Maxine.
Le doy un abrazo a Tara, creo que es el quinto abrazo que le doy en toda la noche, pero es que me siento tan feliz y emocionada por ella que no puedo dejar de pensar en lo perfecto que es todo este momento, le deseo toda la buena suerte del mundo con Adam.
–¿Ya te dije que estoy muy feliz por ti? – le pregunto al oído.
–Como mil veces, pero apártate de mí, me vas a arrugar el vestido – bromea conmigo al tiempo en que me alejo.
–Tambien vas muy guapa – la alago, la agarro de la mano y le hago dar una vuela, Tara está usando un vestido de color blanco de satín, es largo hasta el suelo, simple y delicado, pero tambien es bastante sensual, el escote en la espalda y la abertura de la pierna dejan al descubierto las partes más bonitas del cuerpo de mi mejor amiga.
–¿Le estás coqueteando a mi novia? – Adam nos mira
Maxine. –Tú puedes, Max – me repito en voz baja mientras me armo de valor y camino hacia la mesa de Trevor, espero que esto salga bien, espero que no me rechace porque sinceramente no me creo capaz de soportarlo.Él tiene que perdonarme, tiene que escucharme, debe hacerlo por la historia que dejamos atrás, una historia con mas momentos buenos que malos, no podemos dejar esto así, no estoy dispuesta a dejar este capitulo atrás… y espero que él tampoco quiera hacerlo, sin importar todo el dolor que nos hemos causado.Trevor me mira cuando llego frente a él, yo me quedo helada por unos segundos, hasta que me aclaro la garganta y puedo emitir una palabra nuevamente – ¿Quieres bailar? – cuestiono de sopetón.Frunce el ceño y la comisura derecha de su boca se eleva ligeramente, pero no estoy segura si se debe a la felicidad o la sorpresa que le
Trevor. Me quedo en la pista de baile durante un par de segundos viendo como Maxine huye, quisiera detenerla, quisiera decirle que todo está bien y besarla, la verdad es que yo he pasado los últimos meses de mi vida queriendo llamarla para poder tenerla entre mis brazos, aunque sea por una ultima oportunidad, pero no puedo hacerlo, no ahora cuando ambos hemos estado bebiendo, cuando no somos dueños de nuestras acciones. La verdad es que no deseo cometer mas putos errores, no quiero despertar mañana con ella en la cama solo para pensar que todo se ha tratado de un maldito error.–Adam, hermano, tengo que irme ya – le aviso a mi mejor amigo – tengo que conducir algunas horas hasta Flagstaff, debo volver al trabajo – le explico.–¡No puede ser cierto! ¿Cuánto te volviste esta persona amargada que dice que tiene que dejar la fiesta para volver al trabajo?Me burlo
Trevor. Termino de poner las cajas sobre el piso de madera de la que será mi nueva casa a partir de este momento, el lugar es mucho mas familiar y tranquilo que el que tenia en Flagstaff, pero supongo que está bien, estoy comenzando de nuevo, en una nueva ciudad, con una nueva perspectiva de la vida y de lo que quiero, eso, sin mencionar el nuevo puesto como arquitecto encargado en jefe de la nueva sede de TANER INC en Washington DC.Después de que Jack me hubiera hecho esa oferta yo no pude decir que no, ni siquiera necesité pensarlo demasiado para darme cuenta de que esto era justamente lo que queria y lo que necesitaba hacer.Pongo mis manos en mis caderas y miro a mi alrededor, hay mucho que debo hacer antes de que sea lunes y tenga que ir a recibir el nuevo edificio junto a Jack, quien tan excéntrico como siempre, decidió invertir en una vieja propiedad abandonada que nosotros nos encargaremos de r
Trevor. La espero frente al edifico recostado en mi auto, veo a las personas que entran y salen y entonces me hago preso de la ansiedad, las manos me sudan, tengo el corazón acelerado y solo deseo poder verla para abrazarla y nunca más volver a soltarla. Maxine y yo pertenecemos juntos, ya es momento de que recuperemos lo que solíamos tener. Me siento como un quinceañero estúpido que está a punto de encontrarse con el amor de su vida, es un sentimiento extraño y que no recuerdo haber sentido desde hace mucho tiempo.Desde que besé a Maxine por primera vez.No soy un romántico, no creo en el hilo rojo, en el destino ni mucho menos en las mariposas en el estómago, pero creo en ella, creo en lo que somos cuando estamos juntos y eso es más que suficiente.Una pareja sale del edificio, ella se está riendo y sostiene una carpeta entre sus brazos, va a acompa&nt
Maxine. –Max, ¿Vas a cenar con nosotros? – me pregunta mi madre entrando en la habitación.Yo hago una mueca – no tengo mucha hambre – respondo limpiándome la nariz que está llena de lágrimas y mocos.–¿Te pasa algo?–No, no es nada fuera de lo común – mi madre me mira de forma suspicaz, ya está acostumbrada a verme llorando por Trevor, no es que me sienta orgullosa de eso, ni que a ella le guste demasiado verme asi, pero no es nada que no haya visto antes.–¿Segura que no quieres hablar?–No mamá, tal vez mañana – le doy una sonrisa para que ella se tranquilice.–Pediré que pongan un puesto para ti en caso de que quieras bajar – dice antes de irse y cerrar la puerta tras de sí.Yo me pongo en pie y me limpio la cara, intento concentrarme en los debe
Maxine. Miro con ojos de adoración a mi mejor amiga, se ve perfecta, está usando un vestido de corte princesa con flores bordadas alrededor de toda la tela, realmente este no es el vestido con el que la visualizaba, Tara nunca pareció ser una de esas chicas románticas que sueñan con el castillo y el príncipe encantador, pero tal parece que ha cambiado, el amor le ha transformado el pensamiento, en todas las bonitas maneras en las que eso es posible.–¿Te gusta? ¿No crees que sea demasiado? – pregunta mirándome a traves del espejo.Yo sonrío y niego con la cabeza – jamás va a ser demasiado – digo – te ves completamente hermosa,
Maxine. Envío mi portafolio de trabajo por decima vez en esta semana, estoy cansada, no he dormido nada y estoy frustrada profesionalmente. Han pasado casi seis meses desde que me gradué de la universidad y aun no he conseguido un empleo, ¿Por qué nadie quiere contratarme? Sé que mi trabajo no es digno de un nobel, pero soy una buena periodista, o eso creo yo, porque entre mas hojas de vida paso, más me convenzo de lo contrario.Cierro la computadora portátil y la dejo sobre la mesita de centro, levanto mi taza de café y voy al balcón del departamento, la vista es espectacular, el apartamento está perfectamente ubicado en uno de los sitios más prestigiosos de todo Flagstaff, supongo que esta es una de las ventajas de vivir con uno de los arquitectos mas importantes en TANER GROUP, Trevor se ha vuelto muy quisquilloso con los detalles, pero no me malinterpreten, me gusta que s
Maxine. La azafata nos indica por donde salir, hace unos minutos que el avión aterrizó en suelo capitalino, ahora todos los pasajeros estamos descendiendo, la mayoría se dirige en busca de su maleta, pero yo no traje equipaje, únicamente un bolso de mano en el que tengo todo lo que necesito para pasar un fin de semana con mi madre y su nueva familia.Quito el estado de “Modo Avión” de mi celular y enseguida me llegan un par de mensajes de Trevor.– “Ya te extraño” – me escribió hace dos horas, cuando aún estaba en el aire.Yo leo sus palabras y sonrío de forma involuntaria, ¡Joder! Amo a este hombre más de lo que amo nada en la vida, no sé de qué forma, pero Trevor se metió debajo de mi piel y ya no hay nada que pueda arrancármelo del corazón.– <