La vida a veces es muy complica, más si eres una persona que desea empezar a valerse por sí misma, ya que a veces puedes encontrarte en un ambiente de desigualdad en una sociedad donde los humanos son considerados los más débiles de la sociedad y la clase dominante: los hombres lobo.Pese a la creencia popular y las novelas románticas, los hombres lobos rara vez se mezclaban con los humanos, por lo general siempre se casan con los de su misma especie. Aunque siempre existían sus excepciones donde ellos decían que ese humano o humana eran su luna especial y terminaban uniéndose en matrimonio, pero eran casos muy escasos y extraño. Lo que era normal para ellos era contratar humanos para que les sirvieran o hicieran los trabajos que ellos consideraban un poco denigrantes en sus hogares o empresas.Aunque en apariencia parecían algo denigrantes por ser trabajos manuales o de limpieza, la paga era buena y por eso muchos humanos aceptaban esos empleos. Ese era el caso de Emma Douglas una jo
En esos momentos se estaba llevando a cabo la reunión anual de lideres, donde todos discutían sobre política, los logros individuales de cada clan, el manejo de recursos en sus dominios y sobre las medidas que usaban para el control de la población de los humanos, ya que ellos controlaban el número de natalidad de la raza que era más débil que ellos, ya que sabían que de no vigilarlos podrían ponerse en su contra y eso sería un gran problema a futuro.Justo en esos momentos un lobo joven ahogaba un bostezo, quien viajo acompañando a su padre a esa reunión porque como futuro líder de su clan debía empezar a familiarizarse con esas juntas, aunque le parecieran aburridas y solo rara vez era interesante escuchar sobre los logros y descubrimientos de los demás clanes. El nombre de ese lobo era: Marcelo Lennox, primogénito del clan Lennox que manejaba el norte del país; él era un lobo de cabello corto de color azabache, ojos de color azul y de tonalidad de piel clara y complexión algo forni
Regresando al pent-house.Al verse sola, Emma no se resistió correr a su habitación para saltar sobre la cama y gritar feliz ya que hacía mucho que no dormía en un colchón tan suavecito y limpio. Tras acabar una discusión consigo misma para no brincar en la cama, ella busco explorar todo lo que habia en su cuarto ya que vio que tenía algunos lujos: una laptop para su uso personal, un televisor, una nevera para que guarde la comida que ella compre y hasta contaba con una tina.- Mas que un cuarto parece una habitación de hotel de lujo – menciono divertida.Tras terminar de ver el lugar empezo a desempacar y acomodar sus ropas en el armario, para después empezar a explorar toda la casa buscando memorizar todas las cosas y con una libreta fue anotando las marcas que se manejaban para cada artículo.Al día siguiente se levantó de forma perezosa a las 9 am, al terminar su desayuno ligero y lavar los platos, se encamino a la habitación del lobo para tomar la ropa sucia y recordando las pala
Esa mañana en la empresa que manejaba el clan Lennox, todos los empleados miraban asombrados como el hijo del jefe llegaba de buen humor al trabajo.- Interesante – opino Samantha cuando su hermano paso a su lado - ¿puedo saber el motivo de esa sonrisa? – pregunto divertida mientras ingresaban a la oficina.- ¿Tan raro es verme feliz? – pregunto divertido a la vez que se sentaba en su silla cómoda ubicada detrás de su escritorio.- En las mañanas, si – confeso la rubia – porque lo normal es verte de mal humor.- Bueno todo es gracias a esa humana.- ¿Eh? ¿cómo que gracias a ella? – pregunto extrañada.- Hm… es muy eficiente.- Ah, ya te entendí – dijo divertida - entonces ¿si ha cumplido tus expectativas?- Y más, mira – dijo divertido mostrándole la nota de la mañana.- … - Samantha arqueo la ceja divertida al leer la nota, era una forma de comunicarse con él sin ser personal – demasiado interesante.- Lo mismo opine – indico divertido, para luego ponerse un poco serio - bueno olvide
Al llegar a su casa Teresa se miraba furiosa, ya que no podía permitirse perder ese compromiso.Ella era la tercera hija de la familia Hamilton, es decir, no era nadie porque era mujer y la menor de la casa, por lo cual no tenía derecho a nada y apenas recibía algo de cariño de su familia porque toda la atención estaba centrada en sus hermanos. Pero eso habia cambiado cuando anuncio su compromiso y ya era alguien porque todos le prestaban atención a ella y no deseaba perder esa felicidad.Al ir a su habitación rebusco en sus cajones para encontrar ese artículo, cuando lo encontró sonrió feliz al ver que aún tenía algo de líquido: era un frasco de feromonas, el cual usaría para buscar seducir a Marcelo y de esta forma lograr hacer que cambie de opinión sobre romper el compromiso ya que aún tenía una oportunidad porque no habían anunciado de forma formal su rompimiento.Con ese plan en mente se fue rumbo al apartamento de él ya que habia escuchado que recién habían metido a una nueva cr
Emma dejo escapar un suspiro ya que por un momento se sintió algo abrumada, no pensó que las cosas terminaran de esa forma.Con cuidado dejo las compras cerca de la entrada de la cocina y fue a su habitación para revisar su cuerpo ya que sentía un poco de dolor en su espalda en esos momentos.- ¡Ah! ¡maldita! ¡pero juro que me vengare! – gritó furiosa al verse en el espejo – buaa… me dejo un gran moretón y de seguro mañana me dolerá mucho snif… - se quejó mientras tomaba el tubo con crema para golpes y empezaba a aplicárselo en la zona afectada – tch… pero ¿qué le pasa? solo habia visto que los lobos actuaban así cuando se embriagaban - comento dejando escapar un suspiro – joo… además se arruino mi plan para hoy y… ¡ah! es verdad el señor Marcelo me salvo… ¡nooo! Samantha me regañara si se entera porque se supone no debía verme – se lamentó y en eso recordó algo importante – ¡LA CENA! – dijo preocupada, donde se acomodó nuevamente su ropa y salió de su habitación para empezar con los
Emma desvió la mirada, realmente ni en sus sueños más locos hubiera imaginado que algo así le pasaría, por ello ni habia pensado en que pediría si algo así pasaba.- No lo habías pensado ¿verdad? – se burló Marcelo, al ver que ella estaba pensativa.- Bueno no es como si desde siempre supiera que sería tu luna y ya tendría resuelta mi vida o algo por el estilo - indico molesta.- ¿Y más o menos en que has pensado hasta ahora?- Que mi vida se ha complicado de un momento a otro – indico ella dejando escapar un suspiro – y yo que estaba feliz con mi nuevo trabajo: fácil, sencillo, buena paga y hogar gratis.- ¿Buena paga? ¿acaso tienes deudas?- Algo así…- No pareces una mujer que viva endeudada.- Deudas de ese estilo no, pero la colegiatura no es nada barata.- ¿No has acabado la escuela?- Estoy por terminar mi carrera – indico feliz.- Oh ya veo… entonces eres menor que yo – opino pensativo – ¿cuántos años tienes?- 18 ¿y tú?- 25- Je… tas viejo – dijo burlona ella.- ¡Que…! – dij
Marcelo estaba sorprendido por la forma en cómo se dejó ordenar y siguió las indicaciones de Emma para ayudarla en la cocina, realmente la situacion lejos de molestarle le habia gustado y hasta se podría decir que fue divertido.A la hora de dormir cada quien se fue a descansar a su propio cuarto, ya que no tenían prisa en pasar la noche juntos e igual aún estaban asimilando eso de ser una pareja destinada.A la mañana siguiente Marcelo sintió un ligero déjà vu al despertar gracias a que su olfato capto un delicioso aroma que provenía de la cocina, movido por la curiosidad se levantó de su cama y camino hasta la puerta de habitación, donde al abrirla la vio a ella tarareando una canción mientras cocinaba y se podía apreciar que estaba feliz disfrutando de sus acciones.El pelinegro sonrió al ver que ella si fue sincera en ese aspecto, ya que se podía ver que le gustaba cocinar. Justo en eso se le ocurrió una broma por lo que con cuidado busco acercarse hasta ella.Emma estaba entreten