Capítulo 265
Junto a un cartel que anunciaba: «Dulces artesanales, 5 dólares la bolsa»

—Todas estas personas eran vecinos de la señorita García cuando ella vivía aquí. Y por allá… —Francisco bajó la voz y le señaló con discreción—. ¿Ves esa casita con un pequeño molino en el tejado? Esa fue la casa adoptiva de la señorita García, también el lugar donde vivió con… esa persona.

Leandro dirigió apenas una mirada fugaz hacia la vivienda, luego siguió caminando para que Francisco continuara guiándolo.

El pueblo no era grande; pasaron frente a un orfanato abandonado y clausurado, luego subieron una pequeña colina.

Fue entonces cuando Leandro vio la lápida.

Sintió su corazón golpearle el pecho con fuerza, y el paso se le aceleró de inmediato; casi terminó corriendo para llegar hasta ella. Se notaba que la tumba era reciente.

Leandro, sin aliento y con el rostro pálido, fijó la mirada en la foto de la lápida.

—¿Cómo es posible…? —murmuró en voz baja.

Aunque el sol le envolvía con su cálida luz, Leandro sin
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP