Trevor y Maxine parecen tener una relación perfecta, ambos se han graduado de la universidad, viven juntos y están mas enamorados que nunca, pero no todo es color de rosa, porque la vida profesional de Maxine está estancada, lo que la obliga a enfrentarse a la posibilidad de una oportunidad importante a kilómetros de distancia de Trevor. Maxine tendrá que decidir, entre su carrera como periodista o su relación con Trevor, que se verá en problemas, sobre todo, por Ian James, su hermanastro, con el que tendrá que vivir.
Leer másMaxine. Miro con ojos de adoración a mi mejor amiga, se ve perfecta, está usando un vestido de corte princesa con flores bordadas alrededor de toda la tela, realmente este no es el vestido con el que la visualizaba, Tara nunca pareció ser una de esas chicas románticas que sueñan con el castillo y el príncipe encantador, pero tal parece que ha cambiado, el amor le ha transformado el pensamiento, en todas las bonitas maneras en las que eso es posible.–¿Te gusta? ¿No crees que sea demasiado? – pregunta mirándome a traves del espejo.Yo sonrío y niego con la cabeza – jamás va a ser demasiado – digo – te ves completamente hermosa,
Maxine. –Max, ¿Vas a cenar con nosotros? – me pregunta mi madre entrando en la habitación.Yo hago una mueca – no tengo mucha hambre – respondo limpiándome la nariz que está llena de lágrimas y mocos.–¿Te pasa algo?–No, no es nada fuera de lo común – mi madre me mira de forma suspicaz, ya está acostumbrada a verme llorando por Trevor, no es que me sienta orgullosa de eso, ni que a ella le guste demasiado verme asi, pero no es nada que no haya visto antes.–¿Segura que no quieres hablar?–No mamá, tal vez mañana – le doy una sonrisa para que ella se tranquilice.–Pediré que pongan un puesto para ti en caso de que quieras bajar – dice antes de irse y cerrar la puerta tras de sí.Yo me pongo en pie y me limpio la cara, intento concentrarme en los debe
Trevor. La espero frente al edifico recostado en mi auto, veo a las personas que entran y salen y entonces me hago preso de la ansiedad, las manos me sudan, tengo el corazón acelerado y solo deseo poder verla para abrazarla y nunca más volver a soltarla. Maxine y yo pertenecemos juntos, ya es momento de que recuperemos lo que solíamos tener. Me siento como un quinceañero estúpido que está a punto de encontrarse con el amor de su vida, es un sentimiento extraño y que no recuerdo haber sentido desde hace mucho tiempo.Desde que besé a Maxine por primera vez.No soy un romántico, no creo en el hilo rojo, en el destino ni mucho menos en las mariposas en el estómago, pero creo en ella, creo en lo que somos cuando estamos juntos y eso es más que suficiente.Una pareja sale del edificio, ella se está riendo y sostiene una carpeta entre sus brazos, va a acompa&nt
Trevor. Termino de poner las cajas sobre el piso de madera de la que será mi nueva casa a partir de este momento, el lugar es mucho mas familiar y tranquilo que el que tenia en Flagstaff, pero supongo que está bien, estoy comenzando de nuevo, en una nueva ciudad, con una nueva perspectiva de la vida y de lo que quiero, eso, sin mencionar el nuevo puesto como arquitecto encargado en jefe de la nueva sede de TANER INC en Washington DC.Después de que Jack me hubiera hecho esa oferta yo no pude decir que no, ni siquiera necesité pensarlo demasiado para darme cuenta de que esto era justamente lo que queria y lo que necesitaba hacer.Pongo mis manos en mis caderas y miro a mi alrededor, hay mucho que debo hacer antes de que sea lunes y tenga que ir a recibir el nuevo edificio junto a Jack, quien tan excéntrico como siempre, decidió invertir en una vieja propiedad abandonada que nosotros nos encargaremos de r
Trevor. Me quedo en la pista de baile durante un par de segundos viendo como Maxine huye, quisiera detenerla, quisiera decirle que todo está bien y besarla, la verdad es que yo he pasado los últimos meses de mi vida queriendo llamarla para poder tenerla entre mis brazos, aunque sea por una ultima oportunidad, pero no puedo hacerlo, no ahora cuando ambos hemos estado bebiendo, cuando no somos dueños de nuestras acciones. La verdad es que no deseo cometer mas putos errores, no quiero despertar mañana con ella en la cama solo para pensar que todo se ha tratado de un maldito error.–Adam, hermano, tengo que irme ya – le aviso a mi mejor amigo – tengo que conducir algunas horas hasta Flagstaff, debo volver al trabajo – le explico.–¡No puede ser cierto! ¿Cuánto te volviste esta persona amargada que dice que tiene que dejar la fiesta para volver al trabajo?Me burlo
Maxine. –Tú puedes, Max – me repito en voz baja mientras me armo de valor y camino hacia la mesa de Trevor, espero que esto salga bien, espero que no me rechace porque sinceramente no me creo capaz de soportarlo.Él tiene que perdonarme, tiene que escucharme, debe hacerlo por la historia que dejamos atrás, una historia con mas momentos buenos que malos, no podemos dejar esto así, no estoy dispuesta a dejar este capitulo atrás… y espero que él tampoco quiera hacerlo, sin importar todo el dolor que nos hemos causado.Trevor me mira cuando llego frente a él, yo me quedo helada por unos segundos, hasta que me aclaro la garganta y puedo emitir una palabra nuevamente – ¿Quieres bailar? – cuestiono de sopetón.Frunce el ceño y la comisura derecha de su boca se eleva ligeramente, pero no estoy segura si se debe a la felicidad o la sorpresa que le
Maxine. Le doy un abrazo a Tara, creo que es el quinto abrazo que le doy en toda la noche, pero es que me siento tan feliz y emocionada por ella que no puedo dejar de pensar en lo perfecto que es todo este momento, le deseo toda la buena suerte del mundo con Adam.–¿Ya te dije que estoy muy feliz por ti? – le pregunto al oído.–Como mil veces, pero apártate de mí, me vas a arrugar el vestido – bromea conmigo al tiempo en que me alejo.–Tambien vas muy guapa – la alago, la agarro de la mano y le hago dar una vuela, Tara está usando un vestido de color blanco de satín, es largo hasta el suelo, simple y delicado, pero tambien es bastante sensual, el escote en la espalda y la abertura de la pierna dejan al descubierto las partes más bonitas del cuerpo de mi mejor amiga.–¿Le estás coqueteando a mi novia? – Adam nos mira
Rose. –¿Dónde está la puñetera corbata que compré? – pregunta Trevor mientras levanta todo el desorden que hay en la cama, desorden que él mismo hizo.–¡Cálmate, aquí está! – me acerco a él con la corbata en la mano, Trevor me la arrebata de forma grosera, yo lo miro con el ceño fruncido, no sé porque esta tan enojado, pero sea lo que sea yo no tengo la culpa y no quiero dejar que me trate como tal – No tienes que comportarte como un imbécil, que estés estresado no es mi culpa, ni siquiera es un evento mío al que vamos – refunfuño al tiempo en que subo el zipper de mi vestido, le pedí a él que lo hiciera hace unos minutos, pero la verdad es que con ese genio no quiero que se acerque a mí.–¡Si no quieres ir no tienes que hacerlo! Nadie te está obligando
Trevor. Saco la última caja de la mudanza del baúl de mi auto y la subo al apartamento de Rose, hay montones de mis cosas tiradas por todos lados, debo empezar a organizar antes de que salga de la ducha y se enloquezca cuando vea el desastre que he hecho con su sala. Aunque no le vendría nada mal un poco de desorden, Rose es de ese tipo de chica que tiene todo milimétricamente ordenado, y eso es agradable, pero un buen sacudón no está mal de vez en cuando.Me quedo de pie en medio del lugar y miro a mi alrededor, el sitio es completamente diferente al que compartía con Max, mi apartamento con ella era cálido, hogareño, era mas simple, supongo que no necesitábamos demasiado, sin importar cuanto tuviéramos nuestras posesiones más valiosas éramos nosotros mismos, sobre todo cuando estábamos juntos… este lugar es diferente, es elegante y suntuoso