¡Una simple negociación!

—¿Quién lo hizo?— los ojos del Alfa se tornan con destellos rojos intensos.

—la Omega Leticia— el lobo Frost sonríe levemente.

—¿La que atendió el parte de Luna Mía?— Beta lo mira con extrañeza.

—esa misma— confirma la información.

—¡Traerla ante mí! ¡Ahora!— el Alfa Domenik se marcha, necesita estar solo, está que mata al primero que se le crucé en el camino, pues Mía sea olvidado de él, además huye y se lleva a su otro cachorro

Espera impaciente la llegada de la Omega, la cual trae como una prisionera y luego la lanzan al suelo. —te preguntaré una sola vez ¿Dónde está la princesa Mía?— el cuerpo de Leticia tiembla, sabe que las cosas que se le avecinan no son buenas —¡¡Responde!!— el rugido del Alfa la exalto

—mi Alfa, no lo sé...

—¿No lo sabes? ¡Te has atrevido a engañarme! Mía tuvo otro bebé y la ayudaste a escapar también, así que me dices ¿Dónde está? O tu hermano morirá

—no por favo,r mi señor— súplica de rodillas —mi hermano no tiene nada que ver

—¡Entonces habla!

—se lo juro, no lo sé, ella se fue sin rumbo fijo

—¡Tu maldito deber era informarme de mi otro cachorro! Pero te has involucrado con Mía para burlarte de mí, hecho que castigaré, te enviaré al calabozo, y a tu hermano tres metros bajo tierra.

Por más que Leticia suplicó, solo eran palabras omisas para los hombres, su sufrimiento de saber que su único hermano, única familia morirá, le provoca un fuerte dolor en el corazón.

.

Mía logra marcharse, aunque Debora le insistió que se quedará, ya que esa fue la petición de Liam, pero no la podía obligar a estar a su lado.

Mía se siente como nueva, sana y restaurada referente a su cuerpo, porque de corazón y mente está triste y confusa, ya que con Liam, sus sentimientos de amor se están centrando en él, pero ella se niega a amarlo, no quiere cometer más errores, ya no tiene escapatoria, Liam que es el ideal para ella, llegó demasiado tarde.

Al regresar al reino Redmoon, pensó que estarían preocupados por ella, pero no fue así, todo está en la normalidad, así que busca a su padre que a esta hora debe estar viendo a los lobos en su campo de entrenamiento.

Ella se acerca llamando la atención de todos al verla con un cachorro en brazos, aunque nadie se preocupa por ella todos saben lo que realmente pasó. Por lo tanto el Rey al verla, su rostro demuestra su disgusto.

—¡Padre…!— ella cubre más a su cachorro.

—¡No tienes ni la mínima idea de todos los problemas que me has ocasionado!— bufo y la agarra del brazo llevándola a dentro del castillo.

—debe importarte como me siento padre, el Alfa Domenik mostró su lado oscuro y me quitó a mi primer cachorro, afortunadamente eran gemelos aunque no lo sabía y tengo a este, pero siento que mi cachorro, el principito heredero de Domenik, me necesita.

—¡Cállate! En vez de ser una ayuda en este reino solo traes problemas, ese cachorro será un gran problema, debemos llevarlo a Domenik, de lo contrario al saberlo hará una guerra.

—¡No padre! Jamas te he pedido nada, siempre he hecho lo que me pides, pero te suplico que no me arrebaten también a este hijo.

—¡Así que la luna mediocre apareció!— su hermano el príncipe Jack, se acerca. Le informaron que su hermana regresó.

—¡Hermano ayúdame! Mi padre quiere quitarme a mi cachorro, el Alfa Domenik me falló, él tiene otra loba, por favor no me den la espalda cuando más los necesito, tengan compasión— las palabras de Mía salen de lo profundo de su corazón, pero al parecer su padre y hermano tienen el corazón de piedra.

—¡Soy el príncipe de este reino! Yo, sí tomo mi cargo en serio, y por esa razón debo velar por el bienestar de este reino y la manada. Cuando padre te hizo casarte con el Alfa Domenik obtuvimos beneficios, ahora qué el te cambio porque no fuiste una buena esposa, debemos aprovechar para tener más poder, y para garantizar más seguridad.

—padre no escuches a Jack, ¡También soy tu hija!— Mía alza su voz retrocediendo.

—¡Cállate Mía! No tienes derecho a cuestionar las órdenes de tu hermano y las mías, así que hijo, ¿Qué propones?

Su hermano mayor, príncipe Alfa Jack sonríe maliciosamente, lo único que le importa es el poder. —la vamos a casar con el viejo Alfa, Rey Blackmoon.

Lo peor de todo es que ese Alfa Blackmoon, es el padre de Liam, el lobo predestinado de Mía.

—¡No! ¡No pueden hacer eso! ¡Soy solamente un objeto para ustedes! ¡Una simple negociación!— Mía está sumamente angustiada, por lo tanto toma más fuerte a su hijo para no quererlo soltar nunca.

—¡Cállate! ¿Cómo te atreves a gritarle a tu padre y hermano? ¡Solo lo hacemos por el bien de este reino! Además, deberías agradecer tener un maldito esposo, el primero que tuviste no quedó satisfecho contigo, ni tan siquiera tu loba interior a despertado, por lo tanto me voy a comunicar en este momento con el reino Blackmoon para proceder la boda— el príncipe Jack habló con tanta firmeza, dispuesto a cumplir lo dicho, cuando escuchar un enorme rugido que eriza todo su cuerpo, además, dejando perplejo al Rey.

Es la loba interior de Mía que aparece, el color de ojos esmeraldas de Mía se incendió más, teniendo un brillo magnífico. —¡Te dije que no volvieras con tu familia, ellos solo te quieren someter— la reprende.

—debes comprender, soy la única mujer en esta familia, y no puedo tomar mis propias decisiones por ese motivo.

—¡Tonterías! Tú padre te abandonó y está utilizando a tu hijo para controlarte, tu ex pareja Alfa Domenik, te odia por robarle a su hijo, y seguramente él encontrará la manera de vengarse de tí. Eres una mujer demasiado confundida para ir a ninguna parte, eres una perdedora y morirás bajo el cuchillo de cualquier hombre, ya sea tu padre, tu hermano, tu ex marido o un par de hijos de m****a de tu futuro marido. Eres una mocosa, y no puedes conseguir nada! No quiero seguir colaborando con una mocosa como tú, adiós.

Mía no podía tener buen control sobre su loba, su loba no era como los súbditos que ella había domesticado, que obedecían cuando se les daban algunas ventajas. La loba desaparece con mucha decepción.

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