Mala fama

—Escucha, ella no puede saber quién somos nosotros y menos que yo soy un Rey, debes inventar algo, debo irme y prepararme para la guerra.

—¿De qué guerra estás hablando?

—Al alfa Domenik me declaró la guerra, lo percibí.

—¿Te metiste con otro Alfa por culpa de esta joven? Pero ella no es digna de tí, incluso tiene un hijo, tú eres un Alfa y ella está casada...

—Mia huía de él, la descubrió y ella es mi pareja destinada.

—¿¡Cómo es posible!?

—No tengo tiempo abuela, si ella te llega a contar algo me informas por favor, debo marcharme, dale a Mía elixir— Liam lo saca de su mochila y se lo entrega —esto la ayudará a recuperarse más rápido— se acerca y deja un casto beso en la frente de abuela.

—por favor cuídate, no olvides que eres mi tesoro— ella suspira, Liam lo es todo para la anciana.

Liam sale de la choza donde su manada esperaba por él para informarle que en la zona fronteriza han habido lobos vigilando constantemente como si estuvieran analizando para poder ingresar y formar la guerra.

—mi Alfa, no podemos perder el tiempo, todos estamos esperando órdenes por su parte— el Beta de Liam aunque sabe que están bien armados no pueden darse el lujo de bajar la guardia

—¡Reúne a toda la manada!— ordena para luego mirar a su alrededor, puede presenciar la catástrofe que se avecina

Por otro lado, Mía despierta pero asustada, mirando a su alrededor al ver el lugar desconocido, piensa en su hijo al no verlo a su lado, su temor incrementó pensando que el lobo con cual se sintió conectada se lo ha arrebatado, pero para su sorpresa, una anciana ingresa a la habitación con el cachorro en brazos. —¡Haz despertado!— sonríe

—Quién… ¿Quién es usted?— intenta colocarse de pie y se impacta aún más, tiene otra vestimenta puesta

—¡No te angusties! Somos mujeres después de todo, lo único que hice fue curarte ¿Cómo te sientes?— le entrega al bebé —oh mis modales, soy Debora, abuela del Liam

—¿Liam? ¿Podría por favor darme información de él, algo extraño me sucedió con ese hombre ¿Dónde está? Necesito verlo, darle las gracias, deseo saber más de él

—es solo un simple guerrero, bueno diría que uno de los mejores, me ha dicho que debes quedarte junto a mí, espera a su regreso

—¿Un guerrero? ¿A qué manada pertenece?

—haces muchas preguntas, alimenta a tu cachorro, mientras termino de preparar alimentos— la señora Debora camina hacia la puerta

—¡Espere!— se detiene —¡Gracias por ser tan amable!

La anciana tan sabia, puede ver la bondad de Mía a través de su mirada, y sabe que su nieto está interesado en ella y que es la loba de su destino pero le costará mucho tenerla porque ella sí sabe quién es la luna Mía.

Pero Mia tiene ciertas dudas, ya que la combinación de su loba con el lobo de Liam fue una perfecta combinación.

Además, de que la anciana no dió mucha información, pero Mía percibe que Liam no es solamente un guerrero, lo malo es que no sabe en absoluto que reino pertenece, por lo que eso le causa más nervios.

Ella sabe que debe volver a su manada, después de todo no podía abandonarlo así por así, aunque lo que tiene en claro es que Liam es su pareja destinada, piensa que es demasiado tarde, y no puede amar o desear a otro hombre.

Al colocarse de pie, se sorprende de no sentir dolor, agarra a su cachorro y sale de la habitación cuidadosamente, al llegar a la sala, la anciana ya traía consigo una taza de té para Mía. —¿A dónde vas?— la mira detenidamente

—Lo siento Senora Debora, no quiero ser desagradecida, pero debo marcharme, quiero volver a la casa de mi padre.

—pero debe esperar a que él regrese.

—quiero hacerlo, siendo sincera me siento bien aquí, pero debo irme.

—sé que no confías en mí.

—no, no es eso...

—Si quieres saber más, Liam es un guerrero de los Rogue, de los que muchos hablan, sobre la mala fama que habitan en el norte.

—¿Él es un Rogue?

Mia tembló, es un grupo de lobos exiliados, son notorios, en muchas ocasiones escucho sobre ellos y la reputación que tienen es que son los peores lobos que existen.

Pero Liam no parece un Alfa de mal carácter ni mucho menos, tiene mala reputación y, sin embargo, la salvó, la medicó, envió a alguien para que la cuidará y la mantuviera a salvo, pero, después de todo, ella no lo conoce, y probablemente también sea un grano en el culo lo bastante grande para ella, como para no permitirse el lujo de que se vea envuelta en la caza de Domenik, o incluso de su padre.

—No creas que mi nieto es un mal tipo solo porque es un Rogue, escúchame, déjame explicarte Mía— la abuela Debora se acerca.

—debo marcharme, gracias por su hospitalidad

—pero… no te vayas, ustedes dos tienen mucho de qué hablar— insiste la anciana

—Lo siento, pero no puedo permanecer ni un minuto más aquí— Mía se despide nuevamente de Debora.

.

El alfa Domenik está irritante, el no encontrar a Mía le complica la situación, debido a que el padre de Mía está furioso y a él no le conviene despertar una guerra luego de la asociación que tuvieron.

—señor— el Beta Ember se acerca muy preocupado

—¿La encontraste?— Beta niega con la cabeza por lo que el Alfa Domenik lanza un objeto decorativo hacia la pared más cercana por su disgusto

—Mi Alfa, la manada está a una distancia de los Rogue.

—¡Maldición! No puedo hacer nada al respecto porque no tengo el apoyo de la manada Bluemoon, ¡Esa mujer que se parece a Miriam no sirve para nada!— espetó, ya que pasó la noche con ella, pero el sexo no fue agradable como lo esperaba con su ex luna Mia.

Así que sale muy enojado en busca de la falsa luna de Miriam, y su temperamento aumenta más al escuchar los llantos de su cachorro.

—¿Qué está pasando?— preguntó sulfurado.

Resulta que él cachorro no quiere recibir la leche materna de otras lobas, quiere es la de su madre, además que el calor de la falsa Miriam no es agradable para él, por lo tanto, llora a todo pulmón. —mi amado Alfa, tu cachorro no quiere alimentarse

—¡Es tu culpa!— gruñó —¡No sirves para nada! Si mi hijo muere todos lo harán— sentencia.

Él bebé solo recibe las hierbas del elixir para mantenerse, pero obligatoriamente necesita la leche materna de su madre, la luna Mía.

Al Alfa muy enojado, sale de la habitación para toparse con uno de los lobos de su manada, el más ambicioso; Frost. —le tengo una valiosa información mi Alfa

—¡Espero que sea importante!— lo miró con desagrado, ya que hasta su apariencia es desagradable —lo es

—¡¡Entonces habla!!— le grita impaciente

—me han informado que la Luna Mía, tuvo otro cachorro.

El alfa Domenik frunce el ceño.

—¿Qué has dicho?— Beta no lo puede creer

—Tuvo otro cachorro, mi Alfa, son mellizos, y alguien la ayudó.

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