Capítulo 188
César se detuvo sin responder y, en cambio, le dio órdenes a Rajiv:

—Deja a algunos guardias para que la cuiden.

Después de decir esto, se fue con Rajiv y algunos de los guardias.

Ambos se alejaron en direcciones opuestas: uno se quedó sentado en la mesa sin despedirse, mientras que el otro salió rápido del hotel sin mirar atrás, solo por el miedo de que ella le pidiera su teléfono.

El sonido de sus pasos se fue perdiendo poco a poco, mientras Lorena seguía sentada en la mesa, comiendo su desayuno.

Comió despacio hasta quedar llena y luego se acercó a los guardias.

—Preparen el carro, voy a mi habitación a arreglarme un poco antes de salir.

—Sí, señorita Lorena.

Lorena volvió tranquila a su habitación, donde abrió el ramo de flores que había comprado el día anterior.

—Buenas noticias vienen desde muy lejos.

Al abrir el paquete, dentro había un teléfono.

Cuando tocó el ramo, sintió que algo estaba escondido.

Como esperaba.

Encendió el celular y vio el mensaje que Marina había dejado, pu
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