8. El cielo y El infierno.
El momento de placer se había ido a partir de ese momento y ninguno de los dos podía reaccionar. Ella había tenido sexo con su propio jefe, fue algo que jamás imagino que le podría pasar y más en ese momento. Quería cambiar de vida pero algo la empujaba a seguir en lo mismo, él ya era su debilidad y no quería que le sucediera eso .
Se queda mirándola como esperando una respuesta, pero de su boca no salía ni una palabra — ¿Cómo supiste mi nombre? — le vuelve a preguntar.
Lleva la mirada al suelo, y toma distancia — Será mejor que dejemos todo esto así — alcanza a decir mientras se acomoda la ropa sin mirarlo.
Matt sube su ropa también acomodándola y sigue mirándola en cada gesto de arriba hacia abajo hasta que se detiene en aquella marca, su rodilla — ¿Qué te sucedió en la rodilla? — le pregunta acercándose.
Esa mujer del antifaz quizás lo estaba enloqueció más de la cuenta. Estaba perdiendo la cabeza y la razón con pequeñas cosas.
Quería saber todo antes de cometer un error y la agarra del brazo — Hice dos preguntas y exijo una respuesta mínimo — le dice enojado — ¿De dónde sacaste mi nombre y porque tienes lastimada la rodilla? — le pregunta gritando.Cierra los ojos y reza internamente para que su antifaz no se mueva de su rostro — Yo lo averigüe con mis compañeras — dice apurada.
La suelta y sigue su mirada confundida en esa rodilla — Fuiste tú todo este tiempo, ¿no? — le pregunta llevando sus manos al antifaz de ella.
Hace dos pasos para atrás para que no vea quién era, no podía perderlo a todo. No ahora que todo venía funcionando a su manera, quizás era hora de escapar pero se vio muy complicada. Busca con la mirada una salida y se chocó con él.— No me toques — le pidió asustada.
Matt notó que esa mujer algo escondía pero no podía descifrarla aunque se rompa la cabeza imaginando de todo. Se acerca acorralándola contra la pared, ve como cierra sus ojos y hace su rostro a un lado dejándole la mejilla frente a su rostro. No podía más, ese perfume lo enloquecía más de lo que cualquier mujer podía provocarle, se metió en sus entrañas y no creería que alguien sea capaz de matarlo de placer sin mover un dedo y era insoportable las ganas que no tuvo mas opción que disfrutarlo.
Acortó mas la distancia y apoyo sus labios en la mejilla de ella dejándole un beso — ¿Quién eres? — le pregunta susurrándole en el oído.
De alguna manera tenia que sacarle la verdad, y sacarse la duda. Puede notar que ella respira rápidamente como asustada y toma el control de la situación.Lentamente entrelaza sus dedos con los de ella, presiona suave haciendo que lo mire — En algún momento tendré que saber quién eres aunque ya lo sé — le dice mirándola fijamente.
Baja su mirada al suelo — No puedo, me da vergüenza — le dice tímidamente.
Se aleja— Tu rodilla, esa voz, ese perfume tan delicioso — le toca la mejilla mientras sigue hablándole — Esa sonrisa tan radiante que reconocí pero jamás dude hasta ahora — le dice pensando en todo los detalles.
Ella solo lo escucha sin decirle nada, no quería que se descubriera todo así y menos con él — No es así — le dice alejándolo.
La agarra fuerte del brazo cansado de tantas vueltas — ¡Sácate el maldito antifaz y demuéstrame que estoy equivocado! — la zamarrea fuerte — ¡Demuéstrame que todo este tiempo no te burlaste de mi y me sedujiste a tu manera como un títere! ¡Dime que estoy equivocado y no eres mi empleada barata, maldita sea! — le grita enojado.
La estaba lastimando con su agarre, se quejaba del dolor pero lo vio a los ojos y veía la bronca en él, muchas cosas mezcladas en esa situación. Él no estaba a su nivel y ella tampoco pretendía que todo encaje en un mundo tan egoísta como en la que vivía. Tenía que mantener su postura sin que nada la debilite, mueve fuerte su brazo para soltarse— Quiero que te vayas y no vuelvas — le exige de la mejor forma que le salió en ese instante. Quería estar sola, llorar y también gritarle de todo al mismo tiempo.
La rabia le estaba ganando — ¿Qué buscas de mi ? Vas a mi empresa, pides trabajo y vienes aquí después — mira a su alrededor y se ríe — ¿Buscas tipos con dinero para mantenerte? ¿Qué buscas? — le pregunta enojado mientras la mira con desprecio. — Eres una ...— lo interrumpe para que no siga y le pega una cachetada en la mejilla.
Lo señala con su dedo — No sigas — le pide casi en súplica.
La estaba matando con sus palabras, quizás la lastimó más de la cuenta y más viniendo de él. Pero a la vez sabía lo que se venía, nada era verdad en el mundo de ella hasta que pueda elegir donde quedarse.
Camina de un lado hacia el otro buscando una respuesta y se frena mirándola — ¡Me siento estúpido porque me gustas, maldita sea ! — grita. — ¡Estoy loco por ti! — se pega en el pecho enojado.
Cierra sus ojos asustada y con los ojos llenos de lágrimas. Así era su vida debía perderlo todo para seguir sobreviviendo, volver a insistir, levantar la cabeza y esconder el corazón en el primer cajón que encuentre sin dejar que nada se le escape y así no arruinarse. Debía hacerlo pero no podía. Ese enojó le lastimo en lo más profundo, notó el desprecio en todas esas cosas que salieron de su boca y si la verdad salía a luz quizás él nunca se fije en ella de la misma forma que lo hacía.
La enfrenta nuevamente — Sabes que podemos acabar todo ahora, no soporto que te burles de mi y menos cuando trabajas en mi empresa — la amenaza señalándola con el dedo.
Respira hondo para poder hablarle — No se de qué me estas hablando, te equivocas — le dice calmada.
Toma su rostro y la besa violentamente haciendo que sus cuerpos choquen. Baja sus manos hasta la cintura, se la acaricia y termina abrazando — No quiero arruinarlo y no quiero que lo arruines — le susurra besándole el cuello.
Lo escucha atenta pero ya era hora de mantenerse callada para que no insistiera con lo mismo. Le temía a la mirada que estaba teniendo hacia ella, tal vez, jamás pensó que así iba a ser todo cuando se vieran bien.
Busca sus labios y la besa lentamente — Sos el cielo y el infierno a la misma vez, Sam — le dice alejándose.
Le bastó esa frase para que termine quedándose sola llorando en aquella habitación miserable. Paso del placer al dolor total. El mundo de él no encajaba en su vida, no daba para más.
9. Bésame .Su corazón se destrozó en aquellas palabras y nada podía volver atrás. Había sido descubierta por aquel hombre, y no había solución para eso. Temía como podría reaccionar sí se aparecía ahora en la oficina, le temía a todo lo que tenía que ver con el mundo de Matt.Golpean la puerta varias veces — ¿Te encuentras bien? — le pregunta abriéndole la puerta y entrando. La ve arrodilla y se agacha para abrazarla — ¿Qué sucedió? — le pregunto.Su guardaespaldas del lugar donde bailaba con el tiempo se había transformado en su hermano prácticamente y se apoyo en él para llorar. Descargando todo el dolor que sentía al recordar lo que había sucedido con Matt en aquella habitación.Limpia sus lágrimas — Malos momentos, nada más — le dice intentando esconder lo que le estaba pasando.La ayuda a levantarse del suelo — Como el tipo que acaba de salir de está habitación, ¿no? También tuvo su mal momento aquí — le dice mirándola.Se suena la nariz y s
10. No juegues.No deja que siga con sus comentarios tan absurdos hacia ella, no hizo nada y simplemente se mantuvo en silencio. Agachó su cabeza y continuó con su trabajo de acomodar todas las carpetas sobre la mesa para la reunión.— ¿Sabes que pienso desde ayer?— Pregunta sin recibir respuesta de parte de ella. La persigue por atrás y continúa hablando solo — Jamás creí que me fijaría en alguien como tú, ¿sabes? Aunque pensándolo bien — se detiene y la mira de arriba hacia abajo — Tal vez sí — sonríe y pone una mano por encima del hombro de ella — Si fueses como Alice, tal vez — se burla.Saca su mano de su hombro — idiota — susurra y se va.La toma de la cintura antes de que se vaya —¿Qué dijiste? — le pregunta.— Nada — dice de mala manera.Se ríe en su cara — Cambia esa cara y piensa que está noche tienes un trabajo muy duro con los hombres que irán a verte — le dice y la suelta para que se vaya.La estaba lastimando más de lo qu
11. Te quiero .Era lo mejor que tenía que hacer, ya no soportaba la doble vida y menos cuando sentía algo de atracción por él. Tal vez su vida no era la indicada para llevar a cabo una normalidad, a veces, pensaba en todo lo que había hecho mal para que le sucediera eso. Necesitaba renunciar y seguir bailando por la noche porque iba a ser complicado llevar una rutina con un tipo como Matt a su lado .Se mantuvo en silencio, bajo la mirada nuevamente — Matt — le dice susurrando con un nudo en la garganta.No quería mostrarse débil frente a ese hombre que le arranco el corazón sin mover un dedo. Él la enfrenta — Mírame — le pidió.Levanta mirada y se encontró con él frente a su rostro. Dejo que tocará su mentón nuevamente y la miraba mientras la acariciaba — Me enojas demasiado, me gustas otro poco y no se como manejarlo — dice acariciándole el rostro — Me enloqueces y eso no quiero, Sam — dice acercándose a sus labios.Cierra los ojos para d
12. EllaSe queda pérdida mirándolo pero quedando deslumbra que ese hombre que estaba enfrente a sus ojos pidiéndole algo que él no era de decirlo así.Se aleja abriendo las manos para que no la vuelva a tocar — No te acerques — pide acomodándose el antifaz y manteniendo la distancia .No la escucha y hace dos pasos para adelante — Sam — dice mirándola.Gira para darle la espalda — Sólo vete y no hagas que todo se complique por favor — sostiene mirando la puerta por el espejo todo el tiempo como viendo si alguien entra.No le importa nada y la abraza por la espalda haciendo que se sobresalte — ¿Qué se va a complicar?— pregunta besando su cuello.Toca las manos de él y las aleja de su cuerpo semidesnudo — Vete porque va a llegar Sebasti ...— pero la interrumpe la puerta abriéndose de golpe.Un sujeto con un trago en su mano aparece frente a ellos, la toma fuerte del brazo y le comienza a grita — ¡Tienes que salir la gente se esta altera
13. No me importa.Lo toma del cuello al sujeto que había golpeado a la mujer esa — Le vuelves a poner un dedo encima y te mato — dice furioso.No deja que hable y lo empuja hacia atrás haciendo que se caiga. Se voltea para verla nuevamente y no pudo hacer nada más. Sólo le salió del alma rodearla con sus brazos, sin dudarlo escondió su rostro en el pecho de él.Unos minutos así tomó coraje y sacó su rostro de ese escondite para enfrentarlo.Se aleja y abre los brazos riéndose — Soy tan mierda como mi vida. Intente mantener una vida como todos, ¿sabes? — dice llorando. Para luego volver a reírse fuerte — Soy una mierda — se repite pegándose sola al pecho.Matt le agarra los brazos para que no siga haciéndose daño, la mira y ve como llora desconsoladamente por algo que ya estaba todo dicho y no había vuelta atrás. Esa mujer tenía mucho daño interno que no sabía cómo hacer para sanar esa parte de ella, la amaba demasiado pero no quería opacar sus decisione
14. Este es mí juego.Él sin saber que responderle la queda mirando como buscando explicación sobre lo que le estaba diciendo. Reacciona tomándola del brazo — No seas estúpida — dice enojado.Forcejean — No puedes tratarme así — dice quejándose por el agarre.—Odio cuando te comportas de está forma — dice caminando mientras la lleva todavía agarrada bien fuerte a su lado.Intenta frenarse varias veces pero no la suelta, abre la puerta de su departamento como puede y la empuja suavemente hacia adentro.— Sólo quédate tranquila, por favor — le pide mientras cierra la puerta.El departamento era enorme, tanto que a veces sentía que podría vivir más tiempo en aquel sitio pero aún estando ahí se sentía vacío. Recorre todo rápidamente con la mirada, y lo mira que estaba
15. Te necesito.Aldíasiguiente...Todo arrancaba bien, salió apurada a buscar el café como todos los días y fue directo a la oficina. Recorrió todo el edificio con mucha prisa para quedar siempre puntual en su empleo y demostrar que le importaba durar en algo en su vida. Necesitaba sentirse un poco normal después de pasarla mal todas las noches en ese bar . Observó a su alrededor que permanecía en total silencio, nada podía ser peor y lentamente se detiene frente a la puerta, acomoda su ropa para que no se arrugue y cuando levanto la mano para tocar, se voltea.Intento golpear la puerta pero alguien la interrumpe por detrás — No te entres ahí — dice asustada.Se voltea completamente a ver otra compañera de su piso que se dedicaba a recibir las llamadas — ¿Por qué? ¿Él no esta? — pregunta mirándola.Camina rápido y le susurra — Hoy no es su día, y si quieres vivir, no entres a esa oficina — dice como advertencia
16. Te quiero.Así todo se complico más todavía. Simplemente se voltea para acomodarse la ropa, limpia su boca con la mano y no dice nada. Por su parte se quedo sin entender porque la reacción— ¿Qué sucede? ¿Dije algo malo? — le pregunta apurado porque la sentía distante.Sam no quería en ese instante ser la mujer de alguien tan importante como Matt porque sabía los riesgos que eso implicaba para continuar en el empleo. No sería bien vista ser nueva, tener una relación con el jefe y peor aún ser una bailarina nocturna que cada hombre podría tocar, mirar como quieran . En su pecho podía sentir la sensación de ahogo, falta de aire y el pánico que le agarraba de tan solo pensar en todo eso y en ese orden . Vuelve a la realidad, observa como Matt aún espera que le responda .Pasa su mano por el pelo haciéndoselo para atrás a todo el cabello y lo confronta — Esto no tiene que pasar, yo lo siento y nunca debimos hacerlo — dice arrepentida de todo.El gesto de