero. Solo la comadrona Omega Letizia la anima a Luna Mía a pujar.—¡Letizia, duele, duele mucho!— se queja Mía, su rostro refleja la desesperación y el dolor de dar a luz a un hijo El olor a sangre en la sala de partos, hace que el Beta que está fuera de la puerta se
Mia está agonizando, mirando el temple frío en el rostro de su esposo, aquellos ojos color rojos que se intensifican y la miran con rechazo, haciéndola sentir completamente vulnerable y engañada.Por lo que él Alfa Domenik al ver que los ojos de Mía se tornan llorosos, continúa sin tener la más mínima compasión. —Puedes seguir viviendo aquí, pero no tendrás ningún nombre, lo que tu padre me pidió que hiciera, ya lo he hecho; en los tres años que estuve casada contigo recuperé para él muchas tierras perdidas y proporcioné protección al territorio de tu padre. A cambio, me dijo que me daría un vástago con mi sangre.Hasta ese momento, Mia sabe toda la verdad de su matrimonio con el Alfa Domenik. ¡Solo es un trato! Y ella es la más estúpida jugada por su propio padre y su propia pareja.—¡Olvídate del cachorro que acaba de nacer! En el futuro la verdadera madre de mi hijo será tu hermana Myriam, que es la única Luna que reconozco dentro de mí. Tú ya no serás Luna.—¡Pero esto no es just