EDONMiré a Circe delante de mí, estaba realmente preciosa. Me sentía tan afortunado de tener una compañera tan bella, pero también noble, inteligente, con grandes sentimientos. Llevaba puesto un vestido blanco y una corona de flores adornaba su cabello. Sus bellos ojos brillaban de la alegría, y no podía ver los míos, pero de seguro brillaban mucho más. La petición de Circe de hacer la boda en la playa, en un principio me pareció extraña, pero cumplí sus deseos y no me arrepentía. Todo estaba hermoso, la arena y el mar. —Estamos reunidos para celebrar la unión de Edon Wolf y Circe Hall…—inició el reverendo. Él hablaba y daba el discurso matrimonial, pero yo estaba enfocado en quien iba a convertirse en mi esposa. Increíble que en un empezó me negué a aceptarla como mi verdadera compañera, que todo había sido un error de la luna; sin embargo, la luna nunca se equivocaba y eligió a la mejor mate para mí. —Edon Wolf, aceptas a Circe Hall como tu esposa… —preguntó. —Si… claro que sí.
2 años después… El invierno había llegado a la ciudad desde hace varias semanas. Las calles, los techos de las casas e incluso los árboles estaban llenos de nieve. Todo alrededor era blanco, el aire frío, pero aun así los niños se divertían. Jugaban a las guerras con bolas de nieve, hacía ángeles y muñecos de nieve. No importaba el frío, ellos sabían como divertirse. Circe observaba desde la ventana dicha escena. Los niños en la aldea disfrutaban de la nieve. —La tía favorita está en casa. —Ada ingresó a la casa y en sus manos llevaba varias bolsas de regalos. La familia celebraba una de las fiestas más deseadas de toda la humanidad: Navidad. Convel, el hijo de Circe y Edon, quien es encontraba en el suelo, se puso de pie y corrió hacia su tía. Tenía un poco más de dos años, pero sus habilidades eran de un niño más maduro y eso era porque en su sangre el adn de los hombres lobo y los dioses del olimpo. »He traído muchos regalos para mi sobrino favorito. Detrás de Ada uno de los
—Me rehúso a aceptarlo. No voy a permitir que ninguno de mis hijos tenga como compañera a una bruja como ella. —gritó el Sr. Wolf. Estaba furioso ya que se había enterado de que la diosa de la luna había otorgado como compañera a su hijo mayor una bruja y no cualquier bruja, sino la hija de Helios el dios del Sol. —No puedes interponerte ante el destino. —refutó la Sra. Wolf. —Claro que lo haré, no pienso quedarme de brazos cruzados, mientras que mi hijo es sentenciado a una vida miserable ante una bruja. Eso es antinatural, en estos momentos voy a exigir que escoja una nueva compañera para mi hijo. —El Sr. Wolf se convirtió en lobo, un hermoso y gran lobo blanco, sus ojos se iluminaron de color rojo y se introdujo en el bosque. Empezó a correr sin descanso, esta noche la diosa de la luna estaría en la tierra y él tenía que aprovechar para exigir una nueva compañera para su hijo. Regresó a su forma de hombre y se presentó ante la diosa, pero ella ya hablaba con alguien más. Era He
CIRCE—¡Permiso!, ¡permiso! ¡señora, muévase! —grité. Iba tarde a mi primer día de trabajo y todo me estaba yendo mal, así es que iniciaba el día y ya todo estaba en mi contra. Mi alarma nunca sonó, a mitad de mi baño el agua caliente se acabó y tuve que terminar con agua fría. «Odiaba el agua fría».Para continuar con mi mala suerte, se rompió el tacón de uno de mis zapatos, así que tuve que ponerme zapatillas, corrí para tomar el bus, pero a la escuela cerca de mi casa se le había ocurrido tener un desfile con esas criaturas gritonas y chillonas que le llaman niños. Así que estaba empujando a todo el que se me atravesara en el camino. Al salir de esa marea de gente, corrí hacia la parada y al parecer el cielo se había empezado a compadecer de mí, ya que alcancé el bus, pero canté victoria desde muy temprano, todos los sillones estaban ocupados, así que tuve que ir de pie. Miré mi reloj, si el bus no tenía algún percance llegaría a tiempo. Era un desastre de mujer, por eso era que
—¿Qué tal tu primer día de trabajo? —preguntó Ada. La jornada había terminado y mi amiga me acompañaba hacia la parada del autobús. —Normal, en una pequeña habitación de vigilancia no puede pasar mucho. Pero eso sí, necesito poner una queja, hay un pervertido que rompió el candado de mi casillero y quiso robarse mi blusa. —¿Quéééé?, ¿cómo que un pervertido? Eso no suena bien, dime como era para encontrarlo. —Era muy guapo, mentón y nariz perfecta—¡Circe! —Okey, pero es la verdad; sin embargo, lo que llamó mi atención fueron sus ojos rojos. Ese color no es muy común. —Ese color de ojos ni siquiera existe, Circe, ¿estás segura de lo que viste? —Muy segura, no tengo idea de quién se trate, pero ese tipo me dejó muy nerviosa. Lo bueno es que recibió un buen golpe, espero que con eso no se vuelva a atrever a registrar mi casillero. Voy a buscar su imágen en las grabaciones de las cámaras de seguridad y cuando tenga la imagen te la enseño, tal vez tú lo conozcas. —Si se te vuelve a
—Mmmmm vas mejorando amiga —dijo Ada al verme—. Los tacones te quedan muy bien, la falda —giró a mi alrededor—...es aceptable. Tu maquillaje no está mal y tu olor—se acercó y pasó su nariz por mis hombros—, deberías usar un desodorante más fuerte. —No entiendo por qué tanta elegancia para una mujer que está encerrada todo el día. —No sabes en qué momento te podrías encontrar con alguno de los jefes. —La verdad que si son tan importantes como tu dices, no creo que alguno de ellos se tome el tiempo de bajar a la cueva de lucifer; así he decidido llamar ese espacio en el estoy metida todo el día, en fin, no creo que alguno de ellos bajé a conocerme.—No pero si en algún momento ven tus habilidades y te quieren ascender, tu presentación será muy importante.¿Quién iba a ver mis habilidades en la cueva de lucifer? —¿Cómo es que se llaman los jefes? —El mayor de ellos, el sexi guapetón rico y sensual Edon Wolf, y el menor, el delicioso, papacito Fray Wolf. Por cierto, hoy está de regre
Me encontraba aburrida, eso de estar viendo pantallas era el trabajo más aburrido que podía existir.Aproveché para sacar mi móvil y entretenerme en las redes sociales y juegos. ¿Quién iba a robar en esta gran empresa? —No sabía que nuestros empleados podían jugar en horas de trabajo. Di un salto en mi silla, solté mi móvil y este cayó al suelo. Fray Wolf, estaba en la puerta de brazos cruzados.—Disculpe, señor, es que…—¿Estabas aburrida? Lo sé, no tienes las mejores películas en esas pantallas. —Se acercó, tomó mi teléfono y me lo entregó—. Mucho gusto soy Fray Wolf. Extendió su mano y la tomé.—Mucho gusto señor soy Circe Hall.Me miró de manera detenida por algunos segundos, soltó mi mano y se recostó en la pared.—Solo dime Fray.Esto era muy raro, ¿Qué hacía él aquí? Estaba en el lugar más escondido de este edificio y Fray uno de los jefes de la empresa, estaba aquí conmigo.—¡Circe! —el jefe de seguridad gritó mi nombre al mismo tiempo que ingresaba a la habitación. Su cara
Edón—¿Qué te sucede? Has estado callado todo el camino. —Habló mi hermano. Desde el día de ayer estaba desconcertado. Una chica, una nueva empleada, tenía un olor muy peculiar. Desde la mañana una fragancia llamó mi atención. Mi nariz no podía fallarme, nunca había sentido algo igual. Mi corazón empezó a latir de manera desenfrenada. Eso solo significaba que mi compañera estaba cerca, muy cerca. Llegué hasta los casilleros de las empleadas y dentro de uno de ellos el olor era más latente. Arranqué el candado y encontré una blusa. Pasé mi nariz por aquella prenda, nunca había sentido un olor como este, era una combinación entre tierra, árboles, hojas, como el olor del bosque por las mañana. Estaba seguro de que al fin mi compañera estaba en este mundo. Pero la desilusión llegó cuando una chica con el cabello alborotado, sin maquillaje y con la ropa desaliñada, reclamó diciendo que era su blusa. Ella no podía ser mi compañera. Desde ese momento estaba confundido. Pedí información