Las siguientes dos semanas después de trabajar, Carlo me llevaba a conocer un poco más,su ciudad, sus monumentos, me contaba que sus padres murieron en un accidente de avión. Que su hermano Fabricio, Bianca y él, son los propietarios de su empresa, aunque su hermano mayor era el que más trabajaba en los negocios. El viernes antes de la boda de Giovani, los hermanos Roman, nos enviaron su limusina, pues quería que pasaramos ese fin de semana en su casa. El sábado pudimos disfrutar de un día espléndido, piscina, barbacoa y muy buena compañía, aunque Giovani, seguía con su mirada todos los movimientos de Carlo y mio.Ya sola en mi dormitorio, sentada en una silla en la terraza, no podía dejar de pensar en el día siguiente. Aún seguía enamorada del que un día fuese mi marido.Como no podía dormir decidí bajar a la piscina para nadar un poco, me acerque a la puerta de la habitación fijándome si había alguna luz, pues no me apetecía hablar con nadie. Llevaba casi una hora dentro del agua, pero
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