— Buenos días jefe, ¿pasa algo? — Le pregunté
— Hola pequeña, el FBI no ha tardado en decirme que tienes que presentarte en sus oficinas, vete a casa y haz las maletas, ya te esperan en el aeropuerto dos agentes. Y Celeste por favor no tardes en volver, te vamos a extrañar.
— No te preocupes, sabes que mi trabajo es adrenalina para mí, por favor cuida a Cristofer cuando venga David con él.
— Tranquila sabes cuánto me importa ese enano, pero recuerda que él también necesita a su madre. Ten cuidado de no arriesgar demasiado y vuelve pronto.
Salí de la oficina de mi jefe muy seria, pero por dentro estaba nerviosa pues iba a volver a infiltrarme en un caso peligroso y eso me emocionaba. Salí de allí sin decirles nada a mis compañeros y ellos tampoco me preguntaron, me conocían muy bien y sabían que no les iba a decir nada. Llegué a casa en un taxi, diciéndole al conductor que me esperara para ir al aeropuerto.
Cuando llegamos y pagué el taxi, me acerqué a la puerta de embarque y me di cuenta de que ya me estaba esperando Bryan, un ex compañero mío del FBI con quien trabajé hace algunos años.
— Sigues igual de hermosa, ¿cómo estás? — preguntó
— Muy bien y tú sigues genial, ¿cómo están en Washington?
— Si preguntas por Giovani, él también está infiltrado, os veréis muy seguido, — respondió
Giovani y yo, nos casamos hace años, me quedé embarazada de él, era un amor especial para mí, pero estaba muy celoso de a tal punto que se puso muy peligroso por celos hacia David. Giovani resultó herido y prisionero de un narcotraficante muy peligroso. Para salvarlo este narco puso como condición que yo debía vivir con él siendo tu puta, no pude negarme ya que mi marido iba a morir si no aceptaba Sin pensarlo acepte librando así a Giovani.. Pero el FBI y el que luego sería padrino de mi hijo me rescataron llevándome enseguida al aeropuerto donde me esperaba el avión del FBI para traerme de vuelta a Washington, donde vivíamos.Cuando aterrizo, me dispuse a bajar por las escaleras del avión. Pero de pronto y sin saber de dónde venían las balas nos empezaron a disparar unos desconocidos, yo intentando que no me hirieron caí rodando por las escaleras, perdiendo así a nuestro hijo. Estaba tan enojada que me divorcié de él sin saber más sobre su paradero.Bryan y yo subimos al avión donde me di cuenta de que había otro hombre que no conocía.
— Celeste, este es Blake, actuará como nuestro jefe. — me dijo
— Es un placer conocer a la famosa mujer, de la que tanto se habla en el FBI
Correspondí a su saludo sentándonos los tres después, ya que el avión estaba a punto de despegar. Seguí mirando a nuestro compañero ya que era muy atractivo. mediria , un metro noventa, moreno con unos ojos de color castaño que hipnotizaban.
— ¿Nerviosa? — Blake me preguntó
— No para nada, me gusta mucho mi trabajo y estoy acostumbrado al peligro — dije
— Cuando terminemos esta misión, me gustaría ver a tu hijito, ya debe ser un hombrecito —dijo Bryan
— La verdad es que si, por cierto dónde está Giovani?
— Verás, está en Roma, que es nuestro destino
Cuando le pregunté a Bryan sobre Giovani, noté que ambos se miraban, mirando al suelo. Me dio la impresión de que o había rehecho su vida o se iba a casar y por eso no me dijeron nada.Blake sacó algunas páginas de su maletín, dándomelas, dándome cuenta que eran parte de las instrucciones y planos.
— Celeste, esta misión es muy peligrosa, por eso hemos decidido que tu misión sea conquistar a Carlo Román, un afamado playboy, nosotros nos encargaremos de Fabricio, el otro hermano, sabemos que él es quien maneja las armas y el negocio de las drogas Dijo
— Si te sientes en peligro o por cualquier otra razón, sabes a lo que me refiero, llámame de inmediato, dijo — Bryan
Después de un vuelo de trece horas, finalmente llegamos al Aeropuerto Internacional Leonardo da Vinci donde una limusina nos esperaba a pie de pista. Subimos al vehículo que nos llevó al Hotel Secret Selection. Cuando salimos del auto me quedé mirando el imponente edificio y el paisaje que lo rodeaba. A poca distancia se podía ver el Vaticano, algo que me dejó con la boca abierta ya que no había estado tan cerca.
— ¿Te gusta ? — preguntó Blake
— Es espectacular — contesté
Mañana haremos un recorrido, ahora tenemos que cambiarnos porque los italianos nos esperan
Subimos al segundo piso en el ascensor que era donde estaban nuestras habitaciones. Mi habitación era preciosa, no le faltaba detalle, una cama muy grande, un minibar, una cómoda blanca, entré al baño y la grifería dorada y todo en mármol, estaba espectacular. Me duché, vistiéndome después con una falda corta de tubo negra, un top, mis tacones altos, recogí mi bolso cuando escuché a Bryan y algunos golpes en la puerta, cuando abrí Blake se quedó mirándome de arriba abajo sorprendido.
— Estás __ no sé qué decir, vamos preciosa — dijo Blake
— Gracias, tú tampoco qué estás mal
— Venga chicos vayámonos que la función tiene que empezar, no hagáis ahora un espectáculo — dijo Bryan
— Celoso — le dije riéndome
Salimos del hotel subiendo a la limusina que nos esperaba y nos llevó hasta el edificio de oficinas de los Román. Al bajar Blake me cogió el brazo apartándose a un lado para decirme:::
— Ten cuidado con Carlo, es muy zalamero con las mujeres, pero también puede ser un cabrón cuando quiere
Entramos los tres en el edificio acercándonos a recepción donde había una muchacha que nos atendió muy cordialmente además de acompañarnos a coger el ascensor que debíamos coger. Llegamos a la planta treinta y al abrirse las puertas ya nos esperaba una mujer de mediana edad que se presentó como Carla la secretaría de Fabricio. Nos hizo acompañar por un pasillo donde habían tres puertas, supuse que serían oficinas, llegamos al final del pasillo nos abrió una de las puertas que daba a una sala muy grande, donde había una mesa ovalada y sentados dos hombre y una mujer que se levantaron cuando entramos acercándose a nosotros.
— Encantados de tenerles aquí, soy Fabricio Román y ellos son mis hermanos Bianca y Carlo
— Es un placer estar aquí y poder hacer negocios con ustedes, déjeme que le presente a mi secretaria Celeste y mi socio Bryan._ dijo Blake
Tomamos asiento como amablemente nos indicó Fabricio, cuando de pronto irrumpió en la sala otra persona que me perturbó por un momento.
— Cariño, ya estás conmigo otra vez y el viaje que tal_ dijo Bianca levantándose y abrazando a GIOVANI.
— Señores, señorita, les presento a Giovani Conti, mi futuro cuñado, la boda será en tres semanas y me harían el honor en ser nuestros invitados_ dijo Fabricio
Nos levantamos para saludarlo, pero cuando nos dimos la mano Giovani y yo me vino a la memoria acontecimientos de felicidad con él. No, no podía ser cierto que se casara y yo tuviera que asistir a su boda. Nos miramos a los ojos, esos verdes ojos preciosos que tenía, mi cuerpo con su roce enseguida reaccionó, baje mi mirada hasta sus cálidos labios, esos que un día fueron míos besándome con desesperación y total entrega por parte de los dos, esos labios que un día me volvieron completamente loca de placer. Esas manos que una vez recorrieron mi cuerpo dándome los mejores orgasmos. Y ahora estaba comprometido, no, no podía ser, él fue mio y ahora se iba a casar con otra. Cuando separamos nuestras manos, me disculpe con todos para salir de esa sala, necesitaba refrescarme estaba conmocionada, no me esperaba que Giovani al infiltrarse se hubiera enamorado de esa mujer, él siempre seria mio. SIEMPRE.
Salí un poco aturdida del baño, acercándome a la sala donde estaban, cruzando con Giovani y su prometida qué sanlian muy acaramelados y detrás de ellos también salían mis compañeros con los hermanos Román.
— ¿Está mejor Celeste ? — preguntó Carlo
— Si gracias, es que el vuelo ha sido muy largo y no hemos podido descansar, gracias por pregunta — contesté
— Bueno si me permiten los invitó a comer y luego los llevaré al hotel
Nos marchamos de allí todos. Fabricio nos llevó a un restaurante con un paisaje precioso en el exterior. Nada más entrar un maitre nos hizo acompañarle a una mesa que estaba en el fondo del local. Carlo como un caballero me abrió la silla para sentarme sin que Giovani me dejase de mirar muy serio. Cuando terminamos con la comida, los hombres hablaban de negocios mientras Giovani y yo nos comíamos con las miradas, estaba mucho más atractivo que cuando estuve con él, alguna lágrima asomó por mis ojos con el pensamiento de que nunca tenía que haberlo dejado para quedarme con el INFIEL de David. Me levanté de la mesa y disculpándome, le rogué a Bryan que me llevara al hotel, lo cual todos comprendieron que estaba cansada.
Al día siguiente después de ducharme y vestirme cogí mi bolso bajándome enseguida al bar del hotel donde ya me esperaban Bryan y Blake para desayunar. —¿Qué tal estas has descansado? —preguntó Bryan — Casi no he dormido pensando en la sorpresa que me llevé ayer, la boda de Giovani con esa snob, no puedo creermelo — Giovani sólo está actuando, vino para abrirnos el camino y la hermana se encaprichó de él enseguida y si es una snob, pero después de que los metamos en prisión él será libre otra vez. ella ha firmado unas capitulaciones que le dimos a él pero con una cláusula escrita con tinta invisible que solo nosotros sabemos lo que dice, está todo preparado. — dijo Bryan — Son tan memos que ni se han dado cuenta — comentó Blake Después de desayunar, salimos del hotel cogiendo un taxi dándole al conductor la dirección donde estaba el edificio de los hermanos Roman. Cuando entramos en el edificio nos saludó cortésmente la recepcionista, cogimos el ascensor para subir a la planta trei
Las siguientes dos semanas después de trabajar, Carlo me llevaba a conocer un poco más,su ciudad, sus monumentos, me contaba que sus padres murieron en un accidente de avión. Que su hermano Fabricio, Bianca y él, son los propietarios de su empresa, aunque su hermano mayor era el que más trabajaba en los negocios. El viernes antes de la boda de Giovani, los hermanos Roman, nos enviaron su limusina, pues quería que pasaramos ese fin de semana en su casa. El sábado pudimos disfrutar de un día espléndido, piscina, barbacoa y muy buena compañía, aunque Giovani, seguía con su mirada todos los movimientos de Carlo y mio.Ya sola en mi dormitorio, sentada en una silla en la terraza, no podía dejar de pensar en el día siguiente. Aún seguía enamorada del que un día fuese mi marido.Como no podía dormir decidí bajar a la piscina para nadar un poco, me acerque a la puerta de la habitación fijándome si había alguna luz, pues no me apetecía hablar con nadie. Llevaba casi una hora dentro del agua, pero
CELESTE Me desperté muy atontada, me habían drogado, me miré la ropa por si acaso también me violaron mientras estaba dormida, pero no, el pijama lo tenía tal y como cuando me acosté en la cama. Estaba en una habitación que no conocía. Me levanté de la cama donde estaba muy mareada, intenté abrir la puerta pero estaba cerrada con llave, empecé a dar puñetazos y a chillar desesperada, hasta que escuche como metieron la llave en la cerradura y abrió la puerta un hombre que no conocía. — Ya despertó la gatita, que rica que estas, porque eres de Carlo si no íbamos a divertirnos tu y yo —me dijo —¿Porque ser suya solamente, vamos a divertirnos, él no se tiene porque enterar —le dije para que se acercara a mi Cuando rodeo mi cintura con su brazo, le di una fuerte patada en sus partes, haciendo que callera al suelo por el dolor, aproveche para quitarle la pistola, dándole con la culata en la cabeza dejándolo sin sentido. Salí de esa habitación y me fijé que estaba en una cabaña de made
Para ir a la fiesta me compré un vestido largo, negro con lentjuelas, la espalda sin cubrir y por delante tenia un escote pronunciado terminado en V. Después de ducharme y pintarme con colores suaves, me puse el vestido y los zapatos que iban a juego, cogí mi bolso de mano bajando después al salón donde ya me esperaba Eric junto a Giancarlo. Al entrar me sofoque un poco por la forma que me miraban los dos, echandome a reir despues por la cara de tontos que tenían. — Estas ¡¡¡¡, no tengo palabras de lo preciosa que vas. — dijo Eric — No la sueltes en toda la noche Eric, porque va a tener a todos los hombres a su merced. — dijo Giancarlo — Anda que sois tontos , nos vamos Eric, tengo ganas de ver la cara que se le va a poner a Carlo cuando me vea entrar en su casa. — Tener los dos cuidado, estaré pendiente del teléfono y tú Celeste siempre al lado de Eric, ya sabes el plan — dijo Giancarlo Salimos de la casa subiendo al vehículo de Eric, no nos dijimos nada en todo el camino, pero y
Entramos el edificio Roman y salude a la recepcionista, no hizo falta que llamara a sus jefes pues ella sabía que yo era la secretaria de los americanos como ella me llamaba, nos dirigimos a los ascensores para subir a la planta, nada más abrirse las puertas ya me estaba esperando sonriente y con los brazos abiertos Carla, la asistente personal de Fabricio. — Que alegría tenerte otra vez por aqui Celeste — me dijo Después de saludarnos y presentarle a Eric, nos acompañó hasta la oficina de Blake, que me recibieron él y Bryan sonrientes dando un efusivo abrazo cada uno. — Blake, te presento a Eric, mi prometido, creo Bryan que tu te acordaras de él ¿no? — Si me acuerdo, ¿pero prometida? con todo lo que te hizo en el pasado, no hay quien te entienda mi niña — Eso quedo atras, soy otra persona y no te preocupes, la cuidare y protegeré contra estos sinverguenza, por cierto voy a saludarlos, te dejo con ellos preciosa ahora vengo — dijo Eric — ¿Qué te pasó para desaparecer? y por cier
Estábamos Eric y yo en el salón viendo una película, cuando de pronto sonó el timbre de la puerta, él se levantó para abrir entrando poco después con Blake y Bryan dándome este un abrazo. los invitamos a sentarse mientras yo iba a la cocina para traerles unas cervezas.— Explicarnos qué secreto tenéis — preguntó Bryan— No hay secretos, os voy a ayudar para meter a esos dos entre rejas, por eso Celeste y yo estamos actuando — ¿De qué manera nos vas a ayudar? ¿Qué sabes tú? — preguntó Blake— Antes de que Celeste me arrestara yo tenía una empresa que me daba para vivir con lujos, cuando me enviaron a la cárcel me visitaba mi abogado que siempre me ha sido fiel y ahora mismo sabe los planes que tengo contra los Roman para recuperarla— ¿ Y que tienen que ver los hermanos contigo? — dijo Blake— Ellos tenian unas acciones que yo mismo les di, pues bien mi abogado me ha dicho que ellos con ayuda de otro narco, aprovecharon ya que conocen mucha gente de las altas esferas para quitarme la
Eric estuvo toda la semana viajando con su abogado por sus negocios, pero antes de marcharse me dio las llaves de la casa y las de su coche por si lo necesitaba. Aunque las náuseas empezaron a remitir, yo procuraba tomar infusiones y vitaminas. La noche anterior a venir Eric, tocaron al timbre de la casa, cuando la abrí me quedé completamente inerte al ver quien había al otro lado, CARLO — ¿Qué haces aquí? — le pregunté — He venido porque me preocupaba la salud de la puta de Eric, preciosa hace ya una semana que no te veo — Ya que me has visto, puedes largarte, Eric no está — Mejor, asi nos divertiremos tu y yo sin que nadie nos moleste — contestó Intenté cerrar la puerta, pero puso el pie empujándome hacia el interior de la casa. Intente coger la pistola que tenía en mi bolso, me cogió de la cintura con sus brazos tirandome al sofá — Por favor Carlo déjame en paz, nunca seré tuya — grité Intente defenderme con patadas y puñetazos, me rasgó la ropa, grité pero Carlo me tapo la
Eric estuvo toda la semana viajando con su abogado por sus negocios, pero antes de marcharse me dio las llaves de la casa y las de su coche por si lo necesitaba. Aunque las náuseas empezaron a remitir, yo procuraba tomar infusiones y vitaminas. La noche anterior a venir Eric, tocaron al timbre de la casa, cuando la abrí me quedé completamente inerte al ver quien había al otro lado, CARLO — ¿Qué haces aquí? — le pregunté — He venido porque me preocupaba la salud de la puta de Eric, preciosa hace ya una semana que no te veo — Ya que me has visto, puedes largarte, Eric no está — Mejor, asi nos divertiremos tu y yo sin que nadie nos moleste — contestó Intenté cerrar la puerta, pero puso el pie empujándome hacia el interior de la casa. Intente coger la pistola que tenía en mi bolso, me cogió de la cintura con sus brazos tirandome al sofá — Por favor Carlo déjame en paz, nunca seré tuya — grité Intente defenderme con patadas y puñetazos, me rasgó la ropa, grité pero Carlo me tapo la