Soy Max Rivas, una chica de 15 años con una vida normal como cualquier adolescente sometido que no sale de su casa, si se le puede decir, obviamente, soy una chica normal pero también con un lindo carácter. Mi vida da un giro todo loco un lunes por la mañana - lunes malditos para mi- cuando llegaba tarde al instituto... esa mañana creí morir, si hubiera sabido que un motociclista pasaba me hubiera detenido, pero lo que no sabia era que ese pequeño incidente haría mis días normales, malditas y aburridas en días menos normales, mas locas y menos aburridas con el sujeto desconocido. |Todos los derechos reservados| | Prohibido copiar| |Historia registrada por la dueña, o sea la escritora de la divertida vida de Max|
Leer másEspaña, Madrid.Lunes, 17, abril, 2017.—Hemos llegado — abro mis ojos viendo que todos los pasajeros caminan por el pasillo del avión. España, el avión había aterrizado en el aeropuerto internacional de España, Madrid, si, Vito me convenció, Guillermo me aconsejó, Lili y Gran mamma me decían que debía aprovechar la oportunidad que se me estaba dando y ahí estaba, que más podía hacer, ya me encontraba parada ahí y no había vuelta atrás.Sam por medio de un sueño me decía que era tiempo de dejar el pasado y comenzar desde cero, después de darme un beso en la frente y un abrazo desapareció siendo así el ultimo sueño que tuve, donde él estaba sonriéndome y despidiéndose por completo. Aunque me estaba neg
—Raúl Owen´s ——La has cagado, ya déjala en paz, está muy herida, ella no esperaba eso de ti, ni yo esperaba eso de ti, por Dios, Sam te mataría si se enteraba de que le fuiste infiel a ella, Raúl —Vito caminaba de un lado a otro, lo podía observar desde la pantalla de mi laptop — Bien, la voy a cuidar, no por ti, sino porque es mi deber como hermano mayor.—Gracias, Vito, esto es lo mejor para ella, prefiero vivir con el odio que me tiene a que sufra por no estar a su lado —niega, la verdad no quiero dejarla, pero si Violeta sigue molestando así y mi madre sigue insistiendo, no hay de otra que ser cobarde y rendirme ante todo esto.— Max Rivas —Lunes, 16, Enero, 2017.—Maxi, cumple nuestros
Sábado19, Noviembre, 2015.5: 10 p.m.— Max Rivas —Miraba la hora del teléfono esperando que Raúl se conectara, me encontraba emocionada y esa emoción era simple, él y yo vamos a cumplir un año de ser novios, aunque nos separe el océano pacífico, las pantallas nos unen a pesar de la distancia.Me había puesto su camisa favorita que dejó un mes atrás, la que siempre la utilizo para dormir; vuelvo a observar la hora y me siento impaciente, Raúl me había dicho por audio que él me iba a vídeo llamar, aún sigo sentada frente a mi laptop, esperando, analizando que el Internet no se haya caído como las incontables de veces que tenía una llamada con él y en casi todas me desesperaba al igual que él, había días qu
Lunes, 26, Septiembre, 2016.10: 59 a.m.La bocina de un carro me apura, termino de amarrar el cabello y bajo corriendo viendo la hora en mi teléfono, llegaba tarde al aeropuerto en donde me despedía de Raúl, si, hoy se iría a España.— Apúrate, animal — exclame, Vito me mira.— Mas respeto a tu hermano mayor, eh — ruedo los ojos cuando ya el carro anda en marcha, a mi madre se le dio por casarse la semana entrante.Los preparativos ya se estaban haciendo y el vuelo de Raúl no se podía retarda un poco más, así que mi novio no estará para verme en vestido otra vez ni para ayudarme a quitar el aburrimiento que me entrara. Pero por otro lado tendré que soportar a Vito, primero pensé que era un chico tranquilo y normal, claro, eso era porq
Viernes 19, Agosto, 2016.— Raúl Owen’s —Me encontraba sentado en el escritorio frente a la laptop en la sala, revisaba los correos, cuando uno de ellos me llama la atención, es el resultado del examen para la beca de la universidad de España, al final hice aquella prueba por vía de una video llamada, gracia a la insistencia de mi madre, por un lado me encontraba emocionado, sí, pero eso era antes de que Max y yo tomaremos la relación más en serio, entonces me daba igual quedar o no.Abrí el correo y empecé a leer, escuche la puerta principal abrirse, no me podía quejar por las paredes delgadas a veces suelen ser bueno para la seguridad propia, esa debía ser Max, y si, ella tiene llave de mi apartamento.Termino de leer hasta llegar a la palabra
Sábado, 14, Mayo, 2016.Casa de Abigail.— Entonces, yo corría por la colina mientras que me perseguía un enorme toro negro de ojos azules, la criatura era enorme y yo tan pequeña, seguí corriendo por mi vida hasta que tuve que montarme en un árbol, dure toda la tarde arriba de ese palo de mango porque el toro no quería irse y para no aburrirme empecé a ponerle nombres hasta que dije; Espejito, si, así te voy a llamar — contaba la Abu Gretta de Raúl una de las tantas aventuras que tuvo de niña.Raúl miraba a su abuela analizándola de una manera que desconozco y ella feliz contándome los cuentos mientras yo me comía un mango de una manera poco elegante, no como Raúl que corta con cuchillo su mango y come de a pedazos.— Tienes unas historias dignas de es
— Oh, Maxi, llegaste muy temprano — está nerviosa.— ¿Quién es él? — pregunto interesada en su vida.— Ah, él es Guillermo Sanguinetti — ese apellido se me hace conocido, el tal Guillermo me mira y puedo apreciar unos ojos claros y un cabello negro con pocas canas.— Tu ex del bachiller, si, si lo recuerdo — se sonroja de la vergüenza cuando Guillermo se ríe — No entiendo nada de lo que pasó, ni porque terminaron ni nada, pero Guillermo, mi madre esta soltera y dispuesta, aprovecha — le guiño un ojo y corro a la escalera para subirla en dos en dos mientras escucho los regaños de mi madre y las risas de Guillermo.Ahora sé que mi madre no se quedara sola por el resto de su vida, si es que regresa con su ex y se terminan casando ya que están ya muy viejos,
2 Semanas después.Viernes, 08, Enero, 2016.— Raúl Owen’s — Camino por el pasillo hasta llegar a la puerta del cuarto de mi pequeña novia, todavía me he extraño decir novia, no es porque nos llevemos casi 6 años. Toco la puerta con mis nudillos, suspiro y vuelvo a tocar.— Max... — no escucho nada luego de llamarla, abro la puerta y entro a su cuarto, la oscuridad reina en sí, camino hasta su ventana y abro las cortinas de tela gruesa para que entre la luz de la mañana, me quedo observando un candado que tranca la ventana, haces dos semanas cuando enterramos a Sam, Max cayó en una leve depresión tanto así que Elisabeth sugirió ponerle un candado para que no se le ocurriera hacer alguna locura o cometiera suicidio.No
— Estas Loco... Raúl llama a una ambulancia— el rubio se aleja marcado rápido el número de emergencia.— Max, escúchame...— me negaba a escucharlo, me quite la chaqueta de jean que me había puesto unas horas después de Sam se fuera a quien sabe dónde, pongo la chaqueta en la herida y él empieza a toser— Maxi...— lo mire, mis ojos se empezaron aguar con tan solo verlo así— Quiero... confesarte algo— niego otra vez, mi boca se seca y miro a Raúl que aún sigue en el teléfono, el hospital quedaba a solo 20 minutos de aquí.— No te despidas, sé que estarás bien, aun estarás conmigo y...— su sonrisa y negación me detiene, vuelve a toser.— Oye, no olv