—El hombre de D' Luca está vivo —dice el detective con su expresión apática.—¿A qué se refiere? —le pregunto, ya que todos creíamos que Alfonzo lo había mandado a matar o por lo menos a torturar.—Estuvo dando vueltas por tu casa —indica, y siento una ola de frío atravesarme—. Debemos hablar con Rodrigo.Me da la mano para que lo acompañe fuera del edificio, en lo que parece un intento por protegerme. Al final, Rodrigo y el detective están de acuerdo en que yo debo desaparecer unos días. Hasta que se resuelva la situación de D' Luca. Ya que si ha descubierto nuestro plan seguramente irá primero por mí.—Lo mejor va a ser que te quedes con Juan —declara Rodrigo.Él ha venido hasta la comisaría para que pudiéramos hablar tranquilos. Los dos creen que yo no debo irme de la ciudad, pero sí desaparecer de la vista de todos.—Esperen, puedo ocultarme por mi cuenta —les aseguro, y ambos me miran como si estuviera diciendo un disparate.—Tania, no vamos a dejar que corras peligro después de
***—Estamos aquí reunidos para celebrar el matrimonio de Belén y Rodrigo —dice la jueza.Mis amigos se ven increíblemente bellos vestidos de blanco. Amo que su historia termine de este modo. Me siento feliz, por ser parte de sus vidas.—Mamá, quiero ir al baño —dice Amanda avergonzada. Sus ojos siguen recordándome a Amadeo. El cual está frente a nosotros con su hijo en brazos.Amanda y yo somos damas de honor de mi amiga, y Amadeo junto con su pequeño Augusto. Ambos con trajes, el pequeño se ve más que hermoso con esos rizos.—Espera un minuto, los novios se besarán en poco —le digo, pero Juan, quien me ha acompañado a la boda, toma las flores de Amanda, de manera discreta y mi hija sonríe.Ella se va al baño y en silencio le agradezco a Juan lo que hizo por ella. Él parece complacido, no esperaba que empezáramos una relación después de que D’ Luca recibiera su prisión preventiva en ese geriátrico en el que está.Una vez que la ceremonia termina, voy con juan a nuestra mesa, en la cu
Hola, soy Osaku... espero que disfrutaras esta novela. Aqui está la intro de la segunda parte que se llama Venganza - Segundo round y la encuentras aquí, en esta plataforma, con ese nombre. «La noche está oscura debido a las nubes en el cielo, como si la naturaleza compartiera tu pesar. A tus veintitrés años, te sientes devastada: tu novio te ha dejado el mismo día en que esperabas una propuesta de matrimonio».Esta mañana, al salir de tu departamento hacia el trabajo, encontraste una nota de Cristian deseándote buenos días, una de las muchas pequeñas tradiciones que comparten. Trabajas como pasante en un prestigioso bufete de abogados, un puesto que has conseguido gracias a un amigo de la familia. Aunque eres consciente de las expectativas de tus padres, que te han criado con amor, pero también con altas demandas, te sientes orgullosa de haber completado tu carrera sin interrupciones, algo que pocos de tus compañeros lograron.Sin embargo, tu vida profesional no es fácil. Tu jefe, u
Hoy cumplo años y cerca de mí hay una panadería. Huelo el aroma del pan y sonrío. Por fin voy a hacer mi sueño realidad. Me ha costado muchísimo esfuerzo llegar hasta aquí, pero voy a hacer que valga la pena. Amadeo Peralta, voy a destruirte como tú lo hiciste conmigo hace diez años. No voy a permitir que seas feliz después de todo lo que tuve que pasar por culpa tuya.Al llegar a casa, me doy una ducha y después de secar mi cabello, busco en mi armario la ropa que voy a usar para la fiesta. Una limusina me espera abajo; aun así, no me apresuro. Lo bueno se hace esperar, y yo soy conocida como una de las mejores en mi campo. Aunque había querido ser abogada, la vida me obligó a estudiar periodismo y si bien, al principio lo hacía solo para no pensar, puedo darme cuenta de que lo llevo en la sangre.Esta noche hay una fiesta con políticos, grandes empresarios y muchos famosos. Ya he preparado todo para que la suerte esté a mi favor. Será el mejor cumpleaños de todos, los mejores veinti
«Cuánto ha cambiado el chico que alguna vez me dio mi primer beso. Supongo que murió con sus sueños de ser un orador elocuente y una persona respetable».***Estoy segura de que llegaré tarde al colegio, así que no me apresuro. Salgo de la casa y me encuentro con uno de mis vecinos. Es un par de años mayor que yo, su nombre es Amadeo, y para sorpresa de ambos, me ve.Sus ojos son como los míos, de un tono celeste, y su tez es oscura. Una combinación muy bella en él. Me lleva casi dos cabezas, por lo que al saludarme tiene que agacharse.—Tania, ¿cómo estás? —dice y se pone nervioso—. Lo siento, no quise desubicarme. Escuché lo que les pasó a tus padres. Lo siento tanto.—Gracias, Amadeo, es muy amable de tu parte —digo y sonrío levemente. Estoy triste, pero no quiero molestarlo.—¿Te cambiaste de colegio? —me pregunta mientras camina a mi lado. Es gracioso porque lleva su bicicleta junto a él.—Mi tía me cambió al colegio al que van mis primas —digo sin dar demasiada información. No q
—Ahora que nuestro contrato finalizó… —dice el rubio sexy que está a mi lado y detiene la caminadora.Me insinúa si quiero seguir viéndonos, dejándome claro que está disponible. Sonrío y le doy las gracias por la invitación, aunque ansío alejarme de él. No tengo deseos de volver a verle la cara. Por lo que, logro que firme los papeles que necesito para mi jefe. Después de agradecerle su predisposición y que repita más de cinco veces que si tengo ganas de verlo que lo llame, me voy feliz.Cuando entro por la puerta del diario donde trabajo, todos me aplauden. «Te vimos anoche con Leonardo Agrero, el rubio sexy, en la fiesta de recaudación de beneficencia», me dice una de mis compañeras. Detrás de mí, uno de los chicos de recepción trae un montón de cosas enviadas. Las chicas empiezan a gritar y se abalanzan sobre las cajas llenas de ropa y perfumes caros que me había regalado en su intento por conquistarme. Mis compañeros se quedan mirando. Entonces hago pasar a otro asistente con cuat
Al entrar a mi cuarto, veo algunas cosas que tenía en la adolescencia. El abuelo ha dejado todo como estaba. Al sentarme delante del escritorio, veo una foto que no recordaba que seguía ahí. Es una con el grupo de debate y literatura al que iba en la secundaria con Rodrigo y Amadeo. Aunque también está Belen, mi mejor amiga, lo que me quita una sonrisa. ***Amadeo era un excelente orador, así que cuando lo conocí, me encantó su personalidad. Yo había decidido ser su amiga, pero él se volvió muy insistente. Se aprovechó de nuestra amistad y un día, en una fiesta, me robó mi primer beso francés. Ya no pude resistirme a sus encantos y acepté salir con él en secreto. Incluso toleré que coqueteara con otras chicas delante de mí sin decir nada, argumentando que no podía ser mi novio debido a las restricciones de sus padres, y yo, como una tonta, no insistía.Finalmente, después de varios años, decidí dejarlo porque sentía que me hacía daño estar cerca de él. Sin embargo, lo amaba demasiado
Mientras colaboro con el senador Hernández, dedico mis esfuerzos a rastrearlo durante más de dos semanas hasta finalmente dar con él. Amadeo se encuentra en una reunión en el mismo edificio que nosotros. Ahora, mi tarea es encontrar una manera de que nos encontremos.En la suite, junto con los colegas del senador Hernández, busco un lugar para almorzar y les propongo ir allí al terminar la reunión. Aceptan la propuesta con entusiasmo.—Senador, ¿dónde encontró a una secretaria tan eficiente? Necesito una como ella —comenta uno de los hombres que nos acompañan.—Permítame corregirle. Tania no es mi empleada. Está escribiendo un artículo sobre mi vida por recomendación de mis asesores —explica el senador Hernández, y todos sonreímos.—Caballeros, voy a cambiarme a algo más cómodo. Nos vemos en el restaurante a las 12:30 horas, si les parece —anuncio, y todos se levantan para dejarme sola.Las reuniones de estas personas son agotadoras, con una tensión palpable incluso cuando hablan de fú