11. Te quiero .
Era lo mejor que tenía que hacer, ya no soportaba la doble vida y menos cuando sentía algo de atracción por él. Tal vez su vida no era la indicada para llevar a cabo una normalidad, a veces, pensaba en todo lo que había hecho mal para que le sucediera eso. Necesitaba renunciar y seguir bailando por la noche porque iba a ser complicado llevar una rutina con un tipo como Matt a su lado .
Se mantuvo en silencio, bajo la mirada nuevamente — Matt — le dice susurrando con un nudo en la garganta.
No quería mostrarse débil frente a ese hombre que le arranco el corazón sin mover un dedo. Él la enfrenta — Mírame — le pidió.
Levanta mirada y se encontró con él frente a su rostro. Dejo que tocará su mentón nuevamente y la miraba mientras la acariciaba — Me enojas demasiado, me gustas otro poco y no se como manejarlo — dice acariciándole el rostro — Me enloqueces y eso no quiero, Sam — dice acercándose a sus labios.
Cierra los ojos para disfrutar del beso que su jefe le estaba dando justo en ese momento pero reaccionó empujándolo hacia atrás — No, no — repite haciéndose a un lado para escapar de él.
Sale de la oficina dejándolo atrás. Toca su pecho para calmarse, hace su cabello hacia atrás y respira bien hondo — No te enamores de alguien tóxico, Sam — se susurra internamente por abajo mientras camina a terminar su trabajo.
Después de eso no se vieron más, parecía que era más fácil sino se veían a la cara. El día término y nada iba a ser igual ahora que él sabía todo pero debía continuar. El show debe continuar, siempre. Aunque a veces el dolor más profundo eran las críticas, él señalarla con el dedo cada vez que sabían de que trabajaba sin saber porque lo hacía. Sin saber nada de su vida pero siempre criticándola, quizás ese era el problema más grande. Con el tiempo comprendió a sobrellevar todo ese dolor, levantar la cabeza y seguir pintándose una sonrisa en su rostro. El dolor, los miedos y la tristeza los enterró bien abajo de sus pies para que no le pisen los talones a la hora de caer.
No era tan fácil que su jefe supiera o sospeche toda verdad de su doble vida.
La noche en aquel lugar se tornaba cada vez más pesado para sobrellevar. Se asoma mirando a todas las mesas para buscarlo aunque sea así pero no lo encuentra y respira tranquila. Por fin sintió que todo se acomodaba, ya no quería verlo por el bar y menos tener que mostrar lo que seguía haciendo delante de él .
Unos brazos en su cintura hace que sonrisa — Sebast...— quiere decir pero cuando se voltea lo ve ahí. — ¿Qué haces acá? — pregunta con cara de asco.
Hace un gesto con su rostro — Entender esta vida tuya que llevas doble — dice cortante.
Hace la suelte y camina hacia el camarín pero la sigue atrás y cierra la puerta en su espalda dejándolos encerrados en aquella habitación.
Se cruza de brazos — ¿Te espero aquí? — pregunta riéndose.
Niega con su cabeza —No, porque estoy en horario de trabajo. Entiéndeme.— dice mirándola.
La señala —¿Cómo quieres qué te entienda? Si está vida gente como tú se le hace fácil — dice dando vueltas para mirar todo y se enfrenta — ¿Sam verdad?—pregunta.
No responde nada y quiere simplemente irse del lugar. No le dice cortante como estaba siendo con ella.
—¡Deja de burlarte de la gente en la cara, eres de lo peor!— grita.
Llora cuando le grita de mala manera — No puedes tratarme como quieras — alcanza a decir.
Enojado la empuja contra la pared y la acorrala — Odio tu forma de mostrar inocencia y tus encantos para embrujarme el alma, maldita sea, Sam — golpea la pared esquivándola.
Cierra los ojos del miedo que le provocaba las reacciones de él, un día era amable, indiferente y otro era la peor persona del mundo. Ya se estaba mareando, se mantuvo en silencio bajando la mirada y dejándolo que se alivie.
Ya estaba cambiada, el antifaz y toda la ropa que debía llevar — Tengo que salir — dice empujándolo suavemente.
Apoya su rostro en el hombro desnudo de ella, deja un beso y la mira — No vayas ahí afuera, por favor — susurra al oído.
Lo queda mirando sin entender que clase de locura le estaba pidiendo — No puedes pretender manejarme la vida, necesito irme — dice tocándole los brazos que le impedían el paso.
En un juego de manos logra abrazarla de la cintura, Sam se asusta que se sobresalta cuando las manos de él acarician su cintura y sus rostros quedaron cerca.
— No vengas más — exige apretándola cada vez más fuerte.
Se queja de la presión — Suéltame — le dice mientras golpea suave los hombros con sus manos — Quiero irme, sino grita...— no llega a terminar la frase porque ya él la estaba besando de una forma desesperada que no dudo en entregarse al placer.
— Te quiero sólo para mi, ¿no entiendes eso?— alcanza a decir entre besos.
Ese hombre solamente había aparecido en su vida para darle un giro completo, despertar sus inseguridades más escondidas y eso no era bueno para mantener su equilibrio. Cada vez que Matt se le acercaba quería tirar todo al precipicio con tal de disfrutar lo que sentían mutuamente pero la realidad le golpeaba los talones para que despierte de todo lo que para ella era un apasionado amor.
12. EllaSe queda pérdida mirándolo pero quedando deslumbra que ese hombre que estaba enfrente a sus ojos pidiéndole algo que él no era de decirlo así.Se aleja abriendo las manos para que no la vuelva a tocar — No te acerques — pide acomodándose el antifaz y manteniendo la distancia .No la escucha y hace dos pasos para adelante — Sam — dice mirándola.Gira para darle la espalda — Sólo vete y no hagas que todo se complique por favor — sostiene mirando la puerta por el espejo todo el tiempo como viendo si alguien entra.No le importa nada y la abraza por la espalda haciendo que se sobresalte — ¿Qué se va a complicar?— pregunta besando su cuello.Toca las manos de él y las aleja de su cuerpo semidesnudo — Vete porque va a llegar Sebasti ...— pero la interrumpe la puerta abriéndose de golpe.Un sujeto con un trago en su mano aparece frente a ellos, la toma fuerte del brazo y le comienza a grita — ¡Tienes que salir la gente se esta altera
13. No me importa.Lo toma del cuello al sujeto que había golpeado a la mujer esa — Le vuelves a poner un dedo encima y te mato — dice furioso.No deja que hable y lo empuja hacia atrás haciendo que se caiga. Se voltea para verla nuevamente y no pudo hacer nada más. Sólo le salió del alma rodearla con sus brazos, sin dudarlo escondió su rostro en el pecho de él.Unos minutos así tomó coraje y sacó su rostro de ese escondite para enfrentarlo.Se aleja y abre los brazos riéndose — Soy tan mierda como mi vida. Intente mantener una vida como todos, ¿sabes? — dice llorando. Para luego volver a reírse fuerte — Soy una mierda — se repite pegándose sola al pecho.Matt le agarra los brazos para que no siga haciéndose daño, la mira y ve como llora desconsoladamente por algo que ya estaba todo dicho y no había vuelta atrás. Esa mujer tenía mucho daño interno que no sabía cómo hacer para sanar esa parte de ella, la amaba demasiado pero no quería opacar sus decisione
14. Este es mí juego.Él sin saber que responderle la queda mirando como buscando explicación sobre lo que le estaba diciendo. Reacciona tomándola del brazo — No seas estúpida — dice enojado.Forcejean — No puedes tratarme así — dice quejándose por el agarre.—Odio cuando te comportas de está forma — dice caminando mientras la lleva todavía agarrada bien fuerte a su lado.Intenta frenarse varias veces pero no la suelta, abre la puerta de su departamento como puede y la empuja suavemente hacia adentro.— Sólo quédate tranquila, por favor — le pide mientras cierra la puerta.El departamento era enorme, tanto que a veces sentía que podría vivir más tiempo en aquel sitio pero aún estando ahí se sentía vacío. Recorre todo rápidamente con la mirada, y lo mira que estaba
15. Te necesito.Aldíasiguiente...Todo arrancaba bien, salió apurada a buscar el café como todos los días y fue directo a la oficina. Recorrió todo el edificio con mucha prisa para quedar siempre puntual en su empleo y demostrar que le importaba durar en algo en su vida. Necesitaba sentirse un poco normal después de pasarla mal todas las noches en ese bar . Observó a su alrededor que permanecía en total silencio, nada podía ser peor y lentamente se detiene frente a la puerta, acomoda su ropa para que no se arrugue y cuando levanto la mano para tocar, se voltea.Intento golpear la puerta pero alguien la interrumpe por detrás — No te entres ahí — dice asustada.Se voltea completamente a ver otra compañera de su piso que se dedicaba a recibir las llamadas — ¿Por qué? ¿Él no esta? — pregunta mirándola.Camina rápido y le susurra — Hoy no es su día, y si quieres vivir, no entres a esa oficina — dice como advertencia
16. Te quiero.Así todo se complico más todavía. Simplemente se voltea para acomodarse la ropa, limpia su boca con la mano y no dice nada. Por su parte se quedo sin entender porque la reacción— ¿Qué sucede? ¿Dije algo malo? — le pregunta apurado porque la sentía distante.Sam no quería en ese instante ser la mujer de alguien tan importante como Matt porque sabía los riesgos que eso implicaba para continuar en el empleo. No sería bien vista ser nueva, tener una relación con el jefe y peor aún ser una bailarina nocturna que cada hombre podría tocar, mirar como quieran . En su pecho podía sentir la sensación de ahogo, falta de aire y el pánico que le agarraba de tan solo pensar en todo eso y en ese orden . Vuelve a la realidad, observa como Matt aún espera que le responda .Pasa su mano por el pelo haciéndoselo para atrás a todo el cabello y lo confronta — Esto no tiene que pasar, yo lo siento y nunca debimos hacerlo — dice arrepentida de todo.El gesto de
17. Mí persona favorita.Quiso volver a besarla pero lo detuvo poniendo su mano frente a sus labios — No, no — repite para alejarlo.Quizás no era hora de arruinarlo todo. No ahora que podía salir de ese horrible lugar para trabajar por sus propios medios, no quería a un hombre adinerado a su lado que la mantenga ni nada por el estilo. Aprendió a vivir sola, sobrevivir a cada momento y quería seguir haciéndolo pero con él sabía que no iba a poder progresar en sus metas.Frunce su ceño — ¿Porqué? ¿Acaso hay otro hombre en tu vida? — pregunta.Camina de un lado hacia el otro mirándola enojado, no entendía porque se comportaba así y quería saberlo. Se estaba volviendo completamente loco por esa mujer. No importaba que le haga, sentía que él era el único estúpido en toda esa farsa y que ella podría jugar como quisiera total él la seguiría queriendo y perdonándole todo.— Me tengo que ir — dice y se marcha dejándolo completamente solo dentro de esa ofic
18. Amor .Sin más medidas desata los nudos de su vida y empieza a tejer una nueva cuerda que podía hacerle salir de todos los líos que tenía, quizás, hasta sacar los fantasmas de su vida.En los brazos de ese hombre sentía la plenitud total como si todo lo demás no importará.— Sabes qué esto tal vez no funcione, ¿no? — pregunta mirándolo fijamente.Sonríe y le acaricia la mejilla en forma de afecto — No me importa, Sam. Sólo quiero vivir el ahora y después veremos — responde con seguridad.Aún seguía semidesnuda frente a ese hombre pero no le importó demasiado, sentía que estaba en confianza y que nada le iba a pasar a su lado. Le da otro beso en los labios pero se separan cuando escucha un golpe fuerte en la puerta.Lo empuja despacio hacia atrás — Entra al baño y no hagas ruido, por favor — pide señalándole el lugar.Matt no duda cuando le pide eso, entra corriendo al baño y se asoma un poquito por la puerta para que nadie lo vea.
19. Eres mí amor .No sabía como responderle a ese hombre que la traía como loca de amor. Toma coraje y piensa en cada cosa para no arruinar nada.Se voltea — No puedo dárselo, señor—dice en forma pausada.La toma del brazo haciendo que se gire para quedar cara a cara—¿Qué carajo pretendes decirme?— pregunta enojado.Se sentía pérdida, nada era lo que esperaba. Sólo quería un trabajo decente para poder vivir y dejar la vida nocturna pero nada sucedió como planeo. De repente se ve envuelta en una situación difícil frente a un hombre que quería odiar pero estaba amándolo con todo su corazón.Aquella mujer fría y calculadora quedaron al olvido culpa de ese hombre que lo único que hacia era enredarla en sus locuras de amor. Estaba perdiendo y eso ya no soportaba, quería vivir y no morir de amor, todo estaba mal.—¡Qué no puedo darte ese amor que quieres, Matt! ¡No puedo! — grita.La zamarrea suavemente haciendo que se q