Todas las noches eran las mismas, debía soportar todo tipo de cosas y ver otras. Ya estaba acostumbrada a todo ese mundo pero también pretendía salirse de ese lugar. La música sonaba más fuerte, la gente llegaba al bar y pedían sus tragos.
Su ritual era usar un antifaz para ocultar su rostro frente a los demás, y así poder vivir en el día y ocultarse en la noche, era todo su secreto al igual que su nombre. Le encontró sentido al anonimato para que nadie pueda quitarse su rutina y poder arriesgarse a llenarles de fantasía a los sujetos que iban en buscaba de satisfacción o alguna que otra aventura.Se retocó el maquillaje, bebió de su trago más fuerte y salió detrás de los telones una vez que la música empezó a sonar. Las luces que le daban en su cara, no la dejaban ver cuántos sujetos se encontraban a su alrededor y unas manos frías sobre su cintura la hicieron sacarse de su mundo. Le tocaba a ella moverse, empezar a mostrar su show y era hora que comience la función.
Mueve su cintura al ritmo de la música, sonríe mostrando sus dientes y recorre todo su cuerpo con sus manos mientras baila. Los gritos se podían oír, sus ojos se le cerraban casi siempre para olvidarse de todo para no sentirse intimidada, los vasos golpeando contra las mesas y los pedidos de las personas la desconcentraban. Eran todos hombres pidiendo más, cada noche buscaban más de ella pero no estaba dispuesta a dar ese paso, la ropa diminuta era lo más arriesgado de su vida y nada más. La música se detiene, baja lentamente del escenario y le sonríe a los hombres que estaban comiéndola con la mirada, todos estaban eufóricos y enloqueciendo de excitación. Sólo buscaba alguien que no se pase a la hora que le regale un baile sensual, sólo buscaba alguien que le dé esa confianza en la mirada. Recorre todo el lugar tocando los hombros de todos los desconocidos que se encontraban tomando algo, todos le tocaban alguna parte de su cuerpo y eso le daba algo de asco. No estaba encontrando a esa persona para poder cumplir su última parte del trabajo y así no tener problema con su jefe. La música sonaba y el dj pedía que consiga alguien rápido, su tiempo se estaba terminando y debía ser rápida. Su jefe mirándola y empujándola para que lo haga, se arriesga. Sin pedir permiso se acomoda arriba de ese hombre que estaba tomando algo.Se queda sorprendido del lugar una vez que entró y no podía creerlo que algo así exista. Sonríe levemente al encontrar un sitio nuevo para dejarse llevar. Muchas mujeres bailando frente a los ojos de los extraños, mientras éstos se tomaban sus tragos. Busca una mesa para acomodarse y observa el lugar. Una muchacha se le acerca con un trago muy amable y se lo deja en la mesa.
Se queda impresionado con esa mujer que estaba haciendo el show arriba del escenario mientras toma su trago se queda mirándola. La música, el antifaz para ocultarse y todo eso lo hacían prestarle atención para descubrir quién era esa mujer que movía su cuerpo frente a todos. Los silbidos dejaron ver que se había bajado del escenario para montar otro espectáculo, él no entendía nada de lo que estaba pasando hasta que siente que alguien toca sus hombros y lo giran para colocarse encima suyo.Cuando se da cuenta, esa extraña mujer del antifaz estaba sentada arriba de sus piernas sonriendo y acercándose a su rostro.—Sólo no te muevas y no me toques — le pide hablándole al oído.
Deja sus brazos atrás de su espalda mientras se queda mirándolo. Algo la hacía dudar pero no entendía porque un hombre tan refinado podría hacerle sentirle insegura.
Se acerca a sus labios y él la queda mirando mientras sus respiraciones se chocaban. Parecía que algo les decía que ya se habían visto pero no sabían en donde.
Él aleja su rostro y la mira bien —¿Nos conocemos ? —le pregunta.
Quizás no era su hora de mostrarse al mundo tal y como era. Pero no así. No como una bailarina de cuarta. Las luces enfocaban su rostro, seguía encima de ese desconocido, que prácticamente se volvía algo habitual en sus noches, ir pasando de hombre en hombre pero estaba sin reaccionar. Ese era su problema: él. Ante su pregunta se aleja de su rostro y se voltea, debía seguir con el show que estaba brindando para eso estaba. Todos los ojos estaban puestos en ellos dos y eso no iba a cambi
Cada día que se volaba él seguía pensado en aquella mujer del antifaz que le hizo revivir algo extraño, su corazón necesitaba algo nuevo y ella era "ese" algo. Necesitaba encontrarla. Todas las noches regreso al mismo lugar, en la misma mesa y casi los mismos tragos pero ella no aparecía arriba del escenario. Se estaba volviendo loco por una mujer extraña, era la primera vez en su vida que alguien ocupaba sus pensamientos y eso lo enojaba más.Por un poco de placer hacia cosas pero está vez, no sabía que quería con esa mujer. Sólo necesitaba t
5.Obsesión.No sabía como hacer para olvidarse de esa sonrisa. La esperó afuera, encendió un cigarrillo para calmar su impaciencia, no le gustaba esperar tanto tiempo pero algo en ella lo enloquecía de tal forma que era capaz de seguirla hasta el fin del mundo.Dos cigarrillos y ella aún no aparecía. Quizá estaba t
6.Atracciónsexual.
7.Sólomía.Los días avanzaron, su cabeza estaba en cualquier parte menos en el trabajo y eso lo frustraba cada vez más. Su hum
8. El cielo y El infierno.El momento de placer se había ido a partir de ese momento y ninguno de los dos podía reaccionar. Ella había tenido sexo con su propio jefe, fue algo que jamás imagino que le podría pasar y más en ese momento. Quería cambiar de vida pero algo la empujaba a seguir en lo mismo, él ya era su debilidad y no quería que le sucediera eso .Se queda mirándola como esperando una respuesta, pero de su boca no salía ni una palabra — ¿Cómo supiste mi nombre? — le vuelve a preguntar.Lleva la mirada al suelo, y toma distancia — Será mejor que dejemos todo esto así — alcanza a decir mientras se acomoda la ropa sin mirarlo.Matt sube su ropa también acomodándola y sigue mirándola en cada gesto de arriba hacia abajo hasta que se detiene en aquella marca, su rodilla — ¿Qué te sucedió en la rodilla? — le pregunta acercándose.Esa mujer del antifaz quizás lo estaba enloqueció más de la cuenta. Estaba perdiendo la cabeza y la razón con pequeñas co
9. Bésame .Su corazón se destrozó en aquellas palabras y nada podía volver atrás. Había sido descubierta por aquel hombre, y no había solución para eso. Temía como podría reaccionar sí se aparecía ahora en la oficina, le temía a todo lo que tenía que ver con el mundo de Matt.Golpean la puerta varias veces — ¿Te encuentras bien? — le pregunta abriéndole la puerta y entrando. La ve arrodilla y se agacha para abrazarla — ¿Qué sucedió? — le pregunto.Su guardaespaldas del lugar donde bailaba con el tiempo se había transformado en su hermano prácticamente y se apoyo en él para llorar. Descargando todo el dolor que sentía al recordar lo que había sucedido con Matt en aquella habitación.Limpia sus lágrimas — Malos momentos, nada más — le dice intentando esconder lo que le estaba pasando.La ayuda a levantarse del suelo — Como el tipo que acaba de salir de está habitación, ¿no? También tuvo su mal momento aquí — le dice mirándola.Se suena la nariz y s
10. No juegues.No deja que siga con sus comentarios tan absurdos hacia ella, no hizo nada y simplemente se mantuvo en silencio. Agachó su cabeza y continuó con su trabajo de acomodar todas las carpetas sobre la mesa para la reunión.— ¿Sabes que pienso desde ayer?— Pregunta sin recibir respuesta de parte de ella. La persigue por atrás y continúa hablando solo — Jamás creí que me fijaría en alguien como tú, ¿sabes? Aunque pensándolo bien — se detiene y la mira de arriba hacia abajo — Tal vez sí — sonríe y pone una mano por encima del hombro de ella — Si fueses como Alice, tal vez — se burla.Saca su mano de su hombro — idiota — susurra y se va.La toma de la cintura antes de que se vaya —¿Qué dijiste? — le pregunta.— Nada — dice de mala manera.Se ríe en su cara — Cambia esa cara y piensa que está noche tienes un trabajo muy duro con los hombres que irán a verte — le dice y la suelta para que se vaya.La estaba lastimando más de lo qu