Cada día que se volaba él seguía pensado en aquella mujer del antifaz que le hizo revivir algo extraño, su corazón necesitaba algo nuevo y ella era "ese" algo. Necesitaba encontrarla. Todas las noches regreso al mismo lugar, en la misma mesa y casi los mismos tragos pero ella no aparecía arriba del escenario. Se estaba volviendo loco por una mujer extraña, era la primera vez en su vida que alguien ocupaba sus pensamientos y eso lo enojaba más.
Por un poco de placer hacia cosas pero está vez, no sabía que quería con esa mujer. Sólo necesitaba tenerla frente a sus ojos y conocerla.
Pasaron varias Semanas ...
En la oficina ninguna de las postulantes cumplían con los requisitos que él quería que tengan como experiencia, el tiempo se le agotaba y el trabajo se le acumulaba.
— Me importa poco como hagas, necesito una secretaria hoy mismo — grita por teléfono.
Se escucha un suspiro — Señor — la interrumpe.
— No te pago para que estés cansada, búscame una secretaria en media hora y la quiero en mi oficina, sino considérate despedida —dice enojado y corta la llamada.
Sí algo no tenía en su vida era paciencia y tolerancia, todo debía estar bajo su control y nada más. No era el peor tipo pero si era alguien autoritario cuando se habla de trabajo.
Miró su celular, busco un número y se reunió con los nuevos socios de su empresa. Hizo todo en la mañana y estaba esperando que alguien aparezca por su puerta.Atiende el teléfono que suena —¿Qué quieres? —pregunta enojado.
— Señor, la nueva empleada está afuera de su oficina — dice asustada.
—Hacela pasar — dice y corta nuevamente la llamada.
La puerta se abre, aparece una mujer muy bien vestida y él la mira. Entrecierra sus ojos mientras su mano estaba apoyada en la mesa, espera que ella sea quién salude pero no hay respuesta de su parte. Se levanta y la queda mirando seriamente.
—Asique mira a quién tenemos acá — dice en tono burlándose.
Pone sus manos frente a su cuerpo y traga saliva lentamente, si había alguien que le producía algo de miedo era ese sujeto pero todo sea por el empleo, así pensaba ella a la hora de enfrentarlo. Respiro varias veces seguida —Buenos días, señor — dice algo nerviosa.
—Creo que no fui claro la última vez que nos vimos, ¿no? —le pregunta acercándose.
Ese sujeto la intimidaba más de lo normal, cuando lo tuvo más cerca pudo sentir ese olor. El olor que no pudo sacarse esa noche, era el mismo sujeto. Levanto su mirada para encontrarse con la de él, se miraron. Se quedaron así unos segundos y él no entendía que ocurría.
Frunce su ceño — ¿Nos conocemos? — le pregunta sin más vueltas.
Ella no sabía que decir. No podía decirle que era una bailarina nocturna, que esa noche le bailo encima y menos a su ahora jefe. Tampoco quería pasar a ser la mujer que pierde el trabajo en su primer día. Aunque se moría de ganas de tocarlo, pero se limitaba a observarlo. Jamás creyó que sea tan cruel ese hombre y soberbio hasta el límite de rozar lo irrespetuoso. Aquellas caricias de esa noche, la habían engañado, ese hombre era totalmente todo lo contrario a lo que se habría imaginado. «Un hombre sin corazón no es capaz de amar», se repitió por dentro mientras no dejaba de mirarlo .
Niega con su cabeza — No creo, señor —responde cortante.
Levanta sus cejas y cambia de tema — Mira no tienes experiencia para trabajar conmigo pero necesito a alguien que me cubra la espalda todo el tiempo que trabaje y me acomode mis horarios. Asique te pongo a prueba por tres meses pero tendrás sueldo así no hay problemas, ¿entiendes? —pregunta.
Asiste con la cabeza pero se acordó que debía responder — Sí, señor. Acepto sus condiciones — dice sin pensarlo.
Si algo quedaba en claro era que ella necesitaba ese trabajo para poder de a poco salir de la noche y tener una vida normal. No le importaba qué reglas debía cumplir al lado de ese hombre, creía que nada podía ser peor que trabajar en la noche con sujetos borrachos que cada tanto intentaban abusar de ella. Asique se relajo porque este era un empleo normal .
Enumera con su mano — Necesitó fotocopias de todo esto. Que acomodes mis horarios de mañana y que hagas un par de llamadas. —le dice buscando todo para entregarle.
Memorizaba cada cosa que le pedía su nuevo jefe. No quería arruinar nada y menos con él. Respira hondo, mueve su manos para estar bien concentrada en lo que le pedía — Entendido —dice entusiasmada.
Le entrega todo en sus manos y antes de marcharse la detiene agarrándole la mano — Lo arruinas y date por despedida —dice mirándola.
Ella se suelta — No lo haré, señor. — dice sonriendo.
Él se quedo mirando aquella sonrisa. Esa sonrisa se le hacía familiar, en algún lado había visto y recordado esa sonrisa. Niega varias veces con su cabeza, prende un cigarro sin importarle nada más. Esa mujer lo tenía ocupado y eso lo ponía nervioso.
Después de un día tan largo, en la noche vuelve a ese sitio y la espera. Vuelve para buscarla, los minutos pasaron y ya había pedido dos tragos seguidos. Algo andaba mal en él y no sabía que era. Esa mujer lo estaba sacando de su tranquilidad, no podía disimular nada. Necesitaba verla.
La música sonaba, los hombres gritaban enloquecidos, no podía ver quién estaba en el escenario después de rebuscarse la manera para ver logra verla. Esa misma mujer estaba arriba de escenario enloqueciendo a todos los hombres, no quería que nadie la toque, la mire y nada. Algo debía hacer para que vuelva a él. La vuelve a ver haciendo su rutina de todas las noches, baja del escenario. Pasa por al lado de todos, tocando los hombros y sonriendo. Él estaba esperando su turno, hasta que se reencuentran. Ella le toca el hombro, él cierra los ojos y se consume con el olor de su perfume. Nota que poco a poco la mano de ella se aleja, pero abre los ojos rápido, le agarra la mano y la tironea haciendo que sus cuerpo chocaran entre sí. Ella se queja y lo mira.
Aprieta sus dientes de la bronca —Necesito que me sueltes, ya — le pide gritando.
Él se acerca a ella cada vez más — Me traes loco, no se como hacer para verte — le confiesa en el oído.
Ella se queda escuchándolo, esa voz. Se quedó pensando en esa voz, se alejó un poco y lo mira. Era él. Otra vez él estaba frente a ella. No le podía estar pasando siempre a ella, una vez que quería acomodar su vida para mejor.
Niega varias veces — Tengo que seguir — le dice tomando sus manos para que la suelte.
Éste la aprieta más su cuerpo —¿Qué has hecho conmigo? — le pregunta apoyando su frente en el hombro de ella.
Intenta desaflojar el agarre —Lo mismo me pregunto —dice susurrándole en el oído.
La observa detenidamente — Te quiero conmigo, necesito de ti. Te espero afuera — le dice.
Ella se tensa completamente pero alguien aparece para separarlos, era uno de seguridad — No la toques — le pide.
Él abre sus manos para que vea que la había soltado, la sigue mirando y algo le resulta conocido pero no sabía que era.
— Perdón, perdón — le pide tocándose el pecho.
Él la sigue penetrando con la mirada, algo en ella lo atraía de una manera imposible. Esa mujer de ojos negros que cada vez que sonreía se le achicaban los ojos, lo traían loco totalmente.
Mientras que ella estaba pérdida, ¿cómo le diría a ese hombre que era su jefe y que todo es una locura?5.Obsesión.No sabía como hacer para olvidarse de esa sonrisa. La esperó afuera, encendió un cigarrillo para calmar su impaciencia, no le gustaba esperar tanto tiempo pero algo en ella lo enloquecía de tal forma que era capaz de seguirla hasta el fin del mundo.Dos cigarrillos y ella aún no aparecía. Quizá estaba t
6.Atracciónsexual.
7.Sólomía.Los días avanzaron, su cabeza estaba en cualquier parte menos en el trabajo y eso lo frustraba cada vez más. Su hum
8. El cielo y El infierno.El momento de placer se había ido a partir de ese momento y ninguno de los dos podía reaccionar. Ella había tenido sexo con su propio jefe, fue algo que jamás imagino que le podría pasar y más en ese momento. Quería cambiar de vida pero algo la empujaba a seguir en lo mismo, él ya era su debilidad y no quería que le sucediera eso .Se queda mirándola como esperando una respuesta, pero de su boca no salía ni una palabra — ¿Cómo supiste mi nombre? — le vuelve a preguntar.Lleva la mirada al suelo, y toma distancia — Será mejor que dejemos todo esto así — alcanza a decir mientras se acomoda la ropa sin mirarlo.Matt sube su ropa también acomodándola y sigue mirándola en cada gesto de arriba hacia abajo hasta que se detiene en aquella marca, su rodilla — ¿Qué te sucedió en la rodilla? — le pregunta acercándose.Esa mujer del antifaz quizás lo estaba enloqueció más de la cuenta. Estaba perdiendo la cabeza y la razón con pequeñas co
9. Bésame .Su corazón se destrozó en aquellas palabras y nada podía volver atrás. Había sido descubierta por aquel hombre, y no había solución para eso. Temía como podría reaccionar sí se aparecía ahora en la oficina, le temía a todo lo que tenía que ver con el mundo de Matt.Golpean la puerta varias veces — ¿Te encuentras bien? — le pregunta abriéndole la puerta y entrando. La ve arrodilla y se agacha para abrazarla — ¿Qué sucedió? — le pregunto.Su guardaespaldas del lugar donde bailaba con el tiempo se había transformado en su hermano prácticamente y se apoyo en él para llorar. Descargando todo el dolor que sentía al recordar lo que había sucedido con Matt en aquella habitación.Limpia sus lágrimas — Malos momentos, nada más — le dice intentando esconder lo que le estaba pasando.La ayuda a levantarse del suelo — Como el tipo que acaba de salir de está habitación, ¿no? También tuvo su mal momento aquí — le dice mirándola.Se suena la nariz y s
10. No juegues.No deja que siga con sus comentarios tan absurdos hacia ella, no hizo nada y simplemente se mantuvo en silencio. Agachó su cabeza y continuó con su trabajo de acomodar todas las carpetas sobre la mesa para la reunión.— ¿Sabes que pienso desde ayer?— Pregunta sin recibir respuesta de parte de ella. La persigue por atrás y continúa hablando solo — Jamás creí que me fijaría en alguien como tú, ¿sabes? Aunque pensándolo bien — se detiene y la mira de arriba hacia abajo — Tal vez sí — sonríe y pone una mano por encima del hombro de ella — Si fueses como Alice, tal vez — se burla.Saca su mano de su hombro — idiota — susurra y se va.La toma de la cintura antes de que se vaya —¿Qué dijiste? — le pregunta.— Nada — dice de mala manera.Se ríe en su cara — Cambia esa cara y piensa que está noche tienes un trabajo muy duro con los hombres que irán a verte — le dice y la suelta para que se vaya.La estaba lastimando más de lo qu
11. Te quiero .Era lo mejor que tenía que hacer, ya no soportaba la doble vida y menos cuando sentía algo de atracción por él. Tal vez su vida no era la indicada para llevar a cabo una normalidad, a veces, pensaba en todo lo que había hecho mal para que le sucediera eso. Necesitaba renunciar y seguir bailando por la noche porque iba a ser complicado llevar una rutina con un tipo como Matt a su lado .Se mantuvo en silencio, bajo la mirada nuevamente — Matt — le dice susurrando con un nudo en la garganta.No quería mostrarse débil frente a ese hombre que le arranco el corazón sin mover un dedo. Él la enfrenta — Mírame — le pidió.Levanta mirada y se encontró con él frente a su rostro. Dejo que tocará su mentón nuevamente y la miraba mientras la acariciaba — Me enojas demasiado, me gustas otro poco y no se como manejarlo — dice acariciándole el rostro — Me enloqueces y eso no quiero, Sam — dice acercándose a sus labios.Cierra los ojos para d
12. EllaSe queda pérdida mirándolo pero quedando deslumbra que ese hombre que estaba enfrente a sus ojos pidiéndole algo que él no era de decirlo así.Se aleja abriendo las manos para que no la vuelva a tocar — No te acerques — pide acomodándose el antifaz y manteniendo la distancia .No la escucha y hace dos pasos para adelante — Sam — dice mirándola.Gira para darle la espalda — Sólo vete y no hagas que todo se complique por favor — sostiene mirando la puerta por el espejo todo el tiempo como viendo si alguien entra.No le importa nada y la abraza por la espalda haciendo que se sobresalte — ¿Qué se va a complicar?— pregunta besando su cuello.Toca las manos de él y las aleja de su cuerpo semidesnudo — Vete porque va a llegar Sebasti ...— pero la interrumpe la puerta abriéndose de golpe.Un sujeto con un trago en su mano aparece frente a ellos, la toma fuerte del brazo y le comienza a grita — ¡Tienes que salir la gente se esta altera