Para ir a la fiesta me compré un vestido largo, negro con lentjuelas, la espalda sin cubrir y por delante tenia un escote pronunciado terminado en V. Después de ducharme y pintarme con colores suaves, me puse el vestido y los zapatos que iban a juego, cogí mi bolso de mano bajando después al salón donde ya me esperaba Eric junto a Giancarlo. Al entrar me sofoque un poco por la forma que me miraban los dos, echandome a reir despues por la cara de tontos que tenían. — Estas ¡¡¡¡, no tengo palabras de lo preciosa que vas. — dijo Eric — No la sueltes en toda la noche Eric, porque va a tener a todos los hombres a su merced. — dijo Giancarlo — Anda que sois tontos , nos vamos Eric, tengo ganas de ver la cara que se le va a poner a Carlo cuando me vea entrar en su casa. — Tener los dos cuidado, estaré pendiente del teléfono y tú Celeste siempre al lado de Eric, ya sabes el plan — dijo Giancarlo Salimos de la casa subiendo al vehículo de Eric, no nos dijimos nada en todo el camino, pero y
Entramos el edificio Roman y salude a la recepcionista, no hizo falta que llamara a sus jefes pues ella sabía que yo era la secretaria de los americanos como ella me llamaba, nos dirigimos a los ascensores para subir a la planta, nada más abrirse las puertas ya me estaba esperando sonriente y con los brazos abiertos Carla, la asistente personal de Fabricio. — Que alegría tenerte otra vez por aqui Celeste — me dijo Después de saludarnos y presentarle a Eric, nos acompañó hasta la oficina de Blake, que me recibieron él y Bryan sonrientes dando un efusivo abrazo cada uno. — Blake, te presento a Eric, mi prometido, creo Bryan que tu te acordaras de él ¿no? — Si me acuerdo, ¿pero prometida? con todo lo que te hizo en el pasado, no hay quien te entienda mi niña — Eso quedo atras, soy otra persona y no te preocupes, la cuidare y protegeré contra estos sinverguenza, por cierto voy a saludarlos, te dejo con ellos preciosa ahora vengo — dijo Eric — ¿Qué te pasó para desaparecer? y por cier
Estábamos Eric y yo en el salón viendo una película, cuando de pronto sonó el timbre de la puerta, él se levantó para abrir entrando poco después con Blake y Bryan dándome este un abrazo. los invitamos a sentarse mientras yo iba a la cocina para traerles unas cervezas.— Explicarnos qué secreto tenéis — preguntó Bryan— No hay secretos, os voy a ayudar para meter a esos dos entre rejas, por eso Celeste y yo estamos actuando — ¿De qué manera nos vas a ayudar? ¿Qué sabes tú? — preguntó Blake— Antes de que Celeste me arrestara yo tenía una empresa que me daba para vivir con lujos, cuando me enviaron a la cárcel me visitaba mi abogado que siempre me ha sido fiel y ahora mismo sabe los planes que tengo contra los Roman para recuperarla— ¿ Y que tienen que ver los hermanos contigo? — dijo Blake— Ellos tenian unas acciones que yo mismo les di, pues bien mi abogado me ha dicho que ellos con ayuda de otro narco, aprovecharon ya que conocen mucha gente de las altas esferas para quitarme la
Eric estuvo toda la semana viajando con su abogado por sus negocios, pero antes de marcharse me dio las llaves de la casa y las de su coche por si lo necesitaba. Aunque las náuseas empezaron a remitir, yo procuraba tomar infusiones y vitaminas. La noche anterior a venir Eric, tocaron al timbre de la casa, cuando la abrí me quedé completamente inerte al ver quien había al otro lado, CARLO — ¿Qué haces aquí? — le pregunté — He venido porque me preocupaba la salud de la puta de Eric, preciosa hace ya una semana que no te veo — Ya que me has visto, puedes largarte, Eric no está — Mejor, asi nos divertiremos tu y yo sin que nadie nos moleste — contestó Intenté cerrar la puerta, pero puso el pie empujándome hacia el interior de la casa. Intente coger la pistola que tenía en mi bolso, me cogió de la cintura con sus brazos tirandome al sofá — Por favor Carlo déjame en paz, nunca seré tuya — grité Intente defenderme con patadas y puñetazos, me rasgó la ropa, grité pero Carlo me tapo la
Eric estuvo toda la semana viajando con su abogado por sus negocios, pero antes de marcharse me dio las llaves de la casa y las de su coche por si lo necesitaba. Aunque las náuseas empezaron a remitir, yo procuraba tomar infusiones y vitaminas. La noche anterior a venir Eric, tocaron al timbre de la casa, cuando la abrí me quedé completamente inerte al ver quien había al otro lado, CARLO — ¿Qué haces aquí? — le pregunté — He venido porque me preocupaba la salud de la puta de Eric, preciosa hace ya una semana que no te veo — Ya que me has visto, puedes largarte, Eric no está — Mejor, asi nos divertiremos tu y yo sin que nadie nos moleste — contestó Intenté cerrar la puerta, pero puso el pie empujándome hacia el interior de la casa. Intente coger la pistola que tenía en mi bolso, me cogió de la cintura con sus brazos tirandome al sofá — Por favor Carlo déjame en paz, nunca seré tuya — grité Intente defenderme con patadas y puñetazos, me rasgó la ropa, grité pero Carlo me tapo la
GIOVANI Me marché de la habitación con el corazón destrozado sin comprender que la mujer que amo ya no quiere verme más, os tengo que decir que odio esta misión y me odio yo por ser un cobarde, no luche por ella cuando debí hacerlo, deje que su ex la hiciera infeliz y ahora ¿qué?. Espera un hijo mío, no puedo estar con ella, ver como crece mi hijo en su vientre, sus movimientos, sus pataditas. Todo lo que ella y seguramente el imbécil de Eric disfrutaran de este embarazo. !! No ¡¡ me niego a que eso ocurra, tengo que dejar esta misión, Celeste y mi hijo me necesitan ahora— Bryan voy a llamar al jefe, dejo esta misión— No puedes hacerlo ahora que estamos a punto de cogerlos, Giovani piensalo bien— Quiero estar con Celeste y mi hijo— No sabes si es tuyo, ya has escuchado a Celeste— Estoy muy seguro Bryan, el hombre que la follo en Nueva York era yo, decidí ir a un club donde tuvieran máscaras, porque sabía que si me veía la volvería a perder— Pero ¿cómo sabías que iría a ese c
Los dos días siguientes que estuve en el hospital, Giovani no me visitó como yo le había dicho y aunque me dolió mucho pensé que sería lo mejor para él, aunque mi corazón se contradecía con la razón, pero ¿qué podía hacer? su esposa nos sorprendió besandonos y sabía que era de los Roman, no se podía tocar si no se deseaba una Vendetta. Cuando me dio el médico de alta tres días después, Eric me llevó a su casa y admito que cuando entré en el salón me dio ansiedad por recordar lo que ahí pasó con Carlo. — Ya estas en tu casa princesa, ahora reposo eh que tienes que cuidarte —dijo Eric Me acompañó hasta el dormitorio para prepararme él un baño relajante pues no quería que yo hiciera nada. Después de bañarme, entré en el dormitorio viendo a Eric sentado en la cama esperándome. “Espero que no se note que he llorado “ pensé, pero fue inutil porque me conocía muy bien y enseguida me lo noto. — ¿Estás mejor? no llores por él, pronto acabarás la misión y estaréis juntos — No Eric, tú mejo
Después de estar una semana en París acompañando a Fabricio en sus reuniones de, supe algo más de los negocios de los Roman, llame a mis compañero para informarles de lo que iba descubriendo, aunque cada día llegábamos al hotel con más cansancio por las reuniones, comidas, cenas siendo todos los días más de lo mismo. — El sábado Curtis mi nuevo proveedor va a celebrar una pequeña fiesta en su casa, estamos invitados ¿te apetecería ir? — me dijo mientras desayunabamos — No tengo ropa de fiesta, no pensaba — No te preocupes por eso, tengo una amiga que es propietaria de una tienda de ropa, estoy seguro que te podria aconsejar un vestido perfecto para ti, pero para mi te pongas lo que te pongas, siempre estarás preciosa — Vas a hacer que me ponga roja, no estoy acostumbrada a que el jefe que me alage, gracias — Pues si ofenderte te digo que, me gustaría tener contigo más que halagos. — Lo siento mucho Fabricio pero no quiero tener relaciones con ningún hombre — ¿Algún hombre que n