CAPITULO CINCO

Al día siguiente después de ducharme y vestirme cogí mi bolso bajándome enseguida al bar del hotel donde ya me esperaban Bryan y Blake para desayunar.

—¿Qué tal estas has descansado? —preguntó Bryan

— Casi no he dormido pensando en la sorpresa que me llevé ayer, la boda de Giovani con esa snob, no puedo creermelo

— Giovani sólo está actuando, vino para abrirnos el camino y la hermana se encaprichó de él enseguida y si es una snob, pero después de que los metamos en prisión él será libre otra vez. ella ha firmado unas capitulaciones que le dimos a él pero con una cláusula escrita con tinta invisible que solo nosotros sabemos lo que dice, está todo preparado. — dijo Bryan

— Son tan memos que ni se han dado cuenta — comentó Blake

Después de desayunar, salimos del hotel cogiendo un taxi dándole al conductor la dirección donde estaba el edificio de los hermanos Roman. Cuando entramos en el edificio nos saludó cortésmente la recepcionista, cogimos el ascensor para subir a la planta treinta muy callados, al salir nos esperaba la secretaría de Fabricio que nos indico y acompañó hasta su oficina. Al entrar un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al ver sentado a Giovani que nos esperaba junto a los dos hermanos Román. Después de los saludos nos sentamos los tres en las sillas que había, teniendo a mi derecha a Carlo y a mi izquierda a Giovani.

—Celeste, si me lo permites, me gustaría enseñarte esta preciosa ciudad, mientras ellos hablan de negocios — dijo Carlo

— Estaré encantada siempre y cuando no le haga falta a mi jefe — dije

— Puedes irte, pero cuidala Carlo, otra secretaria como ella es difícil encontrar — contestó Blake

— No te preocupes Blake, la cuidare muy bien, entonces no se hable más, dejemos a estos aburridos hombres de negocios y vamos a divertirnos, te voy a enseñar todo lo bonito que hay en Roma_

Sonreí mirando a Giovani,él estaba muy serio con los puños cerrados y los nudillos blancos a parte que se estaba mordiendo el labio inferior. Carlo se levantó ofreciéndome la mano para que lo acompañara, Giovani también se levantó marchándose de la oficina dando un portazo al salir preguntando los hermanos que demonios le pasaba a Giovani por lo que había hecho. Carlo y yo nos fuimos de la oficina,cogimos el ascensor para bajar al parking donde él tenía un impresionante coche, un Ferrari 296 GTS,como un caballero que era, abrió la puerta del coche ayudándome a entrar en él. Carlo me llevó a un restaurante muy caro de Florencia llamado Enoteca Pinchiorri, que según Carlo era el restaurante con más historia y el más romántico. Entramos en el local y el metre enseguida saludo a Carlo haciéndonos seguir hasta los reservados, quedando impresionada de lo bonito que era.

— En el reservado como siempre, señor Román — le dijo el metre asistiendo Carlo con la cabeza

El metre nos acompañó hasta la mesa, siendo Carlo todo un caballero al abrirme la silla para sentarme.

—¿Te gusta? — me preguntó

— Es precioso, cuéntame algo de este lugar

— Es el más caro de toda Italia, sobre todo por sus estrellas michelin, tiene una bodega con más de mil clases de vino y aquí comer pasta italiana es una exquisitez

— Me dejas impresionada, estoy segura que la comida me va a encantar, sobre todo después de recorrer trescientos kilómetros, jajajja —contesté

— El que está encantado con tu presencia soy yo, bella dama

Después de una deliciosa comida, fuimos a ver varios monumentos y sobre todo la Torre de Pisa. Carlo me dejó en el hotel ya muy tarde, subí a mi habitación asomándome enseguida al balcón donde se divisaba el Vaticano. Roma era preciosa, sobre todo de noche. Me sacó de mis pensamientos unos golpes en la puerta. No quería que fuera Carlo, pues era muy pronto para que follaramos, aunque eso no entraba en mis planes de conquistarlo.Cuando abrí la puerta me quedé sin saber qué decir cuando vi a Giovani.

— ¿Qué haces aquí? alguien te puede ver y decírselo a tu prometida.

— Déjame pasar, necesito hablar contigo — dijo

Cuando le permití pasar a mi habitación,cerró la puerta de golpe, cogió mis caderas con sus manos empujándome hasta que me tuvo entre él y la puerta. Sentí su boca en la mía y su polla dura como una piedra a través de su pantalón, mientras su lengua y la mía jugaban. Lo aparte dándole un empujón con mis manos, sus ojos verdes me decían lo mucho que en ese momento me estaba deseando.

— ¿Qué crees que estás haciendo? estas loco Giovani, largate — dije

— Tu eres mia y siempre lo has sido, ¿has follado con Carlo?, dime Celeste ¿ya te ha follado? necesito saberlo

Sin decirle nada y llena de rabia, le di tal bofetada que ladeo la cabeza haciéndole sangrar el labio.

— Cómo te atreves, fuera de mi habitación  — grité

— No, no me voy a ir hasta que me digas si te ha quitado las bragas ese cabrón

—Y tú, ¿te has follado a la snob de tu prometida?, dime.

— Eso no te interesa, no me gusta que toquen lo que es mío y tú eres mía, aléjate de ese cabrón, me oyes

— O si no qué?, estoy trabajando y si lo tengo que meter entre mis piernas lo haré, tú ya tienes coño, olvidate de mi, me oyes, largate

Giovanni me miraba con rabia, odio, dolor pero al mismo tiempo con deseo, pero yo tenía que ser más fuerte que él, sus verdes ojos eran mi perdición, me tenían hipnotizada. me hubiera echado en sus brazos sin pensarlo, que me hiciera suya, que tomara todo de mi y yo de él, como ya fundimos en uno más de una vez, me hubiera conformado por esa noche solamente, pero no podía, la misión era muy peligrosa y teníamos que saber cuál era nuestro papel en esa farsa. Salió de la habitación dando un portazo, me senté en el suelo llorando por impotencia y rabia, le amaba.

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