10.

10. No juegues. 

No deja que siga con sus comentarios tan absurdos hacia ella, no hizo nada y simplemente se mantuvo en silencio. Agachó su cabeza y continuó con su trabajo de acomodar todas las carpetas sobre la mesa para la reunión.

— ¿Sabes que pienso desde ayer?— Pregunta sin recibir respuesta de parte de ella. La persigue por atrás y continúa hablando solo — Jamás creí que me fijaría en alguien como tú, ¿sabes? Aunque pensándolo bien — se detiene y la mira de arriba hacia abajo — Tal vez sí — sonríe y pone una mano por encima del hombro de ella — Si fueses como Alice, tal vez — se burla.

Saca su mano de su hombro — idiota — susurra y se va.

La toma de la cintura antes de que se vaya —¿Qué dijiste? — le pregunta.

— Nada — dice de mala manera.

Se ríe en su cara — Cambia esa cara y piensa que está noche tienes un trabajo muy duro con los hombres que irán a verte — le dice y la suelta para que se vaya.

La estaba lastimando más de lo que creía, quizás pensó que era diferente como lo era en las noches que se lo cruzaba pero se equivocó. Ese hombre terminó siendo un miserable que no se merece ni su odio, tampoco su tiempo pero aún así le gustaba y eso la enojaba más. Le gustaba como nunca nadie le había gustado en tanto tiempo. Con sus defectos, su egoísmo y su maldad interior. No le importaba todo eso a la hora de verlo a los ojos sentía que se derretía por ese hombre que la maltrataba todo el tiempo.

A poca distancia lo ve saludando a una mujer.— Alice — la abraza amigablemente.

Le acaricia la espalda sonriendo — Matt — le dice.

La mira — ¿Cómo has estado ? — le pregunta sonriendo.

Camina hacia la oficina de reuniones — Muy bien y veo que también tú — le dice tocándole el pecho.

Se ríe y la voltea a verla — Trae dos cafés — le dice y cierra la puerta en su cara.

Hace lo que le pedí y deja que la reunión entre ellos siga. Su trabajo era ser su secretaria y no relacionarse personalmente con él. No podía decirle nada porque simplemente era una empleada más del montón .

Vuelve cuando la llamo porque necesitaba unos papeles más, abre la puerta y entra de golpe tanto que hace que se caiga de rodilla junto con las carpetas que llevaba en sus manos.

Cierra los ojos por el dolor en su rodilla — Lo siento, señor — dice quejándose..

Se queda mirando todos los papeles que se desordenaron culpa suya. Matt simplemente la mira y Alice hace lo mismo.

— Siempre tan inútil mi empleada, espero que sepas entender, Alice — dice sin mirarla.

Levanta la mano en seña que no hable más — Todas son así, Matt — le dice mirándola.

Acomoda rápido las hojas y se las llevas como puede hacia la mesa — Lo siento, señor. Prometo que no se va a repetir — le dice apenada por lo ocurrido.

La mira — Espero que así sea y deja de ser tan inútil porque haces quedar mal a todos aquí en la empresa — le pide enojado.

— Lo siento — repite.

Se toca la cabeza — ¡Deja de decir lo siento! — le grita enojado — No arreglas nada diciendo, lo siento — le dice mirándola.

Hace que ese grito provoque un enojó más fuerte en ella. No dice nada, se mastica toda la bronca y sale de la oficina sin decir una palabra. 

Al rato...

Ve como Alice se despide de su jefe y espera un ratito. Golpea la oficina, cuando pudo entrar lo enfrenta sin importarle el empleo, olvidando que es su jefe y todo — Ahora dime qué te hice para recibir tu maldito maltrato todo el tiempo. ¿No te cansas de hacerlo?— Le pregunta casi gritando.

Rodea su escritorio y la enfrenta — Cierra la boca.— Le dice amenazándola.

Hace un paso para adelante levantando su cara, si algo le quedaba era orgulloso en sus entrañas — No me calló nada, no puedes maltratarme así porque te da el gusto — le dice enojada.

Sube sus manos al rostro de ella — No me vengas con tus pendejadas, ¿pretendes qué me banque tus mentiras ? — le pregunta cerca de sus labios — De noche me seduces, en la oficina actúas como que nada pasa y sigues con tu vida. ¿Qué clase de persona eres? — le pregunta enojado.

Traga saliva de los nervios — De su clase seguramente, no. Pero, ¿sabe qué ?— le dice sacando las manos de su rostro — Le dejaré algo en claro, no voy a soportar sus malos tratos hacia mi porque creo que no lo merezco — le dice poniendo sus brazos delante de su cuerpo.

Larga una carcajada y la queda mirando — Soy tu jefe, y puede despedirte por esto — le dice seriamente.

— Hágalo, despídame Matt — lo desafía con la mirada.

La vuelve a enfrentar — No juegues con fuego, Sam — le dice mirándola. 

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